Hoy hablamos de un proyecto que tuvimos el placer de traducir. Se trata de ¡Adiós Calavera!, un proyecto abstracto editado por Mücke Spiele.
Se trata de un juego diseñado por Martin Schlegel (autor de Atacama de la misma editorial o Aqua Romana) e ilustrado por el talentoso Christian Opperer (Tiefe Taschen, Carthago, Area 51). Se trata de un juego exclusivo para dos jugadores, con una duración de unos 30 minutos y una edad mínima recomendada de tan solo ocho años.
¿DE QUÉ VA?
En el Día de Muertos, en México, se celebra una festividad que recuerda a todos aquellos que hemos perdido, preparando altares para refrescarlos en nuestra memoria y corazón. En esa reunión entre los habitantes de los dos mundos, los vivos y los muertos han hecho una atrevida y divertida apuesta. ¿Quién regresará antes a su mundo? Mientras que un jugador interpreta a los vivos, su rival controla a las almas que ya se fueron en una carrera por volver a su mundo antes de que termine ese día tan mágico.
De forma similar a lo que vemos en Coco, la última película de Pixar, en ¡Adiós Calavera! vemos como, antes de que sea demasiado tarde, tanto los vivos como los muertos quieren regresar a sus mundos. A través de un sistema de puntos de movimiento que genera una asimetría por las direcciones en las que se mueven ambos jugadores y gracias a un moldeable sistema de personajes con habilidades especiales, se presenta un juego táctico que ofrece una experiencia muy personalizable.
¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?
La colorida caja del juego contiene:
- 16 discos, ocho blancos y ocho negros.
- 32 pegatinas para pegar, por ambas caras, todos los discos disponibles.
- 1 tablero a doble cara, con distinto arte por ambas caras, uno más temático y otro más clásico, para los conservadores.
- 2 resúmenes de habilidades totalmente independientes del idioma que sirven como referencia rápida para ambos jugadores.
El juego viene con un reglamento multilenguaje impreso que incluye alemán, inglés, francés y español. Nos ha encantado participar en la traducción a nuestro idioma y poder acercar un juego que nos parecía original y, como veremos, toma algunos elementos interesantes de otro juego al que disfrutamos mucho jugando. Esperamos que se tenga más en cuenta nuestro idioma y pueda verse incluido más a menudo en esos juegos en los que, como en ¡Adiós Calavera!, no hay componentes que dependan del mismo.
¿CÓMO SE JUEGA?
Para empezar una partida, debemos elegir cómo queremos jugar. Cada jugador tiene ocho fichas del color que les represente: los blancos representan a los vivos y los negros son las coloridas calaveras que representan a los muertos. Cada ficha tiene dos caras, una que muestra su lado básico y otra que muestra un personaje con una habilidad única y un icono que nos permite identificar al personaje de forma rápida.
En la partida básica propuesta, cada jugador elige de sus ocho fichas cuatro que tendrán habilidades especiales y las cuatro restantes solo podrán usar el movimiento básico. Para las ocho habilidades especiales, que ambos jugadores disponen en el reverso de sus fichas, contamos con una referencia rápida para poder recordar qué tienen de único. Algunos permiten empujar a otras fichas, otros se desplazan en diagonal y otros, por su fuerte olor, prohíben a otras fichas acabar adyacentes a ellos.

Una vez cada participante haya elegido sus cuatro habilidades, deberá colocar sus ocho fichas en las casillas iniciales del tablero. ¡Atentos! En ¡Adiós Calavera! no empezamos frente a nuestro rival, sino que nuestros caminos se cruzan en perpendicular, un detalle determinante para el movimiento y la estrategia que deberemos pensar durante la partida.

Al otro lado del tablero, respecto a sus casillas de inicio, cada jugador tendrá, más allá de la última casilla, una puerta que lleva al mundo del que provienen. Así, el jugador blanco deberá volver a la luz y las fichas negras hacia las sombras del mundo de los muertos.

