Hoy os hablamos de otro juego en caja pequeña de Steffen Spiele. Se trata del pequeño POK, el juego de madera y bluffing.

Se trata de un juego de Kasper Lapp, el diseñador del premiado Magic Maze (aquí su reseña). El proyecto acepta de 3 a 7 jugadores, con una duración de escasos minutos y una edad mínima recomendada de 8 años.


¿DE QUÉ VA?

Sin tema al que pegarse, en POK los jugadores deberán intentar deshacerse de sus fichas antes que sus rivales para convertirse en ganadores. Con una mecánica de dados que revelan los requisitos de la ronda y un sistema que se basa en el faroleo y la intuición, se trata de un juego de corte filler, familiar y muy escueto en duración.


¿QUÉ LLEVA EN LA CAJA?

El contenido de la pequeña caja cuadrada es el siguiente:

  • 3 dados personalizados, con símbolos en sus caras.
  • 42 fichas de madera:
    • 14 discos azules.
    • 14 cuadrados verdes.
    • 14 triángulos rojos.
  • Un manual en varios idiomas, pero no incluye el español, aunque está disponible en la BGG.

Pocos elementos, pero de gran calidad, eso suele ser habitual en Steffen Spiele. Aquí encontramos dados y fichas de madera, con buena aplicación de pintura.


¿CÓMO SE JUEGA?

Para empezar la partida, cada jugador recibe dos piezas de cada uno de los colores y formas. El resto de fichas deben estar alejadas del juego, para evitar contajes.

El objetivo de la partida es descartarse cinco de las seis fichas con las que empezamos la partida. El primero que consiga deshacerse del quinto elemento de madera será el ganador, empatándose si varios lo cumplieran en la misma ronda.

Cada ronda tiene este sencillo procedimiento:

LANZAR DADOS: Al inicio de cada ronda se lanzan los tres dados disponibles. El resultado de la tirada define el reto de esta ronda, basado en una combinación de fichas de colores.

Cada dado muestra un reto. Mientras que el de la izquierda requiere que uno, y solo uno, de los jugadores saque una ficha azul, el del medio pide dos, ni mas ni menos, fichas verdes. El último dado no muestra reto.

ELEGIR FICHAS: Tras ver el reto de esta ronda, los jugadores deben elegir una de sus fichas de forma oculta. Habitualmente los participantes esconden todas sus fichas en la mano, abren su mano bajo la mesa, lejos de las miradas enemigas, y escogen una de sus piezas de madera. Cuando todos extiendan el puño estaremos listos para resolver el reto.

RESOLVER LA RONDA: Cada dado supone un reto independiente. Si se cumple un reto, ya que tantos jugadores han elegido esa figura como veces esté representada en el dado, todos los participantes que hayan contribuido podrán descartar esa pieza. Si ningún reto ha sido resuelto, o lo que es lo mismo, si ningún dado ha sido completado correctamente, los jugadores que hayan utilizado una ficha cuya forma no aparezca en ningún dado podrán descartarse de ella.

Estas son las fichas sacadas por cada uno de los cuatro jugadores. Han excedido el reto verde, por lo que el jugador que sacó la pieza roja se deshará de ella, puesto que sacó una ficha que no se relaciona con ningún reto y ninguno de los retos presentes fue completado. ¡Bien jugado!

Si tras el final de esta ronda nadie ha logrado descartarse de la quinta y última ficha necesaria para ganar, se empieza una nueva ronda, lanzando nuevamente los dados.


¿CÓMO QUEDA EN LA MESA?

POK solo necesita una pequeña superficie sobre la que lanzar los dados. Las fichas de las que los jugadores vayan consiguiendo desprenderse pueden colocarse directamente cobre la caja de juego con las restantes, haciendo que sea más complicado para los rivales contar qué colores o formas nos quedan.

Partida a cuatro lista para empezar. Solemos colocar la caja en medio para soltar las fichas de madera. Cada jugador debe tomar sus fichas en la mano para evitar que sepan cuántas nos quedan de cada color o forma.

¿QUÉ NOS PARECE?

