Esta semana hablaremos acerca de Gum Gum Machine, una de las primeras creaciones de HUCH! & Friends.
Se trata de un colorido juego ideado por Stefan Dorra (Se vende, Medina y Perfamon) y Ralf zur Linde (Finca y también Pergamon) y un apartado artístico a mano de Michael Menzel, encargado de juegos clásicos como Dominion, Stone Age o Bruges. Se trata de un juego de 2-4 jugadores con una duración aproximada de media hora, aunque a nosotros nos resultan más cortas, y una edad recomendada a partir de solamente 8 años.
¿DE QUÉ VA?
Se encuentra ante nosotros una gigantesca máquina de chicles. ¿Sabremos accionar correctamente sus engranajes y mecanismos para crear la goma masticable multicolor más sabrosa? Elige el camino para llegar a los componentes necesarios para puntuar cada uno de tus chicles y ganar a tus rivales.
En otras palabras, Gum Gum Machine es un juego en el que activaremos diferentes vías para poder alcanzar componentes de colores para puntuar los chicles que vayamos fabricando. Un juego de memoria y planificación, con toques de azar y buenos componentes.
¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?
La caja de Gum Gum Machine incluye una gran cantidad de componentes, en parte por su naturaleza de juego personalizable.
- Un gran y colorido tablero con doble nivel de cartón. En él deberemos colocar ciertos componentes con distinta iconografia antes de empezar a jugar.
- 16 componentes para colocar, a nuestro gusto, sobre el tablero.
- 2 hervidores reversibles, en azul y verde, para colocar en el tablero.
- 2 ruletas, también reversibles, con una flecha giratoria para colocar sobre ellas.
- 7 interruptores, cinco de ellos numerados para accionar el mecanismo correspondiente y dos con tuercas para una sección concreta del tablero.
- 1 línea de montaje para el área correspondiente.
- 10 marcos para colocar sobre los componentes modificables del juego.
- 6 discos de chicle, en los 7 colores disponibles, incluido el negro.
- 1 bolsa negra opaca para guardar los distintos trozos de chicle.
- 4 tokens de engranaje para poder indicar nuestra puntuación actual.
- 2 Chiclómetros, un divertido componente para calcular la puntuación de nuestros chicles.
Como veis, es una caja repleta de componentes y de muy buena calidad. Cabe destacar el grosor del tablero y los colores del mismo. Su manual, multi-lenguaje, vuelve a olvidarse del castellano, conteniendo inglés, alemán, francés y holandés. De nuevo, otra pena en cuanto a producción tras ver que es un juego que no depende del lenguaje lo más mínimo.
¿CÓMO SE JUEGA?
Para jugar a Gum Gum Machine tenemos que colocar varios componentes sobre el tablero. Se trata de un tablero con varias zonas en las que debemos montar un sistema de marcos. De este modo, hay varias disposiciones iniciales, en las que podemos incluso elegir el grado de aleatoriedad que deseamos en nuestra partida, de modo que podemos esperar una alta rejugabilidad y modular nuestra experiencia pudiendo seleccionar unos componentes u otros.
Tras tener la mesa correctamente preparada, la premisa es sencilla: elegiremos un color al que mover el selector de accionamiento, tras esto solo tendremos que seguir su tortuoso cableado e ir llevando a cabo todas las acciones que nos muestre. Por el camino iremos adquiriendo trozos de goma para nuestro chicle, ya veremos cómo y cuándo los puntuaremos.
Este es uno de los caminos que podemos tomar, aunque en el mapa hay otras secciones a descubrir. Por ejemplo:
Si en algún momento adquirimos una ficha negra, consideramos que acabamos de sellar nuestro chicle y debemos puntuarlo con el Chiclómetro. Según su altura, nuestra creación tendrá una puntuación.
La partida finalizará en el momento en que alguien consiga chicles por valor de 30 puntos de victoria, aunque de nuevo podemos modificarlo para alargar o acortar la experiencia de juego.
¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?
Gum Gum Machine es un juego que reside prácticamente en el tablero, fuera de él solamente necesitamos un espacio para la bolsa de tela y los chicles que vayamos fabricando.
¿QUÉ ME PARECE?
Gum Gum Machine es un juego atractivo y fresco.
Lo primero que nos llamó la atención fue su producción y todo su tablero. Ese estilo steampunk con su toque de colores y la gran variedad de secciones en las que dividimos el tablero captó completamente nuestra atención. Es un juego bien acabado, con componentes que encajan a la perfección.
Tras leer las reglas nos dimos cuenta de que, en gran medida, se trataba de un juego de memoria y planificación. Sí, sobre todo de memoria. Al principio los distintos mecanismos deslizantes esconderán unos u otros iconos, pero tras revelarlos al ser accionados el juego se torna algo más calculador de lo que podría parecer. Tendremos que, poco a poco, ir recordando a donde nos llevará cada uno de los caminos para poder, en la medida de lo posible, llegar al deseado destino y obtener el color que más nos interese para crear el chicle más sabroso y molón. Merece la pena añadir que, pese a tener que recordar donde se esconcen los iconos que más nos interesen, podemos modular el juego en su preparación, eligiendo algunas plantillas en las que aparezca con mayor frecuencia la rueda, que es el elemento más azaroso del juego.
En relación a lo calculador que puede convertirse, es comprensible pensar que a tres jugadores, incluso a cuatro, la cosa se vuelve menos controlable. A dos jugadores, será cuestión de tener memoria de elefante para poder despuntar por encima del rival. Por otro lado, los turnos consecutivos harán que sea relativamente sencillo prepararnos para el siguiente turno y esperar al momento oportuno para llegar a donde queramos.
Si bien nos parece un juego vistoso y fresco en cuanto a mecánicas, no revoluciona el panorama actual. Es un juego distinto, poco similar a lo que nos tienen acostumbrados, pero muy frío en su desarrollo en el que se basa, en mi opinión excesivamente, en recordar donde se esconden los iconos y elegir el camino correcto en cada momento.
En resumidas cuentas, si os apetece un juego atractivo, bien producido y diferente en sus mecánicas, Gum Gum Machine puede ser de vuestro agrado. No busquéis mecánicas profundas ni revolucionarias, pero sí encontraréis un juego de memoria en el que podremos disfrutar, sin dejarnos la cabeza, de partidas cortas y distendidas.
PUNTOS POSITIVOS
- Personalización: es un juego que ofrece muchos elementos intercambiables de modo que la experiencia puede ser aleatorizada e incluso modulada, añadiendo o quitando azar o variando la duración de la partida.
- Producción excelente: desde los materiales a la presentación del conjunto, se trata de un juego atractivo y con buenos acabados tanto físicos como artísticos.
- Corto y ameno: es un juego que, en la medida de lo esperable, es un juego sencillo de jugar, solo debemos seleccionar un color y ver que sucede al activar un botón. No hay más. La cosa se complica cuando se juega de forma más seria, intentando memorizar cada icono y camino alternativo que vaya apareciendo.
PUNTOS NEGATIVOS
- Frío y calculador: como un buen espía soviético, el juego se basa, en parte, en aprenderse los colores que se corresponden a cada número de activación y donde se encuentran los iconos que modificarán nuestros caminos.
- Entreturnos dudosos: puede que más de un jugador, yo el primero, tarde demasiado en elegir el color porque no esté seguro si le llevará al destino deseado. Es difícil recordarlo todo y, como buen obsesivo, más de uno querrá calcular bien su jugada.
Este juego ha sido cedido por HUCH! & Friends para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!