Aunque salga a la sombra de otros títulos italianos de similares temáticas, Zapotec propone un juego de corte medio que deja muy buen sabor de boca.
Zapotec demuestra que Lopiano sabe hacer reglas sencillas que escondan retos interesantes. En este caso el uso de las cartas para varias acciones le da un toque de originalidad a un título de gestión de recursos claro pero exigente.
Diseñador/a: | Fabio Lopiano |
Ilustrador/a: | Zbigniew Umgelter, Aleksander Zawada |
Editorial: | Board&Dice |
Idioma: | Inglés |
Número de jugadores: | 1-4 |
Duración: | 60-75 min |
Edad mínima recomendada: | 12+ |
¿DE QUÉ VA?
En Zapotec deberemos edificar en tres regiones distintas intentando cumplir los deseos de los dioses a los que se construirán elevadas pirámides y se llevarán a cabo rituales. En una propuesta inicialmente sencilla, Zapotec propone una interesante gestión de recursos con cartas multiusos.
¿CÓMO SE JUEGA?
Una partida a Zapotec dura exactamente cinco intensas rondas, tras las cuales se puntuarán algunos elementos finales para determinar el ganador.
Las rondas en Zapotec tienen una primera fase simultánea seguida de varias acciones disponibles para los jugadores que llevarán a cabo en orden de iniciativa. Durante estas rondas los jugadores irán construyendo en un tablero central común.
Para entender el turno debemos conocer la anatomía de las cartas que ofrecen varios usos en el mismo formato:
El mazo de cartas de acción, del que retiraremos algunas cartas al inicio de la partida, cuenta con valores distintos, por lo que nunca se puede dar un empate en sus valores de iniciativa. Además, como veremos más adelante, las cartas utilizadas volverán a ser utilizadas creando un circuito cerrado durante la partida.
El objetivo en Zapotec es ganar puntos de victoria y para ello tenemos distintas fuentes de puntos. Mientras que en cada ronda se puntuará una carta, al final de la partida también recibiremos puntos por las pirámides, las cartas de ritual y la posición en el marcador de sacrificio, del que hablaremos en breves.
Cada jugador empieza la partida con un tablero individual. En este tablero no solo tenemos una cuadrícula de tres por tres en la que iremos colocando edificios y activando filas y columnas, sino que encontramos las piezas plásticas de las pirámides y una ayuda de los costes de los edificios en el borde superior.
En cada una de las cinco rondas los jugadores eligen una de las cinco cartas que forman su mano, revelándolas de forma simultánea al resto de rivales. Estas cartas inicialmente determinan el orden de turno, pero también los beneficios de la ronda y nuestras limitaciones de construcción.
Empezando por el jugador cuyo valor de carta sea más bajo, los jugadores deben llevar a cabo su turno al completo con el siguiente formato:
RECIBIR INGRESOS
Antes de llevar a cabo las acciones, el jugador debe elegir la fila o columna que coincida con la carta que ha utilizado. En el borde superior de la carta encontramos uno de los tres recursos básicos: madera, piedra o arcilla. Por el contrario, los recursos avanzados son el oro, los sacerdotes y el maíz.
Durante la partida, iremos colocando edificios en nuestra cuadrícula de 3*3, haciendo que en rondas futuras podamos activar toda la fila o columna y generar más ingresos. En nuestra primera ronda, desgraciadamente, no tendremos edificios que produzcan recursos por lo que solo se obtiene el recurso básico impreso en la carta.
EJECUTAR ACCIONES
En Zapotec podemos llevar a cabo tantas acciones como deseemos siempre que podamos pagar sus costes. Desgraciadamente, la fase de construir viene detrás de esta, por lo que algunas bonificaciones de construcción no nos permiten realizar más acciones en la ronda actual.
COMERCIO: Los jugadores pueden comprar losetas de mercado, que se pagan con oro y que ofrecen beneficios en forma de conversión de recursos o recursos inmediatos. El oro, así como el maíz y los sacerdotes, son recursos avanzados, por lo que no son fáciles de obtener. Estas losetas cuestan de uno a tres monedas de oro y solo podemos comprar una loseta de cada nivel en una misma ronda. Tras obtener losetas se reponen los espacios para el siguiente jugador.
PIRÁMIDE: En Zapotec los jugadores pueden participar en la construcción de pirámides. Estas pirámides son una fuente de puntos al final de la partida que, además, permiten que los jugadores elijan qué elementos serán puntuados. Los jugadores empiezan con seis piezas de pirámide en su color, con tres tamaños distintos. El jugador que elija construir una pirámide puede iniciar una nueva, la cantidad viene limitada por el número de jugadores, o participar en un proyecto ya iniciado.
