Hoy os traemos un de los juegos en caja de cerillas que presentó Helvetiq y ha traído a nuestro país Gen X. Se trata de StickUp.
Se trata de un juego de Martin Nedergaard Andersen (Macroscope, Bandido…) que cuenta con el arte de Katie Burk. Se trata de una propuesta destinada para 2 a 4 jugadores, con una duración tan contenida como 20 minutos y una edad mínima de tan solo 6 años.
¿DE QUÉ VA?
Elige una cerilla y lánzala sobre la mesa. Otro jugador hará lo mismo. Busca cartas que contengan la combinación de tu elección y la del rival. ¡Señala las cartas bien rápido para ganar puntos!
Sin ambientación necesaria, StickUp es un juego de rapidez y agilidad en el que debemos buscar los colores de las cerillas que se hayan elegido en esta ronda. Sin más normas que compliquen la experiencia, se trata de un juego rápido y sencillo con una producción atractiva.
¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?
La caja de cerillas contiene:
- 15 palitos de madera en cinco colores distintos.
- 45 cartas que muestran combinaciones de dos cerrillas.
- 1 pequeño manual de reglas.
Sin duda alguna, la caja es atractiva, aunque excesivamente grande. Queda bien al lado de Colorfox y Zen Master, pero todos ellos podrían tener unas dimensiones algo más contenidas. Las reglas, pese a la caja, vienen en un formato de prospecto de medicamento que se entenderían mejor en una caja de menor tamaño.
¿CÓMO SE JUEGA?
El juego es tremendamente sencillo de preparar y jugar.
Para empezar, se coloca una parrilla de 4 por 4 con las cartas de cerillas del mazo, tras haberlas barajado. En cada carta habrá una combinación de dos cerillas en cualquiera de los posibles colores disponibles: verde, rojo, azul, amarillo o madera natural.
El objetivo del juego es claro: deberemos ser los más rápidos seleccionando las cartas en las que se muestre la combinación de colores que coincida con las dos cerillas elegidas este turno. Cada carta seleccionada correctamente será un punto para el jugador que haya sido más veloz.
Así pues, entre todos los jugadores de la mesa, repartiremos un set de cinco palitos de madera a dos de ellos, que representarán las cerillas. Cada uno de estos jugadores tendrá un palito en cada uno de los cinco posibles colores de cerillas. El tercer set de palitos es, simple y llanamente, por si perdemos alguno de los anteriores. ¡Gracias!
En cada ronda se realizará lo siguiente:
- Los jugadores con las cerillas deben, en secreto, elegir una cerilla y esconderla en uno de sus puños. En el otro puño guardarán las cerillas restantes para que nadie sepa del color que ha sido seleccionado.
- Los jugadores deben mirarse a los ojos y contar hasta tres…
- Al acabar de contar, los jugadores que posean cerillas en su mano, deberán abrir su puño sobre la parrilla de cartas y dejarlas caer.
- En el momento en que toquen la mesa, todos los jugadores deben buscar las posibles cartas que coincidan en la combinación de colores seleccionados. ¡Puede que no haya ninguna carta seleccionable o hasta un máximo de tres!
- Los jugadores tocarán, no cogerán, la carta que coincida con los colores requeridos. Solo disponen de una mano para ello, que declararán al principio de la partida.
- Tras haber seleccionado las posibles cartas, se entregan al jugador más rápido y se reponen los espacios con nuevas cartas para mantener la estructura de 4×4.
- Los palitos de madera se pasarán al jugador de la izquierda, de modo que el rol de seleccionar los colores se irá rotando en cada turno.
- La partida finaliza cuando no hay cartas para reponer las dieciséis cartas centrales.
Adicionalmente, hay unas penalizaciones que recomiendan usar en las partidas con adultos. El jugador que use su segunda mano para seleccionar una carta o seleccione una carta que no cumpla los requisitos de colores, deberá descartarse de una carta previamente ganada, por lo que habrá perdido un punto de victoria al final de la partida. En definitiva, son reglas básicas para evitar que se abuse al elegir cartas, aunque no aumentan ni un ápice la complejidad de la experiencia.
