Splendor Duel [Reseña]

Splendor vuelve con una versión para jugar exclusivamente en pareja y lo hace superando lo imaginado.

En Splendor Duel encontramos una versión exclusiva a dos jugadores que mejora el antecesor con elementos fáciles de integrar para mantener la sencillez pero aumentar las posibilidades.

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¿DE QUÉ VA? 

En Splendor Duel deberemos obtener las mejores gemas para crear joyas y complacer a los nobles más exigentes. Para ello debemos elegir bien nuestros movimientos, reservar algunos diseños e invertir el preciado oro de la mejor forma posible.

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¿CÓMO SE JUEGA?

En Splendor Duel los jugadores irán recolectando gemas e invirtiendo éstas en conseguir joyas para poderse crear un motor de recursos que les permita escalar hasta cumpla uno de los tres posibles objetivos que desencadenan el final de la partida.

Antes de la acción obligatoria en tu turno, los jugadores pueden hacer lo siguiente:

• Pueden gastar diplomas, si los poseen, para obtener un recurso cualquiera del tablero central. Como veremos más adelante, podemos obtener cualquier gema o perla, pero no oro. El diploma invertido será devuelto al centro de la mesa.

• Si lo deseamos, podremos reponer el tablero central con nuevas fichas de la bolsa opaca. Si se decide reponer, el rival obtendrá un diploma.

Tras estas acciones opcionales deberemos elegir una de las siguientes:

OBTENER RECURSOS

En el centro del tablero tenemos una parrilla de 5*5 casillas en las que sacaremos aleatoriamente gemas de la bolsa. Splendor Duel cuenta con gemas en cinco colores, perlas mucho menos abundantes y pepitas de oro. Estos recursos se utilizarán exclusivamente para obtener cartas de joyas, de las cuales tendremos varias en el centro de la mesa repartidas en tres niveles de dificultad.

Para obtener recursos los jugadores deben trazar una línea horizontal, vertical o diagonal, y recibirán tres recursos adyacentes. Por desgracia, si la línea está interrumpida con casillas vacías pueden recibir menos recursos. Además, de esta forma solo pueden coger gemas y perlas, por lo que las pepitas de oro no serán accesibles y bloquearán algunas de las líneas que podamos trazar.

Debemos recordar que al final del turno podremos tener un máximo de 10 recursos, por lo que la gestión de los mismos es parte del juego.

RESERVAR UNA CARTA Y OBTENER ORO

Esta es la única forma de obtener oro. Si queda alguna pepita en el centro de la mesa y queremos reservar una carta para pagarla en un turno posterior, podemos invertir el turno en coger uno de los oros del tablero central y obtener una carta, que dejaremos boca abajo cerca de nuestra zona de juego.

Las pepitas de oro son infrecuentes y difíciles de obtener, pero sirven como comodín para cualquier recurso que tengamos que pagar, de ahí su elevado valor.

Solo podremos reservar tres cartas, así que deberemos ir pagando nuestras reservas en turnos futuros o pronto nos bloquearemos nuestra fuente de pepitas de oro.

COMPRAR UNA CARTA

En Splendor Duel solo podremos ganar la partida obteniendo cartas, por lo que esta acción es la más deseada. Comprar una carta nos permite pagar alguna de las que hayamos reservado previamente o, directamente, tomar una del centro de la mesa y pagar su coste.

La carta adquirida se coloca boca arriba y se ordena por columnas en nuestra zona de juego, por colores. Cada carta adquirida nos otorga un recurso del color coincidente con su marco superior, haciendo que tengamos un descuento permanente para futuras compras, permitiéndonos así costear cartas más caras. Además del recurso, puede tener un valor de puntos de prestigio, el cual aumenta en las cartas de los niveles más elevados.

Tras colocar una carta deberemos revisar dos elementos. La carta colocada puede tener una acción, que se activa de forma inmediata. Dicha acción nos puede permitir robar un recurso, quitárselo al rival o jugar un turno extra, por poner algunos ejemplos. Si la carta colocada tiene alguna corona deberemos sumar cuántas coronas poseemos para ver si optamos a reclutar una personalidad.

Hay cuatro cartas de personalidades en el centro de la mesa. Cada jugador puede obtener dos de ellas durante la partida, por lo que la carrera por obtenerlas solo les permite elegir cuáles obtener. Estas cartas otorgan dos o tres puntos de prestigio, un valor bastante elevado, además de otorgar una acción adicional. Cuando un jugador obtiene su tercera corona en la zona de juego elige la primera carta de personalidad y, tras obtener la sexta, recibe la segunda. Tras esto, recordemos que podemos seguir coleccionando coronas para desencadenar el final de la partida.

