Razzia! [Reseña]

Hoy mezclamos el antiguo Egipto y la mafia más cañera en un juego de subastas.

Traer de nuevo un excelente título Razzia! con una edición tan impecable como esta es algo que debemos apreciar.

¿DE QUÉ VA? 

Bajo una temática mafiosa y desenfadada, que usa como protagonistas a deidades egipcias, en Razzia! encontramos un excelente juego de subastas. ¿Lograrás tener las mejores joyas? ¿Podrás obtener un chófer para tanto coche en tu garaje? ¡Compra y roba lo que necesites antes de que aparezca Ra!

¿CÓMO SE JUEGA?

Razzia! se juega en tres rondas, tras las cuales el jugador con más puntos será el vencedor. Cada una de las reglas sigue una misma estructura, aunque la puntuación de la tercera, como ya veremos, difiere de las anteriores.

Para empezar la partida cada jugador recibe un set de tres fajos de distintos valores. Cada fajo tiene un valor diferente, único, de modo que nunca habrá dos jugadores que puedan empatar en las subastas.

En su turno los jugadores pueden llevar a cabo una de las siguientes acciones:

• Robar una carta.
• Usar un ladrón.
• Convocar una subasta por orden judicial.

Lo más habitual es que los jugadores revelen una nueva carta del mazo. Esto hace que, normalmente, aumente el botín de lo que se vaya a subastar en el futuro. En el mazo encontramos cartas que ofrecen distintas formas de puntuar, que os contaremos más adelante, y un puñado de Ra, los cuales tienen varios efectos.

Si la carta revelada no es un Ra, la colocaremos en la zona inferior del tablero. El límite de cartas de botín es de 7, por lo que no podremos robar más cartas si el botín ya está completo.

Si, por el contrario, la carta revelada es un Ra, éste será colocado en la parte superior del tablero. Cada Ra activa una subasta normal, además de acercarnos al final de la ronda, ya que si revelamos el séptimo Ra la ronda acabará inmediatamente, sin subasta previa.

Una subasta normal en Razzia! tiene una sola ronda que empezará en sentido horario, inmediatamente a la izquierda del jugador que haya robado la carta de Ra. Cada jugador podrá usar uno de los fajos disponibles o pasar. Cada jugador puede pasar o subir la puja previa. Recuerda que los valores de cada fajo son únicos. El jugador activo siempre podrá sobrepujar, siendo el último en jugar.

Una vez tengamos ganador, deberá intercambiar su fajo con el que haya sobre el tablero central. Este fajo inicialmente será de valor 1.000, el mínimo del juego, pero irá haciendo que los fajos cambien de mano constantemente y que, además, podamos ganar dinero tras pagar algunas subastas. El fajo que reciba del centro de la mesa se colocará boca abajo, ya que no podrá usarlo esta ronda. Este jugador también recibe todas las cartas de botín que debe organizar, visible para los rivales, frente a sí.

A diferencia de esta subasta, si un jugador decide iniciar una subasta por orden judicial, sin levantar ninguna carta nueva en su turno, deberá pujar por ella obligatoriamente si nadie más lo hace. En otras palabras, esta subasta forzada obliga a que alguien se lleve el botín, mientras que las desencadenadas por Ra pueden finalizar sin repartir botín si todos los jugadores pasan.

Dentro de los botines encontramos set collections, mayorías y otras formas de puntuar. Lo importante de estos botines es que vienen todos especificados en una carta de ayuda, la cual nos informa que, a excepción de las armas (las cuales puntuaremos por mayoría y pueden sumar o restarnos puntos) y los negocios, todas las cartas se descartarán al final de la ronda.

Los ladrones son una carta especial. Si la obtenemos durante una subasta se vendrá a nuestro patrimonio. En cualquier turno futuro, siempre que no hayamos usado ya todo nuestro dinero, podremos elegir activar el ladrón, descartándolo y robando una carta de las que ya esté colocada en la zona de botín. ¡No hará falta esperar a la subasta ni siquiera ganarla!

La ronda termina cuando todos los jugadores hayan gastado sus fajos o haya aparecido el séptimo Ra. De esta forma, un jugador puede seguir solo en la partida y revelar cartas hasta que el botín sea suculento o, por el contrario, aparezca el último Ra de la ronda.

Las rondas siguientes se juegan de forma idéntica, descartando todo el contenido a la caja. En la última ronda deberemos recordar que los negocios solo se puntúan en la última ronda y que los jugadores con más y menos dinero recibirán bonificaciones o penalizaciones por ello.

¿QUÉ ME PARECE?

Razzia! es la versión de cartas del mejor juego de subastas del doctor Knizia. Si te gustan las subastas ya tienes razones suficientes, que solo pueden generarte dudas si ya tienes su título de mesa, Ra, el primo mayor.

