Hoy traemos una pequeña joya finlandesa: Dale of Merchants.

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Con motivo del lanzamiento de la segunda parte de este juego, autojugable y combinable con el que hoy analizaremos, hemos conseguido traer el juego de Sami Laakso, que curiosamente es diseñador del juego a la vez que el artista del diseño y las ilustraciones. Sin duda Laakso ha hecho un juego personal, denotando ser un artista de lo más completo. Se trata de un juego de cartas de 2 a 4 jugadores, a partir de 10 años y con una duración contenida de una media hora, aproximadamente.


¿DE QUÉ VA?

En Dale of Merchants tomamos el papel de mercaderes que pretenden montar su expositor de mercancías antes que el resto de tus rivales. ¡El primero que tenga listo su puesto en la plaza mayor será el ganador!

Se trata de un juego de cartas en el que mezclando distintos mazos que formarán una baraja común, podremos ir modelando la experiencia de juego al gusto de los jugadores. En definitiva, un juego con mecánicas de deck-building con toques originales y frescos.


¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?

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La pequeña y colorida caja del juego contiene:

  • 6 sets de animafolks:
    • Los enérgicos guacamayos escarlatas.
    • Los gigantes pandas negociadores.
    • Los norteños mapaches ladrones.
    • Las acaparadoras ardillas voladoras.
    • Los afortunados ocelotes.
    • Los adaptativos camaleones.
  • 20 cartas de trastos.
  • 1 tablero reversible de mercado.
  • 1 dado de ocelote, personalizado.

Como veis, los componentes, sin ser muy variados, contienen un buen conjunto de mazos que podremos ir mezclando, como veremos más adelante, para cambiar la experiencia de juego. Las cartas, coloridas como pocas, y con ilustraciones simpáticas de la mano del propio diseñador, tienen una buena calidad, así como el dado rojo personalizado.


¿CÓMO SE JUEGA?

Para empezar una partida, deberemos elegir tantos mazos de Animafolks como jugadores seamos, más uno. De ese modo, si somos dos jugadores, serán tres los mazos a incluir, por lo que hay varias combinaciones posibles. Estos mazos, además de diferenciarse por colores y por los animales que representan, incluyen mecánicas muy distintas entre ellos: los ocelotes añaden azar usando un dado, mientras que, por ejemplo, los mapaches ofrecen enfrentamiento directo para quien así lo desee. Una vez elegidos los mazos debemos coger una carta de valor 1 de cada uno de los mazos incluidos y completar hasta 10 con cartas de trastos. Los trastos son cartas de valor ínfimo, las típicas que durante la partida intentaremos borrar de nuestro mazo para aumentar el valor de nuestra mano.

Tras esto, barajamos los mazos de cartas y lo colocamos cerca del Tablero del Mercado. Sobre él, iremos disponiendo de cartas disponibles para su compra. Como en la vida misma, las cartas que no se compren se irán desplazando hacia la derecha, por lo que devaluará su valor (desde +4 a 0) que deberá ser sumado al propio de la carta.

Como no podía faltar, os comentamos brevemente la anatomía de una carta:

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Aquí tenemos una carta del mazo de los Ocelotes, un mazo que genera azar usando el dado en muchas de sus cartas.
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En la parte superior izquierda veremos información muy relevante: El número nos indica el valor de la carta, tanto para comprarla en el mercado como para montar las columnas de nuestro puesto del mercado. Debajo podemos ver el icono del mazo al que pertenece, por si el color rojo no fuera suficiente. Por último, la cruz de abajo nos indica que si la usamos como técnica nos permitirá hacer una acción extra en nuestro turno.
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Bajo la genial ilustración de Laakso, tenemos el texto de la acción que ofrece la carta. Habrá acciones pasivas, que no requieren que descartemos la carta, y otras, como ésta, llamadas técnicas, que se llevarán a cabo si usamos la carta para ello.
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Por último, pero no menos importante, tenemos un icono en la esquina inferior derecha de la ilustración. Este icono indica que pertenece a la primera entrega de Dale of Merchants. ¡Ya pensaban en una segunda entrega!

 

El turno se divide en las siguientes fases:

  • Fase de acción, en la que haremos una de las siguientes acciones:
    • Comprar una carta del Mercado.
    • Usar una carta de la mano para llevar a cabo su técnica.
    • Construir tu puesto del mercado, añadiendo una  o varias cartas.
    • Hacer inventario de nuestros productos, descartando cartas de nuestra mano.
  • Fase de limpieza, en la que llevaremos a cabo lo siguiente:
    • Robaremos hasta tener 5 cartas en la mano.
    • Rellenamos los huecos en el tablero del Mercado.

En resumen, los turnos se basan en realizar una única acción y reponer nuestra mano y el mercado, por lo que el entreturno no debería, en principio, extenderse demasiado. La agilidad, en nuestras partidas, ha sido perceptible, aunque la acción que vayamos a tomar nos puede llevar algo más que unos segundos, ya que casi siempre dispondremos de una carta con una técnica que nos permita combinar con otra y, en definitiva, encadenar un conjunto de demoledoras acciones. ¿Qué sería de un deck-builder sin combinaciones rotundas?

