Crear un parque y ganar puntos en una pequeña parcela nunca había dado tantos dolores de cabeza.

En Village Green encontramos un filler de caja pequeña en el que bajo pocas reglas esconde un gran reto con una elevada carga táctica y constantes decisiones.


Diseñador/a:Peer Sylvester
Ilustrador/a:Joanna Rosa
Editorial:Delirium Games
Idioma:Español
Número de jugadores:1-5
Duración:30 min
Edad mínima recomendada:12+

¿DE QUÉ VA? 

En Village Green se pone a prueba nuestra capacidad para crear un precioso parque. Para ello habrá que saber combinar muy bien los tipos de flores y sus colores e intentar respetar las normas para intentar aprovechar al máximo los galardones. Elige bien como disponer el parque y recuerda que la armonía es lo más importante.

Village Green boardgame juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

En Village Green los jugadores intentan llevar a cabo la creación de un jardín para poder cumplir de la mejor manera posible las normas de puntuación que irán colocando alrededor del mismo.

Al empezar la partida, cada jugador recibe tres cartas de jardín (reverso verde) y tres de galardón (reverso morado). Las cartas de galardón se colocan en la parte superior de nuestra zona de juego, creando una fila de tres cartas. Durante la partida tendremos una parrilla de 3×3 cartas de jardín que rodearemos de cartas de galardón por su borde izquierdo y superior.

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En el centro de la mesa colocamos ambos mazos de robo, colocando tres cartas de cada tipo visibles para los jugadores.

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Detalle de la zona de robo con ambos mazos en el centro de la mesa.

En nuestro turno podremos llevar a cabo una de las siguientes acciones:

ROBAR Y JUGAR UNA CARTA DE JARDÍN

El jugador activo puede robar una carta del centro de la mesa. El jugador puede robar de las tres boca arriba o directamente del mazo de robo.

Estas cartas son el fundamento de la cuadrícula de 3×3 que tenemos en nuestro tablero principal, que nos permitirán puntuar gracias a los galardones que pondremos en las casillas de los alrededores de nuestro jardín.

Las cartas de jardín tienen dos elementos importantes alrededor de la maravillosa ilustración acuarelada. Lo que vemos en la parte inferior tiene una iconografía que deberemos tener en cuenta más adelante, dado que condiciona la puntuación de las cartas de galardón de los dos ejes en los que se encuentra.

Village Green boardgame juego de mesa
Entre los iconos inferiores tenemos distintos tipos de árboles entre otros elementos.

En el borde superior izquierdo tenemos otro icono que también nos puede servir para puntuar pero que, adicionalmente, nos condiciona a la hora de colocar las cartas.

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Cada carta de jardín tendrá uno de los tipos de flor que vemos en el detalle. Cada uno de estos tipos de flor puede estar coloreado en alguno de los tres colores, dando nueve posibilidades distintas.

Y es que después de robar una carta, podremos jugar una cualquiera de las que tenemos en nuestra mano en nuestra zona de juego. La carta la podemos colocar en cualquiera de las nueve posiciones virtuales que genera nuestra parrilla de 3×3.

Las condiciones de colocación son sencillas pero estrictas. Aunque el juego nos permite colocar las cartas sin necesidad de adyacencias, cuando dos cartas se tocan ortogonalmente deberán coincidir en tipo de flor o color de flor según su esquina superior izquierda. Es por eso que Village Green requiere de planificación y que, pese a dejarnos empezar el jardín con cierta libertad, cuando las cartas empiezan a tocarse las restricciones son muy duras.

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Como vemos en el ejemplo, cada carta coincide en tipo o color de flor con las cartas ortogonalmente adyacente a otras cartas de jardín.

En Village Green, además, no podemos superponer cartas de jardín unas sobre otras, por lo que, a excepción del césped, deberemos elegir muy bien qué carta colocar por su total permanencia.

Una vez por partida, podremos girar nuestra carta de pueblo para activar una habilidad especial, eligiendo entre las siguientes:

  • Podremos descartar las tres cartas del centro de la mesa, ya sean de jardín o de galardón, para revelar nuevas cartas y tener otras opciones en el turno.
  • Alternativamente, podemos elegir tapar una carta verde de nuestro jardín con otra nueva carta. Aunque deberemos respetar la regla de las adyacencias ya comentada, es la única forma de tapar una carta de jardín.
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Detalle de las cartas de jardín, que de no utilizarla nos aportará un punto de victoria.

ROBAR Y JUGAR UNA CARTA DE GALARDÓN

El otro tipo de cartas en Village Green, con reverso morado, son las cartas de galardón, las cuales dictaminan como puntuaremos la fila o columna correspondiente.

Aunque inicialmente tendremos ya tres cartas de galardón en las tres columnas que forman nuestro jardín, durante la partida iremos añadiendo nuevas cartas con más facilidad que las cartas de jardín ya comentadas anteriormente.

