De nuevo volvemos con un producto de Grail Games. En esta ocasión se trata de una reedición de un clásico: Medici de Reiner Knizia.
El juego ha sido diseñado por el archiconocido matemático Reiner Knizia (Tigris&Euphrates, Ra, Samurai, Exploradores y quinientos juegos más) e ilustrado de forma magistral por Vincent Dutrait (Robinson Crusoe, T.I.M.E Stories, Lewis&Clark…). El juego puede disfrutarse de 3 a 6 jugadores, con una variante para dos jugadores, a partir de 10 añitos y una duración aproximada de 60 minutos, con gran influencia del número y tipo de jugadores.
¿DE QUÉ VA?
En el juego debemos usar nuestra pericia para comprar al mejor precio los lotes de bienes que se subastan en el mercado. Tras esto, iremos enviando nuestras mercancías con nuestros barcos para sacarle el mayor beneficio a nuestro negocio. Ser el mayor exportador de cualquiera de los bienes que se manejan nos dará más ganancias, puesto que los compradores confiarán en nuestras mercancías.
En definitiva, Medici es la mecánica de un juego de subastas reducido a su esencia. Un juego corto donde se compran lotes de cartas y se venden, a posteriori, para hacernos subir en la escala de cada uno de los bienes.
¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?
La gruesa y colorida caja contiene:
- 1 tablero para llevar la cuenta del dinero y las ventas.
- 36 cartas de los distintos bienes: tela, pieles, grano, colorante y especias.
Cada mercancía tiene los valores 0, 1, 2, 3, 4, 5 y 5. Hay una única carta de oro con valor 10 que no corresponde a ninguna mercancía. - 6 tableros de barco, uno para cada jugador.
- 2 tableros pequeños para añadir a los barcos en su variante para dos jugadores.
- 36 contadores de juego, seis para cada uno de los jugadores posibles.
- 5 contadores rojos para puntuar los distintos bienes.
- 2 contadores azules para marcar la ronda de juego.
- 6 cartas de ayuda.
- 1 token de jugador inicial.
Vale la pena decir que los componentes tienen una muy buena calidad. Todo lo construido en madera tiene cierta personalización, incluyendo escudos para los distintos jugadores así como un token de jugador inicial de gran tamaño. Las cartas, por su parte, tienen unas dimensiones contenidas pero cuentan con una impresión notable y unos colores muy agradables. El tablero de cuatro alas es grueso y con una impresión fina y vistosa. De nuevo, el reglamento no viene en nuestro idioma, aunque no hay ningún componente que nos limite a jugar en español.
¿CÓMO SE JUEGA?
Medici se juega en solamente tres rondas de juego. Para preparar la partida, deberemos elegir un color por jugador. Tras esto, obtendremos un tablero de barco con espacio para cinco cartas y seis marcadores. Estos marcadores nos servirán para indicar nuestro capital actual, que a su vez será lo que nos permitirá comprar bienes y ganar al final de la partida, y también nos indicará nuestra posición en cada una de las ventas de las cinco mercancías.
Dependiendo del número de jugadores, empezaremos con un capital de 30 o 40 florines. Para preparar una ronda, de las 36 cartas de mercancías que incluye el juego, retiraremos unas cuantas sin conocerlas. De esta manera, pese a conocer la distribución de cartas tal como nos indica la carta de ayuda, no sabremos con certeza cuales de ellas están fuera del mazo y jamás aparecerán en un lote de subasta.
Tras elegir un jugador inicial, que usará el grande y amarillo token, empezaremos a jugar una serie de turnos hasta finalizar la ronda.
SELECCIONAR EL LOTE PARA LA SUBASTA
El jugador activo levantará cartas del mazo de mercancías. Puede levantar un mínimo de una carta y hasta un máximo de tres. Todo lo que se revele pasará a formar parte de la subasta de este turno.
SUBASTA DEL LOTE
Todas las cartas que haya revelado el jugador activo se subastan como conjunto y no pueden dividirse. Empezando por el jugador a la izquierda del jugador inicial, todos los participantes tendrán una única oportunidad de ponerle un precio al lote. El precio mínimo debe ser de 1 florín y cualquier jugador debe superar la puja anterior o, en su defecto, pasar. El jugador que ha revelado el lote será el último en pujar.
