Hoy vamos a aprender a comunicarnos mientras jugamos…
En Primer Contacto encontramos un juego de deducción en el que el lenguaje es el protagonista.
Diseñador/a: | Damir Khusnatdinov |
Ilustrador/a: | Viktor Eredel, Alexandr Kiselev, Alexandra Sharyapova |
Editorial: | Maldito Games |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-7 |
Duración: | 15-40 min |
Edad mínima recomendada: | 12+ |
¿DE QUÉ VA?
Si los alienígenas nos visitasen y quisieran que les ofreciéramos ciertos objetos tendríamos un gran problema: el lenguaje. La comunicación con estos seres del espacio exterior sería tan complicada que deberíamos aprender de nuestros primeros contactos… ¿Os conseguiréis entender?
¿CÓMO SE JUEGA?
En Primer Contacto los jugadores formarán parte de uno de los dos bandos: humanos y alienígenas. Cada uno de ellos con un objetivo distinto. En una serie indeterminada de rondas, los alienígenas pretenden que los humanos les ofrezcan unos objetos concretos mientras que los humanos esperan ser ellos quienes conceden las ofrendas y así ganar recompensas.
FASE TERRÍCOLA
Los humanos pretenden elegir los objetos que cada alienígena necesita. En el centro de la mesa encontraremos una parrilla de 5*5 elementos que todos los jugadores podrán ver: esto son los objetos, entre los cuales se encuentran los deseados por cada alienígena.
Para empezar a comunicarnos deberemos saber que el lenguaje en cada partida será distinto y nuevo para los jugadores. ¿Qué es lo primero para poder entender a los alienígenas? Pues conocer su alfabeto.
Cada jugador terrícola puede elegir una o varias de las imágenes del centro de la mesa para que el alienígena le de uno o varios símbolos que se correspondan con alguna característica que compartan estos objetos. ¡Que lío!
Aquí vemos un ejemplo:
El terrícola señala exclusivamente la llave, siendo para ese jugador un ejemplo de “herramienta”. El alienígena dibuja dos símbolos, cuyo significado es desconocido para el terrícola, que se corresponden a “redondo” y “herramienta”. El terrícola debe asignarle un significado a cada símbolo y, por desgracia, marca como “redondo” el que se corresponde a “herramienta”.
Como vemos aquí, malinterpretar símbolos es algo frecuente en Primer Contacto. Estos errores se suelen arrastrar durante toda la partida y generan un punto de caos con el que debemos aprender a convivir.
Cada jugador terrícola puede preguntar a los alienígenas que deberán contestar en conjunto, ya que el lenguaje y alfabeto es común para todos los extraterrestres.
FASE ALIENÍGENA
Ahora los alienígenas harán sus peticiones para que los terrícolas elijan los objetos que vienen determinados en la carta de objetivo de cada jugador.
Por turnos, los alienígenas piden objetos a los humanos. Cada alienígena debe usar símbolos que los jugadores conozcan, o incluso aprovechar la ocasión para añadir un nuevo símbolo y que los terrícolas puedan intuir su significado, para que los humanos elijan el objeto que buscan.
Todos los terrícolas señalan en su plantilla qué objeto identifican con el mensaje emitido por el alienígena, esperando acertar y ganar recompensas.
Todos los terrícolas mostrarán sus pizarras al unísono y podrán recibir recompensas si aciertan. Estas recompensas son la forma que un humano tiene para ganar la partida.
Este formato se repite hasta que algún alienígena haya conseguido todos sus objetivos. En esa ronda se acabará la partida y se determinará qué jugador ha ganado en ambos bandos.
Mientras que el alienígena que haya cumplido antes su objetivo será el ganador de su bando, el terrícola que haya amasado más recompensas será el ganador del bando contrario. ¡Enhorabuena!
¿QUÉ ME PARECE?
Primer Contacto es una idea original dentro del campo de los títulos deductivos que juegan con el lenguaje. Su asimetría hace que el juego no fluya como otras propuestas, pero sigue ofreciendo una experiencia original y divertida.