El coste de una pirámide es de los tres recursos básicos además de un sacerdote, el cual deberemos obtener con la construcción de templos. A la hora de iniciar una pirámide nueva, no solo deberemos elegir el tamaño de la base de la misma, que puede hacer que los rivales participen o no en ella, sino que también deberemos decidir qué loseta de puntuación se asocia con dicha pirámide. Estas losetas muestran uno de los nueve elementos que podemos encontrar en la zona central de las cartas: ya sea una de las tres regiones, uno de los tres terrenos o uno de los tres tipos de edificio.
RITUAL: Solo si hemos construido alguna pirámide podremos ejecutar esta acción. Las tres cartas de ritual, que varían entre partidas, proponen nuevas formas de puntuar mediante colecciones y sets. Por cada tramo de pirámide que hayamos construido, hasta un máximo de tres veces que viene limitado por los discos de jugador y las cartas de ritual disponibles, podremos colocarnos en alguna de las tres formas de puntuar. Podemos compartir cartas con otros jugadores, pero deberemos pagar un oro por cada rival que ya esté colocado en dicha carta.
SACRIFICIO: Pagando un sacerdote y de uno a cinco maíces podremos escalar en el track de sacrificio. Dicho track dará puntos a los jugadores según la posición que ocupen a modo de carrera. Por el camino, además, iremos desbloqueando recursos, descuentos y algunos puntos de victoria.
EDIFICAR
Tras realizar tantas acciones como deseemos de las anteriores pasaremos a construir tanto como podamos. Las reglas de construcción vienen limitadas por la zona central de la carta que hayamos jugado esta ronda.
El jugador activo podrá construir en el terreno que determine su carta, el tipo de edificio que determine su carta o en la región determinada. Dentro de las limitaciones, podemos edificar tanto como nos permitan nuestros recursos, o guardar dichos recursos para la próxima ronda, algo poco recomendable por la duración de la partida.
Al elegir qué construir colocaremos una casa de nuestro color en dicho espacio del tablero central y colocaremos la loseta de edificio en nuestro tablero individual. Esta loseta se colocará a nuestra elección en una de las nueve casillas que forman la cuadrícula, no pudiendo colocarse sobre otras previamente edificadas. Estos edificios pasarán a otorgar beneficios siempre que puntuemos la fila o columna que los contenga. Cada edificio da un recurso avanzado: oro, sacerdote o maíz, asociado a uno de los básicos, por lo que deberás buscar el tipo de edificio que más te encaje en tu estrategia.
ROBAR UNA CARTA
Antes de acabar el turno deberemos robar una carta de acción de las disponibles en el centro de la mesa. La carta elegida viene a nuestra mano, volviendo a tener cinco cartas disponibles para la ronda siguiente pero debemos tener en cuenta que en cada ronda sobrará una carta que pasará a ser la puntuación de la siguiente ronda.
En ese sentido, los jugadores no solo eligen qué quieren tener en su mano pero también qué dejan en la mesa, dado que el último jugador determinará cómo se puntua la ronda siguiente según el elemento central de la carta.
PUNTUAR
Según la carta colocada en la zona de puntuación del centro de la mesa, los jugadores ganan dos puntos por cada edificio que coincida con dicha característica, ya sea terreno, región o tipo. Al inicio de la partida tendremos una carta colocada al azar, pero las otras cuatro rondas vienen determinadas por la carta que los jugadores no hayan elegido obtener de las dispuestas en el centro de la mesa.
Tras cinco rondas el juego termina con una puntuación final que añade, a lo puntuado durante la partida, los puntos que vengan descritos en cada carta de ritual en la que los jugadores puedan haber participado y un punto por tramo de pirámide edificada que cumpla las características de dicha pirámide.
¿QUÉ ME PARECE?
Zapotec es un juego que transmite algo que identifica a Fabio Lopiano, y es que encontramos un autor experto en ofrecer diseños que dan más de lo que aparentan, y que mezclan todas sus mecánicas de una forma original. Este Zapotec no es ninguna excepción a la regla.
Sin entender muy bien la razón, en este Zapotec se vuelve a la temática precolombina para aportarnos un juego de gestión de recursos que podría haberse ambientado en cualquier otro tiempo y lugar. Si bien su autor es italiano, tampoco es uno de los primos de Teotihuacan en los que sí podríamos englobar a Tabannusi. Este detalle, nimio probablemente, puede que le haga pasar más desapercibido dentro de la cantidad de títulos eurogame de corte medio en el que la gestión de recursos será nuestra preocupación principal.
Dejando de lado el tema, que está tan pegado como cabría esperar y se permite ciertos detalles temáticos como los sacrificios o la construcción de pirámides para hacer más prósperas algunas tierras o regiones, lo que Lopiano propone es una creación de motor de recursos con cartas multiusos muy bien implementadas, todo condensado en cinco intensas rondas.
Zapotec es de esos juegos en los que media partida se va a medio gas, programando y haciendo que nuestras producciones en cadena sean más eficientes en las últimas rondas. Aquí no solo debemos elaborar nuestra cuadrícula de tres por tres con edificios bien seleccionados, sino que también la obtención de cartas requiere de cierta estrategia.
