Jekyll vs Hyde [Reseña]

¿Creías que los juegos de bazas para dos no podían dar para más?

En Jekyll vs Hyde encontramos una demostración de un juego competitivo de bazas asimétrico con muy buenas intenciones, apoyándose solo en tres habilidades bien elegidas.

¿DE QUÉ VA? 

En Jekyll vs Hyde cada jugador tomará el rol de una de las dos caras del clásico personaje: mientras que el doctor pretende mantener la estabilidad, será Hyde quien pretenda desequilibrar la balanza. Todo esto en un sencillo juego de bazas que ha sabido plasmar el tema y ofrecer una interesante asimetría que incita a la revancha.

¿CÓMO SE JUEGA?

Una partida a Jekyll vs Hyde se compone de tres rondas en las que cada jugador tiene un objetivo muy distinto: mientras que Mr. Hyde pretende avanzar diez casillas haciendo que la cantidad de bazas ganadas por cada jugador sean distintas, el Dr. Jekyll intentará que ambos jugadores se lleven las mismas bazas aguantando durante estas tres cortas pero intensas rondas.

En Jekyll vs Hyde encontramos solo tres palos, en tres colores distintos, con valores del 1 al 7, así como cuatro pociones de distinta potencia, de las que hablaremos más adelante. En cada ronda se reparten diez cartas por jugador, dejando las restantes ocultas e impidiendo así el conteo de cartas o conocer la mano del rival. Cada ronda se juega a diez bazas, por lo que los jugadores agotarán sus manos por completo.

En el centro de la mesa encontramos un tablero que permite conocer el avance de Mr. Hyde en cada una de las rondas de juego y tenemos unas casillas para las habilidades, que además establecen la prioridad de las bazas.

El sistema de bazas en Jekyll vs Hyde se basa en que un jugador baja una carta de su mano y el rival deberá, siempre que pueda, seguir la baza. En caso de que ambos jugadores bajen una carta del mismo color, el valor más alto ganará la baza y empezará la siguiente. En el caso de que el rival no pueda bajar una carta del mismo color, deberemos mirar la prioridad de los colores para determinar el ganador de la baza.

La prioridad de las bazas viene determinada por el orden de aparición de las cartas. De esta manera, la primera carta jugada en cada ronda determinará el color de menor valor de la ronda, mientras que el tercer y último color en aparecer en la mesa determina el color de mayor valor. ¡Piensa bien qué color prefieres que tenga más peso según tu mano!

Este funcionamiento tan básico se complementa de un interesante sistema de habilidades que se activa con las pociones. Estas cuatro pociones pueden jugarse antes o después de la carta del rival, independientemente de que podamos seguir la baza actual. De ser la primera carta de la ronda, el jugador que use la poción deberá decir qué color quiere que juegue su rival. Cada una de las pociones tiene un valor distinto que, a su vez, se acompaña de un +, por lo que nos indica que gana los desempates en igualdad de valor de cualquiera de las tres bazas del juego.

Las habilidades son sencillas pero muy interesantes, y podemos encontrar una referencia iconográfica en las fichas de la prioridad de las bazas, recordándonos sus efectos. Mientras que la habilidad morada permite que el ganador de la baza actual se lleve una baza adicional del rival, la habilidad verde permite que los jugadores intercambien dos cartas de su mano con el contrincante. Por último, la habilidad roja permite restaurar las prioridades de las bazas, de modo que, como si volviéramos a empezar la ronda, estableceremos las prioridades según los colores vayan apareciendo sobre la mesa.

Estas habilidades permiten cambios importantes del trascurso de la ronda y dependen, especialmente del momento en el que las usemos.

Al final de cada ronda solo deberemos comparar la cantidad de bazas adquiridas por cada jugador. La diferencia de bazas entre ambos jugadores hará que la ficha de Mr. Hyde avance en el marcador de diez casillas, por lo que debería intentar ganar o perder la mayoría de las manos que componen la ronda. De este modo, el Dr. Hyde debería intentar que no hubiera diferencias entre ambos jugadores, idealmente haciendo que cada jugador obtenga cinco bazas.

