Pfister no deja de publicar juegos nuevos, pero también se reeditan piezas clave de su trayectoria que merecían volver estar en las estanterías de las tiendas.

En Skymines volamos a la Luna y sus asteroides para participar en la expansión de cuatro megacorporaciones. Programa bien tus acciones en este juego que reimplementa a Mombasa.


Diseñador/a:Viktor KobilkeAlexander Pfister
Ilustrador/a:Javier González Cava
Editorial:Maldito Games
Idioma:Español
Número de jugadores:1-4
Duración:75-150 min
Edad mínima recomendada:12+

¿DE QUÉ VA? 

En Skymines deberemos participar en la explotación de la Luna o los asteroides alrededor de la misma con intención de sacar el máximo provecho de nuestro trabajo. Para ello deberemos investigar, adquirir científicos y ayudar a la expansión de las empresas que colonizan la Luna, intentando que nuestras participaciones en ellas suban como la espuma.

Skymines boardgame  juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

En Skymines los jugadores intentarán sacar el mayor número de megacréditos posibles en la expansión por la Luna de las cuatro corporaciones que intentarán ganar la supremacía en el satélite de la Tierra, lleno de minerales y otros recursos.

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Durante cada una de las siete rondas de juego, los participantes programarán de forma simultánea las acciones que, tras esto, se llevarán a cabo en orden de juego. Durante la partida, como veremos más adelante, los jugadores mejorarán sus mazos de cartas iniciales y desarrollarán sus investigaciones y sus participaciones en cada una de las prometedoras empresas.

FASE DE PLANIFICACIÓN

En Skymines los jugadores tienen un mazo de cartas iniciales, el cual podrán mejorar a lo largo de la partida adquiriendo nuevas cartas del expositor central. Con las cartas que vayan utilizando, se ejecutarán las distintas acciones que detallaremos a continuación.

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Detalle de las tres cartas elegidas para la ronda. ¡No las reveles aún!

Inicialmente los jugadores deben seleccionar sus acciones en su tablero de juego, dejando dichas cartas boca abajo. Al principio podremos seleccionar tres cartas por ronda, pero durante la partida podremos desbloquear hasta dos lugares de cartas adicionales.

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Si investigamos, como vemos en el ejemplo, llegaremos a una casilla que activa (ON) un nuevo espacio para cartas.

FASE DE ACCIONES

Cuando todos los jugadores hayan elegido las cartas podremos voltear las cartas elegidas. Así nadie sabe qué cartas hemos elegido hasta que ya sea demasiado tarde…

Con todas las cartas mostradas, los jugadores irán utilizando una acción por jugador en orden de turno. Dicho orden de turno puede verse modificado si los jugadores utilizan uno de sus marcadores de bonificación en la casilla apropiada.

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La referencia rápida nos describe todas las opciones de nuestro turno.

En su turno los jugadores pueden utilizar dos tipos de acciones: acciones con cartas o acciones con marcadores de bonificación. Como veremos, el tempo en el que juguemos nuestras acciones tiene mucha importancia para poder activar ciertos beneficios o ver los movimientos de nuestros rivales.

Con las distintas cartas que hemos seleccionado en la fase previa podremos utilizar una serie de acciones, tras las cuales deberemos voltear las cartas para agotar las mismas. Las acciones posibles son las siguientes:

  • USAR MATERIALES: con las cartas de materiales los jugadores pueden utilizar una o más cartas del mismo tipo de material para sumar sus valores y adquirir cartas o participaciones en las distintas empresas. Si tenemos varias cartas de un mismo material podremos agruparlas en una misma acción para sumar un valor más alto o, por el contrario, dividirlo en distintos turnos. Con el valor sumado podremos adquirir una sola carta del expositor que encontramos en el borde inferior izquierdo del tablero y/o subir peldaños en nuestro contador de participaciones de una o varias empresas.
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Detalle de las cartas de materiales, mostrando los tres materiales de Skymines.

Subir en las distintas empresas es un elemento central del juego. En cada partida las distintas empresas, representadas por cuatro colores, tendrán unos tracks con habilidades y beneficios únicos para los que obtengan participaciones en dicha empresa. Los jugadores deberán subir en las empresas que vean potencialmente más rentables, ya que también deberemos hacer que las empresas en las que participemos se expandan por la Luna.

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En esta partida, como ejemplo, la empresa amarilla ofrece puntos de energía adicionales a sus accionistas. El jugador verde tiene cinco participaciones y ha superado el umbral que le otorga, de forma pasiva, dos puntos de energía para cualquier acción en la partida.
  • GASTAR ENERGÍA: los jugadores pueden usar energía para desarrollar las empresas y expandirse por la Luna. Deben gastar todas las cartas de energía que posean, no pudiendo dividirlas como hacíamos con los materiales. Con dicha energía los jugadores podrán desarrollar cualquiera de las cuatro empresas del juego, eligiendo apropiadamente aquellas en las que posean participaciones.
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Detalle de las cartas de energía y los edificios de las cuatro empresas del juego.

