Mada es otro título de Helvetiq que en una caja pequeña y solo veinte minutos nos ofrece risas y suficiente control como para hacerlo interesante para todos los públicos.
En Mada encontramos un party game de forzar la suerte sencillo y directo, pero con varios elementos de interacción que lo hacen muy interesante.
Diseñador/a: | Sophia Wagner |
Ilustrador/a: | Clara San Millán |
Editorial: | Helvetiq |
Idioma: | Multilenguaje, incluyendo español |
Número de jugadores: | 2-5 |
Duración: | 20 min |
Edad mínima recomendada: | 6+ |
¿DE QUÉ VA?
En Mada los jugadores intentan mantenerse en la ronda hasta que algún rival pierda para poder ganar puntos en forma de higos chumbos. Para ello deberemos planificar un poco y forzar la suerte un poquito más.
¿CÓMO SE JUEGA?
Para jugar a Mada solo tendremos que barajar las cartas y repartir tres a cada jugador. Estas tres cartas forman su mano, que siempre estará limitada a esta cantidad máxima de cartas.
En el turno, los jugadores en sentido horario deberán llevar a cabo una de las siguientes acciones:
JUGAR UNA CARTA
Los jugadores pueden usar una carta de cactus de su mano para colocarla en una pila propia, frente a su zona de juego.
Para colocar una carta sobre la anterior en su pila debe ser del mismo valor o superior. El mazo de juego contiene cinco copias de cada valor que oscila entre el 1 y el 13. En ese mismo mazo encontraremos cartas especiales de las que hablaremos más adelante.
El objetivo es ir haciendo subir el valor de tu pila pero con cuidado. Si en algún momento nos toca jugar, tenemos la mano con tres cartas y ninguna de ellas encaja en nuestra pila por ser de valor inferior, haremos que la ronda termine y perderemos, otorgando puntos al resto de jugadores.
ROBAR UNA CARTA
Si tienes menos de tres cartas puedes robar una nueva del mazo. Esto permite tener más variedad de valores en nuestra mano y optar a robar cartas de acciones especiales.
En Mada encontramos tres cartas especiales:
- Lémur: si en nuestro turno utilizamos esta carta, podremos colocar la carta superior de nuestra pila, junto con el lémur, al fondo de nuestra pila de juego. De esa forma bajaremos el valor superior pudiendo, posiblemente, jugar más cartas.
- Lémur doble: si jugamos esta carta podremos intercambiar nuestra pila de cartas con la de otro jugador.
- Escorpión: si robamos un escorpión, inmediatamente, nos desharemos de él y deberemos, también, descartar una de las cartas de nuestra mano, si las hubiera. ¡Como duele cuando te pica!
PROBAR SUERTE
Si lo deseamos, podremos probar suerte con un riesgo difícil de controlar. Si elegimos esta opción robaremos una carta del mazo y la colocaremos directamente sobre nuestra pila de cartas. Eso quiere decir que si dicha carta no tiene un valor igual o superior al de la carta superior de la pila habremos perdido la ronda. ¡Puede ir bien si tenemos malas cartas en nuestra mano y no podemos robar!
Cuando en un turno un jugador no pueda colocar una carta en su pila por dichos valores o ha probado suerte sin tener fortuna, la ronda termina. El jugador que ha perdido no ganará nada, mientras que el resto de jugadores obtienen la carta superior de su pila personal, otorgándoles tantos puntos como el valor de dicha carta. El resto de cartas de la pila se barajan junto con el mazo central para iniciar una nueva ronda, cuyo jugador inicial será el situado a la izquierda del que perdió la ronda actual.
Cuando algún jugador haya obtenido cinco cartas de cactus se termina la partida. Todos los jugadores suman los valores de sus cartas de cactus obtenidas durante la partida para obtener sus puntos. El jugador con más puntos será el ganador.
¿QUÉ ME PARECE?
En Mada encontramos un juego muy sencillo de reglas pero que requiere que vigilemos al resto de jugadores en todo momento para poder adecuar nuestro tempo a la partida. Encontramos varios elementos que nos exigen valorar los riesgos de nuestras acciones para poder exprimir el máximo de puntos sin perder en el intento.
Como suele ser habitual, Helvetiq lanza varios juegos en diminutas cajas enfocados a las partidas sociales. En este caso, Sophia Wagner sorprende con un título que gira alrededor del concepto de forzar la suerte de una forma muy bien resuelta.
En Mada los jugadores deberán mantenerse en la ronda más que el resto mientras hacen crecer el valor de su pila de cartas. Este equilibrio, fácil de entender para todo tipo de jugadores, genera unas dinámicas que destilan interacción y hacen que debamos intuir y confiar en las manos del resto de jugadores. El adjetivo que más encaja en todo lo que haremos es: arriesgado. Y es que Mada va de forzar la suerte a varios niveles.
Aunque el objetivo sea mantenernos en la ronda, de nada sirve si nuestra pila de cartas acaba con un valor bajo al final de la misma. Es por eso que el título, aunque de una forma asequible y plana, nos exige planificación. Y es que los sencillos turnos, basados en jugar carta o robar carta, hacen que los jugadores deban decidir si aumentar su mano o empezar a bajar cartas dependiendo de cuándo se intuya el final de la ronda. De esta forma, el equilibrio entre ser prudente subiendo el valor de nuestra pila de cartas y ser demasiado atrevidos como para quedarnos sin valores que puedan ser jugados es lo que todos los jugadores buscarán.
La virtud de Mada es que sin complicar demasiado nos ofrece una experiencia muy interactiva, apta para todas las edades y que permite ese aprendizaje ajeno a las reglas, como la gestión del tamaño de tu mano o el timing a la hora de jugar cartas. Estos detalles no precisan de varias partidas pero sí son elementos que incentivan a los jugadores menos habituados a descubrir que un turno con dos opciones escasas esconde valorar riesgos que dependen del resto de jugadores.
A las sencillas reglas se le añaden las tres cartas especiales que aderezan los turnos pero también añaden ese azar que inclina la balanza hacia la diversión y las sorpresas en contra del control estricto.
Las sensaciones de Mada, como en el grueso de juegos de Helvetiq, van muy enfocadas a un título party en el que los turnos son rápidos y los desastres pueden ocurrir. Todo eso se cumple sin descontrolar por completo la situación con un buen equilibrio entre diversión y gestión.
En cuanto a escalabilidad, se me haría raro que viera mesa siendo dos en casa, tanto por el estilo de juego como por la interacción descrita. Que el juego permita hasta cinco jugadores es un punto a favor, ya que podrá ver mesa en más situaciones de tipo social.
En definitiva, lo que encontramos en Mada es un juego de forzar la suerte con varios elementos de interacción. Sin salirse de la línea editorial de Helvetiq, que propone juegos de pocas reglas, caja pequeña y mucha diversión, Mada sorprende por ser interesante sin dejar de ser intrépido, con un enfoque muy centrado en el timing y los golpes de suerte. Sin duda, un buen party que ocupa tan poco en la estantería que no puedo dejar de recomendar.
Pros
- Un push your luck original y sencillo pero muy divertido.
- Una mecánica apta para todas las edades pero que requiere de cierta planificación para controlar los tiempos.
- Una caja diminuta que facilita jugarlo en muchas ocasiones.
- Permite hasta cinco jugadores, algo que se agradece por la interacción del juego.
Contras
- No es un título que brille a dos jugadores, sino que la diversión aumenta proporcionalmente a los participantes.
Este juego ha sido cedido por Helvetiq para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!