Una combinación nunca vista asegura a Sonora un punto de originalidad indudable.

En Sonora encontramos un flick & write mezclando una mecánica de habilidad con el uso de hojas plastificadas en las que ir anotando una ensalada de puntos.


Diseñador/a:Rob Newton
Ilustrador/a:Michael ParlaTom Goyon
Editorial:Devir
Idioma:Español / Portugués
Número de jugadores:1-4
Duración:30-45 min
Edad mínima recomendada:8+

¿DE QUÉ VA? 

En Sonora deberemos conquistar el desierto con un poco de puntería. Gracias a nuestros discos iremos completando las cuatro regiones de nuestro tablero para obtener puntos ya sea explorando el terreno arenoso o descendiendo por el rio. ¡Apunta bien y no dudes en empujar a tus rivales!

Sonora boardgame juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

En Sonora los jugadores llevarán a cabo un número de rondas que determinarán según deseen entre 5 y 7.

En cada ronda habrá dos fases bien diferenciadas en las que los jugadores buscan obtener puntos a través de flickeo de sus discos en un tablero central común, en el cual podremos disparar y desplazar discos de nuestros rivales sin ningún miramiento.

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FASE DE LANZAMIENTO

Esta primera parte del juego es la que incluye flickeo. En Sonora tenemos un tablero central sobre el que los jugadores lanzarán sus discos deslizándolos desde su esquina de lanzamiento, al más puro estilo chapas.

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El valor de cada disco multiplicará nuestros puntos de acciones en la zona en la que logremos colocarlos.

El tablero se divide en cuatro zonas, las cuales se corresponden, como veremos más adelante, con las cuatro zonas de nuestro tablero individual. Con los discos pretendemos tener puntos que invertir en dichas zonas para acabar convirtiéndolos en puntos de victoria mediante distintos sistemas de puntuación.

Cada jugador irá lanzando dos de sus discos, uno a uno, desde su esquina, hasta que en su tercer y último turno lancen el disco que les falta. Podemos elegir el orden en el que usamos nuestros discos, cuyo valor indica cuantos puntos de acción tendremos en la siguiente fase.

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Por suerte o por desgracia, los discos no se tocan hasta que los cinco discos de cada jugador hayan entrado en juego, es por eso que podremos empujar a nuestros rivales y sacarlos de zonas interesantes. Como podéis imaginar, no faltan multiplicadores desperdigados por el tablero, por lo que una buena puntería nos ayudará, pero no siempre será indispensable.

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FASE DE PUNTUACIÓN

En la segunda parte los jugadores irán retirando sus discos del tablero central e invertirán dicho valor en la zona correspondiente al lugar donde su disco haya acabado colocado en la primera fase de la ronda.

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Encontramos zonas que multiplican el valor del disco en alguna de las zonas si acertamos las pequeñas áreas o, como en el ejemplo, podremos acceder a cualquiera de las zonas si conseguimos clavar el disco en el centro del tablero.

Solo una de las zonas conlleva interacción, por lo que ésta se puntuará en sentido horario, pudiendo generar beneficios al primer jugador en acabar algunas zonas. Tras puntuar esta zona, todos los jugadores pueden puntuar de forma simultánea sin demorar la partida, algo agradecido.

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Solo una de las cuatro zonas tiene beneficios por acabar las formas antes que tus rivales, por lo que se resolverá en sentido horario. Este elemento de tensión y de carrera hace que debamos levantar la cabeza de nuestro tablero para rascar unos puntos.

En Sonora tenemos muchas formas de puntuar dependiendo de las zonas. Mientras una trabaja con poliominos, el tamaño de los cuales dependerá del valor del disco, otra pretende que triangulemos posiciones para obtener puntos mediante una colección de sets. Con las cuatro zonas tenemos variedad de formas de puntuar, muchas de las cuales ya hemos visto en otros juegos. En Sonora podemos dedicarnos a algunas o todas ellas, pero siempre con la incertidumbre de que nuestros disparos pueden ser desplazados por los movimientos rivales.

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No faltan poliominos en una de las otras tres regiones, que nos permite ir rellenando una plantilla y obteniendo los beneficios de todo aquello que vayamos cubriendo.

No faltan bonificaciones que nos permiten realizar acciones adicionales o relanzamientos, todo ello se anota en nuestro tablero individual, autoborrable y de gran tamaño.

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Con estas bonificaciones podremos lanzar un disco de nuevo o cambiar la zona sobre el que podremos aplicarlo, dándonos versatilidad y perdonando errores de habilidad.

En cada ronda el tablero girará noventa grados para que nuestra zona de lanzamiento varíe. Al acabar las rondas establecidas al inicio de la partida, solo quedará pasar a puntuar según las distintas zonas de juego para determinar al ganador.


¿QUÉ ME PARECE?

Sonora es un flick & write, una mecánica en sí mismo que hace que los jugadores deban tener cierta destreza, pero tampoco es indispensable, para luego completar las distintas modalidades de juego de su hoja de puntuación. De esta manera, no se requiere ser un buen lanzador para divertirse, pero sí se agradece para poder incordiar al resto de jugadores en una mezcla original que sorprendentemente funciona.

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Juegos de flickeo tenemos muchos en las estanterías, así como juegos de lanzar dados y escribir en hojas tras la fiebre de los roll & write, pero hasta ahora no teníamos una mezcla entre ambos. Sonora se atreve a que los jugadores usen su dedo índice para lanzar discos por el tablero con la intención de obtener puntos que invertir en sus hojas individuales, con sus rotuladores autoborrables. ¿Saldrá bien la mezcla?

