Hoy os hablamos de una novedad de 2Tomatoes Games, se trata del familiar y colorido Globe Twister.
Se trata de un diseño de Richard Champion (Konito?) que cuenta con las maravillosas ilustraciones de Éric Cousin, que tienen primordial importancia en este proyecto. Es un juego que puede disfrutarse en solitario o hasta 5 jugadores, con una duración que no excede los 15 minutos y una edad mínima recomendada de tan solo 8 añitos.
¿DE QUÉ VA?
Después de viajar, las fotos son un recuerdo de valor inconmensurable, pero imagínate que al volver a casa, después de recorrerte el mundo entero… ¡tus composiciones se han desordenado! Tocará recomponer esas fotos, girar esas esquinas y volver a darles el orden y la coherencia que tenían cuando estuviste en ese rincón del mundo.
En Globe Twister encontramos un juego de programación de acciones y velocidad. Intenta reconstruir tu puzzle antes que tus rivales en la menor cantidad de rondas y, preferiblemente, sin abusar de las acciones rojas. Se trata de un juego sencillo en el que cada vez que juguemos las losetas habrán sido desordenadas de un modo distinto.
¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?
El contenido de la caja es el siguiente:
- 5 hojas de fotografía.
- 45 piezas de puzzle a doble cara, 9 piezas por jugador.
- Un reloj de arena de unos 30 segundos.
- 50 cartas de acción, un set de 10 cartas por jugador.
- 5 marcos de programación, 1 por jugador.
Las cartas cuentan con un acabado linen que transmite calidad, mientras que el cartón tiene un grosor estándar. Los marcos dan cierto temor al ser movidos pues cuentan con una anchura justita y pueden ser doblados con facilidad, pero durante las partidas no necesitan ser manipulados para nada.
¿CÓMO SE JUEGA?
En Globe Twister nuestra misión es completar la fotografía antes que nuestros rivales, la cual está formada por nueve losetas desordenadas.
Antes de empezar la partida, deberemos elegir si queremos jugar con la fotografía inicial, idéntica entre jugadores y más sencilla de reconstruir, o pasarnos al nivel más complejo, con una ilustración con efecto ojo de pez y que muestra lugares distintos entre jugadores. En cualquiera de los casos, cada jugador debe desordenar, de forma aleatoria, la parrilla de 3×3 del jugador de su izquierda. Ese es el puzzle que cada jugador deberá reconstruir. Cuando ya esté todo desordenado, lo cubriremos con la fotografía que sirve de solución para nuestra ardua misión.
Para ello, se llevarán a cabo rondas de dos fases en las que todos los jugadores llevarán a cabo sus acciones de forma simultánea hasta determinar un ganador.
FASE DE REACCIÓN
Al contar tres, todos los jugadores destapan su puzzle quitando la fotografía que lo cubría. Ya pueden ver su composición desordenada y, de forma simultánea, sin turno alguno, los jugadores intentarán usar sus cartas de acción sobre su marco para actuar sobre la composición errónea.
Es decir, tan rápido como puedan y usando tantas cartas como deseen, los jugadores pondrán acciones dentro del marco, respetando las coordenadas que coincidan con las piezas que queremos mover. De esta manera, toda carta se corresponderá con la loseta de la composición equivocada que tenga la misma posición.
¿Pero que hacen estas cartas? Pues de todo un poco…
El primer jugador en finalizar sus acciones lo dice en alto y da la vuelta al reloj de arena. El resto de jugadores tiene los 30 segundos que determina la cuenta atrás para acabar su turno.
Recordamos que no tienes porqué usar todas tus cartas si no lo ves necesario, pero cuantas menos rondas necesites para reordenar tu composición, más probabilidades tienes de ganar.
FASE DE RECONSTRUCCIÓN
Durante esta fase los jugadores ejecutan los efectos de las cartas colocadas dentro de su marco, de izquierda a derecha y de arriba a abajo. El uso de las acciones es obligatorio, por lo que si hemos colocado una carta en un lugar erróneo hará que nos bailen las piezas y el resultado no sea el esperado. ¡Intenta pensarlo mejor la próxima ronda y arregla el gazapo!
Esta es la única fase que puede ser interesante resolver en orden, en lugar de simultánea, por ver como han cambiado las composiciones de tus rivales y poder deducir si quedan muchas rondas de margen para poder ganar la partida.
Tras la reconstrucción debemos mirar si alguien ha cumplido su objetivo. De ser así, sería el ganador.
En Globe Twister los empates son muy, pero que muy, frecuentes. Para ello, debemos contar con las condiciones para desempatar. El jugador que haya usado menos cartas rojas será el que gane la partida, si no, el que haya usado menos cartas sobre su marco en este último turno y. si no, el que haya dado la vuelta al reloj de arena, siendo así el más rápido de la ronda actual.
