Fairy Trails [Reseña]

Uwe Rosenber vuelve con un título muy familiar y de reglas sencillas.

Con Fairy Trails encontramos un juego apto para los más pequeños que puede confundir a más de un fan del autor.

¿DE QUÉ VA? 

En Fairy Trails encontramos la competición entre una dulce hada y un gnomo gruñón que compiten por moverse en el mágico bosque sin perderse entre los frondosos árboles que lo componen. Tanto las hadas como los gnomos tienen sus caminos secretos, pero a veces pueden llegar a perderse y no volver a casa… ¡Ten mucho cuidado!

¿CÓMO SE JUEGA?

En Fairy Trails nuestro objetivo es poder deshacernos de las 19 gemas antes que nuestro rival. Para ello los jugadores deberán cerrar caminos de su color, amarillo en el caso del gnomo y morado en el de la hada.

Para jugar tan solo debemos colocar la loseta inicial en el centro de la mesa y robar dos cartas.

En cada turno, los jugadores deben colocar una de sus dos cartas a modo de losetas, adyacentes ortogonalmente a lo ya construido. Las cartas pueden colocarse en sus cuatro costados sin ningún impedimento. ¡De ti depende que se cierren y unan caminos o que, por el contrario, los caminos del rival sean imposibles de terminar!

Tras colocar la loseta, si hemos cerrado algún camino por completo, el jugador cuyo color se corresponda con el del mismo, colocará una gema sobre cada casa que haya en el recorrido de ese camino cerrado.

Quien consiga colocar sus gemas de forma más rápida será el vencedor.

¿QUÉ ME PARECE?

Fairy Trails era algo que nadie se esperaba de Uwe Rosenberg y eso va a ser una frustración para más de uno.

Debo adelantaros que el lanzamiento de Fairy Trails no estaba ni siquiera en mi radar, en parte por la editorial Paper Plane Games, una pequeña empresa canadiense que inicia sus andaduras con este título del gran Uwe. Sin duda alguna, una buena manera de empezar, aunque éste no sea el Rosenberg que muchos tendréis en mente.

Desde mi punto de vista, en Fairy Trails tenemos uno de los juegos más familiares del diseñador de las ovejas. Aunque ya tenía títulos refritos como Patchwork Doodle que rozaban el juego infantil, puede que Fairy Trails fuera menos esperado por basarse en mecánicas distintas, menos exploradas por el autor. Esta ligereza en sus reglas puede ser un problema si no lo miramos bajo el prisma que, para mí, debería ser mirado, y es que Fairy Trails es un juego muy sencillo y simpático.

En este juego encontramos unas reglas tan sencillas que solo nos obligan a colocar una loseta por turno e intentar con ello cerrar caminos. Nada más. Eso deja pocos recovecos para profundidades imperceptibles en una primera partida, pero es que dudo que fuera la propuesta inicial del diseñador. A diferencia de lo que otros puedan pensar, creo que con este título se buscaba la inmediatez de un juego de 15 minutos con toda la gracia que puede tener un juego en el que solo tenemos dos losetas en la mano.

Cuando ves el escenario descrito, sabes que va a ser ligero. Ligero pero con más opciones de las que te imaginas. Colocar las losetas nos ofrece ocho alternativas para cada posición en la que la queramos colocar, algo que nos ofrece más libertad de lo que cabría imaginar. Evidentemente el azar está presente, pero se va amortiguando al ver que, por rápidos que seamos, las partidas suelen obligarnos a gastar la gran mayoría de las cartas.

En definitiva, tras las primeras rondas, que pueden dejar frío si no las tomas como un filler apto para todas las edades, ves que el juego va de abrirle caminos a tu rival y evitar dejar muchas puertas, o caminos en este caso, abiertas para que tu rival haga que ese sendero repleto de casas de tu color sea imposible de cerrar. Esa, en esencia, es la idea detrás de Fairy Trails.

A todo ello debo destacar que aunque artísticamente me gusta, no entiendo como las losetas no han sido impresas con una mayor saturación que, además de venirle al pelo a su estilo simpático y desenfadado, hubiera ayudado visualmente. La primera vez que lo vi en mesa me pareció desaturado respecto a lo que hubiera esperado, aunque sigue manteniendo con claridad las diferencias de colores de cada jugador.

Por otra parte no nos podemos olvidar que la edición de TCG, además de incluir una carta promocional, (que no disfruto y que me parece un añadido que solo añade un golpe de suerte para el jugador que consiga robarla) también incluye las dos figuras que podéis ver en esta reseña. Algo que, aun sin utilidad, hace que el juego luzca mejor, agrade a los peques, y nos de otra razón para valorar las ediciones patrias.

En definitiva, Fairy Trails no es un eurogame de Uwe Rosenberg ni va a calentarte demasiado la cabeza. Es un juego directo y sencillo, pero con decisiones agradables que no dan lugar al entreturno. Si buscas algo así, encontrarás una propuesta entretenida, correcta, pero conservadora. Con unas reglas sencillas y una producción aceptable, se agradecen los añadidos que TCG Factory ha incluido en la edición en nuestro idioma.

Este juego ha sido cedido por TCG Factory para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.