Tres dados y muchas sumas es lo que nos ofrece lo nuevo de Helvetiq.
En Tatamokatsu encontramos un juego sencillo, pensado para disfrutar y reírnos en tan solo cinco minutos.
Diseñador/a: | Mektoub Studio |
Ilustrador/a: | Odile Sageat |
Editorial: | Helvetiq |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-5 |
Duración: | 15 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
Como buen samurai, la velocidad y la concentración son los dos pilares en tu filosofía de vida. Sé veloz, calcula la situación y toma decisiones antes que tus rivales si no quieres perder un dedo… ¡o los cinco!
¿CÓMO SE JUEGA?
En Tatamokatsu los jugadores tienen cinco vidas, tantas como dedos de cualquiera de la mano que hayan elegido para jugar. La otra mano no participará en ningún momento durante la partida. Nuestro objetivo será seguir con vida cuando nuestros rivales hayan perdido todos sus dedos. ¡Sayonara, baby!
En cada turno solo deberemos lanzar los dados y, dependiendo del resultado, resolver un efecto. Recuerda que debes coger los dados con tu mano activa y solamente con los dedos que te queden, así que durante la partida el hecho de coger estos objetos de ocho caras puede ser una hilarante odisea.
Los dados contienen seis caras laterales comprendidas con valores del 1 al 6 y dos caras especiales. En estas caras especiales podremos encontrar un X-I, que podrá ser usado como un 1 o un 10, y en una única cara de uno de los dados encontramos una T, de la que hablaremos bien pronto.
- Si el resultado es 10 o 17: ¡TATAMOKATSU! El jugador que lo grite antes elegirá dos dedos de sus rivales. Puedes elegir quién los pierde y cuales de sus dedos dejarán de usar durante el resto de la partida. Si lo prefieres, podrás recuperar alguno de tus dedos, pero eso es de cobardes…
- Si el resultado es menos de 10: Muy mala tirada, pierdes un dedo a tu elección.
- Si el resultado está entre 11 y 16: Solamente nos queda saludar con un ¡HAI! reverenciando sobre nuestros rivales.
- Si el resultado es más de 17: Golpe certero que hará que podamos elegir un rival y cortarle un único dedo.
La importancia de sumar bien, además de rápido, recae en que, de lo contrario, si nos equivocamos, perderemos uno de nuestros dedos. ¡Ya veréis cuantas veces saludaremos a los rivales mientras otro samurai se monta su película por haber sumado de forma errática…
A lo anteriormente citado hay algunas excepciones que le dan variedad al asunto y ponen a prueba nuestro lóbulo frontal. ¡Que no se te pasen por alto!
- Si los tres dados muestran el mismo resultado… ¡Grita KATANA! Deberás golpear la mesa con el canto de tu mano antes que tus rivales si no quieres perder un dedo.
- Si aparece la T, que encontramos en una única cara de solo uno de los dados… ¡TATAMOKATSU! Pasa exactamente igual que cuando los dados suman 10 o 17, pero en este caso deberemos coger antes el dado para poder ejecutarlo. ¡Si ya has perdido todos tus dedos puedes coger la T con el meñique y seguir molestando!
El último jugador con dedos en la mesa será el vencedor. ¡Eres un gran samurai!
¿QUÉ ME PARECE?
Tatamokatsu es un juego cuya única pretensión es que sumemos a toda velocidad y sepamos reírnos de nuestros errores.
Para entender Tatamokatsu hay que bajar el listón de las pretensiones y saber que, al fin y al cabo, es una caja diminuta con tres dados. ¡Nada más! Lo que se puede esperar de él debe ser mirado bajo el prisma de un chorrijuego de 9€ que se resuelve en unos diez minutos.
Sin duda alguna, Helvetiq ya se mueve en un rango de dureza bajo y, de vez en cuando, saca juegos que no sabes si catalogar en lo infantil. En este título nos pasa precisamente eso: un juego que dada su simpleza e ímpetu por divertir, encaja tanto con los más pequeños como con los más adultos cuando no quieran pensar mucho.
En este caso, lo que más atrae es su packaging, en una pequeña caja de cartón que incluye un cajón interno para los dados y una funda para la misma caja. Algo muy elaborado para tan poco contenido, pero que gusta y permite llevarlo suelto en el bolso de tu chaqueta sin demasiado miedo. Dentro solo encontraremos reglas en formato prospecto y tres dados customizados con 8 caras, los protagonistas exclusivos del juego.
Explicar Tatamokatsu nos llevará dos minutos y jugarlo, unos pocos más. Es por eso que si ha triunfado a sido en las horas más bajas, ya sea para reactivar a los jugadores o porque solo queremos reírnos y no ponernos a pensar. Y es que esa segunda premisa se cumple a medias ya que, en el fondo, Tatamokatsu es un juego de sumar, y sumar muy rápido.
Por su vertiente educativa, este juego puede motivar a los más pequeños de la casa en sumar a la velocidad del trueno. No solo deberán contar palitos, aunque esto sea lo más frecuente, sino que se requiere de cierta flexibilidad para darle un valor de 1 o de 10 en las caras especiales de los dados. ¡Seguro que ganan agilidad!
Por último no puedo dejar de destacar ese componente orgánico que nos genera Tatamokatsu al tener que jugar con una sola mano y dejar que nuestros dedos no solo sean marcadores de vida, sino el handicap para lanzar dados más gracioso que recuerdo. Esta regla traspasa la cuarta pared del juego y hace que nos sea imposible jugar serio a este título.
En definitiva, si buscas un reto intelectual Tatamokatsu no es tu juego. Aquí encontramos tres dados que dan mucho de sí. Se trata de un juego muy interesante para animar las fiestas o para incitar a los peques a desperezar las sumas rápidas. Todo esto se suma al componente físico de jugar con una mano e ir perdiendo dedos que, además de conferir cierta temática a un juego tan básico, será motivo de buenos momentos. No será el juego de la noche, pero posiblemente sea el primero y el último.
Pros
- Una producción simple pero cuidada que lo hacen vistoso.
- Velocidad y risas a partes iguales.
- Para los peques o los mayores que quieran reirse.
Contras
- Tan simple que es fácil llegar a quemarlo.
Este juego ha sido cedido por Helvetiq para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!