L.A.M.A [Reseña]

Hoy hablamos de otro juego de Knizia que, sin ser un peso pesado, ha recibido gran aceptación entre el público y los certámenes.

Con este L.A.M.A el doctor nos presenta un juego sencillo hasta decir basta, para que sepamos que también puede hacerlo.

¿DE QUÉ VA? 

En L.A.M.A encontramos un sencillo juego de cartas con valores del uno al siete y unas cuantas fichas. El objetivo es sencillo, quedarnos sin cartas o plantarnos con los mínimos puntos posibles.

¿CÓMO SE JUEGA?

Para jugar a L.A.M.A solo debes barajar las cartas, repartir seis a cada jugador y levantar la primera carta del mazo restante.

¡Ya podemos jugar!

En orden de turno, los jugadores podrán llevar a cabo una de las tres acciones siguientes, siempre con intención de deshacerse de las cartas de su mano antes que sus rivales:

BAJAR UNA CARTA

Si tenemos suerte, podremos bajar una carta de nuestra mano y cubrir la que hubiera en el centro de la mesa. Siempre podremos colocar una carta del mismo valor que la que haya en la mesa, o un valor inmediatamente superior.

La llama, a efectos prácticos es el número 7, por lo que puede colocarse sobre un 6. Tras la llama, de nuevo, podremos volver a colocar cartas de valor 1.

ROBAR UNA CARTA

Si no podemos o no queremos jugar cartas, robaremos una del mazo y pasará nuestro turno.

PLANTARSE

Si antes de acabar las cartas decides pasar, puedes plantarte y quedarte con las cartas que poseas actualmente en la mano. Esto puede ser interesante si otros jugadores están a punto de acabar su mano y no quieres robar un valor nuevo para restarte más puntos al final de la ronda.

Cuando todos hayan pasado, se calcularán los puntos basados en las cartas que no hayamos podido jugar. Cada carta nos otorga tantos puntos negativos como su valor indique, aunque las llamas pasan a valer 10 puntos. Si tienes varias copias del mismo número solo lo puntúas la primera vez, por lo que tener varios 5s solo nos penalizaría con cinco puntos.

Las fichas negras tienen un valor de diez puntos, mientras que las blancas de solo uno. Si has logrado vaciar tu mano por completo puedes devolver una ficha que ya tuvieras, ya sea blanca o negra.

Cuando algún jugador llegue a 40 puntos se finalizará la partida, siendo el ganador el que menos puntos posea en ese momento.

¿QUÉ ME PARECE?

L.A.M.A es un juego sencillo y azaroso que viene para que no haya excusas para no tener un Knizia en tu estantería.

Si le encontramos a este juego una gran virtud es la de ser explicado en un santiamén y poder disfrutarse, sin muchas pretensiones, con cualquier tipo de público. Sí, encaja allí donde encajaría un UNO y sí, eso implica sacrificar el aura estratega que suele envolver los diseños de Knizia, pero también nos ayuda a recordar que después de tanto, es difícil sorprender con un título de este peso.

Y es que L.A.M.A es un juego que sorprenderá negativamente a los que disfruten con los diseños de Knizia si no saben a lo que se exponen, y es, en mi opinión, a una muestra de que el gran matemático puede diseñar para las grandes masas sin complicar un ápice las reglas de su producto.

Por encima de la regla básica de colocación de cartas no se olvida del metajuego de saber “cuándo plantarse”. Ese detalle, aunque parezca anodino en las primeras partidas, hace que no solo se pueda amortiguar un poco el azar sino que también permite intuir las manos de otros jugadores y dar cierta tensión a un juego que fluye de maravilla.

En cuanto a la escalabilidad, es un juego que he disfrutado a más de dos jugadores. Aun así, las reglas para dos jugadores incluyen, posiblemente, el cambio más interesante de reglas, haciendo que pasar en una ronda se vuelva algo más atractivo en partidas multijugador. Este cambio lo han adaptado los Llama Dice como la variante Alpaca, en la que una vez un jugador haya pasado, el resto no podrán volver a robar carta por lo que solo les quedará apañarse con lo que ya tengan en su mano. ¡Una variante que se ha vuelto indispensable en mis partidas!

En cuanto a la producción, tenemos un juego que desprende los ideales de AMIGO por los cuatro costados: colorido, cartas aceptables y poco más. Todo para que quede contenido en un precio atractivo, aunque con ello los puntos deban de ser contados con fichas de parchís en blanco y negro.

En definitiva, este L.A.M.A es un juego familiar y que se juega casi en automático, directo a ser vendido al público general y darse codazos con juegos como UNO o Virus. Con poco más que dos reglas, el juego se beneficia de permitir a los jugadores pasar para romper la ronda e intentar ser los que menos puntos negativos nos llevemos. Con solamente esto, Knizia demuestra que también sabe hacer juegos sencillos.

Este juego ha sido cedido por Juegos de la Mesa Redonda para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.