10 grandes juegos que ven poca mesa.

En esta ocasión es El Club Dante el que me mete en este lío de citar diez juegos que, pese a molar más que la cerveza, no ven suficiente mesa por alguna razón que espero contaros bajo cada título.

Cuando la ludoteca sobrepasa el medio millar de cajas la cosa se pone seria y a veces quedan cogiendo polvo los juegos que menos lo merecen. Aunque es una de las cosas que va a cambiar en breves, ya que mis estanterías van a ser reducidas en breves, es un tema que queda pendiente y con estos retos solo ponemos en evidencia que el coleccionismo tiene un peso importante en muchos de nosotros.

¡Vamos a ver esos diez juegos!

1 – Hands in the Sea

Para quien no conozca este juego, Hands in the Sea es un juego que nace en forma de homenaje a A Few Acres of Snow, un título de Martin Wallace que, aunque sea adorado por muchos, cuenta con una estrategia ganadora que empaña parte de su genialidad. En este caso, se mantiene una gestión de cartas para ofrecer un card driven game militar en el que necesitaremos tomar el rol de uno de los bandos en las Guerras Púnicas y expandirnos de una forma sostenible.

Aunque el sistema de juego se base en el título de Wallace, en Hands in the Sea encontramos añadidos interesantes, como es todo el movimiento marítimo que le otorgan un toque de originalidad a un proyecto que, en mi opinión, mejora a su inspiración.

2 – Wir sind das Volk

Si hablamos de Peer Sylvester hablamos de un diseñador al que siempre le sigo la pista y que me enamoró con The King is Dead. Este título, codiseñado con Sível, nos propone un juego estratégico asimétrico y mucho más temático de lo que cabría esperarse.

No es un juego fácil de sacar a mesa, dada su exclusividad a dos jugadores y la necesidad de tener frescas tanto las reglas como las cartas que se esperan, pero es un juego al que le tengo un cariño especial y sé que con la persona adecuada caerán las partidas que se merecen.

Si lo que te molesta es el número de jugadores, no te olvides que se puede expandir para ser jugado a 4, ofreciendo una semicooperación muy interesante que le añade una capa bien gruesa de profundidad adicional.

3 – Julius Caesar

Poner a Julius Caesar es la excusa para acordarme que un wargame de bloques bien jugado es una experiencia que disfrutaría. Tanto éste como Hammer of the Scots representan el sistema de bloques de Columbia Games en su mínima expresión, ofreciendo así una puerta de entrada a las batallas con niebla de guerra y pocos adornos con los que complicarnos.

En el caso de Julius Caesar su simplicidad permite que en un par de partidas puedas conocerte bien las unidades y, excepto por los eventos de los dioses, el juego se reducirá a mover tropas y pelear bajo la intuición de creer que tienes fuerza militar suficiente.

4 – Root

Root fue una gran sorpresa desde las primeras gotas de información que iba soltando Wehrle antes de su mecenazgo. Su propuesta mezclaba una simpática producción con una asimetría bien marcada que solo se podía comparar con Vast, aunque ambos juegos dejen un sabor de boca bien distinto.

No es que haya salido poco a mesa, pero Root es un juego al que me gustaría decir que controlo con cada una de sus facciones y, para eso, necesitaría más tiempo del que tengo. Sin duda alguna, un juego dificil de estrujar al máximo con el ritmo de lanzamientos actual, pero que por suerte quedará en la estantería pase lo que pase.

5 – Las Mansiones de la Locura

Es la segunda vez que este juego aparece en un TOP en esta casa y es que tiene más virtudes que defectos. En esta ocasión la mención es causada por la duración de sus partidas, haciendo que muchas veces no salga a mesa porque no tenemos 3 o 4 horas para poder disfrutarlo a su debido ritmo.

Cabe remarcar que como juego no tiene una mecánica rompedora, pero como experiencia de ocio es algo que difícilmente podría rechazar. Cada partida a este Mansiones de la Locura ha dado lugar a anécdotas memorables bajo una historia bien contada que hace que te sientas sumergido en las aguas del sello de R’lyeh.

6 – Cerebria

En el caso de Cerebria, y a diferencia de lo que me pasa con Anachrony, nos encontramos ante un juego con una marcada interacción que hace que no haya visto tanta mesa como me gustaría por el grupo con el que se frecuentan las partidas, además de por el número de jugadores idóneo para ser jugado.

Cerebria es un juego menos agradecido que el de los viajes en el tiempo, ya no solo por las mecánicas principales que son menos veneradas por el jugón medio, sino porque requiere de cierta dedicación para disfrutarlo al completo. Aquí encontramos la posibilidad de hacer tus propios mazos con las emociones y usar personajes asimétricos que hacen que las partidas se sientan muy personalizadas, pero para ello debes juntar un buen grupo que lleve bien el control de áreas y, sobre todo, la táctica tan aplastante que ofrece este juego tan elegantemente producido.

