Por fin llega el día. Llevamos unos días haciendo el tonto por el país germánico, visitando Düsseldorf y Colonia, pero todo eran preliminares para el momento que ha llegado hoy: el SPIEL ’17. Aun recuerdo hace años cuando pensábamos: «¡tenemos que ir a Essen!» y ahí quedaba la cosa, en un proyecto mal definido. Hace un año nos dio por escribir lo que nos parecían los juegos en un blog y las ganas de visitar esta feria se han ido agrandando hasta que se hizo realidad. No puedo contar los hilos que hemos leído de experiencias de otros jugones o fotos en las redes que nos hacían llenar la pantalla de babas.

Por fin estamos en la mayor feria de juegos de mesa del mundo. Esa en la que se presentan más de mil proyectos y una infinidad de editoriales se presentan a lo largo de seis inmensos salones. ¿Será suficiente haber creado horarios para intercambiar unas palabras con la mayoría de editoriales? ¿Gustarán las chapas del blog que hemos fabricado para la ocasión? ¿Estableceremos colaboraciones a largo plazo para poder diseminar más proyectos en nuestro pequeño blog? Empieza la prueba de fuego. Con tal infinidad de editoriales y proyectos nuevos, el margen de tiempo para cada stand es escaso, sobre todo si queremos reservar unas horas para tomar unas cervezas con las figuras lúdicas más relevantes de nuestro creciente panorama nacional. Seis halls y solo cuatro días así que, haciendo caso omiso a la aritmética, partiremos como podamos y cambiaremos entre salas para poder hacerle cuatro preguntas a aquellos que tienen las agendas más apretadas que nuestras maletas en el viaje de vuelta. ¿Nos acompañáis?

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Puerta Sur. Día 1. A una hora de la apertura.

Se agradece, de entrada, contar con aliados de nuestro mismo país en este territorio desconocido. Los compañeros de Fase de Mantenimiento, Descubriendo Juegos y El Dado Único por compartir su sabiduría y servir de lóbulo frontal para evitar que compráramos más juegos los días previos a la feria. Si abrir un blog ya nos parecía positivo, con estos compañeros de aventura solo podemos echarle más carbón al tren de nuestro proyecto lúdico. ¡Gracias!

Empezamos la mañana probando el Dice Hospital, juego actualmente en mecenazgo en Kickstarter. El juego ya está más que financiado, y no le faltan razones. Un juego de gestión de dados inspirado en un hospital.  En el juego contratamos personal sanitario, enfermeras y médicos, que nos servirán de clásicos trabajadores para poder desplazarnos por distintas salas, que iremos ampliando como buenos gestores, y trataremos el máximo de pacientes posibles. No representa precisamente el sistema sanitario que nos cubre en este país, por lo que si las salas de espera se llenan, los pacientes más graves irán a la morgue, con los pies por delante. Muy buena pinta, sin duda alguna, con cierta estrategia y sin una duración exagerada. Sin duda, me da penilla no ver un psiquiatra o una ginecóloga entre los especialistas, pero lo hemos disfrutado como inicio de nuestra experiencia.

Mientras montaban la mesa, no perdimos el tiempo y, aparte de adquirir inesperadamente el BIOS: Megafauna, pues echamos un vistazo al siguiente proyecto de Ion Game Designs. Se trata de Expedition Zetta. En el juego viviremos la era de los espacios interestelares y deberemos llevar a nuestra facción a la victoria. Representando una de las naciones del juego, incluida España, deberemos elegir un grupo de exploradores e ir adquiriendo las tecnologías necesarias para viajar por las estrellas. Lo impactante del proyecto es que el autor ha conseguido diseñar un sistema de creación de sistemas solares prácticamente infinitos. A base de tiradas de dados y cartas, podremos conformar sistemas muy variopintos y que, con un sistema de nombres y números, podremos apuntar y compartir nuestro set up para que nuestros amigos jugones puedan recrear nuestra partida. En el juego buscaremos vida alienígena, poco probable pero muy valiosa, o explotar los recursos de estos planetas. Sin duda, proyecto muy ambicioso pero con unas mecánicas que impresionan de sólidas y que, aunque inspira simulación y seriedad, se aleja del concepto de Leaving Earth (aquí su reseña), juego por el que sentimos devoción.