Y es que Zapotec gira entorno a su primera fase, pero encadena todas las decisiones de una forma que impresiona por lo bien engranado que está. Mientras que la selección simultánea parece anecdótica al principio, ser primero, o último en las últimas rondas puede ser determinante, ya sea por querer edificar en las cada vez menos frecuentes localizaciones disponibles o para poder tener la última palabra en la selección de cartas y elegir cómo se puntuará la ronda venidera. Es solo uno de los detalles relacionados con el orden de turno y que pronto veremos que cobran peso.
Y es que la mano y su gestión es muy interesante por otras razones. No solo porque se genera un estrecho circuito cerrado de cartas que iremos colocando y recibiendo de vuelta, muy al estilo Shikoku (su reseña aquí), sino que en unas partidas tan escuetas como las de Zapotec, más nos vale desde un principio ver nuestra mano, intentar amortiguar cualquier discordancia en nuestra estrategia y colocar bien los edificios en nuestro tablero de jugador.
Sin duda, la sensación de desarrollo en Zapotec se nota pese a su corta duración en rondas. Mientras que la primera mitad de partida es más ligera y precontemplativa, debemos ir preparando un buen motor que exprimir en las últimas rondas para hacer lo que más cuesta: edificar las pirámides e invertir sacerdotes en rituales, y no en sacrificios.
Puede que a priori no se vean grandes cambios entre partidas, pero están ahí y son, en mi opinión, suficientes. No solo tenemos distintas losetas de puntuación que asociaremos a las pirámides, sino que las propias cartas, su orden, y la colocación de los edificios por el tablero, ya generan la necesidad de acotar nuestro modo de juego a lo que nos ha tocado en esta partida. El elemento de variabilidad más claro son las cartas de ritual, pero no es el único y el autor sabe apoyarse en cambios sutiles que marcan la diferencia.
En cuanto a la producción, como muchos otros títulos de Board&Dice, sabe mezclar el plástico con la madera y el cartón. El estilo artístico es más funcional que preciosista, recordándonos a euros con algunos años a la espalda y mezclando ilustraciones detalladas con iconografía más plana que desmerece la calidad del diseño. El tablero aprovecha bien el espacio, con ayudas para las acciones más complejas, que tampoco son tales. Adicionalmente, y algo que no encontramos en otros títulos como Tabannusi, se incluye una ayuda a doble cara que nos describe el formato del turno y las posibles acciones.
La escalabilidad de Zapotec es buena. Pese a que la interacción no es poca, el juego funciona bien a números bajos de jugadores, puesto que tanto los puntos otorgados por pirámides o la carrera en el track de sacrificio está bien resuelta independientemente del número de participantes. Por suerte, dado que su primera fase es simultánea, fácilmente podremos acabar la partida por debajo de los 90 minutos incluso a cuatro jugadores. Personalmente opino que tres es un buen número para crear intereses compartidos en las pirámides y codazos en los rituales.
En resumidas cuentas, Zapotec puede que venga sin hacer mucho ruido, o a la sombra de otros juegos italianos. Su propuesta es más sencilla de reglas de lo que cabría parecer, pero eso acaba ocultando una planificación desde el minuto uno en el que el orden de las cosas lo determina todo. Una interesante aplicación de las cartas multiusos y una escalabilidad mejor que otros títulos de gestión hacen que Zapotec me haya sorprendido para bien.
Pros
- Un juego que en cinco rondas comprime una buena dosis de estrategia que requiere de programación.
- El uso de las cartas con múltiples acciones esconde un engranaje interesante detrás.
- Interactivo en muchos aspectos, haciendo que los jugadores no solo compitan con sus propias necesidades.
- Funciona bien a todo número de jugadores, incluido un solitario mejor de lo esperado.
Contras
- Artísticamente no es el título más atractivo pese a repetir temática.
Este juego ha sido cedido por Board&Dice para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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2 Comments
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!
Hola
En la parte de recibir ingresos hay un ejemplo en el que pones: «Si elegimos, en su lugar, la columna, no obtendremos una piedra ni una moneda de oro, pero obtendremos madera y maíz.». Pero creo que debería ser que obtienes, además de la arcilla de la carta, una piedra, un sacerdote, una madera y maíz.
A Fabiano le gustan mucho estas matrices y las bolas de nieve. Una pena que el arte y el tema sean tan normalitos. Se tenia que haber quedado con O´Toole que el Merv quedó muy bonito.
Muchas gracias por tus reseñas
Creo que estamos diciendo lo mismo, pero mi expresion quedó algo rebuscada. Vamos que obtienes lo que dicta la carta más toda la fila o columna, eso es lo que digo pero igual de una forma poco clara. El recurso de la carta viene descrito en el inicio del párrafo, solo que explico la diferencia de beneficios al elegir la columna.