¡Ponte las pilas para que tu ciudad sea la capital de la Luna!
En Luna Capital encontramos un juego de losetas de peso medio con muchas formas de puntuar y una creciente toma de decisiones para crear una ensalada de puntos que requiere de cierta planificación bajo un arte brillante, propio de las ediciones de Devir.
Diseñador/a: | Jose Ramón Palacios |
Ilustrador/a: | Albert Monteys |
Editorial: | Devir Games |
Idioma: | Multilenguaje |
Número de jugadores: | 1-4 |
Duración: | 45 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En LUNA Capital intentaremos crear una colonia de lo más autosuficiente y respetable para atraer colonos y, con suerte, convertirnos en la capital del importante satélite del planeta Tierra. Planifica tu forma de crecer, evita algunos meteoritos y no te olvides de colocar cada edificio en su mejor posición. ¡No es fácil ganar la capitalidad en un terreno tan inexplorado!
¿CÓMO SE JUEGA?
En LUNA Capital deberemos ir creando nuestra colonia colocando cartas y, sobre ellas, las losetas que nos darán puntos hacia la victoria. El juego termina tras doce rondas, en las que pasaremos por distintos mazos de losetas para poder definir y expandir nuestra urbe espacial.
En el tablero central los jugadores encontrarán un expositor de cartas y losetas, así como tres planes en la zona superior. Estos planes proponen retos relacionados con la colocación de cartas y/o losetas que proponen una carrera con un suculento premio en forma de puntos de victoria.
En cada turno los jugadores deberán elegir un conjunto del expositor. Una columna de las cuatro disponibles que siempre incluirá una carta de planos de construcción y algunas losetas.
El jugador activo, tras robar los componentes, deberá mover el marcador de última remesa, indicando así que esa columna, la que acaba de vaciar, tendrá un coste adicional de una carta si algún jugador desea robarla. Tras cada turno se rellenará la carta y las losetas robadas con nuevas para que cualquier jugador tenga cuatro opciones a elegir.
Después de robar el jugador activo deberá colocar una carta de su mano, pudiendo usar la recién robada o cualquiera de las anteriores. Para colocar las cartas debemos saber que en LUNA Capital solo podremos crear tres filas de cartas, siempre en orden ascendente de izquierda a derecha, aunque no necesariamente con números consecutivos. Estas cartas contienen un valor del 1 al 10, pero podremos ocultar su valor y saltarnos esa norma del orden ascendente si conseguimos algún robot selenita.
Tras ensanchar nuestra colonia, nos tocará colocar todas las losetas obtenidas. Las formas de puntuar en LUNA Capital son variadas pero muy exigentes con las adyacencias. Por una parte deberemos crear soportes vitales e invernaderos que se conecten entre ellos de forma ortogonal, aunque también encontramos otras formas de puntuar por adyacencias. A todo esto no le falta alguna loseta que nos permita alterar lo previamente construido o elementos molestos impresos en las cartas que impidan construir con facilidad, como son los meteoritos.
Tras cada ronda, es decir, cuando le vuelva al jugador inicial, las losetas debajo de cada carta se incrementan en uno. Es por eso que encontramos cuatro casillas para ello, haciendo que antes de cambiar de mazo de losetas, los jugadores roben una, dos, tres y cuatro losetas consecutivamente. Eso no solo puede generar más puntos sino también más dilemas por las posibilidades de que algunas de esas losetas no sean de nuestro agrado y nos dificulten nuestra urbanización.
Tras cada ronda también hay que revisar si algún jugador a completado algún plan de concesión. Estas tres cartas son una fuente diferencial de puntos de victoria que genera cierta presión y condiciona el progreso de los jugadores. Si en una misma ronda varios jugadores cumplen el objetivo, todos ellos obtendrán el beneficio, pero dejará de estar disponible para el resto de jugadores. ¡No te duermas!
Cada cuatro rondas el mazo de losetas cambia por la siguiente letra. Esto permite estratificar el contenido y que el azar no condense algunas losetas en un punto concreto de la partida. Los robots selenitas hacen aparición al final de la partida, así como algunas de las otras cartas que nos permiten modificar las losetas colocadas, ya sea derrumbándolas o permitiendo un intercambio entre dos localizaciones.
La partida termina tras doce rondas, momento en el que deberemos pasar a puntuar la tremenda ensalada que propone LUNA Capital. No son pocas las formas de puntuar, ya sea conectando una línea ininterrumpida de un tipo de edificio, edificando una construcción concreta alrededor de algún elemento o con edificios que bonifican otros edificios. Todo ello genera un buen puñado de puntos, habitualmente exponenciales, que fuerza a que los jugadores intenten desarrollar alguna vía al máximo, penalizando hacer “un poco de todo”.
¿QUÉ ME PARECE?