Cada carta ganada nos otorgará un punto al final de la partida. El jugador con mayor número de cartas ganadas y, por lo tanto, puntos de victoria, será el ganador. En caso de empate se seguirá con la partida hasta agotar las cartas sobre la mesa.
¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?
La mayor extensión de la mesa estará ocupada por la parrilla de cartas dispuestas. Más allá de esto, cada jugador debe colocar las cartas que vaya ganando frente a sí y dejar una zona visible en la que dejar caer las cerillas seleccionadas este turno, de modo que todos puedan ver los colores sin problemas.
¿QUÉ NOS PARECE?
StickUp es rápido, sencillo y colorido.
Si algo caracteriza a Helvetiq es hacer juegos coloridos, de diseños minimalistas y sin comeduras de cabeza. StickUp sigue su estándar sin aportar nada nuevo al género pero entreteniendo en pocos minutos.
Es un juego de rapidez y agilidad sin muchas pretensiones que nos propone rondas rápidas. Dadas las características, es un juego que puede ser disfrutado con los más pequeños de la casa, ya que el procesamiento de lo que debemos hacer es meramente visual. Aquí no hay un fez como en Fantasma Blitz ¡Menudo susto! (aquí su reseña) que nos obligue a usar nuestro lóbulo frontal, aquí es todo impulso.
StickUp no brilla por su originalidad, y es que se encuentra en un cajón apretado en cuanto a estilo de juego. Ya hay en el mercado varios juegos de ser rápido, coger cosas y pensar lo justo. ¿Añade algo? Podríamos asegurar que no. Si bien es cierto que aquí no hay un único objetivo, y puede haber varias cartas que coincidan con los dos colores que hayan salido para esta ronda, el resto no dista de otros juegos como Dobble.
Como detalle, el hecho de que en este juego solo se deba tocar la carta y no tomarla con nuestra mano generó un debate mayor de lo que os podáis imaginar. Creo que todo jugón de bien habrá sufrido algún arañazo o clavadita de uñas jugando al Jungle Speed, ¿verdad? Parece que en StickUp reniegan de esa agresividad primitiva y nos ordenan simplemente usar nuestro índice. Laura pensaba que era un sinsentido y que llevaría a confusión pero el hecho es que no fue nada mal. Pensemos que en este juego habrá un máximo de tres combinaciones posibles en la mesa. Así, por ronda, puede que solo una o dos cartas, por no decir ninguna, se correspondan a las cerillas que hayamos lanzado sobre la mesa. Con ese número de posibilidades no es difícil esquivar las manos ajenas ni determinar quién fue el primero.
Sin duda, es una propuesta más dentro de una categoría repleta de opciones. Se trata de un juego bien presentado y sencillo, más sencillo que otros dentro de su campo, por lo que puede funcionar a edades muy tempranas con el riesgo de quemarse pronto. Pese a eso, los juegos de cerillas tienen ese atractivo y se trata de una serie de proyectos que comparten diseño y simpleza. Si te faltan juegos en esta categoría o eres un coleccionista nato, puedes pensar en este StickUp.
PUNTOS POSITIVOS
- Producción atractiva: no solo la caja de cerillas llama la atención sino las maderas de colores pueden entrar por los ojos.
- Sencillez extrema: aunque también tenga su parte negativa, encontramos que es un juego perfecto para aquellos que no esperan más de treinta segundos para empezar a jugar. Las reglas son tan claras como escuetas: busca y señala.
PUNTOS NEGATIVOS
- Tamaño excesivo en la caja: pese a la belleza de la misma, su tamaño es excesivo. Comparte tamaño con otros juegos de cerillas que, por lo que sabemos, no necesitan cajas tan grandes en ninguno de los casos.
- No aporta novedades al género: dentro de los juegos de habilidad no tiene elementos originales. Si bien se decanta por la sencillez en reglas, no hay reglas que aporten mayor estrategia o dificultad que buscar dos colores sobre las cartas de la mesa, por lo que puede que canse en pocas partidas.
Este juego ha sido cedido por GenX Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!