Capital Lux 2 [Reseña]

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas?

En Capital Lux 2 tenemos todo el contenido de la primera entrega a la que sumamos una tremenda rejugabilidad a costa de aumentar el tamaño de la caja o, si lo prefieres, obtener una edición Pocket. Una buena excusa para volver a hablar de un recomendable filler de cartas.

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¿DE QUÉ VA? 

En Capital Lux deberemos hacer crecer los distritos de nuestra ciudad con distintas personalidades sin perder la referencia de la Capital. Mientras que intentamos ser la referencia de dicha Capital, no podremos exceder sus límites de influencia o seremos castigados por ello. Juega bien tus cartas, vigila a tus rivales y usa los beneficios de cada personalidad en los distritos.

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¿CÓMO SE JUEGA?

Capital Lux 2 incluye una serie habilidades modulares que podremos elegir al iniciar cada partida. En este apartado hablaremos de las cuatro habilidades originales, las cuales venían incluidas en la primera versión del juego. Adicionalmente, tendremos 12 módulos más para un total de 256 combinaciones posibles.

Capital Lux 2 es un título de mayorías en el que los jugadores deberán obtener puntos mediante el crecimiento de su ciudad y obteniendo la mayor influencia respecto a sus rivales. Tras tres rondas de juego la partida llega a su fin y el jugador con más puntos será el vencedor.

En el juego encontramos cartas en cuatro colores cuyos valores van del 2 al 6. Coincidiendo con esos cuatro colores tenemos un tablero central, con espacio para las habilidades elegidas para esta partida, así como tableros individuales. Estos añadidos tan solo tienen una función organizativa para ir colocando las cartas en cuatro columnas durante el juego.

En cada ronda se reparten seis cartas a cada jugador, que cambiarán de mano mediante un draft de cartas en las que los jugadores conservan dos de ellas y pasan las restantes hasta completar el proceso.

En cada turno los jugadores deberán jugar una carta de su mano. La carta podrá ser colocada en una de estos dos destinos:

JUGAR UNA CARTA EN LA CAPITAL

Podemos colocar una carta bajo el tablero central que representa la Capital. Al hacerlo, deberemos añadir la carta en la columna correspondiente, coincidiendo con el color de la carta jugada.

Si colocamos una carta en la Capital activaremos la habilidad asociada al color jugado. En los módulos básicos son las siguientes:

Además de activar dicha habilidad, aumentamos el límite de dicho distrito. Como veremos más adelante, cada jugador deberá tener una influencia máxima, determinada por la suma de los valores de las cartas, igual a la suma de las cartas que haya en la Capital. De esa manera, entre todos los jugadores deberán aumentar, si les interesa, el valor de la Capital para posteriormente aumentar la influencia en cada una de sus ciudades.

JUGAR UNA CARTA EN TU CIUDAD

Alternativamente, podremos colocar una carta en nuestra ciudad. De nuevo, cada carta deberá colocarse en la columna correspondiente a su color.

Cada vez que colocamos una carta en nuestra ciudad, en lugar de activar su habilidad, tan solo sumamos influencia para el final de la ronda. Nuestro objetivo es tener más influencia, determinada por el valor de la suma de las cartas, que nuestros rivales pero sin exceder el valor de dicho distrito de la Capital.

Cuando un jugador acabe sus cartas, el resto de jugadores tienen un turno adicional, tras el cual cualquier carta restante en su mano deberá, obligatoriamente, colocarse en su ciudad. Tras esto se puntuará la ronda.

En Capital Lux 2 iremos ganando puntos en cada una de las rondas, con una importante puntuación adicional al final de la partida.

Tras cada ronda deberemos comparar cada una de las columnas de la Capital de izquierda a derecha. Tras determinar el valor que los jugadores no pueden exceder, se determina un ganador para cada distrito. Dicho ganador obtendrá la carta de mayor valor que haya colocada en la columna correspondiente de la Capital y la guardará boca abajo, generando estos puntos para el final de la partida. Si algún jugador excede en su ciudad el valor determinado por la Capital perderá todas sus cartas de dicho distrito, perdiendo una suma de puntos de cara al final de la partida. ¡Ten mucho cuidado!

Tras esto, los límites de cada distrito determinados por la Capital habrán disminuido, pero los jugadores conservan todas las cartas de su ciudad. Prepararemos otra nueva ronda con seis nuevas cartas por jugador.

Tras la tercera y última ronda, además de dicho proceso, los jugadores deben sumar el valor de todas las cartas de su ciudad además de las cartas que hayan podido ir obteniendo por las mayorías al final de cada ronda. El jugador con más puntos será el vencedor.

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¿QUÉ ME PARECE?

Capital Lux fue uno de esos juegos que descubrí tarde y que sigo pensando que no tuvo la acogida que se merecía. Con esta segunda parte, que incluye todo lo bueno de la primera, tengo la excusa perfecta para alabar un diseño tan interesante como este.

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En su momento, Kosmopolis, que es el nombre que tuvo Capital Lux en su edición española/portuguesa fue un descubrimiento de esos que llegó a mis manos mucho después de su lanzamiento. Un título magnífico al que no le escribí una reseña por falta de tiempo pero que sí recomendé hasta la saciedad, llevándome un chasco con Rebel Nox (su reseña aquí), su segunda parte con la que solo comparte la temática y el arte de Moriya.

