Bamboo [Reseña]

Siguiendo la saga Kemushi, en Bamboo tenemos más estética oriental con un peso medio rotundamente sólido.

En Bamboo encontramos una interesante gestión de acciones de lo más interactiva y táctica con un tema bien implementado en el que el equilibrio tiene todo el protagonismo.

---

---

¿DE QUÉ VA? 

En Bamboo deberemos cuidar el bosque, cuidar los brotes del incesante bambú y honrar los templos. Buscando el equilibrio y la conexión con la naturaleza, tendremos que decorar nuestra casa de una forma ordenada que respete el orden y la simetría en un juego que esconde mecánicas originales como su selección de acciones.

---

¿CÓMO SE JUEGA?

En Bamboo cada jugador tendrá una casa que decorar, siguiendo el equilibrio propio del Feng shui y una espiritualidad que mantener, en armonía con el bosque, repartiendo su incienso entre los distintos templos.

En cada partida jugaremos cuatro rondas, en cada una de las cuales obtendremos una barra de incienso adicional que nos permitirá realizar más acciones durante nuestro turno.

Cada una de estas rondas tiene la misma estructura basada en las estaciones del año:

PRIMAVERA

En esta primera fase los jugadores, en orden de turno, reciben beneficios del bosque, permitiendo realizar una acción concreta al recibir las ofrendas. También recibirán una barra de incienso que sumarán en su reserva personal. Como veremos más adelante, el incienso sirve como puntos de acción y nos permiten disputar los distintos templos.

VERANO

En esta fase, en orden de turno, los jugadores deberán elegir uno de los templos, llevar al mismo tantas barras de incienso como brotes de bambú tengan en dicho color y, tras esto, intercambiar el bambú con un ingenioso sistema que emula en incesante crecimiento de la planta oriental.

Lo primero que debe elegir el jugador es uno de los cuatro templos, moviendo su ficha de jugador a la altura correspondiente del borde izquierdo de su tablero de jugador. No puedes acudir dos veces seguidas al mismo templo.

En el ejemplo superior, al haber elegido el templo azul, el jugador deberá, antes de nada, colocar en dicho templo tantas barras de incienso como brotes de bambú tenga en su tablero de juego. En este caso, colocaría tres barras de incienso al tener tres brotes de bambú que, como veremos en breve, le otorgarán tres acciones.

En el templo correspondiente los jugadores deben colocar el incienso por encima de los colocados previamente por otros jugadores, algo que será relevante en los desempates.

En el ejemplo de arriba el jugador verde ha colocado una barra de incienso, por encima de las tres presentes del jugador amarillo. Si quisiéramos poner las barras en alguno de los otros templos, podríamos pagar una moneda por cada incienso que queramos mover a otro de los tres templos posibles. La colocación de dicho incienso nos permitirá ganar habilidades mediante los espíritus del bosque con un sistema de mayorías.

Tras esto, el jugador activo debe colocar sus brotes de bambú del tablero de jugador del color elegido en la zona inferior del tablero central. Cada brote de bambú proporciona la acción que viene ilustrada en su mitad superior, o una acción comodín si presenta una estrella. Tras activar las acciones deberemos deslizar el bambú en las columnas que elijamos, no pudiendo colocar más de dos brotes de bambú en la misma columna, y recibiendo los brotes que sobresalgan por el extremo superior tras empujar los brotes utilizados.

De esa forma los jugadores reciben tantos brotes como utilicen, pero deberán elegir la acción y el color de los brotes que empujarán para poder preparar sus próximos turnos.

Las acciones que nos otorgan los brotes de bambú son cuatro, como podemos encontrar en la mitad superior del bambú:

De izquierda a derecha tenemos las acciones de inversión, cocina, equilibrio y mejora del hogar.

• INVESIÓN: nos permite recibir dos monedas. Dichas monedas no solo nos dejan colocar incienso en templos remotos, sino pagar para obtener mejoras del hogar o reactivar los espíritus del bosque.

• COCINAR: nos permite recibir una ficha de comida del tablero central. Podremos elegir la ficha que queramos, por lo que acudir pronto suele asegurarnos comida de mayor valor.