7 – Concordia

Aunque Concordia esté viendo más mesa de lo que me esperaba en las últimas semanas, es un juego que añado a esta lista porque ha llegado demasiado tarde a casa. ¿Sabéis de esos que siempre dices que comprarás en el siguiente pedido y te pierdes con otra novedad? Ese fue Concordia para mí y ahora creo que voy con partidas de retraso a este juegazo mayúsculo.

De Concordia hay que destacar la pacífica pero insidiosa interacción y la elegancia de reglas que hacen que se disfrute desde la primera partida y que te deje claro que todo turno tiene su relevancia. Cada carta que compras deberá ser elegida con precisión o cuando lleves varias partidas el que sepa de que van los dioses te va a dejar en ridículo.

Por si todo esto fuera poco, con la llegada de Venus la cosa queda perfectamente esférica de lo redondo que es. Encontramos una nueva diosa que nos ayudará a puntuar provincias en las que nos hayamos desarrollado más, en contraposición a Saturnus, haciendo que ya no quede ninguna forma de desarrollarte por puntuar. Si a esto le añades una variante por parejas y unas cartas nuevas de personalidad te queda una expansión que viene a desterrar el juego básico. ¡Ya lo veréis!

8 – Claustrophobia 1643

Claustrophobia era uno de esos juegos que cuando quise comprarlo ya estaba descatalogado y nunca se me puso a tiro en el estado que yo lo quería. De eso ya hace muchos años y sigo teniendo guardados todos los escenarios habidos y por haber, aunque nunca llegara a comprar el juego.

Con Claustrophobia 1643 vi la luz y pude hacerme con una de las pocas copias del juego que se pusieron a la venta en el mecenazgo. No solo se había renovado el arte sino que unos pocos cambios de reglas regulaban mejor el azar haciendo que, si ya no lo era, ahora se aleje todavía más de ser un mero tiradados.

Este juego merece más partidas pero, no solo por ser exclusivo para dos jugadores, sino que al ser un proyecto de mecenazgo que salió de mi bolsillo muchas veces se ve en la cola por tener que probar otras novedades de las que os intento hablar tan pronto como puedo. A ver si me jubilo pronto…

9 – Tigris y Eufrates

¿Cómo no iba a estar Knizia en la lista? Aunque el doctor suele hacer juegos asequibles desde las primeras partidas, algo que hace que siempre podamos echar una partida a la mayoría de sus títulos, con Tigris y Eufrates encontramos un juego que requiere de varias para poder saborear todos sus matices y jugar de una forma eficiente.

Es uno de los juegos de Knizia de mayor dureza y es que el nivel de abstracción no ayuda para poder coger soltura con este juego con más mala leche de lo que aparenta.

Aunque conservamos una copia de una de sus primeras ediciones, hace mucho que no toca mesa y recuerdo como en su primera toma de contacto hubo alguna que otra discusión, tanto por las hostilidades como por algunos conceptos que no se pillaron a la primera. En cualquiera de los casos, si se hace una AntihorarioCON este va a tener que caer, os lo pido por favor.

10 – Fields of Arle

Que Uwe no es santo de mi devoción ya deberías saberlo. Sus ovejas me hicieron sufrir cuando era joven y me causaron traumas de los que no me recuperé jamás, pero la espinita de no haber comprado Fields of Arle en su día pudo ser sacada cuando Maldito Games lanzó la Big Box en nuestro idioma, incluyendo el juego básico y su expansión en una misma caja.

Son pocas las partidas que le echamos a este juego pero disfruté de la primera de una forma que no me esperaba y me dejó con ganas de más. Por circunstancias, el juego ha quedado en stand-by y espero poder disfrutarlo pronto de nuevo para poder meter la expansión del té y echar alguna partida a tres jugadores para ver que tal se siente.

Estos son los diez juegos a los que me gustaría echarle más horas. No están ordenados de ninguna forma concreta y podrían ser 20 sin darle muchas vueltas a la cabeza.

Estos momentos de pararte y ver como hay juegos que no has exprimido o que no has podido más que probar hacen que te des cuenta de que con este ritmo, ya sea de compras o de difusión, las cosas más profundas o complejas se van quedando a un lado por necesidades básicas. Llevo meses donde la cantidad supera la calidad y es algo que no podemos olvidar, especialmente porque de vez en cuando salen esas joyas que requieren de más tiempo y atención y pueden quedar ahogadas en lanzamientos llamativos pero menos elegantes.

Creo que sigo a tiempo para los propósitos de 2020 y espero podes tomar con calma esta afición, rodearme de gente con la que vale la pena jugar y poder disfrutar, con buenas partidas y muchas derrotas, de este hobby como hacía hace unos años.