En una partida Mr. Hyde debería avanzar tantas casillas como sea posible y tan pronto como sea posible. Pese al aparente equilibrio entre los roles de los distintos jugadores, lo ideal es poder echar partidas de ida y vuelta, en las que los jugadores intercambien los personajes.

¿QUÉ ME PARECE?

Jekyll vs Hyde ha sido una grata sorpresa en una categoría que parecía estanca y difícil de superar. En este título encontramos una forma clásica de resolver las bazas pero con la asimetría y tres habilidades encontramos una vuelta de tuerca muy interesante y que funciona de maravilla.

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Mi filia por los juegos de bazas es bastante conocida y, si a eso añadimos los títulos exclusivos para dos jugadores, encontramos una parcela que siempre quiero seguir explorando. Más allá del Zorro en el Bosque (su reseña aquí) o Claim (su reseña aquí) tenemos otros títulos que no logran acabar de calar entre mis favoritos, especialmente por intentar sobrecomplicar la elegante mecánica de bazas o añadiendo otros elementos que no aportan mucho. En este sentido, Jekyll vs Hyde sabe ofrecer un juego sin excesivas florituras pero que ofrece una experiencia distinta y con todo lo que se le pide a un título de bazas.

El eje central de Jekyll vs Hyde no dista de cualquier otro juego de bazas. Su forma de jugar y ganar las bazas mantiene los cánones clásicos, pero sus dos elementos diferenciales lo separan del resto. Mientras que la inclusión de habilidades no es nada raro, siendo un elemento que ya aparece en El Zorro en el Bosque, en Jekyll vs Hyde son menos las habilidades y menos ocasiones en las que podremos activarlas. Para no caer en la mediocridad, añade ese curioso pero funcional sistema de prioridad de bazas que no solo permite amortiguar el azar sino cambiar las tornas en el momento que el jugador considere oportuno con el uso de las pociones.

Las pociones son una forma elegante de activar las habilidades, ya que nos ofrecen libertad de acción y, sobre todo, oportunismo parcial, dado que necesitamos que el otro jugador nos facilite una carta del color que necesitamos. En el mejor de los casos se activarán cuatro habilidades por ronda, pero el orden y el tempo de sus usos pueden dar un vuelco al devenir de la partida.

El azar en este tipo de juegos suele tener una presencia marcada, pero no son pocas las formas de intentar controlarlo. El intercambio de cartas al inicio de cada ronda, así como las propias habilidades, ya sea para cambiar más cartas o para restaurar las prioridades de las bazas, permiten que una mala mano no arruine una ronda. Adicionalmente, debemos tener en cuenta que el rol de Mr Hyde es dicotómico, por lo que será el jugador, al ver su mano, quien deba decidir si va a ir a “ganar o perder” la mayoría de las bazas de esta ronda.

La producción no sorprende viniendo de Mandoo Games. La editorial confía una vez más en Vincent Dutrait para que de color a un estilo agresivo pero asumible, con una producción exquisita que se complementa de un tablero bien ilustrado y una miniatura tan innecesaria como molona. Todo ello ofrece una gran presencia en mesa dando una sensación de buena calidad sin caer en la sobreproducción.

Os alegrará saber que pronto Arrakis traerá a nuestro país este título, siendo un fichaje excelente que se podría convertir en un hit si se cuida durante su lanzamiento. No es un título más sino un gran producto exclusivo para parejas que puede llenar un buen hueco en su catálogo editorial.

En resumen, Jekyll vs Hyde se ha colado sin vergüenza alguna entre mis títulos de bazas favoritos exclusivos para dos jugadores. Apoyándose en la asimetría y contando con varios mecanismos para compensar el azar, este título ofrece unas reglas sencillas que permiten que se disfrute desde la primera partida. Serán el oportunismo, la pericia y la actitud de Mr. Hyde lo que permite que los jugadores puedan controlar la partida, llena de decisiones pero sin sobrecomplicaciones ni florituras molestas. Sin duda alguna, es un título que no puede faltar en la ludoteca de quienes quieran jugar bazas en pareja, y cuya producción no defrauda para ser un pequeño pero precioso juego de cartas.

Este juego ha sido cedido por Mandoo Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.