CARGANDO LOS BARCOS
El jugador que haya pujado la mayor cantidad de florines será el ganador de la subasta y deberá cargar las cartas en los espacios de su barco. El ganador deberá restar la cantidad de dinero apostado en el marcador de florines del tablero central. Jamás podremos apostar una cantidad superior al dinero que tenemos actualmente, ¡no podemos deber nada a nadie!
OTRAS REGLAS:
- Cuando se compra un lote de cartas, este deberá cargarse por completo a nuestro barco, sin dividirse ni descartarse parte del mismo.
- No podremos cargar más cartas de las que nuestro barco puede soportar. Solamente podemos cargar cinco cartas en el barco, o siete si jugamos a dos jugadores.
- Ni siquiera podremos apostar para un lote que excede la capacidad de nuestro barco. Si el lote no cabe en nuestro espacio restante, debemos pasar irremediablemente.
- En tu turno puedes revelar un lote que no puedas contener en tu barco si lo deseas. Aun así, al menos un jugador deberá poder cargar el lote que ha sido revelado.
- En el momento que un jugador llene su barco, su día acabará para él y no podrá seleccionar nuevos lotes o comprar nuevas mercancías.
- Ningún jugador podrá ganar una puja con una apuesta de cero florines. Al menos un florín debe ser apostado. Si todos los jugadores pasan del lote expuesto, las cartas serán descartadas.
FIN DEL DÍA
Cuando todos los jugadores menos uno hayan llenado su barco, el jugador que tenga espacio en su barco deberá llenarlo con las cartas superiores del mazo de mercancías. Estas últimas mercancías son gratuitas, pero no podrá elegir si quedárselas.
El día también puede verse finalizado si se acabara el mazo de mercancías. En ese caso, más de un barco zarpará vacío o a media capacidad. Este caso puede darse si se descartan muchos lotes sin ningún interesado que puje por ellos.
PUNTUAR EL DÍA
Tras acabar el día, los jugadores deben sumar los valores de todas sus mercancías, sin importar qué tipo de bien contenga. Así podremos calcular el valor de su barco.
Dependiendo del número de jugadores, el jugador con el barco más valioso sumará una cantidad de florines a su capital. A cuatro jugadores, por ejemplo, habrá un beneficio para el segundo y tercer lugar.
Ahora debemos sumar las ventas de cada una de las cinco mercancías del juego. Para ello, debemos contar cuántas cartas, que no el valor de las mismas, tenemos en cada uno de los bienes. Por cada carta del bien correspondiente se subirá un peldaño en el marcador del mismo.
Tras esto, y de nuevo dependiendo del número de jugadores, se sumarán florines al jugador que vaya en cabeza según indique la ayuda rápida que nos ofrece el juego para cada jugador:
Tras haber puntuado el día, debemos pasar el token de jugador inicial a la persona que tenga el menor capital.
Retiraremos uno de los indicadores de ronda azules del centro del tablero (con la flor de lis) y barajaremos de nuevo el mazo de cartas, incluyendo las retiradas al inicio de la ronda. Tras esto, retiraremos de nuevo el número de cartas del mazo como indique por el número de jugadores.
Al acabar las tres rondas, el jugador con mayor cantidad de florines se coronará vencedor.
¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?
El juego se centra en el tablero central, en el cual iremos anotando nuestro dinero y nuestra posición respecto a las distintas mercancías. Fuera del mismo, necesitamos espacio para nuestros tableros de jugador y una zona donde mostrar las cartas de los distintos lotes que pasarán a subasta.
¿QUÉ ME PARECE?
Medici es un Knizia en toda regla: un juego de mecánicas matemáticas y estadísticas en estado puro que exprime y pule al máximo lo que pretende sin entrar en complejas mecánicas que abrumen al jugador.
Hablando de Knizia, debemos tener en cuenta que hay dos grandes grupos de personas, los que aman a Knizia y ven que detrás de todos los juegos de categorías y números hay una idea brillante, y los que se quedan con la superficie: Knizia solo es un matemático que sabe controlar con números y colores. Afortunadamente, soy de los primeros y creo que, sin ser un autor que tenga juegos complejos (más allá del abstracto Tigris & Euphrates), sabe presentar mecánicas que no cojean. Su profesión le ha llevado a ver el mundo en binario y todo en distintos cajones, ya sean colores, formas o ambas cosas.
