Apostar por el mejor unicornio y no pedir préstamos a los elfos, eso es Unicorn Fever.
En Unicorn Fever encontramos un juego de apuestas con cartas, habilidades y un poco de azar para que el control de las probabilidades se difumine en pos de la diversión.
Diseñador/a: | Lorenzo Silva, Lorenzo Tucci Sorrentino |
Ilustrador/a: | Giulia Ghigini |
Editorial: | Horrible Guild |
Idioma: | Inglés (disponible español) |
Número de jugadores: | 2-6 |
Duración: | 40 min |
Edad mínima recomendada: | 10+ |
¿DE QUÉ VA?
En Unicorn Fever viviremos cuatro emocionantes carreras de disparatados unicornios. Apuesta por el mejor participante o intenta entorpecer a tus rivales con un poco de magia para que las probabilidades corran a tu favor con la intención de obtener más gloria que fama, sin recurrir a los préstamos.
¿CÓMO SE JUEGA?
Unicorn Fever nos propone cuatro carreras de unicornos en las que los jugadores deben obtener puntos de fama, la cual se obtiene apostando por el caballo, con cuerno, ganador.
En cada ronda el juego se divide en estas fases:
FASE DE ACCIÓN
Durante esta fase los jugadores llevarán a cabo tres acciones, una a una, en sentido horario. En Unicorn Fever tenemos varias acciones disponibles que nos permiten no solo apostar, que es nuestro objetivo principal, sino también alterar dichas apuestas.
Como en muchos otros juegos, los primeros en seleccionar algunas acciones tendrán beneficios añadidos, por eso el formato de marcadores de acción es apilable, con las mejores recompensas en la parte de arriba.
Los jugadores pueden hacer dos tipos de apuestas, con un riesgo variable. Si lo tienes muy claro puedes hacer una apuesta de ganador. Dicha apuesta otorga 5 puntos de fama y multiplica el dinero invertido dependiendo de las probabilidades del unicornio, de los que hablaremos luego. Si no quieres mojarte tanto puedes apostar a podio, cuyo beneficio lo recogerás si queda entre los tres primeros. Con estas apuestas de podio los jugadores ganan menos gloria y su dinero se multiplica por una cantidad que no depende de las probabilidades del unicornio. A la hora de hacer cualquier apuesta los jugadores deben decidir cuánto dinero meten en dicha predicción, que evidentemente perderán o multiplicarán según el devenir.
Para aderezar estas apuestas podremos usar cartas mágicas, algo que tiene una importancia central en Unicorn Fever. Los jugadores usarán estas cartas boca abajo debajo de cada uno de los seis unicornios. Estas cartas pueden ser ayudas o dificultades añadidas a dicho participante, pero su contenido se revelará más adelante… ¡Intuye las intenciones de los demás!
Adicionalmente, en cada partida introduciremos una mezcla de dos facciones con cartas de contrato. Estas cartas ofrecen habilidades especiales para los jugadores que los adquieran, pagando un puñado de oro.
FASE DE CARRERA
Cuando todos hayan llevado a cabo tres acciones ya podemos ponernos a ver como avanza la colorida carrera que tenemos enfrente. Para ello tenemos que tener en cuenta las probabilidades de los unicornios, un concepto que ya ha salido más arriba.
Cada unicornio tendrá una posición aleatoria al inicio de la partida, determinando, las probabilidades que tiene de ganar. Los unicornios colocados más arriba tienen más probabilidades y, por ende, si apostamos por su primera posición multiplicaremos por un número menor nuestra inversión.
Para simular la carrera se irán revelando cartas, con valores que determinan cuantas casillas avanzan los distintos unicornios dependiendo de su posición en la tabla de probabilidades. Tras revelar cada carta y para darle más emoción al asunto se lanzarán dos dados que harán avanzar a uno o dos unicornios.
¿Pero a que viene el título del juego? Pues bien, en cada carrera, el unicornio o unicornios de menor probabilidad de victoria entrarán en modo “fiebre” y activarán una habilidad única que incrementa las probabilidades de que pueda remontar pese a tener su desventaja inicial.
FASE DE RECOMPENSAS
Tras hacer que todos los unicornios crucen la línea de meta solo queda repasar las apuestas de cada jugador. Si no han acertado simplemente deberán perder el dinero apostado. Si ganan obtendrán ciertos puntos de gloria y multiplicarán su inversión… ¡Genial!
Tras cada ronda los jugadores deben pagar por su gloria. Un impuesto sobre la gloria les obliga a desembolsar una moneda por cada punto de fama que tengan, haciendo que los menos gloriosos tengan posibilidad de tener algo más de liquidez y no se genere una bola de nieve. Si nos quedamos sin dinero siempre podremos obtener un préstamo de los avaros pero solventes elfos…
Para la siguiente ronda las probabilidades de cada unicornio fluctúan. Dependiendo de su posición, subirán o bajarán en las distintas filas de probabilidades, haciendo que varios puedan avanzar al unísono, o que algunas filas queden desiertas. Esto permite que durante una partida las apuestas no sean siempre sobre los mismos participantes.