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Si todavía no sabías que Knizia es de mis autores favoritos hoy lo tendrás un poco más claro. El matemático suele engatusarme con sus diseños que, sin abrumar con sus reglas, suelen ofrecer una profundidad más que suficiente y mantener una elegancia que pocos autores consiguen transmitir.

En la cima de sus títulos de subasta encontramos Modern Art y Ra, ambos dignos de estar en cualquier estantería. Mientras que Modern Art incluye todos los estilos de pujas que podáis imaginar y una mayor dependencia del grupo, Ra puede que sea el juego de subastas más disfrutable para mí. Modern Art ofrece una subasta más libre, que genera un mercado más libre, con valores que dependerán de los jugadores, mientras que Ra impide este grado de libertad ofreciendo fajos de valores cerrados y un cálculo más sencillo del valor de los botines, haciendo que sea más sencillo disfrutarlo desde la primera partida y las partidas no se dañen tan fácilmente cuando algún jugador no ha entendido completamente el valor de la subasta.

Dentro del juego, la puntuación basada en mayorías y set-collections no es nada rompedor, pero su sistema de pujas marcó un antes y un después. No solo encontramos subastas a una ronda, haciendo que sea un todo o nada cada vez que nos dan la opción a participar, sino que su circuito cerrado de fajos es maravilloso. Como ornamento adicional, más allá de saber si lo que se subasta es adecuado para nosotros y poder valorar bien la recompensa que está en juego, el intercambio de fajos con el del centro de la mesa hace que en ocasiones podamos sobrepujar para poder tener más efectivo en la ronda siguiente. Esa pequeña capa adicional hace que subastas de poco botín o con cartas de menos interés para algunos jugadores sean igual de interesantes por el fajo que se ofrece al ganador de la misma.

Por todo eso Ra se encuentra en la estantería y difícilmente es una caja que coja polvo. Y Razzia! tiene casi todo lo que nos ofrecía Ra. Las principales diferencias de reglas son simples detalles que, sinceramente, no interfieren especialmente.

Por una parte, Ra diferencia la cantidad de Dioses del Sol que deben aparecer para acabar la ronda, dependiendo del número de jugadores. Esta diferencia ha sido eliminada y, por mi experiencia, no cambia el desarrollo de las partidas y simplifica las reglas. Por otra parte, los desastres ya no existen en Razzia! En el juego original había cartas en el mazo de botín que penalizaban a los jugadores que ganaran la subasta. De esta forma, algunas hileras de botín podían perjudicar a unos jugadores más que a otros, ya que estas penalizaciones nos obligaban a descartarnos cartas de nuestro patrimonio que, para ciertos jugadores, podían ser más despreciables o, incluso, no tener ninguna carta del tipo correspondiente.

Estos dos únicos cambios de reglas no harán que nos decidamos por uno u otro título, así que la decisión prácticamente se reducirá al tamaño y el apartado artístico. En ese sentido, aunque ya poseo Ra, con su magnifica edición multilenguaje de EDGE la cual tiene una producción vistosa, tablero texturizado y mucha presencia, muy posiblemente sea Razzia! el juego que más salga a mesa, especialmente por su tamaño. Aunque Ra sea un producto que podamos encontrar de saldo a un precio competitivo, Razzia! se vende por un precio espectacular, incluyendo componentes de notable calidad y dejando de lado el innecesario tablero a cambio de ahorrarnos espacio.

En cuanto al número de jugadores, debemos tener en cuenta que no es recomendable jugarlo en pareja, aunque puede que sea uno de los títulos de subastas más adecuado para este número de jugadores. En partidas en pareja, saber valorar lo que cuesta cada botín es clave, haciendo que pueda ser un duelo más frío y calculador. Entre su rango de 3 a 5 encontramos que fluye a la perfección en cualquiera de sus números, siendo más arriesgado puntuar con la mayoría si estamos en su número más alto.

Del arte solo podemos agradecer a Dossom por seguir ilustrando y mantener un estándar tan elevado. No solo encontramos una temática rompedora, que juega con la palabra Razzia y su antecesor basado en la deidad egipcia, sino que su estilo transmite movimiento y dinamismo, con unos colores oscuros y adultos pero que encajan en el público más familiar y desenfadado gracias a los ladrones antropomorfos. ¡Me encanta!

En definitiva, Razzia! transmite prácticamente lo mismo que Ra, pero nos ahorra espacio en la ludoteca y nos facilita llevarlo a las sobremesas que sepan apreciar un gran título como éste. La nueva edición, con el arte de Dossom Studio hace que el producto esté a años vista de la edición de AMIGO. Como juego de subastas, encontramos un título que utiliza una forma ingeniosa de pujar, con un circuito cerrado de fajos y un set-collection que hace que cada partida sea un reto que incluye interacción más allá de las propias pujas.

Este juego ha sido cedido por Ediciones Primigenio para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.