Helvetiq sigue su linea de juegos familiares, cortos y con simpáticas ilustraciones.
Hygge es una caja pequeña con un ingenioso filler para todas las edades de la mente de Saashi.
Diseñador/a: | Saashi |
Ilustrador/a: | Ewelina Proczko |
Editorial: | Helvetiq |
Idioma: | Independiente (incluye español) |
Número de jugadores: | 2-4 |
Duración: | 15 min |
Edad mínima recomendada: | 7+ |
¿DE QUÉ VA?
En Hygge deberemos prepararnos para el invierno. Para ello iremos seleccionando animales y consiguiendo los alimentos y objetos que dichos animales quieren para pasar el frío. Elige bien e intenta que no te sobre nada, o serás penalizado por avaricioso en este sencillo filler.
¿CÓMO SE JUEGA?
Una partida de Hygge se basa en una serie indefinida de rondas, hasta que llegue el invierno, momento que desatará el final de la partida. Llegados a ese punto, deberemos intentar haber acumulado puntos mediante la obtención de animales y sus objetos favoritos.
Dependiendo del número de jugadores, deberemos crear una parrilla de cartas boca arriba en el centro de la mesa. En el mazo restante de cartas, barajadas con las últimas del mazo, encontraremos la carta de ” el invierno se acerca” que hará que la partida termine cuando sea revelada.
En nuestro turno, deberemos llevar a cabo las siguientes acciones:
ROBAR CARTAS
El jugador activo debe elegir una fila o columna del centro de la mesa. Entendemos que la mesa es una parrilla virtual, por lo que se irán creando espacios que no nos impiden robar más cartas si se encuentran en la línea que tracemos para robar cartas.
Los jugadores deben robar todas las cartas de dicha fila o columna, les interesen o no. Inicialmente parece que cuantas más mejor, pero más adelante veremos que tenemos que ser selectivos para no perder puntos por el camino.
Todas las cartas robadas se colocarán, boca arriba, en nuestra zona de juego, frente a nosotros. Estos animales y objetos por ahora no dan puntos.
ALMACENAR PROVISIONES
Opcionalmente, tras robar cartas, podremos almacenar provisiones de las cartas que ya tenemos en nuestra posesión. En Hygge tenemos que almacenar a los animales con los objetos preferidos de los mismos, ya que todo lo que no almacenemos nos restará puntos como veremos más adelante.
Cada animal indica cuantos objetos distintos puede almacenar. Puede almacenar tantos objetos del mismo tipo como desee, por lo que esperar y acumular muchas copias de un mismo objeto. Veamos el ejemplo:
El castor indica en su zona inferior que puede almacenar dos objetos distintos. El color del fondo del animal, verde, indica los objetos preferidos, también verdes. Por suerte, hemos acumulado dos copias de sandalias y una baraja de cartas. Así, como son solo dos objetos distintos, podemos agrupar todas las cartas y colocarlas boca abajo, siendo puntos para el final de la partida.
COMPROBAR LA RESERVA
El paso final del turno es revisar si quedan al menos cuatro cartas en el centro de la mesa. Si quedaran menos cartas, deberemos robar para volver a crear el patrón de la parrilla, el cual depende del número de jugadores, para volver a reponer la situación inicial de la partida.
Al robar nuevas cartas del mazo puede que aparezca la carta de invierno, desencadenando inmediatamente el final de la partida.
Los jugadores tienen un último turno para almacenar una vez o para descartarse una sola carta de su zona de juego.
Ahora solo nos queda puntuar. Los jugadores roban su pila de cartas almacenadas. Los animales no otorgan puntos, pero cada objeto otorga tantos puntos como símbolos de copo de nieve aparezcan en ella. Finalmente, los jugadores pierden un punto por cada símbolo de garra de cada animal que no hayamos almacenado y un punto por cada carta de objeto que no hayamos almacenado.
¿QUÉ ME PARECE?
Hygge es un juego ligero de Saashi que pretende entretener sin grandes complicaciones, algo que cumple con holgura en los pocos minutos que dura la partida, y que su nueva ambientación puede ser motivo de debate para aquellos que disfrutamos del estilo propio de la editorial del autor japonés.
Saashi suele ser motivo de mi interés cuando saca nuevos diseños, especialmente por saber ofrecer juegos con decisiones, sin excederse en reglas complejas y con una temática tan cotidiana como atípica. Así tenemos juegos de ascensores, o de crear álbumes fotográficos, pero Hygge ha sido modificado al editarse por parte de Helvetiq. Mientras que en el juego editado por el diseñador, el tema intenta transmitir ese momento de recoger la casa antes de que lleguen los invitados, la editorial suiza modifica la propuesta y se centra en un estilo de vida danés “hygge” que intenta describir un estilo de vida relajado, basado en el bienestar y la calidez.
Personalmente nos gusta el estilo de Takako Takarai, una ilustradora que suele estar a los pinceles en los juegos editados por Saashi. Aun así, Helvetiq sabe enfocar bien sus productos y darle una continuidad con su estilo familiar, de colores planos y simpáticas expresiones. Dado que el juego ha sido reeditado en una caja pequeña, algo que sí agradecemos, no nos molesta el cambio de estilo ni temática, que al menos mantiene ese punto original.
Mecánicamente, es un juego sencillo y sin complicaciones. La manera de obtener cartas es fácil y ya pone de manifiesto que nuestra decisión más presente será obtener muchas o pocas cartas, ya que cualquier exceso acabará haciéndonos perder puntos. Sobre este robo en línea recta de cartas, solo se añade ese poco exigente timing de almacenar pronto, pero seguro, o esperar a tener más copias de los mismos objetos y así amortizar más la acción de nuestro turno.
La interacción entre jugadores es muy indirecta, solo molestándonos por no saber qué escenario nos dejarán en el centro de la mesa, y por poder tener algún interés común en algún color en concreto. Es por ello que la escalabilidad en Hygge es muy buena, siendo un paseo tranquilo y mayoritariamente solitario.
Helvetiq cataloga al juego como “zen”, un concepto que define bastante bien la propuesta. Es un juego ligero en decisiones y sin presiones excesivas, ya que en muchas ocasiones tendremos una jugada claramente idónea. Esto hace que no sea un juego al que jugar en piloto automático, pero que quiere generar grandes exigencias. Esto puede que a muchos no les interese, pero tiene dos virtudes: puede ser jugado con toda la familia y es muy difícil rechazarlo por su agradable sencillez.
A nivel de producción, las cartas son más que aceptables, contenidas en una gruesa caja, marca de la casa. Este tamaño es ideal para los momentos en los que más brillará Hygge, que es en sobremesas o tras un café en buena compañía, por lo que podremos meterlo en cualquier bolsillo.
En definitiva, Hygge es un filler muy sencillo, con decisiones ligeras y fáciles de determinar, haciendo que sea un juego más agradable que exigente. Una rematización de un título de Saashi que pasa por el estilo artístico de Helvetiq, con unas ilustraciones más simpáticas y coloridas. Quizás no sea el juego más original del autor, pero sigue siendo un divertimento agradable y que por su duración y simpatía, es difícil de rechazar.
Pros
- Un filler de caja pequeña que busca que sepamos gestionar cantidad de cartas y tempos.
- Partidas rápidas y de sencilla preparación para poder disfrutarlo en cualquier momento.
- Una retematización de Saashi que Helvetiq ha traído con un arte distinto y más familiar.
Contras
- Un diseño poco original para lo que Saashi suele proponer.
- Un título con poca exigencia, aunque sea un elemento casi característico.
Este juego ha sido cedido por Helvetiq para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!