Make Make [Reseña]

Bajo una ambientación que nos traslada a Rapa Nui se presenta un título que nos ha sorprendido gratamente.

Bajo unas reglas sencillas y una producción exquisita, Make Make nos propone un sencillo juego de control de áreas que nos obliga a interactuar constantemente.

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¿DE QUÉ VA? 

En la isla Rapa Nui distintas tribus defienden el terreno para luchar por la supremacía en la limitada isla. No solo habrá que competir por los territorios sino que adorar a Make Make el dios pascuense de la creación del mundo. Despliega tu presencia y busca los mejores lugares para orar si quieres ser el clan más prestigioso de la isla.

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¿CÓMO SE JUEGA?

Nuestro objetivo en Make Make es poder desplegar a nuestros cinco Tangata Manu y controlar a Make Make. Esta tarea, para nada fácil, requiere de la dominación de muchos territorios de la isla Rapa Nui que nos permitan mostrar nuestro poder.

El juego se desarrolla en turnos en sentido horario hasta que un jugador cumpla las dos condiciones descritas arriba, momento en el que inmediatamente será declarado vencedor.

En un turno, un jugador debe elegir una de las tres opciones siguientes:

CONQUISTAR UNA ZONA NEUTRAL

Como veremos más adelante, conquistar casillas del mapa es imprescindible. Para ello, si queremos conquistar cualquier zona actualmente vacía podemos poner tantas fichas de dominación como queramos y tengamos disponible. Recordemos que cada jugador posee 11 fichas de dominación y el jefe de su tribu, el cuál es único y otorga la misma presencia que tres fichas de dominación.

En Make Make dominar zonas es imprescindible y, como veremos más adelante, dominar zonas contiguas tiene ventajas, así como dominar las casillas alrededor del centro del tablero para poder ganar el favor del Make Make.

CONQUISTAR UNA CASILLA OCUPADA POR UN RIVAL

Si quisiéramos colocarnos donde un rival ya tiene colocadas sus fichas tan solo deberemos poner más fichas de las que el rival tenga. Es decir, una suma de fichas superior a las que el enemigo ya tuviera en esa casilla. Si cumplimos dicho requisito, devolvemos todas las fichas a la reserva personal del rival, que podrá volver a utilizarlas en sus siguientes turnos. De esta forma, nunca habrá fichas de dos jugadores en una misma casilla.

Esto, como veremos más adelante, puede hacer que el rival pierda la posición de algunos Tangata Manu, complicándole las condiciones de victoria.

RECUPERAR FICHAS DE UNA ZONA YA CONTROLADA

Dado que las fichas de dominación son muy limitadas, podemos elegir recuperar las fichas de alguna localización que controlemos. Con esta acción deberemos recuperar todas las fichas menos una, que se mantendrá en dicha casilla. De esa forma seguiremos controlando la casilla, pero quedará expuesta a la conquista de otros jugadores con gran facilidad.

Tras llevar a cabo el turno pueden suceder varias cosas que deberemos tener en cuenta.

• Si un jugador rodea una casilla que controle con otras casillas controladas por él mismo, y en alguna de éstas se ha colocado el jefe de la tribu, la casilla rodeada se vuelve segura. Retirará las fichas de dicha casilla, que volverán a su reserva, y colocará en su lugar un Moai. Los Moais se mantendrán en su posición para el resto de la partida, reduciendo el tablero de juego sobre el que podremos interactuar y marcando una casilla que, de ahora en adelante, se considera controlada por todos los jugadores. En otras palabras, hace que la zona de conflicto se reduzca a cambio de hacer que dicha casilla pase a ser propiedad de todos los jugadores, facilitando la colocación de Tangata Manu, como veremos ahora.

• Si un jugador controla con sus fichas de dominación las tres casillas alrededor de los vértices del tablero podrá colocar uno de sus cinco Tangata Manu. En ese caso colocará en dicho vértice un Tangata Manu de su color. Colocar estas cinco fichas es condición de victoria, pero éstos volverán a nuestra reserva si dejamos de controlar las tres casillas adyacentes a dicho vértice. Dada esta condición, si conseguimos colocar Moais alrededor de un Tangata Manu, éste estará protegido durante el resto de la partida.
  

