Hoy hablamos de un simpático juego de confrontación sobre un montón de carbohidratos. Se trata de Frutti di Mare.

Se trata del primer juego de Maarten de Schrijver, diseñador e ilustrador de este proyecto. El juego permite ser jugado de 2 a 6 jugadores, aunque ya veremos que a ciertos números la experiencia será más equilibrada, con una duración de más de 30 minutos, cosa que dependerá especialmente del número de jugadores, y una edad mínima recomendada de tan solo 10 años.


¿DE QUÉ VA?

Los Reyes Cangrejos no quieren estar en la periferia del montón de espaguetis. En una encarnizada pelea sobre resbaladizo tomate, los crustáceos y peces más sabrosos intentan pelear por el control del centro del plato. Las escurridizas sardinas serpentean mientras que el pulpo, sin acercarse al enemigo, usa sus tentáculos sin miramiento. ¡Corre al centro y defiende tu nombre, Rey Cangrejo!

En Frutti di Mare encontramos un juego de confrontación basada en tiradas de dados que se muestra más simpático que la mayoría de juegos de este corte. Con un original sistema de discursos motivacionales y un líder un tanto peculiar, nos ofrece un juego que puede ser disfrutado, de forma variable, por un gran número de jugadores.


¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?

El contenido de la caja es el siguiente:

  • 30 perlas que usaremos para las habilidades del Rey Cangrejo.
  • 70 monedas que usaremos para adquirir frutti.
  • 78 frutti, entre los que encontramos al Rey Cangrejo y los Frutti Reales.
  • 7 dados personalizados, de ataque, de defensa y el dado del Rey.
  • 90 peanas, 15 por cada posible jugador.
  • Un tablero redondo lleno de espaguetis.
  • 6 Menús, que nos servirán de referencia durante la partida.

El juego viene editado en un formato multilenguaje, incluyendo el inglés, pero sin contar con el español. Los menús, cartas de formato alargado en las que vemos todos los atributos de nuestros luchadores, tienen un diseño práctico, con una doble página para cada uno de los idiomas y, por lo demás, nos encontramos ante un juego independiente del mismo a nivel de componentes.


¿CÓMO SE JUEGA?

Para empezar la partida, dependiendo del número de jugadores, cada participante empezará en uno de los lados del tablero, según el diagrama:

Como se intuye en la imagen, a ciertos números de jugadores la distribución no está igualada y eso tendrá trascendencia en la partida.

Cada jugador empezará con tres unidades: su Rey Cangrejo, un poderoso mejillón y un astuto calamar. El Rey empezará en su trono, inmediatamente frente a su contador de perlas. Al iniciar la partida, cada jugador contará con una sola perla, elemento que simboliza tanto la vida de su Rey Cangrejo como la moneda para pagar ciertas habilidades.

Detalle del trono del Rey Cangrejo y el contador de perlas. Aunque tiene cabida para cinco perlas, inicialmente empezaremos con una sola. ¡No expongas a tu Rey ante los peligrosos adversarios!

Para ganar la partida tenemos tres posibilidades:

  • Conseguir que tu Rey Cangrejo llegue al centro del tablero.
  • Mantener un Frutti Real durante un turno en la casilla central del tablero.
  • Eliminar a los Reyes Cangrejo de todos tus oponentes.

Ya sabemos como ganar, así que podemos ponernos manos a la obra.

Empezando por un jugador inicial elegido al azar, los turnos se llevarán a cabo en sentido horario hasta que se cumpla alguna de las condiciones descritas.

FASE DE INGRESOS

Durante esta primera fase, el jugador recibe una moneda de oro más las monedas adicionales que proporcionen sus frutti.

En nuestro Menú, que nos sirve de inventario para conocer los distintos animales que podremos comprar para que se unan a nuestras filas, encontramos un primer grupo de frutti que generan ingresos. Al inicio de la partida tendremos un mejillón, que colocado sobre las casillas con el símbolo de los tenedores cruzados, nos generará una moneda adicional al principio de cada ronda que se mantenga en esa posición.

Detalle del tablero con las casillas de ingresos, con sus tenedores cruzados, lugar donde deberíamos colocar a las unidades que generan ingresos, como el poderoso mejillón o las vieiras. También se puede apreciar como, frente al trono del Rey Cangrejo, encontramos dos casillas de reclutamiento, lugar donde colocaremos a nuestros nuevos reclutas.