En nuestro turno podemos elegir robar una carta de galardón, que nuevamente podemos obtener de las tres reveladas o a ciegas del mazo de robo. A diferencia de las cartas de jardín, las cartas de galardón no van a nuestra mano sino que, inmediatamente, deberemos colocarla en nuestra zona de juego.

Como ya hemos comentado, nuestro jardín estará rodeado por su borde izquierdo y superior de un total de seis cartas de galardón. A diferencia de las cartas de jardín, las cartas de galardón pueden colocarse sobre las previamente posicionadas, sin restricción.

Estas cartas al final de la partida nos condicionarán en nuestra forma de puntuar. Cada carta de galardón explica como se puntuará la fila o columna a la que pertenece y tiene en cuenta los iconos del borde inferior de las cartas de jardín o, por lo contrario, las flores de su borde superior izquierdo. ¡Tenlo muy en cuenta!

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La partida termina cuando un jugador coloca nueve cartas en su jardín, completando por completo su parrilla. También se terminará la partida si alguno de los dos mazos de robo se agota.

Solo nos quedará puntuar los siguientes puntos:

  1. Obtenemos un punto si no hemos utilizado nuestra carta de pueblo.
  2. Cada estanque de nuestro jardín otorga dos puntos.
  3. Finalmente deberemos calcular los puntos de cada carta de galardón, teniendo en cuenta la fila o columna correspondiente.

¡El jugador con más puntos será el vencedor!


¿QUÉ ME PARECE?

Village Green es otra muestra de la versatilidad de Peer Sylvester que en esta ocasión nos trae un filler de cartas táctico a la par que tenso por proponer un gran reto bajo muy pocas reglas. Todo ello combina de forma magnífica con el apartado artístico acuarelado y una caja de lo más contenida.

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Sin duda alguna un juego de caja pequeña suele tener mi atención, pero si a ello sumamos las ilustraciones tan oníricas de Village Green y la firma de un diseñador como Peer Sylvester, tengo muchas razones para que mi expectación crezca.

Village Green boardgame juego de mesa

Village Green es algo atípico en el historial de diseños de Sylvester, puesto que se trata de un filler en contraposición a títulos de mayor calibre como Wir sind das Volk! o el excelente The King is Dead. Si bien algunos de sus anteriores títulos de corte familiar tuvieron una recepción polarizada, Village Green es un ejemplo de que el diseñador se siente cómodo en diseños de todo tipo de peso.

La propuesta de crear un jardín es un reto predominantemente solitario, y eso hace que Village Green no solo sea rápido en su desarrollo sino que además nos avecina una buena escalabilidad a todo número de jugadores. Cada jugador luchará con su propio reto y, aunque el resto de jugadores hará que la partida avance y las opciones cambien, nuestra atención estará especialmente centrada en nuestra zona de juego. Si bien a algunos no les gustará, esta falta de interacción personalmente no me disgusta por poder centrarme en un puzzle que en sí mismo ya me va a generar problemas.

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Y es que, como puede pasarnos en Calico (su reseña aquí), en Village Green podemos toparnos con situaciones frustrantes en las que no podamos cuadrar nuestra expansión o la exigente colocación nos obligue a cambiar nuestro próximo movimiento. En Village Green el juego empuja, nos obliga a colocar una carta por turno y ese incesante avance nos hará ser conscientes de que una estrategia a largo plazo no es la mejor solución.

Como filler, Village Green ofrece mucha diversión en poca duración, dejando de lado otros aspectos como la variabilidad entre partidas. En Village Green no tenemos eso, pero tampoco lo echaremos en falta gracias a la aleatoriedad de las cartas y lo que con ello se genera de una forma muy natural.

El apartado artístico en Village Green es un gran punto a favor, con una iconografía clara y fácilmente inteligible que deja margen para ilustraciones que ocupan gran parte de la carta mediante un estilo acuarelado que lo hace casi onírico. El mimo de Osprey a nivel artístico en la mayoría de sus juegos se mantiene y le da un valor añadido que redondea el producto.

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En definitiva, Village Green propone un reto condensado en pocos minutos en el que deberemos saber adaptarnos a las nuevas cartas que vayan apareciendo. Con un enfoque especialmente táctico y unas normas de colocación que nos darán dolores de cabeza, Village Green ofrece partidas que de tan cortas generan adicción y se disfrutan gracias a un apartado artístico en acuarelas de lo más cuidado. Sin duda, otro título de Peer Sylvester que merece estar en la estantería y que funciona a todo número de jugadores, incluso solo.



Pros

  • Todo lo que esperas de un filler, con reglas claras pero con un reto constante.
  • Su duración contenida encaja en su propuesta predominantemente táctica.
  • Una escalabilidad excelente, cosa esperable por su interacción.
  • Un estilo artístico cuidado, que aporta un valor añadido al título.

Contras

  • Escasa interacción entre jugadores.

Este juego ha sido cedido por Delirium Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.