Aquí tenemos un juego que permite que hasta nueve jugadores empiecen a pujar por el caballo más veloz.
Un juego de pujas en tiempo real que nos transporta directamente al hipódromo para disfrutar de las carreras de caballos.
Diseñador/a: | John D. Clair |
Ilustrador/a: | Kirk W. Buckendorf, Athena Cagle |
Editorial: | Devir |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-9 |
Duración: | 45 min |
Edad mínima recomendada: | 10+ |
¿DE QUÉ VA?
En Un Día en las Carreras nos convertimos en asistentes de un gran espectáculo en el hipódromo. Un dia de cuatro carreras en las que deberemos gestionar nuestro dinero para sacarle el mejor rédito, incluso apoyándonos en nuestros contactos VIP. ¡Que gane el mejor!
¿CÓMO SE JUEGA?
Una partida a Un Día en las Carreras dura cuatro rondas, que representan cuatro carreras de caballos en las que jugaremos nuestras mejores bazas para apostar, nunca mejor dicho, al caballo ganador. Cada jugador tomará fichas de apuesta en su color y debería retirar las sillas para poder jugar de pie a estas carreras en tiempo real.
El objetivo de cada jugador es, durante el desarrollo de la carrera, apostar con sus fichas al caballo que consideren ganador, o a los que crean que llegarán al podio. Para ello, tendrán varias formas de arriesgar su dinero y, con el paso de las rondas, ayudas únicas que obtendremos con las cartas VIP.
La carrera puede ser emulada por una aplicación traducida y doblada a nuestro idioma o ceder esa función a uno de los jugadores, que lanzará dados para ir retransmitiendo los movimientos de los caballos. Aunque automaticemos este trabajo, debemos conocer el funcionamiento de los avances y las probabilidades que implican los valores de los mismos. En Un Día en las Carreras encontramos nueve caballos con un número en su dorsal. Excepto los dos extremos, cada caballo tiene un único valor que hará que se mueva, cada vez que el resultado de los dos dados de seis caras muestre su suma. Partiendo de esa base, el caballo central, el caballo negro, con un 7 en su espalda, es el que más frecuentemente avanzará (algo que cualquier jugador de Catán tendrá bien interiorizado en su cerebro). Para compensar las probabilidades más escasas de los caballos que se alejan del siete, el juego incluye una mecánica muy interesante de movimientos adicionales si el resultado de su dorsal sale dos veces seguidas consecutivas. Así, en el hipotético caso de que salga un 3, algo difícil en la suma de dos dados de seis caras, en dos tiradas consecutivas, el avance adicional será de tres casillas adicionales.
Antes de empezar cada carrera, y teniendo en cuenta que una vez empiece la misma no habrá turnos y todos los jugadores harán sus apuestas en tiempo real, deberemos conocer qué opciones tenemos sobre la mesa.
Debemos tener en cuenta que cuando tres caballos pasen la línea roja se cerrarán las apuestas, por lo que tendremos que gastar nuestras fichas antes de que eso ocurra. Por otra parte, tenemos que saber que hay distintas zonas en el tablero sobre la que colocar nuestras fichas.
Por una parte, el tablero central está lleno de casillas de gran tamaño. Por una parte, cada caballo tiene una fila para sus apuestas. En dicha fila, los jugadores pueden apostar a tres posiciones distintas: apostar por este caballo como ganador, como posición (es decir, quedando primero o segundo) o, finalmente, apostar por trio (asumiendo que quedará entre los tres primeros). Cada una de estas casillas tiene capacidad para una sola ficha de un jugador, pero los jugadores pueden apostar al mismo caballo como ganador, posición y trío si así lo desean. Evidentemente, las primeras apuestas tendrán más margen de beneficio, recompensando a los más atrevidos, como veremos más adelante.
Para aderezar estas apuestas más típicas, podremos apostar qué color será el primero en cruzar la línea de meta, teniendo en cuenta que hay varios caballos del mismo color.