Aunque no tengamos porque hacerlo durante esta fase, debemos conocer como funciona nuestro Rey Cangrejo, peculiar hasta decir basta. Nuestro rey ni se mueve, ni ataca ni se defiende… demasiado. En lugar de eso, tiene cuatro discursos motivacionales, que podemos leer en nuestra carta. El Rey Cangrejo es capaz de pronunciar uno de sus discursos en cada ronda, por lo que piensa bien cuál quieres que repita y en qué momento de tu turno.

De sus cuatro discursos, uno le permite moverse a una casilla adyacente y obtener una perla, por lo que cada vez que lo movemos hacemos que aumente su vida, hasta las cinco perlas máximas que podremos recolectar. Por el contrario, los otros discursos permiten obtener acciones adicionales, monedas, o eliminar un frutti enemigo del tablero, aunque esto último dejará a nuestro rey con una sola perla de vida…

FASE DE RECLUTAMIENTO

¡Ya tenemos la pasta!

Ahora es el momento de revisar nuestra carta y comprar lo que más nos interese. Los frutti se colocan en una reserva común, por lo que todos podremos comprarlos hasta que se agoten. No podemos comprar dos frutti iguales en la misma ronda.

El salmón humeante cuesta cinco monedas, como podéis ver en el propio menú. Pagando su precio, cogeremos un salmón de la reserva, le colocaremos una peana de nuestro color y lo situaremos en uno de nuestros dos puntos de reclutamiento.

También encontramos unos Frutti Reales que, por su gallardía, solo pueden ser contratados uno a la vez, por lo que cada jugador no puede poseer más de uno de ellos de forma simultánea.

Los tres Frutti Reales son más caros y exclusivos, ya que solo podremos contratar a uno de ellos de forma simultánea.

Debemos tener en cuenta que los frutti son limitados. Al ser eliminados, serán retirados de la partida, por lo que puede que te interese ver cuántos quedan, ya que al final de la partida puede que se haya agotado el tipo de pez que buscas.

FASE DE ACCIÓN

¡A moverse y repartir leña!

En esta fase el jugador activo podrá accionar a todos sus frutti, incluso los que acaba de reclutar. Cada peón bajo su mando puede atacar, moverse, o moverse y atacar. ¡No puede atacar y luego salir por patas aletas!

El banco de sardinas es una unidad peculiar que, a diferencia del resto, debe moverse obligatoriamente tres casillas cada turno. Su hiperactividad descontrolada hará que debamos premeditar un poco hacia donde nos dirigimos para que no se pase de largo de nuestro objetivo.

Vamos a fijarnos en los atributos de las unidades para poder conocer su funcionamiento:

Como veis, la gamba vergonzosa tiene una capacidad de movimiento de 2, por lo que se podrá desplazar dos casillas cada turno, usa dos dados de ataque y un dado en defensa. Su coste, como ya sabemos, está representado por las dos monedas a la izquierda de sus atributos. ¡Es barata y rápida, pero poco resistente!

Nuestros movimientos irán encarados a intentar atacar al enemigo o proteger a nuestro Rey. Debemos saber que, por norma general, podemos atacar a una unidad enemiga que se encuentre en cualquiera de las seis casillas adyacentes a nuestros peones. Pese a esto, hay algunas unidades, como el pulpo, que atacan a distancia.

Durante los ataques, las espadas cruzadas se consideran éxitos mientras que, durante la defensa, buscamos los escudos sobre los dados verdes. Hay tres caras mostrando el éxito en cualquiera de los dados. También encontramos un icono de potenciador, en forma de estallido, que se considera un fallo excepto si nuestro frutti tiene alguna habilidad especial. Veamos un ejemplo de combate:

La gamba se dispone a atacar a la navaja veloz del equipo verde. Aunque la gamba ataca con dos dados, los dos dados rojos lanzados, la navaja se defiende con tres dados, los dados verdes de defensa. En este ejemplo, tanto el atacante como el defensor han sacado dos éxitos, puesto que la navaja no tiene ninguna ninguna habilidad y su potenciador se considera un fallo. En caso de empate, como viene siendo habitual en muchos juegos, el defensor gana. ¡La navaja sigue en pie lista para la venganza!

