Hoy volvemos a colocar baquelita en el nuevo abstracto de Kiesling.
En el Pabellón de Verano encontramos una digna tercera entrega que se aleja de los dos anteriores.
Diseñador/a: | Michael Kiesling |
Ilustrador/a: | Chris Quilliams |
Editorial: | Next Move Games |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-4 |
Duración: | 30-45 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En esta nueva entrega de Azul, los jugadores se vuelven a meter en la piel de los constructores artesanos que mejor saben tratar los azulejos. Tras Evora y Sintra, el Pabellón de Verano era el último encargo del Rey Manuel I, proyecto que finalmente no se llevó a cabo. ¡Aprende a colocar azulejos y haz volar tu imaginación en este imaginario palacio!
¿CÓMO SE JUEGA?
En Azul: Pabellón de Verano jugaremos exactamente seis rondas intentando conseguir más puntos que nuestros rivales. Para ello deberemos colocar azulejos de una forma ordenada y estratégica.
En cada una de las seis rondas uno de los seis colores será el comodín, por lo que podremos obtener esos azulejos con mayor facilidad. Se llenarán con cuatro azulejos al azar los expositores, cuya cantidad depende del número de jugadores.
FASE 1 : Obtener azulejos.
Durante esta primera parte obtendremos las losetas que intentaremos colocar en nuestro tablero. ¡Coge lo mejor e intenta que no te sobre nada!
En nuestro turno podremos obtener todas las losetas de un mismo color, que no sea el comodín esta ronda. Los jugadores pueden elegir si las toman del centro de la mesa o de alguno de los expositores. Si hubiera, además, alguna loseta del color del comodín, tomarán también una de ellas.
Al tomar losetas de uno de los expositores, los azulejos restantes irán al centro de la mesa, con todo el contenido que ya pudiera haber, haciendo que cada vez sea más apetitosa esa elección.
El primer jugador en robar del centro, dado que se llevará la loseta de jugador inicial, perderá ciertos puntos. Siguiendo las mismas reglas de obtención de azulejos, el jugador se lleva todas las losetas de un color, más una loseta de comodín si la hubiera, y la de jugador inicial. En este caso, restaremos un punto por cada loseta obtenida de esta forma. ¡No es tan fácil ser jugador inicial!
Cuando ya no queden losetas ni en los expositores ni el centro de la mesa, pasamos a la siguiente fase.
FASE 2: Colocar azulejos.
Durante esta fase colocaremos todo lo obtenido en la anterior.
Los jugadores intentan colocar sus losetas en su tablero individual. En la cara básica hay una estrella de cada color y una central que deberá contener todos los colores en el orden que cada jugador decida. Su reverso, con el tablero avanzado, nos permite mayor libertad al poder elegir de qué color es cada estrella y si es mono o policromática. ¡Más decisiones y menos azar!
Los jugadores colocan azulejos en los lugares cuyo color coincida. En cada estrella encontramos seis puntas, con valores del 1 al 6. Para poder colocar una loseta en alguna casilla debemos poseer tantos azulejos del color correspondiente como indique la casilla. Para ello, podremos usar el comodín de la ronda para pagar las losetas restantes. En resumen, para colocarnos en la casilla cuatro de la estrella azul deberemos pagar cuatro losetas azules, o tantos comodines como queramos y, al menos, una loseta azul.
Al colocar cada loseta, el jugador recibe un punto de victoria, más uno adicional por cada loseta adyacente a la recién colocada.
Además de ganar estos puntos, hay ciertas bonificaciones por rodear algunos elementos del tablero y ganar losetas adicionales:
Las losetas las obtendremos del tablero central, donde hay una gran estrella que repondremos de la bolsa cada vez que un jugador obtenga alguna bonificación y pueda robar algún azulejo.
Puedes guardar hasta cuatro azulejos para la ronda siguiente, cualquier excedente te penalizará por un punto por loseta restante.
Al final de la partida deberemos puntuar según nuestro tablero personal:
¿QUÉ ME PARECE?
En Azul: Pabellón de Verano vemos una tercera parte de la saga de Kiesling que mantiene un listón alto, pero que transmite una carga interactiva mucho menor.
Como ya pasaba en su primer hit, esta nueva entrega de Azul se basa en las mismas premisas: un abstracto colorido y sencillo de reglas que pretende cautivar al público familiar, siendo un producto muy interesante para los jugones más establecidos. Con esta tercera entrega encontramos la misma mecánica de obtención de losetas pero con una forma de puntuar multisolitaria que se distancia de los dos primeros títulos.
Aunque muchos ya conozcáis los títulos anteriores, esta saga de Kiesling comparte muchos elementos en común, especialmente entre los dos primeros. Para esta tercera entrega, que se aleja en su manera de colocar las losetas en los tableros personales, el diseñador ha decidido alejarse bastante de los azulejos previos, pero manteniendo el nombre que tanto caché ha ido generando.
Respecto al número de jugadores, ser multisolitario permite que funcione igual de bien a cualquier número, tan solo cambiando algunos elementos durante la preparación. Alargará un poco las partidas, pero funcionará igual de bien ser 4 que ser 2 alrededor de la mesa.
Se agradece que, dada la sencillez de sus reglas se incluya un tablero avanzado que recomendamos introducir tras dominar las tres bonificaciones que encontramos en el tablero para poder robar alguna loseta adicional. Una vez tengamos bien interiorizado eso, el tablero alternativo tan solo permite un grado más de libertad en lugar de las estrellas encorsetadas de distintos colores del tablero básico, amortiguando más el azar de lo que salga de la bolsa.
Acerca del inserto, bonito y azul, como no podía ser de otra manera, sorprende que tenga esas divisiones adicionales a la de la torre de losetas. El resto de inserto, que solo debería contener la bolsa de tela se vuelve un espacio mal aprovechado que no tiene mucho sentido. El conjunto luce bien pero chirría la incoherencia de sus divisiones.
En definitiva, este Azul: Pabellón de Verano es una tercera entrega que, pese a que tiene diferencias marcadas con los anteriores, mantiene un buen nivel en todos sus aspectos. Mantiene un corte familiar, de cuatro reglas que harán que todo el mundo pueda disfrutar la partida, apoyándose en varias bonificaciones para que los jugadores puedan trazar ciertas estrategias a medio plazo. Lo que se echa en falta es interacción, que ha disminuido enormemente, haciendo que pueda ser un título superior a los anteriores para aquellos que prefieran no levantar demasiado la mirada. Por todo esto, sigue siendo un juego totalmente recomendable, con más diferencias que los dos primeros entre sí.
Pros
- Sencillo y con decisiones, marca de la saga.
- Una producción atractiva.
- Funciona genial a cualquier número de jugadores.
Contras
- Menos interactivo que los dos anteriores.
Este juego ha sido cedido por Asmodee para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!