Con los puntos de energía podrán expandir las empresas que deseen desde sus localizaciones iniciales. Las empresas se expanden a zonas adyacentes con costes de uno a dos de energía, dependiendo de la cantidad de líneas que separen las regiones que vamos a cruzar. Adicionalmente, podremos conquistar regiones con presencia enemiga con un sobrecoste de un punto de energía, pero expulsando a la empresa rival, ya que solo una empresa puede controlar cada región. Tras expandirnos recibiremos todos los beneficios de las regiones ocupadas, por lo que en ocasiones haremos avanzar empresas que no nos interesen por sus participaciones, pero sí por los recursos que tienen a sus alrededores.

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Detalle del tablero a mitad de partida en el que vemos regiones separadas por una o dos líneas y beneficios en cada casilla.
  • USAR CIENTÍFICOS: los jugadores podrán utilizar científicos de investigación o de campo para avanzar en sus distintos marcadores del tablero. Mientras que nuestro mazo inicial ya contiene un investigador, del que hablaremos a continuación, las científicas de campo deben ser compradas para poder explotar otra vía de desarrollo obteniendo Helio-3.
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Detalle de un investigador.

Los científicos investigadores nos permiten avanzar en los distintos experimentos que estemos llevando a cabo. En nuestro tablero de juego iremos adquiriendo losetas de investigación, como las que vemos en la imagen superior. Dichas losetas contienen un requisito en su mitad superior y un beneficio en la mitad inferior. Los jugadores, al realizar la acción de investigador, deben cumplir los requisitos con las cartas sin utilizar en su zona de juego. Las cartas no se agotan al realizar la acción de investigador, por lo que deberemos hacerlo antes de utilizar dichas cartas.

Como decíamos más arriba, los jugadores también pueden utilizar sus marcadores de bonificación. Estos marcadores nos sirven para ganar algunos beneficios para la ronda siguiente, como ser el jugador inicial o contar con un científico adicional, pero sobre todo nos permiten ganar beneficios por mayorías. Los jugadores pueden obtener distintos beneficios por tener más energía o más recursos de algún tipo que el resto de jugadores. Si poseen dicha mayoría, pueden invertir su turno para colocar un marcador en la casilla correspondiente y obtener un beneficio. Es importante tener en cuenta que para las mayorías los jugadores solo contarán las cartas sin utilizar en su zona de juego, por lo que si agotamos dichas cartas, los rivales pueden obtener una mayoría que al inicio de la ronda no tenían.

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Detalle del tablero alternativo, en el que vemos la zona de mayorías en la parte superior.

Solo un jugador puede colocarse en las casillas de mayorías, obteniendo el beneficio que muestre dicha casilla dependiendo de la cantidad de energía o del recurso apropiado poseamos. De esta forma, aún con la mayoría de un tipo de recurso, una cantidad baja del mismo no reportará grandes beneficios.

Cuando los jugadores agoten sus cartas, lo cual puede ocurrir en un orden distinto al de juego, deberán colocar las cartas usadas en la zona superior de su zona de juego. Antes de pasar las cartas hacia arriba, los jugadores eligen una de las columnas presentes y reciben todas sus cartas de vuelta a la mano. Tras obtener las cartas, deben colocar cada carta de la ronda actual en una columna distinta. Esto lleva, implícito, planificar y poder agrupar varias cartas que recibiremos de golpe o robar menos cartas que nos interesen más.

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Detalle de la zona superior de nuestro tablero. Antes de pasar las cartas que hemos utilizado esta ronda, debemos robar toda una columna, obteniendo aquí de una a tres cartas. De nuestra forma de planificar dependerá las cartas restantes en nuestra mano.

Al finalizar la séptima ronda, los jugadores suman sus puntos de victoria que dependen de los siguientes elementos de juego:

  1. Las monedas que hayamos obtenido durante la partida nos otorgan un punto.
  2. Por cada una de las cuatro empresas, los jugadores multiplican las participaciones que posean por el valor de dicha empresa. El valor de la empresa depende de cuánto se haya expandido por la Luna, desbloqueando así casillas que muestran monedas.
  3. Cada jugador deberá sumar los puntos que otorga sus dos laterales del tablero: su medidos de Helio-3 y sus avances en sus investigaciones. Ambos marcadores avanzan de una forma no lineal, por lo que deberemos avanzar varias casillas para obtener una cantidad de puntos.

El jugador con más puntos será el vencedor, habiéndose convertido en un magnate lunar y aprovechando el desarrollo de las megacorporaciones espaciales.