Pasando por el stand de Gamelyn Games pudimos echar un ojo al Heroes of Land, Air and Sea. El proyecto más sobreproducido de la editorial que, pese a algunos baches en su mecenazgo, ya ha salido a la luz. Aunque no parece que Devir vaya a traer el Tiny Epic Quest, los americanos tienen intención de traer el juego a nuestro país. ¿Le tenéis ganas?

En uno de los rincones del Hall 7 se encontraban proyectos orientales muy a tener en cuenta. Con el minimalismo que les caracteriza, Kikkasai propone un filler de dados con ciertos mecanismos heredados del yathzee, aunque con una interacción interesante, puesto que encontramos una reserva central de la que obtenemos nuestros dados y una reserva de «devoluciones» que pueden ser usadas por los contrincantes, por lo que soltar un dado puede desencadenar la victoria de un rival. Sencillo pero bonito, con ciertas ideas originales y que mantiene la interacción que otros juegos con pantallas de jugador e información oculta carecen.

En la sección de juegos japoneses pudimos echarle un ojo al Iberian Rails. Un juego de trenes inspirado en nuestro país que mezcla la especulación y la construcción de rutas de una forma bien resuelta. Sin poder profundizar más en el tema, hemos podido comprobar como los que se sentaban en la mesa acababan llevando a cabo más de un par de turnos y que la atención se tiene que mantener durante toda la partida. Las rutas irán creciendo, pero no seremos nosotros los que controlemos cada uno de los colores, sino que iremos adquiriendo acciones de las distintas compañías, mientras que vamos recorriendo ciudades icónicas de nuestro país.

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Big Fun Games presentaba Medical Frontier, un juego que nos atraía tanto por el tema tan cercano a nuestra profesión, como por la expectativa generada en nuestro país, con algún preorder abierto desde hace un par de meses. Se trata de un juego con un sistema de acción basado en gestionar puntos, con los que deberemos investigar y desarrollar nuevos fármacos. Sin ser el juego más inmversivo, se maquilla bien un sistema de set collection que, sin querer equivocarnos, parece que funciona.

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MOAIDEAS ya había agotado el Mini Rails, un juego de trenes bien diferenciado del juego anteriormente descrito. Aun así, teníamos una copia asignada para que podamos reseñarlo en el blog. En cuanto a sus nuevos proyectos, hemos podido adquirir tanto el Tulip Bubble, juego que no falta en ninguna bolsa de compras de los asistentes a la feria, como el Liberatores. Este juego tiene varios factores que nos atraen de sobremanera: se trata de un juego con deducción, roles ocultos y negociación. Si a eso le añadimos una ambientación inspirada en la conspiración contra Julio César, creemos que puede ser un potencial éxito en nuestra mesa. Os lo contaremos en unas cuantas semanas.

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No podíamos seguir nuestro recorrido sin parar en el stand de Zacatrus. ¿Quién puede negarse a unas palomitas y unas rondas al Spoilers? La nueva entrega, aunque standalone, propone dos modos de juego y simplifica la propuesta de su proyecto original. Tiene sus detractores, pero después de jugar a Spoilers siempre nos quedamos con ganas de ver las películas que aparecen en él.

En Jeux Opla queríamos probar L’Emperour, un juego familiar que nos ganó por sus meeples de pingüinos. Un proyecto sin muchas pretensiones, que se inspira en el conocido documental de los pingüinos emperador. La sorpresa nos la llevamos al cambiar de mesa, cuando nos mostraron Le Bois des Couadsous! El propio editor refería que, este juego del mismo autor que Quarto, era su gran hit. En efecto, un juego de memoria y que incita al dinamismo puede ser ese filler perfecto cuando cae la madrugada y nos queda por echar una partida a un Splotter (por cierto, el Food Chain Magnate ya está agotado).

