Este pequeño filler juega con una producción exquisita para proponerlos unos puzzles sencillos y agradables en los que deberemos gestionar puntos de acción para no solo completar los puzzles sino para obtener piezas mejores.
Con un look muy Tetris, Project L nos propone una ligera creación de motor de fichas para poder obtener nuevas piezas que ocupen una mayor área y así obtener más puntos. Adictivo y sencillo a partes iguales.
Diseñador/a: | Michal Mikeš, Jan Soukal, Adam Spanel |
Ilustrador/a: | Jaroslav Jurica, Marek Loskot, Pavel Richter |
Editorial: | Boardcubator |
Idioma: | Pronto en español |
Número de jugadores: | 1-4 (5 o 6) |
Duración: | 20-40 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Project L los jugadores intentarán ir completando puzzles para obtener puntos de victoria. No será nada fácil si no conseguimos unas cuantas piezas para poder rellenar los puzzles de mayor valor, así que elige bien tu próxima loseta para no perder el ritmo.

¿CÓMO SE JUEGA?
En Project L se jugarán una serie indeterminada de rondas hasta que el mazo de losetas negras se agote. Tras esto, se llevará a cabo una ronda final y se procederá a contar los puntos.
Los jugadores empiezan con solo dos piezas, pequeñas, de nivel 1 y 2. En Project L las piezas se dividen en niveles, que vienen determinados por la cantidad de cuadrados en la que podemos dividir dicha pieza. De esta manera, hay fichas de cuatro niveles distintos, o de cinco si contamos con la expansión de las piezas fantasma.

En el centro de la mesa colocaremos los dos mazos de losetas. Por una parte, el mazo blanco contiene puzzles de baja dificultad que nos proporcionan menos puntos, mientras que el mazo negro, el cual tendrá una extensión que dependerá del número de jugadores, es el que contiene puzzles más complejos. De cada mazo siempre tendremos cuatro losetas boca arriba, disponibles para los jugadores.

En cada turno los jugadores tienen 3 puntos de acción que pueden invertir entre las siguientes acciones, repitiendo si lo desean:
ROBAR UN PUZZLE
Los jugadores pueden coger cualquiera de los ocho puzzles del centro de la mesa o, incluso, uno boca abajo de cualquiera de los dos mazos. El puzzle robado se coloca sobre su tablero de jugador. Solo podemos tener cuatro puzzles al mismo tiempo, elige bien cuáles escoger.

MEJORAR UNA PIEZA
Dado que los jugadores empiezan solo con dos piezas, deberemos ir mejorando algunas de ellas para poder completar con más agilidad los puzzles.

Con esta acción los jugadores pueden robar del centro de la mesa una pieza amarilla o devolver una de sus piezas para cambiarla por otra de su mismo nivel o de uno superior. De esta manera, con cada acción invertida mejoraremos la rapidez con la que completamos puzzles futuros.
COLOCAR UNA PIEZA
Con cada acción invertida los jugadores pueden colocar una de sus fichas en cualquiera de los puzzles que tengan sobre su tablero de jugador.

Recuerda que una vez colocada la pieza, no podremos retirarla ni moverla, ni siquiera dentro del mismo puzzle. ¡Piénsalo bien!
ACCIÓN MAESTRA
Esta acción es la más potente y, por ello, no podemos repetirla en un mismo turno. Con esta acción podremos colocar hasta una pieza en cada uno de nuestros puzzles.
De esta forma, bonifica que los jugadores tengan varios puzzles en su zona de juego y amorticen con esta acción un mayor beneficio si lo planificamos un poco. Como cabría esperar, dicha acción es casi indispensable en nuestros turnos si queremos ser eficientes.
La partida sigue su curso, reponiendo las losetas inmediatamente tras ser robadas. Cuando la última loseta del mazo negro se robe, se desencadena el final de la partida. Se jugará la ronda actual y una adicional antes de terminar la partida.

Tras la ronda final se le permite a los jugadores intentar completar los puzzles restantes en su zona de juego recibiendo un punto negativo por cada pieza que coloquen. Esto se ve compensado por los puntos que nos puede generar dicho puzzle al completarlo.
Al finalizar esta fase, la puntuación final se obtiene sumando los puntos de cada puzzle completado, restando los puntos negativos por colocar piezas tras la partida y restando el valor íntegro de los puzzles que no hayamos conseguido acabar. ¡El jugador con más puntos será el vencedor!
¿QUÉ ME PARECE?
Project L es un sencillo y colorido puzzle que se apoya en unas reglas sencillas para que los jugadores solo deban pensar en hacer combinaciones y elegir el puzzle más suculento para su siguiente turno. Esa sencillez permite que las expansiones le sientes realmente bien para los que buscan un extra de complejidad.
Project L es lo que parece desde fuera: si lo vemos o lo hemos seguido en su campaña de mecenazgo, parece un Tetris y parece sencillo. Sin duda alguna, cumple estas dos premisas a la perfección. Lo que nos presenta Boardcubator es un título de crear patrones con piezas que nos recuerdan al clásico videojuego y nos deja un espacio suficiente para la gestión que dan sentido al conjunto.