En cada ronda, a modo de marcador para saber cuántas carreras quedan para acabar la partida, se revelará una carta de LLEGADA INSÓLITA, mostrando una nueva forma de apostar. Estas cartas se irán acumulando, por lo que en la cuarta carrera tendremos cuatro cartas de este tipo, otorgando variedad entre partidas.
También en cada ronda, se retirarán y revelarán nuevas APUESTAS PARALELAS, que son apuestas que combinan la posición de algún caballo respecto a otro. Estas cinco apuestas por ronda nos ofrecen maneras muy concretas de apostar, con capacidad para solo una ficha para el jugador más rápido.
Cuando la carrera termine, deberemos revisar el dinero que han generado los jugadores. Para ello, debemos entender cómo leer cada una de las casillas del tablero:
Siguiendo el ejemplo superior, si el caballo 2/3 es el ganador, tanto el jugador negro como el morado habrán obtenido ingresos. El jugador morado fue el más rápido, pero colocó una ficha de valor 4. Esto le generará 9×4=36 monedas en beneficios. El jugador negro tardó más en decidirse y solo pudo colocarse en la casilla de 8x obteniendo, entonces 8×5=40 monedas. Ambas casillas tienen un -2 en rojo, indicando que una apuesta errónea en estas casillas hubiera hecho perder dos monedas al apostador; teniendo en cuenta que la pérdida nunca se multiplica por el valor de la ficha que hayamos colocado. Por poner otro ejemplo, el jugador azul apostó al caballo 4, pero dicha apuesta no tiene riesgo ya que no cuenta con penalización.
Esta forma de resolver las apuestas se repite en las LLEGADAS INSÓLITAS y las APUESTAS PARALELAS, permitiendo a los jugadores obtener o perder dinero y recuperar todas sus fichas para la próxima ronda.
Antes de cada nueva ronda los jugadores reciben dos cartas VIP y eligen una de ellas. Dichas cartas contienen ayudas para el resto de la partida, por lo que llegarán a acumular tres cartas que darán poderes asimétricos a los participantes. Estas cartas pueden dar nuevas fichas de apuesta o ingresos adicionales cada vez que un caballo o un resultado de dados aparezca.
Después de las cuatro carreras del juego, los participantes cuentan sus ingresos. El ganador será aquel que haya amasado más dinero durante la partida.
¿QUÉ ME PARECE?
Un Día en las Carreras llega pisando fuerte para buscarse un hueco entre los party games que permiten un gran número de jugadores sin caer en los roles ocultos. Con una propuesta muy temática y partidas dinámicas, que encaja en la idea de carreras de caballos, el juego mantiene el interés por el desarrollo en tiempo real y con pequeños cambios entre rondas para divertir desde el primer minuto.
Lo que el juego nos propone es transportarnos de forma inmersiva a una carrera de caballos. Con esta idea, las mecánicas elegidas encajan totalmente y eso hace que sea muy fácil explicar el juego a todo tipo de jugadores. En este sentido, el tiempo real y la ligera pero comprensible explicación probabilística de los movimientos de los caballos, equilibra la solidez del juego con la sencillez de la experiencia.
Con Un Día en las Carreras encontramos algo que parecía que ya no tenía cabida, y es un modo de juego en el que uno de los participantes será maestro de ceremonia. Con muy buen ojo, que un jugador controle la carrera será algo plenamente opcional, con más sentido en partidas multitudinarias y que, sorprendentemente, está gustando mucho por, de nuevo, encajar muy bien en un ambiente distendido y por permitir que dicho jugador, además de lanzar dados, también pueda participar en la partida. En partidas a menos jugadores, la inclusión de una aplicación, casteada por nuestro amigo Owen, es un añadido ideal para los más jugones que quieren participar de forma activa durante la carrera.
Respecto al movimiento de los caballos, el sistema de probabilidades con dos dados de seis caras es justo y tenso a partes iguales. Los movimientos adicionales se compensan con la probabilidad de su resultado dando un avance muy divertido con un recurrente siete negro progresando, casi marcando el ritmo de la partida, pero con adelantes frenéticos por los dos extremos de la pista. Esto se equilibra con las opciones de apuestas que tenemos en el tablero siendo distintos los potenciales beneficios en relación al riesgo asumido.