Al pasar a saludar a los compañeros de Second Gate Games decidimos echar un par de partidas a Kitty Paw. No es una novedad, pero sin duda es un juego a tener en cuenta ahora que nos lo pone tan accesible su distribución nacional. El juego cuenta con distintos grados de complejidad, por lo que sin duda podemos jugar con los peques y dejar el modo más complejo cuando quedamos los más jugones. Rapidez y el atractivo de los gatitos hacen de este juego de agilidad visual un producto interesante.  Por otra parte, sus turnos simultáneos, nos hará mantener la atención de forma constante. Aprovechando la incursión, los compañeros de la editorial nos introdujeron Monster Land, el juego que se encuentra actualmente en campaña. Se trata de un juego medio, tirando a durillo, para los que temen que el juego se quede en poca cosa. Los dados serán nuestros trabajadores, haciendo uso de los valores de los mismos para algunas acciones. Con ello iremos a cazar, o tal vez vencer a monstruosas criaturas, para lo que deberemos ir mejorando nuestro clan. Un sistema de gloria hará que solamente ciertos aliados quieran unirse a nosotros, necesitando mejorar nuestra reputación antes de alistarse a nuestras filas. ¡Muy interesante!

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Carthago, de Game’s Up, es un proyecto al que le tenemos especial cariño. Se trata de una reedición de un juego de nombre homónimo, pero con cambios sustanciales que mejoran una idea que no encajaba tan bien como debería. Ahora encontramos un juego con un motor de acciones en forma cartas. El juego nos propone convertirnos en un buen comerciante en la ciudad que da título al juego y hacernos un hueco en el Gremio de Mercaderes. Con buenos contactos en los puertos y con protección en el astillero de barcos de guerra, estaremos un paso más cerca de la victoria. Hemos tenido el honor de traducir el juego para la editorial, y no solemos trabajar con proyectos que no nos entusiasman. La edición nueva nos propone un modo para dos jugadores que, aunque no le hace brillar en todo su esplendor, sí que funciona para esas tardes más íntimas. Esperamos que pronto pueda adquirirse en nuestro país.

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De GreyFox Games pudimos ver el sencillo mecanismo de Harvest Dice. Un juego de roll&write con más aderezo del que inicialmente podemos apreciar. El mecanismo central de gestión de dados deja cierto espacio para las decisiones. Aunque mantenga su corte familiar, una pequeña variante añade una acción adicional para el simpático cerdo, por lo que sin aumentar el peso del juego sí que aumenta su complejidad para alejarlo del mero tiradados. Su precio y su simpatía lo hacen un filler a tener en cuenta, con potencial distribución en nuestro país si la cosa sale bien. ¿Os gustaría verlo en España? Por nuestra parte, os prometemos una reseña del Champions of Midgard, un juego con ilustraciones de Victor Pérez Corbella y un worker-placement un tanto distinto.

Pudimos intercambiar unas palabras con Daniel Hadlock, el mandamás de TMG. Entre sus novedades, encontramos propuestas para todo tipo de públicos. Mientras que Pioneer Days es un juego familiar con una producción tan atractiva como el encubierto Scoville que echamos de menos en nuestro país, Exodus Fleet se trata de un juego más serio y de mayor peso. Harvest, de caja mediana, nos propone un juego de cultivos con una presentación simpática y una mecánica ciertamente temática. Sin duda, la agricultura vuelve a despuntar en los temas de juegos actuales.

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Los tres juegos nuevos y, en el fondo, el simpático Daniel con su predisposición para explicarte todo lo que nos intrigaba.

En Pioneer Days tomaremos el rol de los pioneros americanos que deben superar, en sus poco seguras caravanas, una gran cantidad de peligros que sortear. Con una mecánica de gestión de dados que nos ayudarán a tomar las distintas acciones, deberemos elegir qué dado queremos dejar en la mesa ya que, si nadie lo toma, desencadenará un evento concreto. A las habituales decisiones de qué acción nos compensa más, debemos añadir ahora la decisión de qué evento nos perjudicará menos al final de la ronda.

