Descubrir un código de tres dígitos y con valores del 1 al 5 es lo que Turing Machine nos propone con modos para uno o más jugadores y ofreciendo incontables retos.

En Turing Machine encontramos un original juego de deducción numérica que impresiona por su sistema de cartas, ofreciendo retos para todas las edades y niveles de dificultad bajo una producción vistosa.


Diseñador/a:Fabien GridelYoann Levet
Ilustrador/a:Sébastien Bizos
Editorial:Le Scorpion Masqué
Idioma:Inglés
Número de jugadores:1-4
Duración:20 min
Edad mínima recomendada:10+

¿DE QUÉ VA? 

En Turing Machine deberemos, solos o acompañados, descubrir un código de tres dígitos haciendo uso de los verificadores. Solo un código coincide con la solución y tenemos ante nosotros cientos de problemas por resolver y retos diarios para seguir descifrando códigos.

Turing Machine boardgame juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

La premisa en Turing Machine es sencilla: tendremos que descifrar un código de tres dígitos con valores del 1 al 5. Para ello deberemos comprobar los verificadores que nos irán aportando datos para que, en suma, solo una combinación sea posible.

Antes de jugar a Turing Machine debemos elegir un problema a resolver. Dentro del manual tenemos 20, que son pocos, pero no hay nada de que asustarse. Turing Machine cuenta con una web que nos generará nuevos problemas e incluso retos diarios.

Turing Machine boardgame juego de mesa

Cada uno de los problemas nos dirá que verificadores hay que colocar sobre la mesa y qué cartas de respuesta usaremos para cada verificador. Los jugadores deben coger una pantalla de jugador y una hoja en la que anotarán toda la información que reciban durante la partida.

El formato de turno es sencillo y se lleva a cabo de forma simultánea:

  • COMPONER UN CÓDIGO

Los jugadores deben crear un código para luego revisar si cumple las condiciones de los verificadores.

Turing Machine boardgame juego de mesa
Crea un código de tres dígitos con valores del 1 al 5.

De forma simultánea se deben coger tres cartas que formen dicho código. El sistema de dígitos comparte colores y formas para simplificar la revisión de verificadores, por lo que la primera cifra se corresponde al color azul y al triángulo, la segunda al cuadrado y al amarillo, y la tercera y última al círculo morado.

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Deberemos apilar las cartas para que se superpongan bien alineadas dejando un solo hueco que atraviese las tres cartas. Eso nos permitirá revisar los verificadores en la siguiente fase.

  • REVISAR HASTA TRES VERIFICADORES

Los verificadores son la magia en Turing Machine. La dificultad de las partidas hace que la cantidad de verificadores oscile entre cuatro y seis.

Cada uno de los verificadores nos describe una condición que revisa dicha carta. Es importante recordar que cada verificador se centra en una condición de un solo dígito, por lo que nada tiene que ver con la solución final.

Los jugadores deben marcar hasta tres de los verificadores en su tablero de jugador. Marcar menos de tres tiene especial interés en las últimas rondas de la partida.

Cuando todos los jugadores hayan marcado los verificadores que quieren analizar, también de forma simultánea, solaparemos la carta de revisión de dicho verificador por detrás de las tres cartas de dígito que hemos compuesto en la fase anterior.

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Detalle de un verificador en el que se nos indica que la condición del mismo se cumple en nuestro código introducido. Sigue la norma, pero no indica que el código final sea el mismo.

Por ejemplo, podemos encontrarnos verificadores que nos permitan discernir si el primer dígito es par o impar. Si colocamos un valor 1 en nuestra propuesta y nos aparece un check en este verificador solo nos está diciendo que el primer dígito del resultado final es impar. En otras palabras, aparece un check porque el valor introducido coincide con la norma de impar, pero nunca nos discriminará entre un valor 1, 3 o 5.

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Los verificadores pueden volverse mucho más complejos y darnos información que no discrimina posición del dígito, requiriendo que acudamos de nuevo para ver si dicha verificación habla de un color u otro. Las columnas de la mitad inferior de la carta de verificación nos permite ver entre cuantas opciones nos encontramos. Así pues, en el ejemplo siguiente el verificador saldrá en verde si colocamos el valor más bajo de un color específico, pero no discrimina sobre qué color está dando dicha información.

  • ANALIZAR LA NUEVA INFORMACIÓN

Con toda la información recogida podremos anotar nuestras deducciones y pesquisas en la hoja de jugador. Dicha hoja está pensada para llevar un registro de cada ronda, pero también para colocar toda la información verificador por verificador en su zona inferior.

Captura de la web, aun en construcción pero ya funcional.

Si con la información obtenida nos atrevemos a resolver el acertijo debemos decirlo. Varios jugadores pueden intentar adivinar el código en el mismo turno. Para revisar el resultado solamente debemos mirar la web o el libreto de reglas (que contiene 20 casos). Si el jugador se ha equivocado quedará eliminado de la partida, mientras que si uno o varios aciertan los tres dígitos solo quedará comparar con cuantas pistas han llegado a la resolución para determinar el ganador.


¿QUÉ ME PARECE?

Turing Machine es un magnífico juego de deducción que sorprende por el mecanismo de superposición de cartas y la gran variedad de contenido que ofrece bajo una producción minimalista que tiene algunas sombras, pero que permite que siga brillando por su interesante propuesta.

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Los juegos de deducción son una debilidad para mí, algo que hemos visto ya en La Búsqueda del Planeta X (su reseña aquí). Con Turing Machine lo que se pretende es adivinar un código, como en el original pero desapercibido Break the Code (su reseña aquí) pero distanciándose de pedir pistas al resto de jugadores, sino apostando por la simultaneidad en los turnos y la información revisada mediante tarjetas.