Por su parte, el Rey Cangrejo no ataca ni se desplaza del modo habitual. Si es atacado, tampoco usa los dados verdes de defensa, sino que lanza un dado único de color negro, que podéis ver en una fotografía más arriba. Este dado muestra un potenciador en una de sus seis caras que, si lo consigue, anulará todo el daño que fuera a recibir. Por el contrario, en 5 de cada 6 tiradas, recibirá el daño directamente y deberá descontarse tantas perlas como éxitos haya sacado el atacante. Si nos quedamos sin perlas…¡habremos perdido!

Recuerda que es un juego con eliminación de jugadores por lo que no querrás morir pronto y ver jugar al resto. Sé conservador, al menos con tu rey, e intenta mantenerlo a salvo. Curiosamente pocos mueren al principio, puesto que los reyes se irán acercando al centro de una forma progresiva, al menos en la mayoría de las ocasiones.

¡Eso es todo! Un turno estructurado de forma sencilla y que se irá repitiendo hasta que alguien consiga uno de los objetivos descritos más arriba.


¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?

Frutti di Mare incluye un tablero espacioso y redondo. Alrededor del mismo deberemos colocar varios componentes: las monedas, las perlas y los frutti mismamente. Cada jugador necesitará un espacio para sus peanas. Más allá de esto, necesitamos separar los frutti que sean derrotados, ya que deberían volver a la caja, y dejar un espacio para lanzar los dados, elemento central del juego. ¡Despeja la mesa, anda!

Partida a tres jugadores lista para empezar. Vemos el detalle de los peones iniciales colocados en las casillas de inicio: el Rey en su trono y el mejillón y el calamar en las casillas de reclutamiento. ¡Que comience la batalla!

¿QUÉ NOS PARECE?

Frutti di Mare propone un juego de confrontación y dados que se acerca con simpatía a los menos adeptos a este corte de juegos.

Seamos sinceros, ya habéis visto que tras más de centenar y medio de reseñas, los juegos de confrontación no son nuestro formato favorito. Si hablamos de juegos de miniaturas en forma de duelos, pues solo disfrutamos del sorprendente Time Arena (aquí su reseña), por su sistema en tiempo real que nos parecía un añadido fresco.

Con Frutti di Mare nos reservábamos en opinar hasta poderle hincar el diente. Nos atrajo su apartado artístico, y es que los chicos de Blackbox Adventures saben como proponer temáticas y ambientaciones rebeldes, desde su Revenge of the Dictators, que intentaremos traeros en unos meses, a esta batalla sobre un plato de pasta. Sin duda, este elemento lo hace distintivo, aunque no confiábamos que fuera suficiente para hacernos disfrutar por encima del resto.

Dejando de lado aspectos de diseño que nos han gustado, pero que no son la principal razón por la que nos ha gustado el juego, quisiéramos comentaros lo bien que funciona la mecánica del Rey Cangrejo. Nos encontramos ante un peón que en otro juego sería el líder del ejército, al cual debemos salvaguardar hasta el final. No solo debe llegar al centro, a no ser que nos decantemos por la segunda condición de victoria, sino que no se defiende con demasiada habilidad, pero es una fuente interesante de habilidades. El sistema de discursos motivacionales es tan bizarro como divertido. Sobra decir que, si jugáis a Frutti di Mare deberéis gritar la frase que va a motivar a tus tropas, no hay opción. Con cuatro habilidades que no complican ni enlentecen el ritmo de la partida, encontramos un modo de tirar y aflojar, arriesgar o conservar la vida de nuestro cangrejo. En cierto modo, es un sistema que nos permite usar perlas si nos vemos al borde de la derrota o ser conservadores y huir, cosa que nos hará «curarnos». Elegante y funcional, permite que, además, podamos llevar a cabo ciertas acciones menos predecibles que los movimientos y ataques de nuestros salados luchadores.

Las virtudes del diseño también se transmiten en el desarrollo. El juego viene editado con unos menús, en formato carta de restaurante, que nos sirven de referencia rápida. No solo es gracioso ver jugar a alguien y no tener claro si van a pedir un plato de sepia o pelear, sino que es funcional y vistoso. Acompañando este diseño, nos encontramos ante una variedad de unidades que nos ha parecido muy equilibrada. No nos abruma con una gran cantidad de unidades, pero si las suficientes para que podamos tener acercamientos distintos durante la partida, insistiendo en la defensa, el movimiento o el ataque más bruto. Los distintos animales están divididos de forma que podemos ver aquellos que nos reportan ingresos, aquellos que reparten más leña o los Frutti Reales, esos guerreros de coste elevado de exclusivo reclutamiento, de un modo rápido y bien estructurado.