Este juego es claramente familiar, pretende, y consigue, enseñar sus reglas en escasos minutos y dar esa pequeña curva de aprendizaje para que los jugadores descubran como gestionar lo que depende de ellos. Con eso me refiero a que hay dos elementos importantes que los jugadores, de una forma muy orgánica, irán percibiendo en pocos turnos, sean o no sean jugones.
Y es que Project L juega con esos dos mazos de losetas diferenciados para, de una forma algo maquillada, crear un motor de fichas que deberemos saber explotar. Mientras que las losetas blancas no son especialmente interesantes por sus puntos, sí lo son por sus nuevas fichas que nos permitirán completar patrones complejos, los propuestos por las losetas negras, con más facilidad. Y es lo que los jugadores deben saber gestionar: un equilibrio entre losetas blancas, sobre todo al principio, y elegir bien en qué momento empezar a robar losetas negras que nos otorguen un colchón de puntos.

A esta gestión se le une la de la acción maestra, algo que tenemos que saber aprovechar para distanciarnos de nuestros rivales. El juego pretende, aunque no te lo diga por escrito en su simple manual, que los jugadores obtengan muchos puzzles y así puedan completarlos de una forma más rápida mediante dicha acción. Esto exige una mínima pero interesante planificación.
En cuanto a escalabilidad, jugar a Project L no esconde interacciones en abundancia, por lo que a más jugadores solo alargaremos la duración de la partida sin grandes beneficios. En ese sentido, es un título ideal para jugar en pareja, incluso en solitario, pero que por su duración tampoco molesta sacarlo en una sobremesa de cuatro personas. El manual incluye un modo para 5 o 6 jugadores, un buen apaño si somos amantes del juego, y que soluciona la duración de la partida jugándose por equipos.
Lo que más se puede criticar es este funcionamiento semiautomático, ya que en muchas ocasiones lo más interesante a realizar es bastante obvio. Siendo este aspecto mecánico algo subjetivamente criticable, también puede ser paliado con la expansión Finesse.

Con Finesse encontramos una mecánica nueva de objetivos a completar durante nuestros turnos que le dan ese toque táctico que contrasta con la propuesta básica del juego.

En la expansión de Finesse encontramos una capa más de complejidad, ofreciendo a los jugadores la opción de cumplir una serie de requisitos por ronda para obtener créditos que, en resumidas cuentas, permiten que los jugadores puedan ejecutar acciones adicionales en sus turnos. Finesse solo añade unas cartas que introducen un objetivo a cumplir en cada una de las rondas, de modo que los jugadores deberán anticipar los requisitos de rondas futuras, que quedan visibles desde el inicio de la partida, para intentar, además de completar puzzles, hacerlo siguiendo los requisitos de dichas cartas. Cumplir estos objetivos otorga a los jugadores unos créditos que, a razón de dos créditos por acción, podrán emplear para tener turnos extras. Esto genera que haya diferencias entre jugadores, al tener más acciones, no solo por gestionar bien sus fichas y saber mejorarlas en el momento más oportuno, sino también por planificar los requisitos en Finesse. Adicionalmente a esta mecánica, con la expansión de Finesse también se limita la partida a un máximo de diez rondas, algo que acota la experiencia de juego y limita esas partidas en las que los jugadores se aficionan, en exceso, a cumplir losetas blancas.

En definitiva, Project L es agradable desde su primera partida, con unas mecánicas encaradas a gustar a toda la familia y una producción exquisita por sus colores y el uso, bien ejecutado, del UV en sus losetas. Un juego que podemos llegar a jugarlo en piloto automático si le damos muchas partidas, pero que para ello tiene remedios como Finesse, que aborda ese lado táctico que no tenía presencia en su propuesta básica y lo redondea aún más. Un juego sencillo pero tan agradable que es difícil de rechazar y que pronto llegará a nuestro país.

Pros
- Un juego sencillo que ofrece más de lo que aparenta bajo ese diseño pulcro y cuidado.
- Además de completar puzzles, deberemos gestionar el motor de piezas que propone.
- Apto para todos los públicos y con una producción que le hace ganar enteros.
- Finesse es solo un ejemplo de como una pequeña expansión cambia el estilo de juego, tornándose más táctico.
Contras
- La escasa interacción no incentiva las partidas a cuatro jugadores.
- Sin Finesse puede ser un juego muy mecánico y con turnos semiautomáticos.
Este juego ha sido cedido por Boardcubator para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!