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Las reglas en Turing Machine sorprenden por su sencillez que, en concepto, no es tal. Aunque no se complica en su turno, entender los verificadores en profundidad puede costar más de lo que parece. No es que no sean claros en su exposición, sino que debemos integrar algo que no suele ser habitual en estos juegos: las pistas ofrecidas nos dan información acerca de una condición general respecto a un dígito, no son pistas acerca del código final. Esto suena sencillo, pero podéis pasearos por la BoardGameGeek y ver la variedad de hilos con preguntas concretas, incluida una mía, que se acaban resolviendo con la comprensión de los verificadores. En resumidas cuentas, debemos tener claro que un check en los verificadores solo nos dice que una de las condiciones de la mitad inferior de la carta se cumple, teniendo en cuenta el requisito superior y dejando claro que no hace referencia al resultado del código, sino a la propia condición que puede englobar varios dígitos.

Gráficamente el juego es limpio y minimalista. No se distancia demasiado del estilo de Decrypto, aunque no comparta artista; otra joya de la misma editorial, y aboga por intentar hacer sencillo el visualizar los verificadores, que mezclan iconografía con un poco de texto. Si bien algunos verificadores deberían tener divisores por columnas con la franja verde que algunos contienen, para estandarizar la forma de ofrecer posibles resultados, el resto está diseñado de una forma práctica.

A nivel de producción hay algunos detalles que pueden chirriar. Por una parte, las copias de cada valor ofrecidas en el juego ascienden a tres, siendo cuatro el máximo de jugadores. Ese detalle se explica por los diseñadores diciendo que es muy extraño que utilicemos todos el mismo dígito en la misma posición, y eso permitía abaratar la producción. Este argumento lo compro, aunque dicho precio de venta tampoco impresione de haber sido reduccionista. Mi crítica más personal viene dada por otros elementos, como el hecho de que el bloc de notas sea ínfimo, aunque con posibilidad de imprimir nuevas copias desde su web, cuando en el mismo juego se han introducido cartas autoborrables. Personalmente cuatro láminas plastificadas hubieran sido una mejor opción.

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Siguiendo con la cantidad de copias de cartas de cada dígito, es cierto que debemos tener en cuenta la escalabilidad del juego. Originalmente el juego propone el reto competitivo que describimos en las reglas, el cual funciona bien a cualquier número de jugadores, pero fluye mejor a un bajo número por la velocidad en la que se resuelven las verificaciones y la nula interacción más allá de la sensación de carrera. Adicionalmente, ofrece reglas cooperativas y solitarias. Ambos modos se resuelven de forma idéntica, basados en cumplir el reto con la mínima cantidad de verificaciones comparándonos con una inteligencia artificial que, como en Sherlock Detective Asesor, casi siempre nos barrerá haciendo 3 o 4 comprobaciones. No hay queja en un modo que, personalmente, no me incentiva en superar a la IA sino a descubrir el resultado en el menor número de movimientos, pero no aporta ninguna variación en su modo cooperativo, en el que varias cabezas pensantes pretenden hacer lo mismo sobre una misma hoja.

Si bien el juego destaca por su ingenioso sistema de cartas, que ofrece una variedad casi infinita de problemas, por otro lado muchos pensaréis que Turing Machine podría haber sido una aplicación o videojuego. Sin duda alguna, su preparación no es demasiado larga, especialmente si ordenamos bien las cartas tras cada partida, pero no puede compararse con la inmediatez de un medio digital. Personalmente prefiero alejarme un rato de las pantallas, pero sin duda lo jugaría en mi dispositivo móvil si existiera la posibilidad.

Turing Machine boardgame juego de mesa

Hablando de alejarnos de las pantallas, en Turing Machine las tendremos que tener cerca en algunos momentos del juego. El título ofrece 20 problemas en su reglamento que sirven de aperitivo del inmenso contenido que ofrece en su web. Por una parte, dicha web incluye un reto diario que podremos compartir con nuestros amigos para picarnos en resolver de forma más eficiente el problema y, por otro, podremos crear incontables partidas de forma personalizada, eligiendo dificultad y tiempo de duración. Me gusta que se haya decidido crear una web y no una aplicación, por mucho que algunos lo critiquen, puesto que la web es más accesible desde cualquier dispositivo y, a muy largo plazo, asegura una menor necesidad de mantenimiento y una mayor compatibilidad.

En definitiva, Turing Machine es una magnífica idea resuelta con una interesante producción que ofrece retos incontables a los jugadores. El juego brilla por su inteligente manera de ofrecer información, otorgando pistas acerca de condiciones y no de dígitos de nuestro código a resolver. Todo ello lo hace original y diferenciador, con algún elemento de producción quizás mal elegido que aunque moleste, no pesa lo suficiente para desprestigiar el buen sabor de boca que deja Turing Machine.



Pros

  • Una nueva propuesta deductiva fresca y que ofrece retos para todas las edades de una forma original.
  • Un estilo gráfico sencillo y funcional, que aboga por dar información por encima de lucir precioso, aunque mantiene un buen equilibrio.
  • Una ingeniería de superposición de cartas brillante que sorprende por su concepción.
  • Una variedad de retos inagotable, que permite rejugabilidad y comparar resultados con otros jugadores.
  • Otro gran título que se añade a una categoría atípica y de nicho, pero de una forma apetecible para que pueda llegar a gustar al gran público.

Contras

  • Algunos detalles de producción parecen poco acertados, como las copias de cartas de dígito o el escueto bloc de notas en lugar de láminas borrables.
  • Su modo cooperativo no propone nada que diste del solitario.