Jugar con el lenguaje siempre me ha parecido un campo a explorar. Desde el original, pero no imbatible, Código Secreto, han aparecido otros juegos que han aprovechado esa forma de ofrecer información al resto de tu equipo usando la palabra, o el lenguaje, alejándonos de las imágenes como pasaba en Mysterium o Detective Club (su reseña aquí). Si mantengo que Decrypto es un título superior a Código Secreto es porque, precisamente, modula la forma de dar información en los dos sentidos: lo evidente o demasiado claro es igual de peligroso que las pistas rebuscadas, haciendo que sea un poco más complicado transmitir información.
En Primer Contacto la dificultad no se destila de ese doble paso que nos ofrecía Decrypto, sino de que son los humanos los que deben saber qué preguntar para ir desarrollando el lenguaje más eficaz para la comunicación. Esta capa, no explotada en otros títulos, es lo que le otorga personalidad a Primer Contacto, pero es también su mayor punto débil.
Debo decir que desde que la editorial rusa lanzó la propuesta y vi sus múltiples ediciones me pareció un juego que escondía un atractivo especial. Por una parte, la asimetría entre los dos bandos del juego, algo que inicialmente puede ser un impedimento para el público más familiar, es a su vez un aliciente hacia la rejugabilidad y, por otro lado, la sensación de progresión me parecía algo interesante.
Si bien es cierto que en todos los juegos de deducción el sentimiento de progreso es común, especialmente porque se acumulan pistas que, finalmente, culminan con una o varias soluciones, en Primer Contacto el lenguaje le da una capa adicional. En el fondo, esa capa adicional no es más que un artificio, ya que mientras que los jugadores humanos creen estar aprendiendo un idioma, esto no dista de tener más fragmentos de pistas que nos lleven a descubrir los objetos que cada alienígena necesita.
La pega, como ya he comentado, es que no es un juego elegante en el desarrollo. Su naturaleza hace que no fluya de forma adecuada, siendo un juego pausado y que tiende a que los jugadores deban pararse a pensar durante largos periodos de tiempo. Esto puede pasarnos en una partida de Código Secreto, pero aquí tanto los humanos como los alienígenas deberán pensar claramente qué piden o preguntan, dilatando los turnos de cada jugador.
A nivel de producción tenemos un juego adecuado en su contenido, vistoso y muy asequible, que además contiene material para ofrecer variabilidad entre partidas. A destacar una temática bien escogida con un estilo artístico simpático que encaja perfectamente y que denota la simpatía con la que deberemos tomarnos el juego. No faltan cartas y objetos para que nunca se repita la misma situación.
En cuanto al número de jugadores, aunque en la caja indique de 2 a 7, no es un título que se disfrute en ninguno de sus extremos. Por una parte, el mínimo de jugadores en el que he disfrutado es 4, que además es su punto dulce. Dos jugadores por bando es un equilibrio interesante para que cada lado de la mesa tenga su propia rivalidad sin extender la duración de la partida, algo que empeora gravemente si jugamos con más participantes. Para un grupo grande, puede ser una experiencia interesante, pero claramente larga y posiblemente tediosa por todo lo pausado que es el turno de cada jugador.
En definitiva, Primer Contacto es otro juego en el que la deducción se apoya en el lenguaje y la comunicación, con una propuesta asimétrica que nos dará varias partidas incluso antes de dominarlo con soltura. Pese a que rebose originalidad y se distancie de otros títulos, su pega es la lentitud en el desarrollo, que aumenta de forma directamente proporcional al número de jugadores, por lo que se recomienda ser cuatro alrededor de la mesa y tener paciencia para coger ritmo en un juego más que interesante.
Pros
- Una propuesta tan original como arriesgada.
- Un enfoque distinto al uso del lenguaje en un entorno de deducción.
- Con variabilidad suficiente para darle tantas partidas como os apetezca.
Contras
- El flujo de la partida es más lento que en otros títulos, por la exigencia de cada turno.
- Funciona solo a cierto número de jugadores.
Este juego ha sido cedido por Maldito Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!