• EQUILIBRIO: nos permite obtener nuevos patrones que puntuar o puntuar los ya obtenidos en nuestro tablero. Alternativamente podremos ganar un punto de victoria.

Las losetas de equilibrio se dividen en tres columnas, que se relacionan directamente con los espacios de nuestro hogar. Las columnas laterales nos exigen una serie de patrones en el lado correspondiente de nuestro hogar, mientras que la columna central propone objetivos que tendrán en cuenta todas las casillas que componen nuestro tablero de juego.

• MEJORAR EL HOGAR: nos permite comprar nuevos elementos para nuestra casa. Dichos elementos tienen un coste pero nos permiten obtener puntos inmediatos, y más puntos al participar en los patrones de la acción de equilibrio. Alternativamente podremos obtener una moneda.

Pagando el precio adecuado, los jugadores comprarán losetas que representan elementos de su hogar. Dichos elementos tienen un tipo, de cuatro posibles, y un valor escrito. Con dichas losetas deberemos intentar cumplir los patrones que nos exigen las losetas de equilibrio, pero recuerda mantener un equilibrio entre las columnas de cada lado de tu hogar o perderás puntos al final de la partida…

En el ejemplo superior las dos losetas superiores de equilibrio se cumplen, dado que las losetas de plantas suman 8 puntos, de los 7 requeridos. El patrón de una loseta decorativa con otra cualquiera a su derecha que sumen más de cuatro en conjunto también queda cumplido.

OTOÑO

Cuando los jugadores agoten sus barras de incienso deberemos resolver los cuatro templos para determinar quien obtiene el favor del espíritu del bosque. En cada uno de los templos quien haya aportado más incienso o, en caso de empate, el que haya colocado la última barra de incienso, se llevará la loseta de Yokai a su zona de juego.

Cada uno de los espíritus que recibamos nos otorga un beneficio, en forma de acción adicional u otros beneficios como colocar los inciensos con mayor libertad o utilizar los brotes de bambú como si fueran comodines. Recuerda que tener una variedad de espíritus distintos otorga puntos al final de la partida.

Tras esto recuperaremos todas las barras de incienso, que aumentarán en uno al inicio de la siguiente ronda.

INVIERNO

Antes de dar de comer los jugadores pueden despertar a los espíritus. En otras palabras, si han utilizado el favor de algún espíritu de su zona de juego, podrán enderezarlo para volverlo a tener disponible pagando el coste designado en su borde inferior derecho.

Tras esto, tocará dar de comer a los integrantes de nuestro hogar. Deberemos aportar comida por valor de la cantidad de losetas que tengamos en nuestro hogar. Si no podemos aportar la comida necesaria, como se indica en el recordatorio inferior de nuestro tablero de juego, perderemos puntos de victoria.

Al final de la partida, a los puntos obtenidos, deberemos añadir o sustraer lo indicado en el borde superior derecho del tablero:

Los jugadores obtendrán dos puntos por cada espíritu diferente que hayan obtenido durante la partida. Tras esto, deberán sumar los puntos de los elementos de su hogar de las dos columnas de la izquierda y compararlos con las dos columnas de la derecha para calcular el equilibrio. Por cada punto de diferencia se restarán dos puntos de victoria. ¡Dichoso Feng shui! Por último obtendrán la mitad de los puntos de las losetas de equilibrio que tengan en el tablero y actualmente cumplan con el patrón requerido.

---

¿QUÉ ME PARECE?

En Bamboo encontramos un peso medio contenido en cuatro rondas que sorprende por implementar de forma ingeniosa la gestión de acciones mediante una planificación altamente táctica y una imperiosa necesidad de equilibrar la decoración de nuestra casa.

¡Compra este juego en nuestra tienda colaboradora!

Bamboo es otro título de Germán P. Millán que nos deja claro que no solo busca mecánicas variadas sino que también se siente cómodo en distintos pesos. En este caso, vuelve a sorprender con un peso medio en una caja repleta de contenido, algo que no sorprende viniendo de Devir, los magos del troquel detrás de The Red Cathedral (su reseña aquí).