Alternándose, cada jugador llevará a cabo un turno, que consistirá en mover una de sus fichas bajo las normas de movimiento que describiremos a continuación. El jugador inicial será aquel que haya viajado más reciente a México, o el que más se haya acercado al exótico país.
Una pieza tendrá tantos puntos de movimiento como piezas haya en línea de forma ortogonal respecto a la dirección de su objetivo. En otras palabras, se moverá tantas casillas como fichas haya en la fila en la que se encuentre. En el ejemplo inferior vemos como en verde se marca una fila que indica que la ficha blanca, que se dirige hacia la zona superior del tablero, podrá moverse cuatro casillas.
El movimiento se realizará en línea recta, pudiendo moverse lateralmente e incluso hacia atrás, pero no en diagonal. Los jugadores pueden usar menos puntos movimientos de los que les ha concedido su fila de salida.

En el centro del mapa encontramos dos casillas especiales. En el mismísimo centro encontramos las velas, que son una ofrenda para los muertos. Esta casilla no puede ni siquiera pisarse, por lo que deberemos rodearla, respetando lo que simboliza. También encontramos, cerca del centro, dos casillas con telas sobre el suelo. Estas casillas pueden cruzarse pero no podemos acabar en ellas, ¡vigila dónde pisas!

Como os podéis imaginar, solamente puede haber una ficha por casilla. Tampoco podemos saltar por encima de otras fichas, debemos rodearlas si queremos adelantar a otras piezas.
¡El primero que consiga hacer salir a todas sus fichas por el lado contrario a su zona de inicio será el vencedor! ¡El más veloz será el ganador!
¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?
El tablero tiene la medida justa para contener unas fichas de madera que tienen el tamaño suficiente para usarse de forma cómoda y ver claramente los iconos que representan a sus habilidades especiales. Aun así, se trata de un juego compacto, con un despliegue rápido, que lo convierten en un buen acompañamiento a un café o un té, si queremos dejar las galletas de mantequilla de lado.
¿QUÉ NOS PARECE?
¡Adiós Calavera! es un abstracto tan vistoso que atraerá a los menos interesados en los alfiles y las torres y tan sencillo que tendremos que probarlo para percibir que el margen para plantear estrategias no se pierde en ningún momento.

Mücke Spiele es una editorial alemana fundada por Harald Mücke, también propietario de la conocida tienda SpielMaterial.de. La editorial inició sus andaduras de un modo muy original, ya que sus juegos eran seleccionados a través de un concurso de ideas en el que las bases estipulaban que materiales podrían ser utilizados para su creación. Por supuesto, se basaba en materiales que la misma SpielMaterial tenía a la venta, siendo ésta una mina de cubos, dados, madera y otros utensilios plásticos que son ampliamente usados por los cerebros que crean prototipos en muchos países del globo. Con este sistema, se han publicado juegos de autores muy dispares, desde noveles hasta alguno de mayor renombre. Las limitaciones de su creación eran un handicap en algunos casos, forzando al diseñador a cerrarse algunos caminos y reformular ideas, pero algunos resultados son muy interesantes. El proyecto que hoy nos concierne ha sido diseñado por Martin Schlegel, autor nominado a Spiel des Jahre por Aqua Romana, siendo éste el tercer juego publicado por Mücke Spiele.
Uno de los puntos que no nos convencía de juegos previos de la editorial era su apartado artístico. Aunque sabemos que este aspecto es subjetivo, nos parecían proyectos que sobre el papel eran interesantes pero entendíamos que no entraban por los ojos, y eso captaba menos atención de la esperada. Christian Opperer ha puesto su pincel en ¡Adiós Calavera! y la cosa cambia de forma drástica y evidente. El ilustrador de otras bellas ideas como Carthago: Merchants & Guilds, ha conseguido darle un aire tan colorido como se esperaría de la festividad mexicana y un trazo simpático y elegante. Sin duda, volvemos a darnos cuenta de la importancia del continente para que la gente se acerque a curiosear el contenido.
Como hemos dicho más arriba, a través de Christian se nos ofreció poder participar en la traducción del escueto reglamento. Nos pareció una buena idea ayudar a acercar el proyecto a los castellano-parlantes y eliminar excusas para aquellos que no se sientan cómodos con los reglamentos en inglés. Por suerte, en este caso no tenemos que descargar el reglamento de una fuente oficial, sino que la edición impresa incluye nuestro idioma, listo para ser disfrutado desde que saquemos el manual de la caja.
Al haber participado en el proyecto y tras recoger una copia para poder hablar del juego en la feria de Essen, el mismo Harald nos propuso entregar un enlace para poder adquirir el juego a un precio reducido. Si alguien está interesado en comprar el juego, podéis adquirirlo a través de SpielMaterial desde AQUÍ con un descuento del 20% que hará que compense los gastos de envío. Es una pequeña ayuda que creemos que puede ser de interés, especialmente si nos falta algún material lúdico, cosa que seguro que encontraremos en esta inmensa tienda. ¿Unos meeples nuevos? ¿Dados para Decktet? ¿Habéis perdido alguna oveja? El enlace estará activo hasta finales de febrero de 2018, con un límite de cincuenta unidades. ¡Esperamos que sea de vuestro interés!

