La editorial 2Tomatoes vuelve con un juego propio al que artísticamente han mimado al milímetro como ya hicieron en su título anterior.
En Islet deberemos buscar los mejores lugares para poner huevos gestionando los materiales y terrenos.
Diseñador/a: | Thomas Dagenais-Lespérance |
Ilustrador/a: | Tatiana Boyko |
Editorial: | 2Tomatoes Games |
Idioma: | Multi-lenguaje incluyendo el español. |
Número de jugadores: | 1-4 |
Duración: | 20-40 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Islet seremos pájaros explorando una isla inhóspita, en la que deberemos buscar los materiales y las mejores localizaciones para poner a salvo nuestros huevos. Vuela alto, busca puntos elevados y nunca pierdas de vista a tus rivales en este juego de losetas y gestión de cartas.
¿CÓMO SE JUEGA?
Para empezar una partida a Islet deberemos guardar todas las losetas en la bolsa de tela, conformar una isla inicial con seis losetas de la misma, robadas al azar, para crear la forma que vemos más abajo. Cada jugador empieza con cuatro losetas al azar y una cantidad de huevos que dependerá del número de jugadores. A un lado de la mesa colocaremos los seis mazos de cartas, tres de terreno y tres de nidos.
El objetivo en Islet es aovar más que los rivales, buscando terrenos elevados y siendo más rápido que los demás.
En el turno de cada jugador, deberemos elegir si queremos explorar la isla o mover a nuestro pájaro por la misma.
EXPLORAR
Con esta acción no solo haremos crecer la isla sino que, además, obtendremos recursos para, más adelante, poder movernos y colocar nuestros huevos.
Para llevar a cabo la acción debemos seguir estos pasos:
- La primera loseta debe colocarse adyacente a la isla ya construida. Tras esto, podremos colocar hasta tres losetas más de forma opcional. Después de esta primera loseta obligatoria, el resto de losetas debe construirse sobre el islote ya construido y siguiendo estas reglas: cada loseta debe colocarse encima de la loseta anterior, la casilla sobre la que nos coloquemos no debe tener ni aves ni huevos, cada loseta deberá estar en un piso más alto que la anterior. De esta forma, siempre colocaremos una loseta a pie de mar y, si planificamos bien, haremos que el islote sea más alto que antes.
- Tras colocar losetas recibiremos recursos por ello. Si la loseta se coloca en el mar o sobre una del mismo color, el jugador robará una carta de terreno de ese mismo color. Si, por el contrario, los colores son distintos, recibiremos una carta de nido del tipo indicado, dependiendo de la combinación de los dos colores.
- Por último, repondremos hasta tener de nuevo cuatro losetas, que siempre deben permanecer boca abajo en la mesa, de modo que los rivales sepan los colores. Además, no podremos tener más de ocho recursos sin asegurar, por lo que podemos tener que devolverlos a la reserva. De asegurar recursos hablaremos más adelante.
MOVER
En lugar de hacer crecer la isla y obtener recursos, podemos elegir movernos y aovar, objetivo final en Islet.
Si elegimos esta acción podremos desplazarnos y aovar tanto como los recursos nos permitan, en la combinación que deseemos.
Al elegir desplazarnos debemos elegir una loseta de destino adyacente a nuestra posición actual, la cual será el mar hasta que nos movamos por primera vez. Al desplazarnos podemos movernos por casillas con huevos o aves, pero no podremos pararnos allí. Al desplazarnos tampoco tenemos en cuenta las alturas, al fin y al cabo ¡estás volando!
Deberemos ir pagando una carta de terreno del terreno de destino siempre que no coincida con el de origen. Así pues, movernos por una zona que coincida en color solo nos costará una carta de terreno del color elegido al entrar.
Las cartas de nido nos permiten aovar. Podremos colocar un huevo en una loseta que no contenga ni un ave rival ni un huevo. Para colocar el huevo debemos pagar tres cartas de nido del tipo correspondiente. Después de aovar podemos tener un beneficio adicional:
Si nos quedan dos o más huevos en la reserva podremos asegurar un recurso. Para ello cogeremos una carta de cualquiera de los mazos y colocaremos uno de nuestros huevos encima. Este recurso es un descuento permanente. No podemos tener más de dos recursos idénticos asegurados. Cuando nos quedemos sin huevos deberemos ir perdiendo esos recursos asegurados previamente para liberar el huevo y colocarlo en el tablero.