LUNA Capital es un título de losetas familiar que cuenta con todas las bondades del cariño que Devir vuelva en sus ediciones. Se trata de un juego sin mecánicas arriesgadas que se apoya en una ensalada de puntos variada y una exigencia a la hora de planificar nuestro desarrollo sin dejar de ser apto para el gran público y entrando, claramente, por los ojos.
LUNA Capital es una de las dos grandes apuestas de Devir para este Essen. Mientras que Bitoku es el plato más intenso del año, con una caja y una dureza mayor, LUNA Capital también pretende llegar hasta la luna, nunca mejor dicho, en la feria alemana de este año. Para ello busca tocar ese gran público, más familiar, que busca un divertimento más directo, aunque sin perder la sensación de reto en ningún momento. Con este juego tenemos dudas constantes y una cierta planificación, pero pretende seducirnos desde el primer momento, no solo por su atractiva producción sino por sus sencillas reglas de juego.
En LUNA Capital encontramos un juego de losetas a dos niveles. A diferencia de otros juegos, aquí colocamos losetas sobre cartas, que deberemos organizar y expandir con cierta maña para poder crear una capital lunar coherente y eficaz en eso de generar puntos de victoria. Esas dos capas sobre las que jugar son, posiblemente, el elemento más original de LUNA Capital, que no se apoya tanto en la innovación sino en dar una buena mezcla de mecánicas y una ensalada con muchos elementos a puntuar de modo que cada partida pueda ser una oportunidad de rascar unos cuantos puntos más.
El modo en el que funcionan las rondas de cada una de las tres eras hace que la presión aumente por la cantidad de losetas creciente que iremos obteniendo. En LUNA Capital a veces nos sobrarán losetas y habrá que saber minimizar daños y no romper combinaciones por el camino. Adicionalmente, dividir en tres eras las propias losetas permite amortiguar el azar y que aparezcan elementos más interesantes para la reorganización en la última recta, como los robots selenitas, algo que se agradece a costa de un mayor engorro en la preparación.
En cuanto a variabilidad, LUNA Capital ofrecen las concesiones como elemento no solo que cambiar entre partida y partida, sino también como la mayor fuente de interacción. Esa carrera por cumplir los objetivos acabará siendo determinante cuando llevemos un par de partidas, por lo que deberemos ser los primeros en conseguirlos. Esta interacción, además de los puntos que otorga tener la mayor cantidad de meteoritos, es la única que encontraremos en este juego. En mi opinión, la justa pero suficiente para un título de este corte.
Pese a no cambiar en exceso entre partidas, el juego propone un ingreso de losetas a un ritmo que nos costará manejar, y eso es lo que convierte cada partida en un nuevo reto. No es fácil estar contento con la puntuación final y, muy posiblemente, en la próxima partida encontraremos nuevas formas de encajar la distribución de nuestra ciudad de una forma más eficiente. Ese es el principal atractivo para volver a visitar LUNA Capital, ya que las fuentes de puntos son casi inagotables, con varias formas de recibir puntos por adyacencias o elementos conectados entre sí. Todo ello hubiera sido más fácil con una buena referencia para la primera partida o con algún detalle que pasa por alto la hoja de puntuaciones que evita recurrir a las reglas a revisar cómo se puntúan algunos elementos.
De la producción no hay grandes quejas. Artísticamente es un producto impecable y con un estilo muy agradable. A nivel de producción se han incluido elementos de cartón que harán a su vez de inserto y mejorarán la velocidad de la preparación de nuestras partidas; gracias Esbrí por cuidarnos así. Solo reprochar una ligera diferencia de grises en algunas losetas, algo que se aprecia si nos fijamos con atención.
En cuanto a la escalabilidad, el juego funciona como un reloj a cualquier número. Su interacción en forma de carrera hace que no importe si somos dos o cuatro jugadores, mientras que la mayoría de meteoritos no se resiente ni es tan determinante. Desde luego que lo único que hará variar es la duración de la partida que, dicho sea de paso, es amena y dinámica dado que los jugadores suelen colocar los recursos recibidos en su entreturno.
En definitiva, LUNA Capital es un gran título de corte familiar. Con una propuesta que sabe mezclar un loseteo y planificación sencilla de interiorizar, nos propone una ganancia de recursos que nos fuerza a planificar un poco e improvisar otro poco para exprimir los puntos de victoria al máximo. Una producción cuidada con elementos personalizados y una caja con un inserto funcional, Devir demuestra que sabe cuidar su catálogo y que quiere atraer al gran público con un poco arriesgado pero interesante juego.
Pros
- Un juego de losetas con marcada planificación, haciendo que sea un desafio pese a su peso medio.
- Un estilo artístico cuidado, así como la producción completa, algo que ya marca un estándar en Devir.
- Una buena solución de almacenaje para la gran cantidad de losetas incluidas.
- Un modo solitario suficientemente interesante, cubriendo los cánones actuales.
Contras
- Se echa de menos una referencia rápida de puntuaciones para el público al que va dirigido.
Este juego ha sido cedido por Devir Iberia para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!