Al final de cada turno, el jugador activo revisa si ha cumplido uno de los tres objetivos de final de partida. El jugador puede ganar la partida sumando 20 puntos de prestigio en su zona de juego, o bien 10 puntos en una misma columna o, finalmente, obteniendo diez coronas. Dicho jugador será, inmediatamente, ganador de la partida.

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¿QUÉ ME PARECE?

Splendor Duel mantiene la esencia del hermano mayor y lo afina para dos jugadores, además de añadirle unas habilidades que harán que las partidas sean más trepidantes y tensas desde el principio. Volvemos a encontrarnos con un juego introductorio de gestión de recursos muy apretado en el que cada turno tiene un peso muy relevante.

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Splendor fue un juego que, sin ser añejo, se ganó pronto un buen lugar entre los juegos de inicio. Ha sido la puerta de entrada de muchos jugadores por razones obvias: unas reglas sencillísimas, un punto de interacción que no enlentece pero sí genera piques, y una producción vistosa. Sus reglas se pueden acomplejar mínimamente con su expansión, dividida en módulos, que tuvo una gran acogida. Personalmente es un juego que disfruto mucho en el iPad en su edición digital, por eso de no tener elementos ocultos que debamos esconder y poder pasar entre jugadores la tableta de una forma ágil.

Con el anuncio de Splendor Duel inicialmente no tuve una gran sensación, especialmente porque considero que a dos jugadores su hermano mayor funciona más que bien. En cuanto se lanzó información ya fue pareciendo más interesante precisamente porque todos los cambios que establece con su antecesor enriquecen la experiencia y me parecen muy acertados. Vamos a repasarlos.

Por una parte, el modo de obtener las gemas en Splendor Duel puede causar un poco de pereza a la hora de reponer la cuadrícula pero, por otro lado, ofrece una forma de obtener recursos en la que entran en juego las tres dimensiones. Eso, aunque pueda parecer anecdótico, se suma al timing que genera el hecho de intentar que sea el rival quien reponga los recursos para poder obtener un diploma y lo hace suficientemente interesante.

Por otra parte, las habilidades son un añadido que permite combinar acciones y crear turnos de lo más espectaculares. No hay nada más placentero que comprar una carta, activar su beneficio, tener un turno extra, pagar una de las reservadas y llevarnos una carta de personaje; por ejemplo. Dichas acciones se integran muy fácilmente en la partida, aunque cierta iconografía no parezca la más explicativa, pero su variedad mantiene un equilibrio que se decanta por una justa variabilidad que permita que los jugadores se sientan cómodos desde el principio.

Finalmente, la mecánica de los diplomas permite esos microajustes agradecidos para varios elementos. Dado que gastar un diploma nos permite obtener un recurso del tablero, combinan muy bien con la mecánica de acciones para crear esos turnos tan deliciosos. El más importante soluciona el posible azar a la hora de colocar recursos en la cuadrícula, haciendo que si un jugador obtiene varios recursos iguales, sean gemas o perlas, se compense al rival por dicha “suerte” al salir de la bolsa opaca. La segunda forma de obtener el diploma es cada vez que el rival repone recursos, algo que, como hemos dicho más arriba, hace que el timing sea, todavía, más importante que en Splendor original.

Por lo demás el juego es un magnífico ejemplo de turnos que no decaen en importancia. Un juego en el que un recurso mal elegido puede hacernos perder un turno más adelante. Un juego en el que ahora sí debemos tener la mirada muy fija en los recursos del rival para anticipar sus intenciones y, si son compartidas, frustrarlas antes de que compre esa carta que pueda darle la victoria. En Splendor Duel vemos una tensión muy bien sostenida que tampoco se hace intensa por la duración de sus partidas que, personalmente, me parece perfecta. Las partidas suelen ser más cortas que en el juego original, en el que necesitábamos 15 puntos. Aquí suele ser frecuente finalizar la partida por coronas o por puntos en una misma columna, pero cuya tercera opción se agradece para las partidas más interactivas en las que los jugadores ponderen putear a su rival.

La producción, de nuevo, es excelente. Me encanta el tamaño reducido de la caja, en comparación con el título anterior y su precio de venta. Pese a su reducido PVP el juego sigue incluyendo chips de póker, algo más pequeñas, la bolsa opaca y esos diplomas plásticos. Todo ello en una cuna agradecida y bien diseñada.

En resumidas cuentas, si Splendor es un título que sirve como genial puerta de entrada a los juegos de mesa, este Splendor Duel vence al juego original pero lo limita a dos jugadores. Todos los elementos que lo diferencian del anterior abogan por combos frenéticos y turnos más vistosos, haciendo que el juego fluya incluso mejor y su duración sea algo más contenida. Si bien perdemos la oportunidad de jugar más acompañados, la experiencia a dos jugadores es excelente y, posiblemente, sea un de los juegos de inicio más sólidos para dos jugadores de los últimos años por su sencillez pero estrategia a partes iguales.

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