• El Make Make inicialmente se coloca en la casilla central del tablero, lugar donde no podremos colocar fichas durante el desarrollo de la partida. El Make Make puede ser obtenido por cualquier jugador que cumpla las siguientes condiciones:
  – Controlar al menos tres casillas adyacentes al centro del tablero.
  – Ser el jugador que más casillas adyacentes al centro del tablero controla en ese momento.
  Si es así, obtienes el Make Make, el cual irá cambiando de mano durante la partida.

En el momento en que uno de los jugadores tenga sus cinco Tangata Manu desplegados y posea al Make Make habrá ganado la partida inmediatamente.

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¿QUÉ ME PARECE?

Make Make es un título sencillo que va directo al grano, proponiendo unas reglas sencillas en las que la interacción es la norma. Todo ello bajo una producción cuidada al detalle que hace que el juego no solo entre por los ojos, sino que permita disfrutar de la experiencia pese a la abstracción de sus mecánicas.

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Make Make viene de la mano de Circoctel, una editorial chilena que empieza pisando fuerte y apostando por diseños nacionales, como el que hoy nos ocupa. La editorial demuestra buen ojo a la hora de fichar sus títulos y no se conforma con que mecánicamente funcionen, sino que cuida otros detalles, como los insertos personalizados, el tablero circular de Make Make o todas las piezas de juego personalizadas. Da gusto ver como una editorial pequeña se lanza en esta odisea y lo hace con una edición propia.

Las reglas de Make Make son sencillas, aunque pueda parecer que sea un juego con excepciones. A diferencia de lo que parece cuando leemos el manual, en cuanto se inicia la partida el juego fluye sin demasiadas dudas sobre la mesa. En resumidas cuentas es un título de control de área en el que las adyacencias tienen un papel protagonista.

Se trata de un juego cuyo escaso tablero promueve los codazos desde el segundo turno, haciendo que la interacción sea constante y que, independientemente de su número de jugadores, debamos delegar ciertas acciones al rival para evitar que el tercero en discordia se alce con la victoria. Y es que para dicha victoria no solo deberemos saber a qué rival elegir para incordiarle en su camino, sino que requiere de cierta planificación por las limitadas piezas de dominación por jugador.

Y es que Make Make tiene cierto efecto de montaña rusa, en el que nos debería temblar la mano al colocar más fichas de la cuenta en cualquiera de las casillas. Contar con un solo jefe de tribu, que deberemos colocar allí donde intentemos colocar moais, y solo once fichas de dominación hace que recuperar fichas sea un paso tan doloroso como necesario. No solo nos costará retirar fichas y disminuir la presencia en dicha casilla, sino que eso lleva implícito la inversión de un turno y la exposición consiguiente de que los rivales puedan aprovechar la situación.

En cuanto a la escalabilidad, solo es posible disfrutarlo a 3 o 4 jugadores. Ciertamente, no es nada raro que nos imposibiliten jugar en pareja, y el tablero tiene un diseño especialmente pensado con dos aperturas calientes. De esa manera, a tres o cuatro jugadores la interacción se mantiene constante y equilibrada. Seguro que más de uno se alegra al saber que Pablo, uno de los diseñadores, está trabajando en una versión exclusiva para dos jugadores. ¡Nosotros estamos muy intrigados!

Antes de cerrar es imposible dejar de lado la tremenda producción del juego. No solo a nivel artístico vemos unas ilustraciones cuidadas, que se atreven a crear una fugaz novela gráfica en el propio manual de instrucciones, sino que las piezas de manera personalizadas hacen que el producto sume enteros. La producción de Make Make no deja indiferente y hace que un juego abstracto que funcionaria con cubos y discos sea un precioso producto en mesa, que invita a probarlo.

En resumen, Make Make nos ha gustado más de lo esperado. No solo tiene unas reglas sencillas que se comprenden en los primeros turnos, sino que esconde una estrategia suficiente para que un paso en falso pueda cambiar las tornas de la partida. También nos sorprende, y para bien, el cuidado de Circoctel a la hora de editar con tanto mimo un proyecto que no tiene la repercusión que merece. Sin duda alguna, un juego a tener en cuenta para aquellos que quieren codazos e interacción desde el minuto cero con unas reglas asequibles y una ingeniosa forma de hacer presión en un tablero cada vez más condensado.

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Este juego ha sido cedido por Circoctel para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.