El objetivo del juego es montar un puesto frente a ti, en el que exponer todos tus productos. Para ello, iremos montando columnas de productos con valor ascendente. De ese modo, la primera columna requerirá una carta de valor 1, mientras que la siguiente necesitará cartas que sumen, entre ellas, el valor 2. No podemos vender trastos en nuestro puesto ni agrupar productos de diferentes mazos en una misma columna, ¡quedaría fatal! El primer jugador que monte la octava columna, con una suma de cartas por valor de 8, será el ganador, puesto que habrá demostrado ser el mejor mercader y preparar su mercancía de forma rápida y elegante.


¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?

Es un juego que requiere un espacio contenido.

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Situación a media partida de dos jugadores. Como no podía ser de otra manera, Laura va ganando, pues ya tiene su tercera columna del puesto del mercado, con cartas por valor de 3.

Cada jugador necesita frente a él una zona para crear su puesto en el mercado, así como su mazo y su descarte. Fuera de ahí, necesitamos un lugar donde colocar el mercado, del que iremos comprando cartas para añadir a nuestro mazo.


¿QUÉ ME PARECE?

Dale of Merchants es un deck-builder fresco y variado.

Algunos podréis pensar que no incluye ninguna mecánica nueva ni revolucionaria a la tónica habitual de ir agrandando nuestro mazo y luego descartar las cartas más flojas para combinar las restantes. En parte, éste juego nos ofrece esto, pero con algún añadido.

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Para empezar, Dale of Merchants me recordó a Valley of the Kings de Tom Cleaver. En ambos, las cartas debemos enterrarlas en algún lugar para poder ganar la partida. Es decir, una buena carta, con una buena habilidad especial, será poderosa en el mazo, pero sin colocarla en nuestro puesto del mercado no conseguiremos la victoria. Por ello, un punto importante del juego es elegir cuando nos interesa desterrar esa carta, sacrificar su habilidad especial, para acercarnos a la victoria un paso más.

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Además, el juego  nos ofrece una variedad importante a la hora de montar una partida. Casi podríamos definirlo como un juego modular, ya que cada set de cartas nos ofrece una sensación muy diferente al resto. De ese modo, dependiendo del grupo de jugadores con el que estemos en la mesa podremos crear una experiencia adecuada a nuestras preferencias…o al azar. Esa versatilidad me parece un punto positivo a tener en cuenta, que diferencia a este juego de muchos otros.

Por si fuera poco, y por si los seis sets de cartas se nos quedan cortos, Sami Laakso ya ha creado una segunda parte de este magnífico juego que, aunque es autojugable, puede combinarse con el que hoy reseñamos. Como podéis suponer, las combinaciones son numerosas y los combos que pueden idearse son difíciles de contar con los dedos de los pies. Es un ejemplo de juegos que, sin plataformas como Kickstarter, no hubieran salido a la luz. Tras una primera parte con gran aceptación, han deseado seguir apostando por el mecenazgo como forma de financiación y, en esta segunda ocasión, les ha salido muy bien, dejando claro que hay seguidores detrás que han sabido ver las bondades de Dale of Merchants y que confían en que esta segunda entrega mejore aún más los mazos ya presentados.

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No podría acabar sin hablar del manual, con una redacción muy clara y algunas notas que nos demuestran que el tema de los mercaderes está implementado con cariño. Veréis citas de porqué no podéis vender trastos o como, obviamente, no podréis usar las habilidades de las cartas que ya tenéis en vuestro puesto en exposición ¡no está bien visto vender productos usados!.

Es por esto que, si os gusta la mecánica de crear mazos, aquí tendréis un juego que refresca este tipo de juegos, dándole una leve vuelta de tuerca, con un tema bastante bien implementado. Un juego que no usa difíciles reglas, sino que da barra libre a la ideación de combinaciones con las cartas perfectamente ilustradas por el diseñador del juego. Sin duda, la aceptación que ha tenido este juego es merecida, y su segunda parte, con una campaña exitosa, es una muestra de ello.

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PUNTOS POSITIVOS

  • Deck-building fresco: se agradece algo distinto en esta mecánica tan explotada.
  • Versátil: es el adjetivo que más lo define, pudiéndose combinar los mazos de diversas maneras, sobre todo en partidas a pocos jugadores, dándole sabores muy distintos a la experiencia.
  • Simpático en diseño: el creador del juego solo puede tratarse de un gran artista si ha sido capaz de idear y dibujar todo el material del juego. ¡Vale la pena recordarlo!
  • Duración justa: es uno de estos juegos que no deja sensación de filler pero no dura como un Splotter. Ya sabéis lo que me gusta tener juegos que den tiempo a una revancha.

PUNTOS NEGATIVOS

  • En inglés: desgraciadamente, Dale of Merchants aun no ha sido traducido al idioma de Cervantes. Las cartas no requieren un nivel demasiado alto, pero echará para atrás a más de uno.
  • Menos versátil a más jugadores: si jugamos al número máximo de jugadores solamente dejaremos fuera uno de los mazos, por lo que la sensación entre partidas no cambiará tanto como en partidas en pareja.

Este juego ha sido cedido por Snowdale Design para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.