Lo que condensa Bamboo en cuatro rondas es un verdadero rompecabezas en el que los jugadores buscan obtener puntos creando un armónico hogar mientras cumplen los objetivos basados en patrones, pero sin descuidar una competición por mayorías que no solo nos ofrecerá puntos, sino también beneficios de los que disfrutar durante la corta, pero intensa, partida.

Estos dos focos de juego hacen que no podamos desconectarnos de lo que hacen nuestros rivales, que buscarán variedad de Yokais para rentabilizar los puntos, mientras que tampoco pretende que la interacción directa sea una prioridad, apostando por una selección de acciones eminentemente táctica, en la que los bambús que recibiremos dependerán de lo que el resto de jugadores elija. Una de cal y otra de arena que, en lugar de crear distorsión, generan un interés constante sin hacer que el conflicto sea el protagonista de la experiencia.

Y es que durante la partida tener la casa ordenada será más complicado que en la vida real. Expandir nuestra casa mientras cumplimos patrones que otorguen puntos pero sin extendernos por encima de las posibilidades de la comida de la que disponemos será un verdadero reto.

En esta pelea por las mayorías los jugadores no solo deberán aportar incienso al templo favorito, sino que la escueta cantidad de dicho material nos hará elegir muy bien qué acciones ejecutamos y como las colocamos para obtener, de vuelta, un bambú de colores y acciones versátiles. De esta fina selección de acciones se destila un interesante tempo de partida en el que ser el último es una ventaja para poder equilibrar los empates en las mayorías y llevarse el espíritu que más nos interese.

Mecánicamente estos elementos de gestión de acciones junto con la temática forma de implementar una creación de patrones que nos evoca al Feng shui, son los dos elementos que le dan a Bamboo personalidad propia dentro de una buena mezcla de mecánicas ya comentadas. Para los más atrevidos, los tableros individuales incluyen un reverso en el que partimos de una asimetría en nuestros hogares que nos empujará a rellenar ciertas secciones, en ambos lados de la casa, para evitar penalizaciones. Esto otorga un punto de exigencia sin modificar las reglas, algo que sin duda pronto introduciremos en nuestras partidas.

Todo el producto no tendría dicho atractivo si no fuera por la cuidada edición, que incluye un tablero de cuatro alas con una de ellas fabricada con doble capa de cartón para deslizar el bambú, y un estilo artístico muy cuidado. Destaca también una iconografía clara y limpia, en la que solo podemos criticar el tamaño del coste de refresco de los espíritus, diminuto pero fácil de aprender tras un par de rondas. En un diseño tan notable, solo sorprende la selección del color de jugador morado que coincide con uno de los colores de los templos y las ramas de bambú, así como el marrón, color que usaremos necesariamente cuando jugamos a dos, que no destaca cromáticamente sobre la ilustración de la madera de los templos.

En cuanto a la escalabilidad, pese a que a dos jugadores precisa de un pequeño ajuste de reglamento con un jugador fantasma que nos molestará en las mayorías, su número más funcional es precisamente en el rango bajo de su escala. Si bien a cuatro jugadores la partida fluye, los elementos tácticos y la interacción indirecta crea más confusión que satisfacción, siendo un verdadero duelo cuando somos dos o tres en la mesa. A este número más bajo, especialmente a dos, sorprende, para bien, la importancia del orden de turno y el equilibrio entre lo inesperado y lo predecible respecto a los turnos de los jugadores rivales.

En resumidas cuentas, Bamboo es el nuevo juego de edición propia de Devir, que elige con buen ojo un diseño del creativo Germán P. Millán, que vuelve a sorprender con un ingenioso sistema de planificación de acciones sobre el que los jugadores deberán ir desarrollando un hogar que exige un riguroso orden para completar patrones. Todo ello equilibra lo táctico con unos tintes estratégicos y una interacción especialmente medida para que tenga protagonismo, pero no sea el eje central de la experiencia, la cual brilla a todo número de jugadores, pero especialmente a dos o tres.

---

---

Este juego ha sido cedido por Devir Iberia para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.