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Algo que suele caracterizar de forma irremediable a los juegos de flickeo, a excepción de los de corte más festivo, es que los jugadores necesitan una habilidad manual, una destreza para deslizar las piezas y conseguir su objetivo. Dicho de otra manera, se trata de un ejercicio manual más que mental, en el que la habilidad se demuestra con los dedos y no tanto con las propias decisiones. Ejemplos de ello son los incandescentes Crokinole o Carrom, en los que a base de entrenar nuestros tiros mejoraremos en nuestros resultados. Eso, que lo distancia de los juegos de mesa más tradicionales, ha intentado ser superado con este título que nos trae Devir.

En Sonora no hace falta disparar bien, pero siempre ayuda. A diferencia de los arriba mencionados, aquí lo que debemos tener claro es que nuestros discos se van a convertir en puntos de acción, pero que podremos multiplicar si lanzamos bien o, por lo menos, irán destinados a una de las cuatro zonas de nuestro tablero personal. En otras palabras, un bien tiro ayuda, pero con una mala tirada no perderemos demasiado. De esa manera, Sonora invita a todo manco incapaz de ganar a juegos de destreza más exigentes dejándoles oportunidades no solo de disfrutar sino de puntuar con facilidad. Como decíamos antes, un buen tiro es importante para caer en los pequeños modificadores que hay sobre el tablero, pero para compensar esos tiros precisos, Sonora permite una interacción tan voraz como violenta, en la que los jugadores comparten espacio y pueden, o deben, empujarse unos a otros.

Con todo lo anterior consiguen un equilibrio en el que la primera fase del turno tiene su importancia, pero no es tan determinista como para frustrarnos con una mala tirada. La segunda parte, por otro lado, es la típica que esperamos de los clásicos roll & write. Usaremos los valores, que en este caso no provienen de dados sino de discos, y los invertiremos en distintas zonas con una rica ensalada. Algunas de las zonas cuentan con una competencia directa y excluyente entre jugadores, que le da un toque de carrera por intentar cumplir las formas de la zona de las ruinas. El resto, por suerte, pueden ir rellenándose de forma simultánea, agilizando mucho las partidas a costa de restar interacción, algo que ya esta presente en la fase de lanzamiento de discos y durante la fase de puntuación de las ruinas.

Gracias a esta combinación no podemos negar que Sonora es original. Sus zonas de puntuación no tienen nada revolucionario, pero cuentan con suficientes bonificadores como para poder combar algunas jugadas y tener turnos adicionales que nos permitan exprimir los puntos obtenidos durante la partida. Esta segunda fase es más clásica, sin sorpresas, pero con cuatro formas diferentes de puntuar que se sienten sólidas y sencillas de integrar.

Sonora boardgame juego de mesa

En cuanto a la escalabilidad, las risas aumentan con la cantidad de jugadores. Partiendo de la base que, como ya hemos comentado, la fase de flickeo tiene un componente interactivo que hace que ciertos resultados puedan ser impredecibles, Sonora pretende, por encima de todo, ser divertido. Lo consigue a todos sus números, pero el choque de discos es mayor a tres o cuatro jugadores, haciendo que la experiencia sea más interactiva, si es lo que buscas. El modo solitario que Sonora propone es algo atípico, especialmente porque la inteligencia artificial hará que nuestra puntuación sea más complicada, pero pierde gran parte de la interacción anteriormente comentada. Es por esto que ese modo puede servirnos para practicar y darle un tiento, pero no se acerca a la experiencia multijugador, aunque se agradece dicho modo siendo un título de flicking.

De la producción cabe destacar que tenemos un original tablero sobre el que deslizar los discos y unas hojas individuales plastificadas de gran tamaño. A esto se le unen discos con valores impresos, que aseguran suficiente durabilidad. Todo ello acompañado de rotuladores de colores atípicos que se alejan de la clásica tinta negra, un añadido que encaja muy bien en la filosofía de Pandasaurus que no se conforma con producciones simplonas.

Sonora boardgame juego de mesa

En definitiva, Sonora no es tanto un juego de flickeo como cabría parecer. Si tienes dificultades para marcar un crokinole puede que sigas disfrutando de Sonora, un título en el que deslizar los discos es importante, pero que ofrece interacción y codazos que compensan la técnica más precisa para acabar generando una ensalada de puntos en cuatro regiones en la que los jugadores combinarán sus resultados para rascar el máximo de puntos. Esta revolucionaria combinación es interesante y divertida, aunque la originalidad de la propuesta no se sostenga tanto en la segunda mitad del turno.



Pros

  • Una mezcla interesante y novedosa que gustará a quienes disfruten con los juegos únicos.
  • Un flickeo que agradece puntería, pero que divierte aunque no la tengas.
  • Un sistema de puntuación que permite una fase simultánea que dinamiza las partidas y evita que se alargue la segunda mitad de la ronda, dejando paso de nuevo a los dedos índice.
  • Una producción cuidada, con grandes tableros individuales y rotuladores de colores, así como discos con valores impresos.

Contras

  • Es difícil sorprender con las formas de puntuar en un juego de este estilo, por lo que lo más interesante es el flickeo.

Este juego ha sido cedido por Devir para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.