A la hora de pagar recursos, cada recurso asegurado nos permite pagar dicho recursos sin perder la carta. Por otra parte, si no tenemos el terreno o tipo de nido requerido, podremos cambiar cartas. Podemos pagar dos cartas de terreno idénticas para cambiarla por otro terreno distinto. Alternativamente, podremos pagar dos terrenos distintos para obtener la carta de nido que coincida con la combinación descartada.
La partida terminará tanto si un jugador aova su último huevo o, por el contrario, algún jugador roba las últimas losetas de la bolsa de tela. En cualquier caso, el jugador que más huevos haya colocado será el ganador, desempatando por aquel que haya colocado su huevo en una localización más elevada.
¿QUÉ ME PARECE?
Islet mezcla mecánicas abstractas con una gestión de cartas muy interesante en la que deberemos estar pendientes de nuestros rivales en todo momento. Una propuesta suficientemente temática y con ideas frescas, algo propio del diseñador.
Islet se muestra atractivo desde su portada hasta su puesta en escena para, además, ofrecer más juego de lo que en su primera partida aparenta. Lejos de tratarse de un juego de colocar losetas, la gestión de mano y la planificación, la cual dependerá constantemente de los rivales, hacen que se aleje de las sensaciones más abstractas y sorprenda por ser un juego para más de dos participantes.
La idea central de ir construyendo la isla a la par que vamos obteniendo recursos está bien integrada, transmitiendo sensaciones de juego abstracto con una gestión suficientemente interesante. En este sentido, la tridimensionalidad de la colocación de nuestros huevos se mezcla con el interesante uso de las cartas para darle un estilo diferencial.
En la gestión de mano, lo interesante es que la obtención de recursos depende de como nos movamos, haciendo que en ocasiones necesitemos movernos por lugares poco interesantes para aovar, pero imprescindibles para ganar ciertos recursos. Las cartas, por su parte, se dividen en cartas de terreno y nido, con la posibilidad de ser intercambiadas de una forma original. A todo esto se le añade la pequeña capa de poder ir asegurando recursos, lo cual dará al jugador esa sensación de desarrollo y progreso, el cual volverá a desaparecer en el último tramo de partida, por ir perdiendo dichos recursos asegurados y exigiendo, de nuevo, hilar fino obteniendo las cartas necesarias para colocar los últimos huevos.
La producción de Islet se ha cuidado mucho, aunque haya algún elemento que chirríe. Por un lado, el contraste del blanco sobre rosa no es el más legible de todos, aunque no presenta grandes problemas una vez te acostumbras a ello. Del inserto, que inicialmente sorprende su forma triangular, choca con lo práctico que es guardar todo el contenido de losetas dentro de la bolsa listo para la siguiente partida, por lo que su uso se ve desmerecido.
En cuanto a la escalabilidad, la interacción que denota el juego hace que sea interesante ser más de dos jugadores, pero a su número máximo el juego peca de impredecible. En este sentido, Islet se comporta como un juego abstracto, controlable para dos jugadores, pero que puede disfrutarse a más, aunque con ello el control disminuya y la cantidad de huevos se recorte haciendo que una mala jugada tenga mayor repercusión. Su modo solitario, por otra parte, es un añadido que puede ser interesante pero no sorprende en este sentido.
En definitiva, Islet es un buen título que aparenta menos de lo que es. Luce como un abstracto con una producción deliciosa pero se comporta en mesa como algo más que eso. Partiendo del azar al obtener losetas, que se aleja de la concepción del género, el juego se arma de interacción y que permite jugar a varios jugadores, por exigir planificación e intercambio de recursos de una forma original e ingeniosa. Un título propio que deja claro que la editorial está cuidando tanto sus diseñadores como sus producciones.
Pros
- Un título atrevido en producción y mezcla de mecánicas que sorprende por su frescura.
- Con apariencia abstracta, esconde un juego que además de colocación tridimensional de losetas, exige planificación y gestión de mano.
- Un diseñador polivalente que vuelve a demostrar que no sabe mantenerse en un estilo o categoría.
- Una interacción constante y con margen para las sorpresas que genera partidas tensas.
Contras
- Las cartas lucen menos de lo que podría, habiéndose ponderado, en exceso, la legibilidad.
- El modo solitario es un buen añadido, pero ofrece una experiencia distinta al juego original.
Este juego ha sido cedido por 2Tomatoes Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!