Como si de un cuento se tratara, El Zorro en el Bosque mezcla estética y mecánicas clásicas con toques originales.
Con El Zorro en el Bosque tenemos otro gran ejemplo de juegos de bazas para dos jugadores que sorprenden por su solidez y, en este caso, cuidado apartado gráfico.
Diseñador/a: | Joshua Buergel |
Ilustrador/a: | Jennifer L. Meyer, Keith Pishnery |
Editorial: | Gen-X Games |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2 |
Duración: | 30 min |
Edad mínima recomendada: | 10+ |
¿DE QUÉ VA?
En El Zorro en el Bosque encontramos un juego de bazas exclusivo para dos jugadores que se inspira en una temática fantástica de cuento europeo clásico para tematizar las cartas. Mediante creativas habilidades, el juego se vuelve un duelo a varias rondas que se engrana de forma perfecta.
¿CÓMO SE JUEGA?
La propuesta del Zorro en el Bosque es sencilla: el primer jugador que obtenga un mínimo de 21 puntos será el ganador. Para ello, los jugadores se enfrentarán en varias rondas.
En cada ronda se reparten 13 cartas por jugador, permitiendo que algunas queden fuera de las manos de los jugadores, creando un mazo de robo y se revele una única carta que marcará el triunfo de la ronda. Las cartas en El Zorro en el Bosque tienen tres palos, cuyos valores oscilan entre el 1 y el 11.
En cada ronda se usarán todas las cartas de nuestra mano, por lo que se basarán en trece turnos donde se jugarán trece bazas. Empezando por el jugador que no repartió como jugador inicial, figura que iremos alternando en futuras rondas, los jugadores deberán bajar una carta de su mano con las normas clásicas de los juegos de bazas:
- La primera carta marca el palo que el segundo jugador, si puede, deberá seguir obligatoriamente.
- Si el segundo jugador no puede seguir el palo, podrá jugar cualquiera de los otros dos.
- El jugador que haya usado la carta de mayor valor del palo que ha marcado el jugador inicial gana. Si, por el contrario, el segundo jugador no puede seguir el palo y usa una carta del palo de triunfo, éste será el ganador.
El ganador de la baza obtiene las cartas, que las apila para indicar cuántas bazas lleva ganadas, y será el inicial para la siguiente baza a disputar.
Todo esto es clásico en muchos otros juegos, lo original del título es que todas las cartas impares incluyen habilidades. De esta manera, los seis valores de cada baza con números impares incluyen seis habilidades distintas, que se repiten en cada palo:
Estas habilidades pueden cambiar las tornas de la baza, haciendo que un número más alto no gane la baza actual o, por ejemplo, cambiar el triunfo a nuestro gusto. Incluso permiten romper el ciclo de que siempre empiece tu rival si lleva una racha de bazas ganadas, pudiendo invertir el inicio de la siguiente baza.
Cuando se hayan jugado las 13 bazas solo queda recoger los puntos de la ronda. A diferencia de otros juegos, más bazas no siempre significa más puntos. En El Zorro en el Bosque deberemos intentar no excedernos de 9 bazas o, si vienen mal dadas, no superar 3 de ellas para obtener el máximo de puntos posibles. Recuerda que poseer cartas con el valor 7 nos ofrece puntos adicionales, así que son bazas interesantes de ganar.
¡Si nadie suma 21 puntos ya podremos barajar de nuevo y empezar una nueva ronda!
¿QUÉ ME PARECE?
El Zorro en el Bosque es otro ejemplo de que las bazas a dos funcionan, y el que diga lo contrario es que vive anclado en el pasado. En este caso, alejándose de las mayorías que tan bien funcionan en la saga Claim (su reseña aquí), nos apoyamos en seis habilidades que compensan el azar y juegan con la intuición.
Las bazas son una mecánica con un amplio recorrido histórico y que, en mi opinión, es una gran puerta de entrada a los juegos modernos para una población que ha crecido y madurado jugando exclusivamente a estos juegos de cartas. No me canso, por ejemplo, de recomendar Skull King como juego de bazas para grandes grupos, ya que en él nos sentiremos cómodos jugadores de edades dispares y la diversión se palpa desde la primera partida.