¡Recuerda que tenéis fotografías en el reverso de las losetas para jugar sobre una composición asimétrica entre jugadores! Aunque parezca mentira, es más complicado dado el efecto de ojo de pez que nos puede ocasionar malas jugadas en la orientación de algunas piezas.
¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?
Globe Twister necesita espacio, como la mayoría de juegos en tiempo real. Aquí necesitamos colocar las tarjetas de acción bien separadas fuera del marco de nuestra foto, además de tener una zona bien despejada en la que tener la composición a resolver. Como ves, cuando el tiempo es un handicap es mejor tener más espacio para no darnos codazos o agobiarnos más de la cuenta.
¿QUÉ NOS PARECE?
Globe Twister es un juego colorido y familiar que requiere de planificación y de cierto autocontrol para poder salir victorioso. En este sentido encontramos un juego sencillo de reglas que puede ser jugado en un gran rango de edades con grandes resultados.
Si algo hay que destacar de este título es que nos encontramos un puzzle original y que requiere de velocidad en su procesamiento. Esto hace que, a distintos tempos, el juego pueda disfrutarse con niños y con adultos, aunque sea más difícil mezclar ambas poblaciones en una misma partida.
Nos encontramos ante un juego de colorida producción y unos componentes sencillos pero efectivos. No es mucha cantidad de componentes lo que necesitamos, pero sí es importante separarlos adecuadamente para no mezclar losetas, algo que puede traernos dolores de cabeza si jugamos con pequeños jugones.
La velocidad no es lo único importante en Globe Twister, sino que ponderar el uso de las cartas rojas o decidir que ya has hecho todo lo que deberías hacer en cada ronda es una tarea difícil que pondrá a prueba nuestra impulsividad. Es muy frecuente, al menos al principio, que cerremos las rondas a toda velocidad y, mientras tanto, el resto aproveche esos 30 segundos para planificar algo más que les acerque a la victoria. ¡Tómate el tiempo que creas conveniente, ir rápido no siempre te hace ganador!
Nos parece muy acertado el incluir dos panoramas distintos por jugador. Mientras que el paisaje gélido es una buena introducción, el simple hecho de cambiar a la composición circular hace que sea más difícil de encajar y programar nuestros movimientos. De esta manera, no solo cambia la dificultad sino que cada jugador tendrá un escenario diferente, que podremos intercambiarnos más adelante y alargar la vida al juego.
Y es que la mayor pega de Globe Twister es que su sencillez, a la par que hace que se disfrute desde el principio, hace que sea un juego para ocasiones, que puede quemarse si repetimos muchas partidas en un periodo corto de tiempo. No es nada que os deba sorprender, dado su corte familiar tipo filler, que nos ofrece más originalidad que la mayoría de juegos recientes, apoyándose en un tipo de planificación espacial poco explotada y que además puede ser disfrutable con los más peques de la casa.
Cabe destacar la inclusión de un modo solitario que se agradece. En esta forma de juego, podremos retarnos en distintos niveles de dificultad creciente en los que tendremos contadas acciones para resolver la composición. Dada la naturaleza del juego, y su estilo puzzle, hacen que estos acertijos sean muy fáciles de encajar en sus reglas y es un añadido que da valor al conjunto, ofreciendo retos al más puro estilo Brains (aquí su reseña) como alternativa a las partidas multijugador.
Por todo esto, Globe Twister, sobre todo, nos ha sorprendido por su frescura. Es un juego que nos presenta una planificación exigente y pide que los jugadores sean más veloces que el resto, pudiendo hacerte perder tiempo si programas sin comprobar la posición de cada carta y el orden de activación de las mismas. Un juego colorido y amigable para los jugadores más jóvenes, que lo convierte en un atractivo familiar que probablemente se distancie del resto de fillers de tu estantería.
PUNTOS POSITIVOS
- Una planificación interesante: en la que el reloj corre en nuestra contra pero no premeditar nuestras acciones por ir corriendo y deprisa puede tener consecuencias muy negativas.
- Colorido y familiar: haciendo que este filler pueda cuajar entre los menos jugones, dado que son solo un par de reglas, pero que en grupos de personas más habituadas a este hobby pueden darse partidas igual de interesantes y más frenéticas.
- Con varias composiciones: haciendo que, tras la cara del paisaje antártico podamos encontrar distintas fotografías, que nos permiten ir cambiando de puzzle cuando nos conozcamos en detalle alguna de las composiciones.
- Un solitario que funciona como era de esperar: el incluir una serie de problemas numerados es un añadido que nos parece muy acertado y, en mi caso, un valor añadido al juego.
PUNTOS NEGATIVOS
- Una rejugabilidad escueta: dada la simplicidad de reglas y su corte familiar, aunque contemos con varias imágenes, si se juega de forma asidua puede volverse repetitivo. Nada raro en este corte de juegos, que sirven de filler y que, en este caso, se muestra más original y atrevido que la mayoría.
Este juego ha sido cedido por 2Tomatoes Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!