Los cien Torii [Reseña]

Losetas y set collection en el nuevo título de Scott Caputo.

Bajo unas reglas bien sencillas, Los cien Torii presenta un juego de losetas muy apurado.

¿DE QUÉ VA? 

En los jardines japoneses los torii indican la entrada a lo sagrado, siendo la antesala de lo espiritual. Busca tu camino entre la vegetación y conecta las distintas estatuas y elementos con la ayuda de los variados ayudantes que encontrarás en tu camino.

¿CÓMO SE JUEGA?

Para empezar la partida tan solo debemos colocar la loseta inicial en el centro de la mesa y dar dos losetas a cada jugador. Nuestro objetivo es generar la máxima cantidad de puntos antes de que las losetas se agoten. Cada jugador empeiza la partida con dos monedas y dos losetas.

Los turnos tienen el siguiente formato:

PEDIR AYUDA

Antes de colocar nuestra loseta podemos pedir ayuda. Los ayudantes nos permiten romper las reglas habituales, molestar a nuestros rivales o colocar una segunda loseta, todo pasando por caja y pagando unas monedas de oro.

Empezamos con dos monedas, pero durante la partida podremos pagar con cualquier token que vayamos ganando.

EXPANDIR EL JARDÍN

Ahora toca colocar una loseta. No hay demasiadas normas de colocación ya que las losetas tienen un formato que permiten conectarlas en cualquier orientación, siempre que esté ortogonalmente adyacente a lo ya construido hasta el momento.

Lo que debemos tener en cuenta es el objetivo que buscamos con la colocación y es que, tras colocar nuestro trozo de jardín ganaremos tokens según nuestra elección.

Tras la colocación debemos juntar uno de los iconos de nuestra loseta con el más cercano al que podamos llegar mediante los caminos del jardín. De esta manera, siempre ganaremos un token de ese tipo y, con suerte, algunos adicionales.

Y es que el título hace referencia a los torii, esos arcos de madera que encontraremos en las distintas losetas, que pueden ser rojos o azules. Si por el camino que acabamos de trazar encontramos toriis ganaremos tokens adicionales: uno del mismo tipo por cada torii rojo atravesado y uno de otro tipo distinto por cada torii azul.

De esa manera, intentaremos conectar iconos entre los cuales haya toriis que nos dejen exprimir los tokens adicionales que, como veremos a continuación, son la fuente principal de puntos.

RECLAMAR LOGROS

Además de los recursos básicos, los cuales nos sirven de moneda de cambio para activar a los ayudantes y nos ofrecen puntos si logramos obtener múltiplos de cinco, en el juego encontramos multitud de logros que nos permiten trazar una estrategia.

Por ejemplo, el activar por segunda vez un mismo ayudante nos otorga dos puntos mientras que ser el primero en activarlo por tercera vez nos ofrece un logro adicional, de tres puntos.

Ahí no acaba la cosa, también habrá puntos para quienes obtengan 10 puntos de tres recursos distintos, por poner otro ejemplo. Todo ello le aporta al juego ese toque de carrera que hará que tengamos que ver qué están haciendo nuestros rivales para no trabajar en vano por una bonificación que se nos escape antes de poder reclamarla.

ROBAR LOSETA

Para finalizar el turno robaremos una nueva loseta.

La partida termina cuando se agoten las losetas de la pila de robo, la cual dependerá del número de participantes. Tras esto, el jugador con más puntos será el vencedor. Los puntos se obtienen no solo de los recursos, sino de los distintos logros. Recordemos que los recursos solo se puntuan por múltiplos de cinco, por lo que deberemos hilar fino si no queremos que nos sobren, y os aseguro que si te sobran es que no has sido muy eficiente.

¿QUÉ ME PARECE?

En los cien Torii encontramos un juego de losetas con suficiente profundidad y un arte muy cuidado, pero que ha pasado demasiado desapercibido por su escasa originalidad y un precio algo elevado.

Cuando leí el manual me encontré con pocas páginas que hacen que el juego parezca sencillo, que lo es, pero más de lo que pueda aparentar. Es un título con pocas reglas pero que solo falta tenerlo en mesa para ver que las decisiones son suficientes para que cada turno sea una decisión importante y, a decir verdad, un reto visual para poder identificar las mejores localizaciones donde colocarnos para mantener distancia con el resto de iconos del mismo tipo.

El arte por Vincent Dutrait es un punto muy a tener en cuenta. No hablamos de un juego mediocre, ni mucho menos, pero está claro que cuando nos basamos en losetas y tokens, exclusivamente, el arte que da soporte al juego tiene un peso importante. A los pinceles Dutrait sabe hacer lo que mejor se le da, y es ofrecer ilustraciones coloridas, acuareladas con un estilo tan elegante como siempre. Sin duda, un acierto contar con tal ilustrador.

Dada la sencillez del juego, las expansiones en formato cartas mini es algo que se agradece y mucho. Con pocas reglas y unas cartas, le ofrece un respiro a un juego que puede viciarse si lo jugamos asiduamente. De las dos que incluye la edición de Maldito Games me quedo con la de los Koi, que otorga una mano de cartas idénticas entre jugadores para usar durante la partida. De esta manera tenemos unos cuantos ases bajo la manga para amortiguar el azar y ser impredecibles ante nuestros rivales.

Los Cien Torii es un juego que funciona estupendamente como juego en pareja. Si bien la carrera por algunos logros puede ser interesante a más jugadores, el control de los tokens que posee cada rival hace que me funcione mejor como juego a pocos participantes, agilizando así el entreturno. En cualquier caso, escala bien y se disfruta a todos sus números sin mayor dificultad, dado que la duración se acota según los jugadores.

El juego incluye también un modo solitario para el que se añaden componentes específicos. En esta variante nos enfrentamos a Onatsu, que juega mediante un tablero independiente y ofrece un reto nada fácil de superar. Un buen añadido al que no me costaría repetir jugar.

En definitiva, Los cien Torii es un juego de mecánicas muy clásicas, que se centra en el loseteo de una forma purista. El resultado es un juego con cierta profundidad, posiblemente más de lo que aparenta, dejándolo en tierra de nadie por el aspecto familiar y sencillo. Un juego que, sin duda, gana enteros con los colores de Dutrait y que se enriquece de las expansiones en formato de cartas, todo empaquetado en una caja contenida que, por desgracia, cuenta con una producción más cara de lo que cabría esperar.

Este juego ha sido cedido por Maldito Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.