Todos los frutti que podremos adquirir. Una variedad suficiente pero sin excesos. Nos pareció muy equilibrada.

Durante la campaña de mecenazgo se consiguieron unos stretch goals sociales que desbloquearon una serie de escenarios. Si los buscáis en la BGG, encontramos dos preparaciones distintas al modo de juego clásico, cambiando algunas reglas de juego y condiciones de victoria, añadiendo una asimetría que, de vez en cuando, puede ser agradable para cambiar un poco las sensaciones del juego.

El número de jugadores nos hace chirriar un poco. Como podéis imaginar, empezamos jugando en pareja, como en la mayoría de ocasiones, y el juego funcionó adecuadamente. Cara a cara, buscando el centro, sin tregua. Por suerte, pronto lo pudimos disfrutar a tres y la cosa mejoró aun más. Los dos frentes abiertos hacen que la situación sea tensa turno tras turno, con espacio suficiente para corretear pero nunca estar suficientemente lejos como para sentirte a salvo. En la caja habla de jugar de 2 a 6 jugadores, uno por cada lado del plato. Aun así, el número de jugadores influye en la experiencia y el modo de juego. Mientras que a seis se puede volver frustrante ser el primero en morir, como en el clásico Bang!, a cuatro jugadores veremos que al inicio las peleas se reúnen en cada uno de los frentes, enfrentando a dos jugadores entre sí a cada lado del tablero. Diferente, pero especialmente interesante a dos o tres jugadores, donde veremos casillas libres por las que desplazarnos y tendremos suficiente capacidad de controlar las distancias entre nuestros peones y los enemigos, cosa muy compleja si somos más alrededor de la mesa.

Los dados están ahí, asúmelo, y es como lanzar una moneda a cara o cruz en la mayoría de las ocasiones. Pocos juegos de este tipo causarían la diversión que originan sin unas tiradas de dado. Debemos saber que el cincuenta por ciento de cada dado muestra el resultado que esperamos, por lo que no es difícil obtener un éxito, al igual que no es difícil que nuestro enemigo se defienda. El añadido de los potenciadores es interesante, e impresiona de que Marteen no quiso incluir demasiadas habilidades especiales, reservando éstas para menos de la mitad de los personajes y de una forma claramente temática, cosa que hará que memoricemos fácilmente las reacciones de los distintos fruttis ante estos inesperados resultados. Pese a todo esto, no debemos olvidar que el juego, sin querer engañarnos con su aspecto, tiene un corte familiar y, aunque la estrategia tiene más cabida de lo que parezca a simple vista, las tiradas pueden traernos grandes dolores de cabeza.

En definitiva, Frutti di Mare: Veni, Vidi, Antipasti! es un juego de combates en el que, de un modo familiar y con un diseño artístico más simpático que la mayoría de juegos de este tipo, nos ofrece un juego rápido, especialmente en números bajos de jugadores, y muy dinámico. Un juego con estrategia suficiente para mantenernos atentos a los movimientos de los rivales, pero con unos dados que pueden frustrarnos algunos turnos. Un juego que cambia sustancialmente dependiendo del número de jugadores y que, pese a que no siempre funciona igual de bien, puede disfrutarse con diferentes números en un tiempo bastante contenido. Sin duda, un juego de confrontación a tener en cuenta, especialmente si no es tu tipo de juego y quieres empezar por algo atractivo para los menos experimentados pero con suficiente profundidad para no aburrirlo tras unas partidas.


PUNTOS POSITIVOS

  • Diseño gráfico: Marteen no solo diseña un juego familiar y simpático, sino que el arte del mismo es atractivo y funcional.
  • La temática: hasta el momento no conocíamos un juego de confrontación sobre un plato de espaguetis, nos faltará bagaje…
  • El equilibrio: con un número suficiente pero no excesivo de unidades, con escasas habilidades especiales para no complicar la experiencia pero hacerla relativamente estratégica.

PUNTOS NEGATIVOS

  • Número de jugadores: lo preferimos a dos o tres, por razones evidentes respecto a la forma del tablero. Además, a seis jugadores la experiencia puede ser caótica, larga para la mayoría y corta para el primer jugador en morir.
  • El azar: puede ser traicionero en cada combate. Los dados muestran un 50% de probabilidades de éxito y los empates no serán efectivos, por lo que a veces deberemos asegurarnos de lanzar lo suficiente para poder derrotar a los enemigos.

Este juego ha sido cedido por Black Box Adventures para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.