Watson & Holmes [Reseña]

Más vale tarde que nunca, aquí os traigo mi opinión, sin destripe alguno, de Watson & Holmes, el juego patrio de investigación en su segunda edición.

En Watson & Holmes encontramos un juego de deducción a lo Detective Asesor, pero que se aleja de la cooperación y nos enfrenta al resto de jugadores.

¿DE QUÉ VA? 

Si has pasado por el 221B de Baker Street ya sabrás que Sherlock, junto a Watson, forman el mejor equipo de investigación de Londres y, posiblemente, del mundo. Intenta echarles una mano, investiga y, con suerte, resuelve el caso antes que tus competitivos rivales.

¿CÓMO SE JUEGA?

En Watson & Holmes deberemos elegir un caso y recibir todos los componentes del mismo para ponernos manos a la obra. La misión de los jugadores es resolver el caso antes que sus rivales.

Antes de empezar deberemos colocar las cartas sobre la mesa, las cuales contienen fragmentos de información necesaria para resolver el caso. Antes de empezar podemos leer la introducción o usar el QR para que un audio nos meta dentro de la historia.

Cada jugador recibe un personaje, que le concede una habilidad única y secreta, que solo revelará el turno en el que quiera hacer uso de la ventaja que le ofrece. Además recibirá una cantidad de fichas de carruaje y de policia, algo de lo que hablaremos más adelante. Coge papel y boli, o preferiblemente estilográfica, porque hay mucha información que anotar…

El juego se desarrolla en una serie de rondas en la que los jugadores eligen qué localización quieren visitar y, tras esto, leerán en privado lo que ponga en la carta obtenida. Si alguien tiene toda la información para responder a las preguntas que se han lanzado antes de empezar la partida, puede visitar el 221B para resolver el caso.

Si más de un jugador quiere visitar el mismo lugar, se llevará a cabo una puja mediante los carruajes, la moneda del juego. Esto permite expulsar a un rival mediante la sobrepuja, perdiendo un carruaje cada vez que nos expulsen del lugar. Siempre se podrá acudir a la estación de carruajes para ganar más monedas, a cambio de perder un turno.

Tras leer el contenido y tomar notas en un folio, algo imprescindible en los casos más exigentes del juego, los jugadores pueden dejar una ficha de policía en la localización visitada. Estas fichas tan escasas como potentes, harán que los contrincantes necesiten una ganzúa o un silbato para poder acudir a estas localizaciones. Este obstáculo, de nuevo, hace que la interacción entre jugadores sea un punto importante en este título.

Si algún jugador se atreve a responder las preguntas y no las contesta del modo adecuado deberá dejar de jugar y ver como sus rivales siguen la partida. Esta eliminación de jugadores no es tan agresiva dado que, habitualmente, no se darán muchas más rondas y los jugadores suelen revelar el caso en una cantidad de rondas muy similar.

¿QUÉ ME PARECE?

Con Watson & Holmes encontramos una de las propuestas deductivas competitivas más sólidas que, además, ha sido diseñado en nuestro país.

Si os gusta la deducción y la investigación seguro que tenéis en la estantería un Sherlock Holmes: Detective Asesor, pero buscar alternativas competitivas en esto de la lupa y la pipa de fumar no es tarea fácil… En este hueco tenemos hoy la mejor alternativa que ha pasado por nuestras manos y que, tras la cuidada reedición, volvió a estar disponible.

La propuesta de Jesús Torres es tan acertada como oportunista, ya que pese a que los juegos de investigación tienen recorrido, siempre se había intentado una aproximación solitaria o cooperativa, en la que la puntuación solía ser una comparativa con la excelencia de las pesquisas de Holmes o contra una puntuación ideal en las preguntas, como proponen los Sherlock de GDM. Dado que en los juegos de mesa la competitividad es algo frecuente, acercar este estilo de juegos a que los jugadores puedan ganar por separado es algo que muchos esperaban.

Una de las mayores virtudes de este juego, ademas de elegir unos casos que incrementan su dificultad de una forma progresiva muy agradable, es que las reglas son sencillas y las capas añadidas que nos permiten interactuar con otros jugadores no ensuciar el diseño elegante. En esencia, este juego no se aleja de Detective Asesor o la serie Q, ahora renombrada como Sherlock, ya que en todos ellos nos enfrentaremos a una resolución de las cinco, o más, preguntas típicas de cualquier caso. El añadido, en Watson & Holmes, es una mecánica de pujas para competir por acceder antes que tus rivales a ciertas localizaciones y la posibilidad de poner obstáculos mediante policias.

En primer lugar, las pujas mediante las fichas de carros es sencilla y fácil de que cualquier jugador la capte pronto. Algo tan sencillo como gastar tus monedas, temáticamente reconvertidas en carruajes, hace que la competencia sea real, especialmente a sabiendas que si llegamos a la resolución del caso a la vez que algún rival, estos carruajes serán el desempate, por lo que deberemos gestionarlos bien.

La segunda mecánica, la de obstaculizar algunas localizaciones con fichas de policia, las cuales deberán contrarrestarse con ganzúas o silbatos, da lugar a algo que adoro: los faroles. El simple hecho de poder “echarle el candado” a alguna localización generará cierta expectativa en tus rivales. ¿Qué se esconde allí para que un rival no quiera que leamos la información? En muchos casos, nada importante, pero eso es mejor guardarlo en secreto…

El último elemento que ofrece variedad a las partidas es la inclusión de habilidades a través de la repartición de personajes. Así como los anteriores elementos me gustan, estas habilidades no molestan, pero tampoco me aportan nada especial, de modo que en algunas ocasiones simplemente hemos pasado de ellas. Estas habilidades deben mantenerse ocultas hasta que los jugadores decidan usarlas, intentando ofrecer un efecto sorpresa, pero que personalmente no disfruto en un juego que, por el resto de elementos, se intenta mantener controlable y con todas las herramientas vistas. Si no fuera por estas habilidades, siempre podremos ver cuantos carruajes tienen nuestros rivales o si poseen algunas ganzúas, algo que nos permite calcular los riesgos y decidir si vale la pena visitar otro rincón de Londres o atrevernos a resolver el caso.

Debido a la naturaleza competitiva, el juego se disfruta a más de dos jugadores. Hemos jugado en pareja para poder avanzar en los casos y descrubir los más complejos, pero las pujas pierden fuelle en partidas a menos de tres. De todos modos, si obviamos ese elemento competitivo, podemos jugarlo en pareja y disfrutar de una carrera más fría y calculadora, que nos deja un buen sabor de boca si nos basamos en la investigación, pero menos interactiva por ser menos frecuente la necesidad de coicnidir en una localización con nuestro contrincante.

La rejugabilidad, evidentemente, está limitada a los casos presentados. En la caja encontramos 13 casos que, como ya hemos comentado, se vuelven más complejos que el anterior. Pese a que no necesitamos seguir el orden establecido, ya que no se trata de una campaña, es natural seguir los casos para que la dificultad no sea tan brusca, preferiblemente con el mismo grupo de jugadores. Algo que me ilusiona es ver en el lomo del juego un “1” que nos da lugar a esperar una segunda parte con más casos.

En definitiva, Watson & Holmes es una grandísima alternativa en los juegos de investigación que, a diferencia de otros títulos, propone un juego competitivo. Sin ser demasiado difícil de asimilar, solo añade un elemento de pujas para ofrecer una interacción mesurada pero agradable, haciendo que los jugadores compitan por ser los primeros en resolver el caso. Un título con 13 casos de dificultad ascendente del que esperamos ver continuación.

Este juego ha sido cedido por Jugamos Una para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.