En este juego Knizia no pretende romper moldes pero presenta un juego sencillo, vistoso y que quiere servir de divertimento. En ese sentido cumple con todo de una forma holgada, siendo una experiencia rápida y divertida sin ninguna complicación.
Viking See-Saw nos propone un título de corte party, sencillo y fácil en el que calcular los pesos y ser diestros al colocar las cosas será nuestro principal objetivo, siempre por detrás de priorizar las risas y la diversión.
Diseñador/a: | Reiner Knizia |
Ilustrador/a: | Yoshiaki Tomioka |
Editorial: | itten |
Idioma: | Japonés (independiente) |
Número de jugadores: | 2-4 |
Duración: | 10 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Viking See-Saw intentaremos colocar todo nuestro equipaje en un inestable barco a punto de volcar. Para ello debemos compensar bien los pesos para evitar que la gravedad haga su terrible magia en un juego en el que la suerte se da, un poco, la mano con la destreza.
¿CÓMO SE JUEGA?
Para jugar una partida a Viking See-Saw los jugadores deberán recibir una serie de mercancías que colocarán en su zona de almacenaje. En el centro de la mesa deberemos colocar el barco, con su mástil montado, y colocar en las cabinas las maletas marrones. Coloca la última maleta en uno de los lados del barco, que hará que se incline mediante el eje central hacia el lado opuesto.
El objetivo en Viking See-Saw es deshacernos de nuestro equipaje sin hacer que el barco, que funciona como balancín, cambie de lado durante nuestro turno. Para ello los jugadores llevan a cabo turnos en sentido horario hasta que se desencadene el final de la partida.
En nuestro turno deberemos elegir una de las mercancías de nuestro almacenaje para colocarlo siempre en la mitad superior del barco, opuesta a su inclinación actual. El barco se divide en dos mitades, con cada una de las mitades divididas en la cabina, donde empiezan los cofres o maletas, y en una cubierta, donde depositaremos nuestro equipaje.
La idea detrás de Viking See-Saw es que los jugadores deban decidir entre el equipaje que tienen, por los distintos pesos que tienen secundarios a los materiales empleados, para colocar algún elemento que evite que el barco cambie de orientación.
Los jugadores deben colocar el nuevo equipaje sobre la cubierta, no las cabinas. Si algún otro equipaje cae por el camino deberán recoger dicho equipaje y guardarlo en su almacenaje, mientras que el equipaje que pretendían colocar se debe volver a posicionar en dicha cubierta.
De vez en cuando el peso de la cubierta excederá al de la contralateral, momento en el que el barco cambiará de orientación. Si eso ocurre, todos los elementos que caigan del barco serán para nosotros y, adicionalmente, deberemos robar una de las maletas de cualquiera de las dos cabinas. Dichas maletas sirven de contrapesos inicialmente, pero desaparecerán durante la partida, mientras que tras ser obtenidas funcionan como un elemento de equipaje más.
La partida termina con un ganador inmediato si alguien coloca su último elemento de equipaje sin virar el barco. Por otra parte, si alguien roba la última maleta de la cabina la partida termina y el jugador con menos cantidad de equipaje será el vencedor. En caso de empate, el que menor peso tenga determinará quien gana.
¿QUÉ ME PARECE?
Viking See-Saw es un balancín, ni más ni menos, que en pocos centímetros cúbicos nos propone un divertido ejercicio de forzar la suerte jugando, exclusivamente, con los distintos materiales y la gravedad. Es tanto o tan poco como esperemos de ello, pero sin duda es una divertida idea que funciona.
En Viking See-Saw encontramos uno de los Funbrick Series, una línea de juegos que iremos visitando durante los próximos meses. Los japoneses pretenden algo que siempre consiguen: sorprender en sus mecánicas especialmente encaradas a un ámbito festivo y, con esta colección, ofrecer cajas reducidas para asegurarnos que el juego puede viajar a cualquier cita social en la que tenga cabida un juego de corte party.
En las mecánicas de Viking See-Saw encontramos algo que no sorprende viniendo de Knizia, y es que no pretende abrumarnos con reglas ni excepciones. Lo que consigue con eso es explicarse en cinco minutos, dejando los casos especiales para las situaciones concretas, que además son pocas, y pasar directos a la acción. En este sentido es una característica muy propia del Doctor Reiner pero también de las propuestas de Itten, que buscan la diversión y la producción vistosa muy por encima de lo demás.
Y es que mecánicamente hay poco que explicar. Los jugadores juegan con un producto muy vistoso que mezcla materiales y pesos de una forma ingeniosa y pretenden forzar su suerte de la mejor forma posible. No hay más que eso, una elección y un poco de destreza al colocar el nuevo elemento al barco. Mientras que a nivel de reglas no hay especial profundidad, sí que el juego permite que nos habituemos a los distintos pesos y que durante la partida, a medida que el barco se llena, las decisiones sean más determinantes sin requerir ningún ejercicio neuronal. Es cierto que ya teníamos juegos de equilibrio muy sencillos, como Riff Raff, que ni es fácil o barato de encontrar, ni tiene una producción tan contenida.
A nivel de producción es un juego agradable de ver y tocar, algo que no sorprende a los que conocemos a la editorial. Cuenta con elementos útiles como las gomas que evitan que las esferas se nos vayan por la mesa, y todo viene dentro de un reducido espacio.
En cuanto al número de jugadores, se agradece ser más de dos. La dicotomía del balancín junto con su enfoque más encarado a la diversión en grupo ofrece una experiencia más gratificante a tres o cuatro. Personalmente lo que pondero de este juego es la diversión e inmediatez y eso es más propio de sobremesas con más compañía.
En resumen, Viking See-Saw no es la octava maravilla ni pretende romper moldes pero sí consigue lo que propone: unas reglas reducidas para un juego de destreza y forzar la suerte que tan solo juega con lo que mejor sabe hacer la editorial japonesa, que es producir juegos de una forma cuidada y divertir de una forma inmediata. Sin lugar a dudas no sorprende por sus reglas, intuitivas pero planas, pero nos puede dar muchos buenos momentos en un formato de caja, dentro de la Funbrick Series, que permite llevarlo a todas partes.
Pros
- Un juego sencillo con una mecánica fácil de asimilar a todas las edades.
- Jugar con la gravedad y con materiales variados otorga un plus de organicidad y mejora la experiencia.
- El juego tiene una presentación muy vistosa con cajas diminutas bien repletas dentro de la línea de Funbrick Series, que seguiremos mostrando.
Contras
- No sorprende mecánicamente ni incluye nada que no se haya visto de forma similar en otros juegos.
- Funciona mejor a más de dos jugadores.
Este juego ha sido cedido por Itten Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!