Unos dados de colores en una caja pequeña son la nueva propuesta de Mercurio.
En Anubixx encontramos un roll&write de caja pequeña, rápido y familiar.
Diseñador/a: | Steffen Benndorf, Florian Ortlepp, Helmut Ortlepp |
Ilustrador/a: | Christian Opperer |
Editorial: | Mercurio |
Idioma: | Multilenguaje, incluyendo español. |
Número de jugadores: | 2-5 |
Duración: | 20 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Anubixx intentaremos ser los mejores constructores del Antiguo Egipto. Los jugadores deberán intentar construir dos de sus tres proyectos de una forma eficiente para, al final, ser el jugador con más puntos.
¿CÓMO SE JUEGA?
En Anubixx jugaremos una cantidad indeterminada de rondas, hasta que algún jugador complete dos de los tres monumentos que tiene en su hoja de jugador.
En este juego contamos con dados con caras de colores. Estos seis colores se corresponden con las seis caras posibles del dado.
En cada turno los jugadores irán turnándose para ser el jugador activo, el cual tendrá un beneficio a la hora de elegir dados.
Para cada turno, se lanzan los cuatro dados, los cuales los jugadores usarán para construir. El jugador activo, a diferencia del resto, elige dos de ellos y los retira del centro de la mesa. De esta manera, no solo es el primero en elegir sino que bloquea el uso de esos dados.
El resto de jugadores, tras él, elegirá dos dados de los que queden en el centro, pero ningún otro jugador se llevará las dados, por lo que esa reserva de dados es igual para los demás jugadores.
Los tres edificios en Annubix se construyen de una forma distinta:
Por suerte, si el azar no está de nuestra parte, podremos gastar comodines o usar la cantera. El sistema de la cantera es muy interesante, ya que nos deja elegir las piedras que necesitemos, siempre de izquierda a derecha. De esta manera, una vez marcada alguna casilla nunca podremos volver hacia atrás, solo hacia la derecha. Tanto los comodines como las piedras de la cantera nos darán puntos al final de la partida, así que merece la pena no abusar.
En Anubixx también encontramos algunas bonificaciones. Los iconos que vemos en las casillas nos permiten ganar puntos al final de la partida, pero solo si somos los primeros en marcar la casilla correspondiente. Eso nos obliga a mirar a nuestros rivales, no solo para saber si están a punto de acabar su segunda construcción, sino para conocer su acercamiento a los bonus. Cuando algún jugador marca un símbolo lo dirá en voz alta para que el resto de jugadores anote que no podrá cobrarse esos puntos más adelante.
La partida termina en cuanto algún jugador edifique la última parte del segundo monumento. La puntuación sigue la siguiente fórmula:
¿QUÉ ME PARECE?
Anubixx es otro roll&write a la larga lista que se presenta como una carrera por conseguir desencadenar el final de la partida rascando bonificaciones por el camino.
Aunque en mi caso es muy difícil rechazar un roll&write, lo cierto es que la lista y el listón está muy alto en esta categoría tan prolífica en los últimos años. En este caso concreto, Anubixx no parece intentar buscar sorprender, sino ofrecer algo sencillo, divertido y contenido, muy encarado a ser un filler que pretenda proponernos decisiones, pero banales y rápidas de tomar.
En Anubixx nos olvidamos de los valores para jugar con colores. Los dados están personalizados, pero transmiten exactamente lo mismo que un d6, hay seis colores en lugar de seis valores, representados en todos los dados. Esta abstracción hace que además de ser más visual, el juego se hace mucho más accesible para el gran público.
En sus tripas, el título nos propone una ensalada de puntos que, de fondo, tiene un final de partida que desencadenan los propios jugadores. Ese detalle hace que las sensaciones en Anubixx sean de carrera, de intentar amortizar bien los turnos para obtener más puntos y cerrar la partida antes de dar espacio a tus rivales.
Y es que Anubixx tiene más interacción que otros títulos de la categoría. Aquí el jugador activo deberá tener un poco de cuidado a la hora de elgir los dados que va a quitar del centro de la mesa y deberá pensar qué movimientos hacer para poder obtener los bonus. Y es que en Anubixx las bonificaciones marcan la diferencia, por lo que intentar obtener algunas nos dará cierta ventaja de cara al final de la partida. Si con los bonus no tienes suficiente, echar un ojo a la situación de las construcciones de los rivales siempre es interesante, sobre todo para saber cuándo va a terminar la partida.
Estos elementos, por desgracia, se olvidan de la rejugabilidad, haciendo que el diseño funcione y sea simpático, pero que cada nueva partida sea un calco a la anterior. Lo único que cambia es la disposición de los colores entre jugadores, haciendo que sus plantillas sean distintas, pero nada más. Esto hace que sea un título enfocado a rellenar sobremesas y relajarnos entre títulos de mayor envergadura, pero que pueda quemarse si le damos muchas partidas consecutivas.
En cuanto al número de jugadores, Anubixx escala sin problemas. Debemos tener en cuenta que aunque el jugador activo vaya cambiando, todos los participantes realizarán acciones en cada turno, de modo que nadie estará nunca esperando.
En definitiva, Anubixx no sorprende pero agrada. Este juego incluye una ensalada de puntos de pocos ingredientes, con una sensación de carrera para intentar completar los monumentos. Una producción discreta pero bien resuelta, contenida en una caja diminuta. Su escasa profundidad y nula rejugabilidad lo hacen un buen filler, pero que puede quedarse corto para los que busquen grandes cambios entre partidas o una propuesta estratégica por encima de la sencillez y la diversión.
Pros
- Una carrera por completar dos monumentos.
- Interacción ligera pero interesante.
- Una producción vistosa para su asequible precio.
Contras
- Escasa profundidad, más encarado a público familiar.
Este juego ha sido cedido por Mercurio Distribución para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!