Si se podía sacar alguna pega de la primera edición era que se intuía un campo sin explorar respecto a la variabilidad entre partidas. Teníamos un juego sólido con unas mecánicas muy sencillas asociadas a unas habilidades que se parecía que podían dar mucho juego, algo que hemos podido descubrir en esta segunda parte.

Capital Lux 2 no es una segunda parte, sino una versión mejorada del primero. Lo que debemos saber es que con esta entrega podremos disfrutar del primer título exactamente igual que antes, pero con añadidos que iremos desgranando más adelante.

La idea central del juego es una constante valoración de riesgos. Todo el juego gira alrededor de aportar cartas a nuestra ciudad, incrementando nuestra influencia o aumentar el límite en la capital. Si nadie pone cartas en la capital, no habrá un beneficio por el que pelear la mayoría, pero por si eso no fuera suficiente, cada carta en la capital va a activar una habilidad que haga más suculenta la colocación de cartas en el centro de la mesa.

Esa idea tan sencilla, asociada a unas habilidades bien elegidas hace que cada ronda sea un reto en el que los jugadores están obligados a interpretar objetivos comunes, esperar a que los rivales participen en la capital y aprovecharse de ello.

En Capital Lux nunca vas a tener la sensación de que todo esté bajo control, y es que cada habilidad puede truncar nuestros planes si la activa un rival. Eso hace que cada color asocie un efecto diferente de lo que se espera en un juego con tanta interacción: un poco de información oculta, un poco de caos y algún elemento que amortigüe el azar y los cambios radicales que puedan hacer los rivales. Estos son los cánones que siguen las habilidades, independientemente del módulo que decidamos añadir.

Y es que esta segunda parte aprovecha para cambiar algunas reglas, escasas, del juego básico. Eso no es una razón suficiente para lanzarse a la piscina, ya que el peso viene en su modo solitario y su variedad de módulos, haciendo que tengamos experiencias diferentes con solo el cambio de habilidades.

El juego incluye tres rondas, las justas para que ir creciendo nuestra ciudad sea lo suficientemente importante como para ser prudentes en la tercera ronda y no exceder el límite impuesto por la capital. Aunque sus tres rondas sean idénticas en cuanto a reglas, el peso de ganar una mayoría se reduce en contraposición con mantener tus cuatro columnas bien formadas, siendo una fuente de puntos al final de la partida. Esa sensación se transmite en cada partida, haciendo que en cada ronda sea más difícil mantener tus cartas puesto que las de la capital irán reduciéndose a medida que se determine el ganador de cada mayoría. Irremediablemente los jugadores deberán invertir más cartas en la capital para sostener sus distritos y eso hará que más habilidades sean activadas generando cambios constantes.

Esta sencillez, que esconde mucho bajo unas reglas muy básicas, hace que Capital Lux sea difícil de rechazar. Es uno de esos juegos que nunca falla, que gusta a jugones y menos jugones y que sorprende por, precisamente, las dinámicas que genera desde la primera partida y que no se aprecian con la lectura de reglas.

Y con esto llega Capital Lux 2, reflotando un título que merece volver a estar en boca de los que disfrutan las cartas y la interacción. Se escuda en ofrecer una variabilidad que, aún siendo bienvenida, tampoco era indispensable. De esta manera y con cuatro módulos por color, ofrece cientos de combinaciones al gusto del consumidor y que modulan las partidas hacia donde más lo prefiramos, siendo algunas complejas y otras más sencillas pero caóticas. Todo ello, con una explicación de un párrafo por loseta de habilidad, por lo que no se aleja de la inmediatez del juego original.

Con esta segunda parte se lanzaron dos versiones. Mientras que la que hoy nos ocupa es la de mayor tamaño, existe un Capital Lux 2 Pocket, el cual reduce el volumen drásticamente. Siendo el tamaño de la caja lo único que puedo criticar seriamente, la edición Pocket se presenta como una alternativa incluso más recomendable, que se aprovecha de su atractivo para permitirse el lujo de quitar elementos que, de estar incluidos, dejarían esta caja grande fuera de la ecuación. En la versión Pocket no tenemos modo solitario ni tantos módulos, y se eliminan componentes accesorios como los tableros de jugador. Sin duda alguna, una caja con todos los módulos y sin los tableros, innecesarios, sería la edición definitiva, pero esta no existe.

En cuanto a escalabilidad, es un título que funciona en todo su rango, aunque tres jugadores es el punto exacto en el que cada participante será el inicial en cada ronda y que, además, se empezarán a generar duelos por algunos colores. Es uno de esos juegos que aunque por su mecánica de mayorías pueda parecer ideal a cuatro, en pareja te permite controlar de una forma más previsible a tu rival y atarlo en corto para presentir la reacción, haciéndolo igual de recomendable que a otros números.

En resumen, Capital Lux 2 es una versión mejorada del título que en nuestro país fue lanzado como Kosmopolis. Si bien la recomendación del juego viene muy condicionada por el primer título, siendo para mí excelente, esta segunda entrega es la mejor opción para los que no tuvieran ya Capital Lux. Con un control de áreas sencillo y calculador, el juego se apoya en unas pocas habilidades, modulares en esta segunda entrega, para darnos una interacción descomunal bajo pocas reglas. Capital Lux 2 nos propone dieciséis módulos para darnos variabilidad hasta aburrir, algo que se agradece si se sostiene sobre una base tan sólida como las reglas básicas de este juego. En cuanto a sus versiones, desgraciadamente, será difícil decidir entre la Pocket, que viene incompleta, y la sobredimensionada caja que hoy os mostramos.

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Este juego ha sido cedido por Aporta Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.