En cuanto a las mecánicas del juego, como os avanzábamos en la reseña de Linja, vemos una evidente similitud entre ambos juegos. La gran diferencia es que, en el juego que hoy reseñamos, las filas para ambos jugadores no se leen del mismo modo, ya que el avance no será en la misma dirección para ambos rivales. Diferenciándose de grandes clásicos como el ajedrez o las damas, donde cada jugador avanza hacia el frente, en dirección opuesta a su contrincante, en ¡Adiós Calavera! las direcciones están en perpendicular respecto al otro jugador, haciendo que podamos controlar qué filas estamos dejando a nuestro rival y qué puntos de movimiento le concederán las mismas, haciendo que su profundidad sea mayor que en el juego de Steffen.
Sabiendo las normas de movimiento y a excepción de los dos tipos de casillas que encontramos en el centro del tablero, el juego no presenta más reglas que debamos memorizar. El aderezo a esta simple base viene dado por las habilidades de los personajes. Con solamente ocho personajes, número asequible para poder memorizar los iconos que los identifican y no tener que recurrir a menudo a sus referencias, el juego cobra otra dimensión y requiere que los jugadores se fijen en los movimientos y la situación de las fichas con habilidades del rival en todo momento.

No siempre usaremos las caras de las fichas con habilidades, ni siempre usaremos el mismo número, ya que el juego nos ofrece una gran personalización de la experiencia para que cada tipo de jugador pueda adaptar el juego a su gusto. A través de nada menos que cinco variantes, el juego puede simplificarse o complicarse y nos permite que las habilidades elegidas sean al azar o bien a través de un draft, modificándose así el control del devenir en mayor o menor medida. ¡Elige la que más se adapte a ti!
En definitiva, un abstracto con una producción excelente y un diseño artístico que, sin conseguir hacerlo inmersivo, lo acerca a un público que no se siente atraído por los peones de colores o la serie GIPF. Un ejemplo de juego sencillo que puede acomplejarse al gusto del consumidor y que, bajo un colorido diseño, nos propone un proyecto que nos asegura horas de diversión sin quemarse con el uso, dado que la estrategia y profundidad son suficientes para mantener nuestra atención. Un juego en el que, como veréis, las victorias estarán reñidas cuando los rivales controlen las sencillas mecánicas y todo dependerá de donde coloquemos nuestras fichas y qué puntos estemos, de algún modo, otorgándole a nuestro compañero de juego.
PUNTOS POSITIVOS
- Abstracto visualmente atractivo: cosa que servirá de atractivo para muchos. El trabajo de Opperer es magnífico y consigue transmitir la vitalidad del Día de Muertos en un juego que, sin ser inmersivo, transmite en cierta manera el tema que nos propone.
- Personalizable como pocos abstractos: con cinco variantes a escoger. Se trata de un punto a favor ya que permite simplificar o hacer más complejo el juego, así como añadir cierto azar o huir de él a la hora de elegir los personajes con habilidades.
PUNTOS NEGATIVOS
- Difícil de encontrar en tienda nacional: con los gastos adicionales que esto conlleva. No es una editorial con una gran proyección en nuestro país y habitualmente eso obliga a comprar en Alemania. Si os sirve de ayuda, tenéis un código de descuento que nos ofreció la editorial por haber ayudado en la traducción.
Este juego ha sido cedido por Mücke Spiele para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!
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