![District Noir [Reseña]](https://doctormeeple.es/wp-content/uploads/2023/09/53231569285_a8bd141e3b_k-1200x675.jpg)
De autores japoneses, volvemos a encontrar un juego de pocas reglas pero suficiente profundidad.
En solo diez minutos Distict Noir es una gran muestra de filler elegante y lleno de interacción.
| Diseñador/a: | Nobutake Dogen, Nao Shimamura (シマムラナオ) |
| Ilustrador/a: | Vincent Roché |
| Editorial: | MEBO Games |
| Idioma: | Español / Portugués |
| Número de jugadores: | 2 |
| Duración: | 10 min |
| Edad mínima recomendada: | 10+ |
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¿DE QUÉ VA?
En District Noir intentaremos controlar la ciudad con nuestras influencias mafiosas en las noches más oscuras. Busca los mejores aliados, controla las calles y evita que tu rival tome el control de los tres distritos o se llevará la victoria.
¿CÓMO SE JUEGA?
District Noir se juega en cuatro rondas sencillas y rápidas, para lo que solo necesitamos barajar el mazo de cartas, descartar tres de ellas y repartir la mano inicial a cada jugador. Revela dos cartas en el centro de la mesa que empezará la fila de juego y lanza la ficha de póker para determinar el jugador inicial.
El objetivo en District Noir es obtener la mayor cantidad de puntos o, en su defecto, controlar los tres puntos estratégicos de la ciudad, cosa que nos otorgará una victoria inmediata. Para obtener los puntos deberemos ir obteniendo las mejores cartas, las cuales se puntúan por mayorías, como os contaremos más adelante.
Empezando por el jugador inicial determinado por la ficha lanzada al aire, y cambiando de jugador inicial en cada ronda futura, los jugadores llevarán a cabo seis turnos por jugador.
En el turno el jugador puede realizar una de las dos acciones:
COLOCAR UNA CARTA EN EL CENTRO DE LA MESA
Los jugadores tienen cinco cartas en la mano, las cuales se deberán ir colocando en la fila del centro de la mesa, la cual inicialmente ya tiene dos cartas visibles. Las cinco cartas que tienen en la mano los jugadores deberán ser utilizadas en su totalidad, pero podremos elegir el orden y el tempo.
Si decidimos bajar una carta a la fila, tomaremos la carta de nuestra mano que hayamos elegido y la colocaremos a la derecha de la fila creada, continuando las colocadas anteriormente. Esto creará una fila que puede ser robada con la otra opción de turno.
Las cartas de District Noir se dividen en los siguientes tipos, que deberemos conocer para decidir en qué orden colocar las cartas, las cuales siempre podrá robarnos el rival.
- Cartas de apoyos: en el mazo encontramos varias cartas de apoyos que cuentan con distintos valores. Encontramos cartas con valor 5, 6, 7 y 8, las cuales otorgarán tantos puntos como indique la carta al jugador que gane, por mayoría, en cantidad de cartas. La cantidad de copias de cada carta también viene determinada por dicho valor, por lo que la de valor 8 otorga más puntos pero es más complejo obtener su mayoría. En caso de empate nadie recibe los puntos.
- Cartas de alianzas y traiciones: Estas cartas, en verde o rojo, otorgan o restan los puntos que indique cada carta. Todas ellas aportarán un valor positivo o negativo a nuestra puntuación final, por lo que son puntos directos, aunque a veces en nuestra contra.
- Cartas de ciudad: encontramos tres cartas distintas que identifican tres elementos clave de la ciudad. Si un mismo jugador acaba obteniendo el puerto, la estación de policía y el ayuntamiento, habrá ganado inmediatamente la partida, puesto que controla los organismos más importantes de la urbe.
ROBAR CINCO CARTAS DE LA FILA CENTRAL
Una vez por ronda podremos elegir esta opción, lo importante es elegir el momento oportuno. Dado que son seis turnos por ronda, el marcador de ronda serán las cartas de nuestra mano, en las que intercalaremos una única acción de robar cartas del centro de la mesa.
Si decidimos robar cartas, deberemos obtener las últimas cinco cartas de la fila central. Podremos obtener menos si decidimos activar esta opción de forma prematura, pero no podemos elegir voluntariamente robar menos de cinco cartas o qué cartas obtener.
Los jugadores toman las últimas cinco cartas y las colocan frente a sí, en su zona de juego de forma ordenada. Estas son las cartas que puntuarán al final de la partida y deben estar a la vista de nuestro rival.
Cuando los jugadores se queden sin cartas y hayan robado una vez de la fila central, la ronda termina. Solo debemos pasar la ficha de jugador inicial a nuestro rival, repartir cinco cartas nuevas a cada jugador y repetir la secuencia. Tras cuatro rondas las cartas del mazo se habrán agotado, recordando que tres de ellas han quedado fuera de la partida por lo que no podemos contar con todas ellas.