Medici ya era un juego que para muchos definía la mecánica de subasta de una forma pura y elegante. Era un juego sencillo de explicar, con cuatro normas mal contadas y una duración muy escueta. Algo que atraía a muchos jugadores es que el valor de las cosas dependía exclusivamente de los participantes. Así, podía haber partidas donde los lotes se vendieran a precios de risa, o en las que todo fuera extravagantemente caro. Todo vale. En consecuencia, las puntuaciones finales podían variar mucho dependiendo de nuestro grupo. Desde el 1995, es un juego que ha sido venerado por su simplicidad y consistencia, aunque con el tiempo se fue haciendo difícil adquirirlo por temas de producción. Han pasado muchos años, pero Grail Games tomó una iniciativa muy interesante y decidió traernos este clásico con un lavado de cara. Su diseño original no era el más atractivo y el cambio le ha venido estupendamente, aportando un tablero más visual y colorido, así como unas ilustraciones más detalladas de los diferentes bienes. Vincent Dutrait fue el elegido, con muy buen criterio, para poner su pincel en éste y en su versión de cartas que Grail Games sacó al mercado.
El juego incluye una variante para dos jugadores, pero olvidaros de tener una experiencia completa con este añadido. Si bien se agradece, no se logra transmitir lo que las subastas nos suelen inspirar. Vale la pena obtener Medici vs Strozzi, una versión exclusiva para dos jugadores del mismo autor.
Por mi experiencia, no es un juego que enamore desde el primer momento. Parece que, en ocasiones, buscamos mecánicas complejas y reglas especialmente originales, pero no será eso lo que encontremos en Medici ni lo que se puede esperar, por norma general, del señor Reinerio. En su lugar, encontramos unas reglas que pueden traernos a la cabeza un “¿y ya está?”. Efectivamente, ya no hay más que contar, el resto es saber utilizar las cuatro normas para sacar el máximo beneficio a nuestras escuetas tres rondas de juego. Vale la pena dejar a un lado la grandilocuencia de los eurogames de hoy en día y disfrutar de algo sencillo en reglas pero altamente intenso. ¡Nadie puede negar que las subastas generan tensión entre los pujadores! Aquí, de un modo similar, tendremos que valorar el valor de las cosas. ¿Valdrá la pena pujar tanto para, al fin y al cabo, obtener esa cantidad de monedas? No es fácil ni hay nada escrito. No podemos echar una sencilla cuenta del beneficio, puesto que entran los factores de lo que obtendrían nuestros compañeros por la compra de ese mismo lote.
Así pues, creo que Grail Games nos ofrece una buena oportunidad de rescatar un clásico que ya tocaba volver a tener. Un juego sencillo de un autor que no suele fallar, que presenta unas mecánicas sencillas pero bien ideadas. Un juego que variará mucho dependiendo del grupo con quien lo juguemos, ya que el valor del mercado lo ponemos nosotros, como en la vida misma. Un juego corto y con un rango de jugadores suficientemente amplio como para ser jugado a menudo. Un juego en el que la experiencia la hacemos los participantes, sin ser un juego social al uso. Un juego que se ha lavado la cara con aguas cristalinas y Dutrait ha sabido embellecerlo para que entre más por los ojos. Si buscáis un juego que se base exclusivamente en subastas y no esperáis ninguna mecánica innovadora, podéis tener el que probablemente sea el mejor ejemplo de esta mecánica.
PUNTOS POSITIVOS
- Por fin se reedita este gran clásico: no somos pocos los que seguimos a Knizia y conocíamos este juego, pero no podíamos comprarlo. Por fin ha vuelto y tiene un lavado de cara más que apetecible.
- Componentes y arte dignos de ver: de nuevo Grail Games cuida su apartado artístico y sus componentes. No se han privado a la hora de personalizar los tokens y la portada tiene un mimo que le confieren al conjunto mayor apetencia para los que no se sientan ya atraídos por el renombre del juego.
PUNTOS NEGATIVOS
- No es el mejor juego en pareja: aunque incluya un modo para dos, es más un acto de caridad. El juego no funciona como debería y se nota que está exclusivamente ideado para jugar a más jugadores, especialmente a partir del cuarto.
- Se notan los años: hay juegos que no envejecen, pero para mí a Medici se le nota. Se trata de un juego de subastas que roza la perfección, pero no dejan de ser subastas, puras y duras. No encontraréis mecánicas innovadoras ni aderezos. Solo os sentiréis como en eBay.
- El fondo de color de la puntuación no es el más acertado, haciéndose difícil de leer algunos números.
Este juego ha sido cedido por Grail Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!
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