En Exodus Fleet encontramos un tema intrigante, ya que en el cono del éxodo tras la destrucción de un planeta, deberemos adquirir los recursos más básicos en encarnizadas subastas que serán indispensables para subsistir. Un juego medio tirando a duro que propone subastas en un ambiente poco habitual.

Por último, Harvest es otro juego familiar en el que los jugadores deben cuidar sus huertos. El riego y la fertilización mediante una resultona, aunque poco innovadora mecánica de colocación de trabajadores. Sin duda, impresiona de otro juego de TMG que funciona correctamente y que se produce de forma elegante, sin sorprender demasiado ni revolucionar el género.

Paseando pudimos ver alguna de las múltiples reediciones del Modern Art de Knizia, en motivo de su aniversario. De forma opuesta a la propuesta de Oink Games, encontramos la edición de DiceTree Games. Si hablamos de sobreproducción, esto va a ser un referente en un futuro inmediato, puesto que el juego se presenta en el primer trimestre del 2018. Un juego que funciona pero que, con la excusa de su aniversario, va a fraccionarse de forma preocupante, con ediciones claramente desproporcionadas. Personalmente, la propuesta de Oink es más atractiva, aunque no muestre obras de arte de grandes dimensiones.

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Aporta Games nos trae un sistema de juego. Hay que prestar atención a estos proyectos. No puedo negar que Decktet es, para mí, un sistema fabuloso que me ha generado horas de diversión, por lo que esta pequeña caja verde nos llamaba la atención. En Green Box of Games se nos presenta un complejo sistema compuesto por losetas y cartas. Las cartas cuentan con un sistema de colores, números y fondos. Las losetas, por su parte, cuentan con un sistema de colores y símbolos, los cuales cuentan con cierto nivel de abstracción, por lo que son usados como distintos objetos u acciones. Nos interesa seguirle la pista a ese proyecto, que ya cuenta con una gran comunidad detrás, por su gran variedad de juegos que permite generar un sistema tan completo.

Pleasant Company es una editorial a la que tenemos un rincón en nuestra ludoteca. Todos sus juegos, al menos por el momento, incluyen dados. Ya sea en forma de gestión de dados, o algo más cercano al push-your-luck, sin duda saben usar los dados sin que el azar se lleve la experiencia por delante. Su nueva propuesta, Konja, mama mecanismos directamente del Ancient Terrible Things. No os preocupéis, los juegos no se solapan, sino que aprovecha el sistema de adquisición de recursos del mismo, y simplifica el desarrollo de la partida. Lejos de simplemente destilar el juego, se nos propone un proyecto más encarado al duelo entre dos jugadores, número exclusivo de participantes, presentándonos acción directa con una interacción moderada. Como siempre, las ilustraciones de Rob mantienen su estilo propio y agradable y una producción excelente.

Sami Laakso ha abandonado sus Dale of Merchants (aquí su reseña) para presentar un proyecto muy distinto. En Dawn of the Peacemakers se hace gala de la originalidad del autor, que ilustra y diseña el juego, para proponernos un wargame en el que debemos evitar la guerra. La propuesta cooperativa no acaba ahí, sino que el autor ha ideado un sistema en forma de campaña, basada en doce capítulos, que nos permite ir progresando. Hay cartas que se irán abriendo durante el avance, al más puro estilo legacy, pero dejando bien claro que no romperemos ningún componente del juego, aunque haya cartas que se eliminen de la partida. Hay que seguir la pista a este juego de un autor que ha mostrado buenas intenciones en sus dos juegos anteriores y que nos propone un juego antibelicista muy atractivo y con unas ilustraciones que mantienen la calidad del Valle de los Mercaderes.