Una pega, también histórica, de esta categoría era su número de jugadores. Jugar por parejas no es nada raro, pero jugar a dos jugadores era un hito no muy frecuente de ver. Ya hace unos años apareció Claim, convirtiéndose en un referente de juego de cartas para dos jugadores, con un amplio recorrido gracias a sus facciones. Para mí, lo que hace brillar al juego es dividirlo en dos fases que permiten trabajar la mano, aminorando el azar y generando sensación de desarrollo basado en las habilidades de las distintas facciones. En El Zorro en el Bosque encontramos algo más sencillo, más directo, pero igualmente sólido.
En este título no hay facciones ni mayorías. No ganamos cartas ni lo dividimos en dos fases. Aquí solo hay trece bazas por ronda y seis habilidades que elegir cuidadosamente. En este sentido, y al menos en mi caso, sentía que la propuesta del Zorro en el Bosque podía descafeinarse de forma prematura, ya que la premisa era, al menos sobre el papel, más sencilla, incluso simple. Nada más lejos de la realidad: en El Zorro en el Bosque encontramos unas reglas más sencillas pero que se complementan de unas habilidades que vertebran toda la experiencia en el juego. Saber cuándo y cómo jugarlas determinará, en gran medida, las posibilidades de victoria.
El mérito de que funcione es alto, ya que una de las maneras que Claim tiene de amortiguar el azar era dejarnos componer una mano en la primera mitad de la partida. En este otro proyecto, el azar puede tener algo más de peso, aunque se diluye en las distintas rondas que deberemos jugar para llegar a los 21 puntos. Pese al azar, las habilidades funcionan de una forma magnífica, permitiendo darle un valor a los números más bajos y creando algunos patrones de usar las cartas en distintos momentos de la partida.
Para acabar de equilibrar los efectos de la fortuna, el juego no otorga los puntos de forma gradual, por lo que ese añadido hace que necesitemos de cierta pericia para no “ganarlo todo”. Esto, si lo extendemos a nivel estadístico, puede hacernos pensar que los jugadores tiendan a ganar la mitad de las bazas, pero eso no es lo más rentable a nivel de puntos.
Por todo esto, a nivel de reglamento es más sencillo iniciarse en El Zorro en el Bosque, pero no por ello encontramos un juego más plano. Tiene una profundidad de lo más interesante pero también un valor rejugable menor que la saga de Scott Almes. Es por ello que ambos conviven en armonía en una misma ludoteca.
Pese a lo abstracto del juego, dado que en el fondo es una baraja de cartas tematizada, se agradece el apartado artístico de Jennifer L. Meyer que se apoya en un un cuento de corte clásico que podremos leer en la web de Gen X. ¡Gracias por traducir ese trocito de inmersión!
Antes de acabar no podemos olvidarnos de que El Zorro en el Bosque tiene un segundo título, de este mismo año, The Fox in the Forest Duet, una propuesta cooperativa de este mismo año. Por el momento no hay confirmación de una edición española pero esperamos que se atrevan a traer la versión colaborativa del juego que, tras el éxito de La Tripulación (su reseña aquí) más de uno querremos cooperar en un juego de bazas cuando seamos solo dos, y en ese campo tiene pinta de encajar estupendamente.
En definitiva, El Zorro en el Bosque debería convivir en toda ludoteca de quienes busquen bazas para menos de tres jugadores. Aunque la cabeza nos haga pensar en el tremendo Claim, este El Zorro en el Bosque es una alternativa no solo compatible con la saga de Almes sino que, mediante otros caminos distintos, ofrece un juego tan interesante como los de la saga citada. Sin duda alguna, este juego estaría muy arriba si queremos iniciar a las bazas a alguien que no conozca la clásica mecánica o, por el contrario, queremos jugar a dos con un conocedor de la categoría. Es por eso que, pese a su sencillez, brilla por su elegancia y relativa profundidad.
Pros
- Un ejemplo de que hay más vida tras Claim.
- Bazas a un número atípico pero conservando la elegancia.
- Un apartado gráfico espectacular, con cuento incluido disponible para nuestra lectura.
Contras
- Dada su sencillez, no podemos buscar variabilidad, sino limitarnos a mejorar nuestra intuición.
Este juego ha sido cedido por GenX Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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2 Comments
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!
Muy buena reseña. Gracias.
No lo conocía, aunque sí conozco y disfruto mucho de Claim. Sin dudas lo tendré en cuenta para el futuro.
Saludos.
Espero que lo disfrutes, ya nos contarás qué tal ?