¿QUÉ ME PARECE?

Skymines nos trae de vuelta Mombasa y lo hace de una forma excelente: con un tema menos polémico, con una producción más que suficiente y con módulos que permiten añadir detalles nuevos a un consolidado clásico de programación de acciones con creación de mazos y un interesante control de áreas muy económico.

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Hablar de Skymines es hablar de Mombasa, título que reimplementa sin apenas cambios en su propuesta original. Vale la pena remarcar que Mombasa es uno de los títulos de referencia de Pfister, que fue alabado y que actualmente llevábamos años viendo como seguía descatalogado. Con Skymines se aprovecha el cambio de nombre para alejarse de la temática original, inspirada en la época colonial y la expansión por África, que trataba temas como el esclavismo. Quizás ahora la temática sea menos memorable, pero también más aséptica en cuanto a polémicas y debates éticos de la necesidad de tematizar juegos en periodos tan oscuros. Dejando de lado la retematización, Skymines también incluye novedades que le otorgan valor añadido en forma de módulos independientes y un bot que nos permite jugar en solitario o añadir un jugador adicional para partidas a menos de cuatro jugadores.

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Respecto a los módulos, el tablero trasero supone unos terrenos diferentes y conexiones distintas, algunas de las cuales requieren lanzaderas, un elemento mecánico nuevo. Otros módulos, como el de objetivos públicos, tampoco añaden una gran capa de profundidad, haciéndolo anecdótico. Se agradece la modularidad y su forma de presentarse en cuatro partidas prediseñadas mal llamadas campaña, ya que no añaden una continuidad ni una inmersión destacable, pero sí un grato paseo por todas las novedades que ofrece el juego. Sin duda, dichos módulos no justifican desprenderse de Mombasa, pero es que hay que recordar que el título anterior está descatalogado y esta gran obra merece salir a mesa de nuevos jugones.

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Detalle de los componentes en las cajas que incluye el juego. Una buena solución para organizar y jugar con ello, sin necesidad de insertos.

La escalabilidad de Skymines es su talón de Aquiles, heredado del título que reimplementa. En este sentido se ha trabajado un bot que molesta, y que se puede escalar en dificultad, para poder jugar a cualquier número de jugadores. El bot de Luna se desarrolla en poco más de un minuto por ronda y crea situaciones que desestabilizan a los jugadores, especialmente encarado a ganar mayorías y expandir con más velocidad las corporaciones del juego. Este añadido sí es agradecido y hará que incluso a dos jugadores, añadiendo a Luna, la partida se sienta en constante expansión y cambio, algo que no pasaba en su formato original.

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Mecánicamente nos encontramos con un juego exigente, pero fácil de comprender en su idea básica. La exigencia que destila el juego va encarada, no solo en la planificación, sino también en la interacción constante que genera el tira y afloja de los intereses de cada jugador. Es un título que ofrece variedad en las acciones de cada empresa y en las distintas cartas disponibles para comprar, por lo que los jugadores podrán desarrollar distintas estrategias una vez conozcan, necesariamente, las posibilidades que ofrece el juego. Todo esto conlleva, además, saber elegir muy bien los tiempos para ser oportunista, rascar beneficios de mayorías en los momentos adecuados y aprovechar el orden de turno, algo que tiene una especial importancia en Skymines. Esta mezcla que tan bien funcionó hace siete años, se sigue sintiendo elegante y contundente en la escena actual.

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En definitiva, Skymines es una reimplementación del consagrado Mombasa, uno de los grandes títulos de Pfister. Aprovechando la nueva edición, no solo cambian el tema a uno espacial, sino que añaden varios elementos al clásico juego de selección simultánea de acciones. En Skymines encontramos una serie de módulos como un mapa adicional y un bot para añadir a las partidas en solitario o de pocos jugadores, su principal punto débil, ya que sus mecánicas incluyen varios elementos de interacción. Siempre es una buena noticia volver a tener en tienda un juego tan consagrado que sigue sintiéndose tan fresco como hace siete años.



Pros

  • Vuelve un clásico de Pfister de rotundo éxito que se echaba de menos tras años agotado y descatalogado.
  • Un juego canónico de programación de acciones y creación de mazos, que mezcla una interacción de lo más exigente.
  • Una producción cuidada que se apoya en cajas para poder organizar la multitud de componentes que incluye el título.
  • Sin quedarse en la mera reimpresión, el juego aprovecha el cambio de nombre para añadir módulos que nos permiten personalizar las partidas.

Contras

  • A dos jugadores no se siente la presión que el juego pretende transmitir, aunque podemos añadir el bot de Luna.
  • La temática actual es algo menos exótica que la original, pero también exento de polémicas.

Este juego ha sido cedido por Maldito Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.