Si algún jugador roba las tres cartas de ciudad ganará inmediatamente, de lo contrario, al final de la cuarta ronda deberemos sumar puntos. Cada apoyo solo otorgará puntos al jugador que tenga la mayoría de cartas de dicho tipo, no puntuando en caso de empate. Tras esto, sumaremos y restaremos los valores de las alianzas y traiciones. El jugador con más puntos controla la ciudad y será el vencedor.
¿QUÉ ME PARECE?
District Noir es un filler con esa sencillez y elegancia que suelen tener muchos títulos nipones. Con dos opciones por turno y apoyándonos en el faroleo y la intuición, deberemos saber controlar el tempo, lo único que queda en manos de los jugadores en este juego tan escueto como simpático.
Sin poder generalizar, hay diseños japoneses que suelen interesarme por su sencillez de reglas. Hay una cierta tendencia en los fillers nipones que suele apostar por la elegancia y las reglas muy sencillas sin sacrificar la toma de decisiones. El mayor ejemplo, de lejos, es el magnífico Hanamikoji (su reseña aquí) que nos proporciona todo lo descrito en algo más de tiempo que District Noir.
En District Noir tenemos un juego de, literalmente, diez minutos. Ni siquiera su preparación es costosa, pues solo hay que barajar las cartas y lanzar una ficha al aire. Esta preparación es la que se espera de un divertimento tan escueto como éste.
Lo interesante es que en solo diez minutos, District Noir nos permite tomar decisiones que, aunque sencillas, no son banales. Todas las cartas deberán ser jugadas, pero la decisión recae en el orden y el tempo del juego. Solo en eso que, además, lleva implícito un faroleo a nuestro único rival, que siempre va a tener acceso preferente a nuestras cartas antes que nosotros mismos.
Y es que en District Noir el faroleo y el desgaste es nuestra moneda de cambio. Como pasaba en Hanamikoji, lo importante es entender que las cartas de nuestra mano no son nuestras, más bien lo contrario. Se trata de jugar el orden adecuado, saber parar a tiempo y robar las cartas cuando toque e intentar convencer a nuestro rival que lo mejor está por llegar.
Todos estos elementos solo se entablan con el orden de juego y lo que se genera cada vez que una nueva carta es colocada en la mesa. Esto genera dinámicas de desconfiar, saber esperar o, irremediablemente, robar lo que nos toca por no haber gestionado bien esa acción única en cada ronda que nos permite tomar cartas del centro.
La puntuación de District Noir es sencilla, pero el elemento de las tres cartas de ciudad le dan el incentivo suficiente para no jugar en automático. Estas cartas, muy probablemente, estén en juego, pero los jugadores nunca tendrán esa seguridad. Esta es la presión que genera que los jugadores intenten demorar la fase de robar cartas del centro, o esperar a que el rival lo haga si tenemos en mano estas valiosas cartas. De esta forma, el tira y afloja no solo se basa en ver las últimas cinco cartas de la fila, sino en sospechar si una de las condiciones de victoria sigue en la mano del rival.
De la producción destacar unas cartas de mayor tamaño al habitual y una ficha de poker que le da un toque de sofisticación. Aun así, nos hubiera encantado una caja más pequeña, como la de ¡No, gracias! que nos permitiría llevar este District Noir a cualquier sobremesa con un amigo, especialmente por lo difícil que es rechazar invertir diez minutos en este sorprendente título.
En definitiva, District Noir es un filler que se resuelve en diez minutos, ofreciendo muchas decisiones en tan poco tiempo. Si lo valoramos respecto a su duración, presenta una idea original y la exprime sin muchas complicaciones. Todo gira entorno al orden en que decidamos realizar cada movimiento, y eso es todo. Una cosa tan sencilla pero tan bien resuelta es lo que nos presenta el juego exclusivo para dos jugadores que convence y que me encantaría tener en un formato más compacto para llevarlo siempre encima. Otro juego en el que elegancia es un adjetivo que encaja perfectamente.
Pros
- Un filler que se apoya exclusivamente en el timing de nuestras decisiones para ofrecer una experiencia elegante y original.
- Con solo diez minutos, es difícil encontrar un mejor reto para dos jugadores donde la interacción es constante y llena de faroleo.
- Un estilo artístico que luce tan bien como funciona, siendo minimalista, claro, pero atractivo.
- Una idea original sin florituras que nos vuelve a demostrar como algunos autores japoneses son el máximo exponente en la sencillez.
Contras
- La caja podía tener un formato más pequeño, sino los bordes que sirven como inserto, más apto para cualquier mochila o bolsillo de chaqueta.
Este juego ha sido cedido por MEBO Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