Sea quien sea el que controle a los corredores, el juego se desarrollará con un ritmo incesante, el cual en la aplicación recomendamos reducir al mínimo para transmitir esa presión de tener que tomar decisiones a contrarreloj. Esto hace que la interacción sobre la mesa dependa del riego que queramos asumir, penalizando las deducciones erradas pero bloqueando a rivales en cada movimiento que realicemos.
Entre rondas los cambios son los justos para darle interés a cada ronda. Una nueva carta de llegada insólita, con una apuesta acumulativa, por lo que a cada nueva ronda tendremos una forma adicional de obtener ingresos. Las apuestas paralelas cambiarán para que haya diferencias a las que prestar atención y las cartas VIP nos darán ese toque de asimetría, con habilidades también acumulativas, para que haya espacio para alguna remontada épica sin generar un efecto bola de nieve.
Todo lo anterior está diseñado con gusto para que no sintamos que faltan ni sobran rondas y para que se aprecie un cierto desarrollo al elegir qué cartas VIP nos darán una ayuda en lo que resta de partida. Todo ello, con sus cuatro rondas de juego, mantiene las partidas relativamente cortas y que los jugadores puedan optar a la victoria si juegan bien sus fichas.
Un Día en las Carreras es uno de esos juegos que se disfruta de pie. No solo por la cantidad de jugadores que admite, sino por la tensión que viviremos durante la partida. Aun para los que no puedan o no quieran estar de pie, el tablero de apuestas es grande y usa colores que contrastan adecuadamente para poder leer a simple vista lo que ofrece cada casilla. En este sentido, el diseño elegido es más utilitarista que atractivo, con colores algo chillones y fondos planos, sin mucho lugar para las ilustraciones. En este sentido, fuera de las parrillas de apuestas había margen para decorar, algo que lo haría más interesante a la vista. Por su parte, el tablero de los caballos presenta una ilustración más atractiva y añade tridimensionalidad con las piezas de madera de los caballos.
En cuanto a la escalabilidad, es un juego muy enfocado a divertirse y que solo dispone de un ajuste para partidas a muchos jugadores, reduciendo las fichas de apuesta. Por todo ello, la mayor pega de no ser demasiados es que el tablero tendrá casillas libres y la presión de nuestros contrincantes puede diluirse ampliamente. Por eso, a partir del quinto jugador, las cosas se ponen tremendamente interesantes, además de ser un número para el que los fillers pueden lucir más que un juego más serio y pausado.
En definitiva, Un Día en las Carreras es un gran ejemplo de juego party por aportar tensión en tiempo real y una interacción incesante gracias a una temática que se transmite con mucha soltura. Nos encontramos ante un juego que brilla por lo bien que sostiene el interés durante las cuatro rondas y por admitir un número de jugadores nada habitual. Para agradar a todos los públicos, el juego incluye aplicación pero permite que cualquiera se pueda encargar de hacer avanzar los caballos, permitiendo que tengamos lo mejor de ambos mundos. En definitiva, es un juego que no se solapa con nada de lo que tengamos ya en la ludoteca y en el entorno adecuado es muy difícil de superar.
Pros
- Un juego de apuestas en tiempo real que destaca por su originalidad gracias a una temática muy bien implementada.
- La propuesta tiene todo lo esperable para querer lucir en reuniones multitudinarias sin dejar de lado a ningún público jugón.
- Una producción amplia, adaptada a las partidas con muchos participantes que pretende incitar.
- La aplicación, siendo opcional, permite que el grupo decida si quiere narrar la carrera o dejarlo en manos de una aplicación bien resuelta y con una voz conocida.
- Una experiencia que para nada se solapará con otros títulos de tu estantería.
Contras
- A menos de cuatro jugadores la diversión se diluye, y es una de sus bazas más importantes.
- El estilo gráfico del tablero de apuestas podría haber tenido más mimo, aunque se haya apostado claramente a la legibilidad.
Este juego ha sido cedido por Devir para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!