Al final de la partida, quien más gloria tenga será el vencedor y, en caso de empate, contaremos las monedas.
¿QUÉ ME PARECE?
Unicorn Fever es una de las experiencias de apuestas más divertida que podamos encontrar con un desarrollo sencillo pero intrigante y con interacción a raudales.
Si lo que buscamos es una experiencia que más allá de basarse en probabilidades tenga una interacción añadida, Unicorn Fever cumple esa premisa, y lo hace mejor que su antecesor. Este juego de unicornios se basa en Horse Fever, un título cuya esencia se mantiene pero que mejora a muchos niveles. Para empezar, aunque el sistema de apuestas en Horse Fever podría ser algo más sesudo, el título original tampoco pretendía ofrecer un control exigente de las estadísticas, como si nos ofrece Winner’s Circle (su reseña aquí). Ese corte más familiar se ha dejado muy claro con el rediseño del juego de Horrible Guild, que ahora muestra un tema colorido y humorístico en el que encaja muy bien el juego y toda su “magia”.
Con este título tenemos una experiencia suficientemente interesante en el sistema de apuestas pero con todo lo adicional que, sin bajar el ritmo de juego, nos aporta interacción y desorden. En Unicorn Fever las probabilidades existen pero se pueden malear, y mucho, con las cartas de magia, por lo que las acciones adicionales fuera de la apuesta en sí cobran una magnitud importante y, además, alejan la experiencia de juego de un clásico juego de apuestas.
Como siempre ha sabido hacer la editorial, aquí se pretende divertir a cada jugador. Algo que nos lleva directos a recordaros que este título permite hasta seis jugadores, un número elevado pero que funciona, y que hará que las partidas sean un verdadero evento y en cada carrera haya variedad de opiniones alrededor de la mesa. En este título la diversión va de la mano del número de jugadores y, por si no os lo podíais imaginar, no es un juego que sacaría para jugar a dos o tres jugadores que, dicho sea de paso, tiene algún cambio de reglas. Los accesorios que tenemos como extra para el juego son una muestra más de que este título funciona muy bien en grupos grandes, y es que podremos obtener un tablero gigante de tela y unas miniaturas sobredimensionadas y pintadas para partidas más épicas.
Aunque desde fuera la fase de carrera parezca solo una resolución de lo que ya hemos hecho en la fase previa, la experiencia es muy distinta. En esta fase es donde los jugadores suelen saltar de la silla, ver cada carta revelada con recelo y tirarnos de los pelos cuando alguna carta de avance no se corresponde a la jerarquía de probabilidades que esperamos ver.
Sobre toda esta locura de cartas mágicas, de cartas que modifican el devenir más probable y de intuir intenciones, el juego ofrece un elemento variable entre partidas en forma de contratos. Estos ayudantes, también tematizados de una forma simpática con distintos seres fantásticos, ofrecen cambios de reglas y nos permiten adquirir algunas habilidades que hacen que las cuatro rondas puedan tener cierta progresión. Aunque sea cierto que cada una de las cuatro carreras se desarrolle de forma idéntica, adquirir algún contrato y apostar de nuevo es algo natural en un juego de este corte, sin volverse repetitivo y permitiendo que las tornas puedan cambiar incluso en una última ronda.
A nivel de producción es un juego agradable, nada que sorprenda de la editorial italiana. Se ha cuidado el arte y no se han olvidado de unas miniaturas resultonas, que se agradecería que fueran de colores. La mayor queja viene por el inserto, en el que no caben los unicornios si no les retiramos las bases de colores.
En definitiva, Unicorn Fever es un gran título que acerca la experiencia de las apuestas de carreras al entorno familiar. Retematizando un buen juego de caballos, ahora tenemos unicornios y permiso para poder justificar cartas mágicas que encajan perfectamente en el estilo humorístico de Unicorn Fever. Un juego en el que el control probabilístico nunca quiso ser estricto, sino que los jugadores interactuarán constantemente con un gran margen para sorpresas durante las carreras. Sin duda, un título a tener en cuenta, especialmente para partidas desenfadadas a muchos jugadores, permitiéndose hasta seis corredores de apuestas en la mesa.
Pros
- Uno acercamiento a las apuestas de carreras con un enfoque muy familiar.
- Una interacción entre jugador fuera incluso de las propias apuestas con las cartas de magia que hace que la resolución de cada carrera genere incertidumbre.
- Una producción colorida con un tema muy adecuado para tener la licencia de ofrecer un estilo humorístico que nos deja claro que la prioridad es la diversión.
Contras
- No lo disfrutarás si prefieres el control probabilístico de otros títulos como Winner’s Circle.
- El inserto, aunque práctico, imposibilita almacenar las peanas con sus colores calzados.
Este juego ha sido cedido por Horrible Guild para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!