En Cogitate Games teníamos una parada obligatoria. Tilting at Windmills nos propone encarnar a Don Quijote y Sancho Panza en una propuesta sencilla y ligera. Un juego de cartas que cuenta con dos modos de juegos, uno realmente sencillo y un segundo algo más completo, en el que el juego variará en función de dónde y cuándo se crucen ambos personajes. Mientras que Sancho quiere interrumpir al alocado de Don Quijote, éste pretende mantener su cruzada contra los imponentes molinos. Un juego que, si no fuera por el tema, no nos hubiera atraído demasiado. Por otra parte, los chicos de Cogitate nos mostraron Forrestaurant, un juego de palabras que titula un juego ambiguo en su apariencia. Sin duda, al verlo pensamos en un juego de corte familiar, aunque ya nos advirtieron de que no es nada sencillo de superar. La propuesta cooperativa nos propone regentar un restaurante en medio de la naturaleza en el que asistirán todo tipo de animalillos. ¡Cuidado! Perderemos estrellas si las cosas no funcionan bien, y para que funcionen bien debemos servir la comida de forma rápida teniendo en cuenta el gusto de los depredadores y su apetencia por la carne. No olvidéis que en el bosque hay animales depredadores de otros, por lo que no deberíamos sentarlos en mesas contiguas si no queremos que el nivel de estrés empiece a subir de forma preocupante.

Le prometí una cerveza a César, de Looping Games, por lo que nos acercamos a saludar a todo el equipo. El éxito se olía en el ambiente, ya que prácticamente han volado los ejemplares que han traído a la feria. Tanto el 1920: Wall Street, con su propuesta de juego bursátil, como su party de palabras Password Express, están funcionando especialmente bien y pronto os traeremos nuestras impresiones, que adelantamos que son ampliamente positivas. Pese a los quilos de arte que han vendido en una sola jornada, Pedro Soto seguía con lápices en mano, dejando preciosas contraportadas en las cajas del 1920. ¡Fue un placer poder saludar a unas personas tan maravillosas!

No fue tan bien para los chicos de 2Tomatoes. Aunque el Peak Oil (aquí su reseña) iba vendiéndose a buen ritmo y las montañas disminuían, han tenido un problema con la distribución del Upstream. El juego de los salmones siempre tenía interesados sentados alrededor de la mesa que, para su sorpresa, se encuentran con un juego más estratégico de lo que cabría esperar con un tema suficientemente implementado. Del Peak Oil, aunque ya dejamos nuestras impresiones, repetimos que se trata de un tema muy distinto para tratar el uso del crudo en la época actual con un arte de Heiko Günther que entra por los ojos de forma instantánea. No dejéis de probar este worker placement con una mecánica de forzar nuestra suerte con el uso de los cubos en la bolsa muy original.

Antes de que nos echaran del recinto pudimos echarle mano a la edición de Klask para cuatro jugadores. Aunque la producción se llevará a cabo en 2018, hemos podido probar una versión prácticamente definitiva del proyecto. Sin duda alguna, una buena noticia para los amantes del Klask original. Para un amante del Carrom como yo, aunque sea sencillo en sus reglas, Klask me ofrece la destreza y la ligereza suficiente para poder tolerar varias partidas sin cansar a ninguno de los participantes. El BONK, por su parte, aunque tolera de 2 a 4 jugadores, nos ha parecido una propuesta poco adecuada si queremos disfrutarlo en pareja, aunque es un juego que puede funcionar a su número máximo de jugadores. No os esperéis la frescura del Klask, pero puede funcionar para jugadores que disfrutan con los juegos de habilidad.

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¡Y ya hemos superado la primera jornada! Ahora solo queda destroquelarlo todo para aligerar el peso de nuestra maleta y empezar a probar las recientes adquisiciones. Os dejamos una foto del botín provisional, ¿cuál es vuestro preferido?

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Mañana más y mejor, cambiando de Hall y dando por vista la inmensa sala 7. Esperamos que el Hall 3 nos depare tantos buenos lanzamientos y gente tan entusiasmada por los juegos de mesa como los que acabamos de encontrar. ¡Buenas noches!