Machi Koro Legacy [Reseña sin spoilers]

Hoy hablaremos de la versión legacy de un clásico tiradados.

Machi Koro Legacy toma la sencillez de su título original y añade lo que todos esperamos de una campaña.

¿DE QUÉ VA? 

Machi Koro es una pequeña y próspera isla llena de color y de vida. Cada uno de los alcaldes de las distintas ciudades quieren que sus edificios generen el máximo beneficio y sentirse orgullosos de sus decisiones. ¡Lo que nadie sabe es que una aventura dividida en diez partes está por llegar!

Machi Koro es un juego de gestión de cartas con dados que sigue siendo un referente cuando se busca un juego ligero y familiar. En esta entrega legacy encontraremos diez capítulos que nos cuentan una historia tan sencilla como sus reglas, pero llena de pequeños cambios que ofrecen la variedad que echábamos en falta en el juego anterior.

¿CÓMO SE JUEGA?

Machi Koro Legacy nos propone diez partidas que siguen un hilo narrativo, donde en cada una añadiremos nuevos objetivos, nuevas cartas y algunos elementos que no os podemos contar para no ser aguafiestas…

En cada partida, a no ser que las cartas legacy nos digan lo contrario, los jugadores deberán competir para poder comprar sus tres objetivos personales y participar en el objetivo comunitario antes que el resto. Todos estos objetivos ofrecen beneficios desde el momento en que los adquiramos, por lo que generar un buen motor de ingresos y una pequeña estrategia será nuestra mejor opción, si los dados están de nuestra parte.

Antes de empezar una partida, el propio mazo Legacy, el cual contiene un buen número de cartas, nos irá guiando por una historia, llena de magia y descacharrantes situaciones, y nos ofrecerá contenido nuevo para cada partida.

Cada jugador empieza con un tablero personal para sus tres objetivos, alguna carta inicial, llamadas Núcleo Urbano, y tan solo tres monedas. ¡El resto habrá que trabajarlo!

El turno en Machi Koro es bien sencillo: lanzar uno o dos dados, activar los edificios cuyo valor coincida con el resultado y llevar a cabo una única acción.

Esta estructura se mantiene desde el juego original, aunque os podemos asegurar que durante las diez partidas, las acciones que podremos realizar irán aumentando, añadiendo nuevas mecánicas y decisiones.

Como acción los jugadores podrán completar un objetivo personal o comunitario, los cuales requieren grandes cantidades de monedas. Para ganar esta monedas deberemos montarnos una buena parrilla de edificios que permitan exprimir nuestros turnos, teniendo en cuenta si vamos a acabar lanzando uno o dos dados, y las posibilidades de que lancemos unos u otros valores.

El primer jugador que complete sus tres objetivos y el proyecto comunitario, se convertirá inmediatamente en el ganador.

A medida que juguemos iremos añadiendo nuevas cartas y, sobre todo, abriendo las seis cajas misteriosas que incluye el juego. ¡Solo te las enseñamos por fuera!

¿QUÉ ME PARECE?

Machi Koro Legacy es lo que esperaba de una versión legacy del clásico familiar. La mano de Rob Daviau se nota y sabe añadir algo nuevo en cada partida, que es lo que se espera en este nuevo formato de juego.

Si no conocéis el Machi Koro original, posiblemente os sorprenda la nota que le acabo dando, pero es que Machi Koro es uno de los tiradados al que más cariño le he cogido y si estás en mi equipo, nada de lo que diga ahora te sorprenderá.

El título original es de corte familiar y, si me apuras, de los más sencillos que puedan venirme a la cabeza. Los jugadores irán adquiriendo cartas que se activarán cuando el dado o dados que se lanzan en cada turno indiquen el valor adecuado. Con esto, los jugadores irán montando un motor de monedas que, o bien apueste por valores de frecuente aparición, o se cubran la espalda mediante la adquisición de valores muy variados. Todo ello solo se complica medio punto gracias a algún que otro combo y mantiene la interacción gracias a cartas que, o bien benefician a todos los jugadores independientemente de la tirada, o nos permiten robar al jugador activo. ¡Eso es todo!

El juego, como podéis imaginar, depende en gran medida del azar, y ese es el primer obstáculo a interiorizar. Las malas tiradas, las malas rachas o las malas partidas están a la orden del día, pero no siempre ensucian la diversión de un juego tan azaroso como divertido. Hablamos de un juego que pueden jugar los peques de la casa, con un turno que dura escasos segundos y que da lugar a comentarios y bromas varias. Temía que en la versión legacy se añadieran demasiados complementos que complicaran la experiencia o que, incluso, controlaran más el azar y se perdiera la esencia, pero no ha sido así.

En esta caja se nos han presentado 10 partidas en las que no solo se van añadiendo reglas, sino que también se ofrece una historia por la que nos pasearemos. En cuanto a la narrativa, encontramos algo que esperábamos para un juego de este peso, una historieta sencilla, con algunos toques de humor surrealista y una profundidad que solo cubre hasta los tobillos. No esperéis tochos, sino dos caras de una carta que nos justifican las nuevas reglas y elementos que iremos sumando en cada nueva partida.

El componente legacy en este Machi Koro es el que ya me esperaba. Tras haber jugado a clásicos legacies como Pandemic, en este juego encuentro lo que me hubiera imaginado si lo escalamos a un entorno mucho más familiar. Cada una de las seis cajas incluye elementos, de plástico, pegatinas y otras sorpresas que no os pienso revelar, que hacen que el juego se sienta más completo sin complicar el turno. Su estructura básica siempre será lanzar dados, activar edificios y hacer una acción, lo que pasa es que iremos añadiendo alguna acción adicional que se apoyará en elementos externos.

Los pequeños cambios son suficientes para que podamos disfrutar de un juego que, siendo sinceros, puede quemarse si se saca demasiado a mesa. Mientras que su juego base tiene cartas suficientes para unas cuantas partidas, se vuelve bastante mecánico y reactivo a nuestros resultados en las tiradas, pero aquí vemos que con las modificaciones en cada partida permite que se puedan jugar varias partidas en una misma sesión sin cansarnos del juego. Con esta caja podéis aseguraros diez partidas frescas, algo que es difícil de prometer con su título original dada la nula variabilidad entre partidas.

En cuanto a la producción, encontramos lo esperado, un buen inserto que nos permite separar las cartas archivadas por motivos del legacy, y un espacio separado para las cajas. El resto de componentes, como las cartas y los dados, cuentan con la misma calidad que su juego original que, sin ser destacable, cumplen su función.

En resumidas cuentas, Machi Koro Legacy gustará a los que hayan disfrutado con el título básico y viene a dar frescura a un juego quizás demasiado sencillo y sin variabilidad entre partidas. Con este Machi Koro Legacy hemos podido disfrutar de varias partidas de una sentada, gracias a los cambios de reglas y una historia que, aunque ligera e insustancial, se siente en armonía con el peso del juego. Sin duda alguna, el legacy más familiar que hemos tenido en casa.

Este juego ha sido cedido por Devir Iberia para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.