POK es tan sencillo y trepidante que cumple con la función de filler de forma revitalizante y activadora.

Si algo sabe hacer Kasper Lapp es divertir sin complicar. Seguro que el nombre lo asociáis al multipremiado Magic Maze (aquí su reseña) pero nos encontramos ante otro proyecto, más modesto y ligero, pero igual de risueño, de este autor danés.

La premisa, aunque quede clara en el apartado de como se juega, no da lugar a dudas: hay que acabar con nuestras fichas de madera. Para ello los jugadores solamente necesitan intentar descifrar qué van a sacar sus rivales y, a ser posible, usar nuestras fichas de modo que tengamos más de un color donde elegir en nuestra siguiente ronda. Poco más. En serio.

Pues bien, con tan poco misterio como acabáis de leer, POK nos ofreció unas risas desde la primera partida. No hay que obviar que el público objetivo de este producto está claro: es un juego que acepta hasta siete jugadores, lo cual no es habitual, y dura tan solo diez minutos, aunque pueden ser incluso menos. Como os podéis imaginar, a mayor número de jugadores, más probabilidades de que los requisitos de los dados no se cumplan por exceso de fichas, aunque también los jugadores tendrán en cuenta ese aumento de probabilidad y, dependiendo del grupo, pasará exactamente lo contrario. Un efecto que se regula de forma natural y da lugar a divertidas situaciones. En definitiva, un divertimento fugaz y para todo tipo de grupos. Sabiendo que busca ser eso, podemos aseguraros que lo consigue con soltura.

Evidentemente, la simplicidad de reglas ayuda a que podamos mostrarlo a cualquier público, más o menos adepto, más o menos joven. En pocos minutos estaremos jugando y, seguramente, pensando que controlamos más de lo que nos parece.

En las primeras rondas el caos es lo que impera. Todos tenemos fichas de todos los colores, por lo que el abanico es amplio. Incluso podemos decir que nuestras decisiones estarán escasamente infundadas. Pronto, con un leve toque de memorización y con la intuición de si nuestros rivales irán a completar los requisitos o evitar los símbolos de la tirada de dados, podremos basar nuestras decisiones en pequeños indicios.

Y es que POK va, como pasaba en ¡Cobardes! (aquí su reseña) o en el magnífico YOMI, de leer las miradas e intuir. ¡No hay más! Esta ligereza sería un error en un juego de mayor envergadura, pero lo convierten en un punto de lo más positivo cuando buscamos amenizar, entre dos juegos de culo duro, la velada jugona. Os aseguramos que los jugadores se mantendrán alerta en todo momento y las miradas a tus rivales serán constantes, cosa que hace que la euforia pueda resurgir entre los participantes antes de volver a sacar un juego de peso mayor.

A todo esto le añadimos esa producción elegante, sencilla y cuidada de los juegos de Steffen Spiele. Aunque no tenemos bambú como en Linja (aquí su reseña), sí tenemos madera bien cortada y pintada, producto elaborado en Alemania, sello de identidad de la editorial. Todo ello dentro de una caja del tamaño que todos deseamos para un filler, de esas que caben en un bolsillo grande de chaqueta o en el hueco delantero de tu mochila. Sin olvidar que el juego fue diseñado de modo que evita cualquier problema cromático en los jugadores daltónicos, usando formas y colores en sus fichas.

Por eso POK es un filler que rebosa diversión e impresiona de que nos permite elegir nuestras acciones de forma más fundada de lo que realmente es. Un juego en el que las miradas y el dinamismo del juego hará que los jugadores presten atención y abran bien sus ojos, cumpliendo el objetivo revitalizante de todo filler que se precie. Por su ligereza, duración y abanico de jugadores, creemos que una caja tan pequeña puede tener cabida en la mayoría de ludotecas.


PUNTOS POSITIVOS

  • Sencillo y rápido: con unas reglas pensadas para ser explicadas en dos minutos y pocos pasos que llevar a cabo en un turno, junto con una duración de escasos minutos.
  • Producción excelente: como viene siendo habitual en Steffen, se trata de un juego fabricado en Alemania con una robusta caja y materiales de madera de buena calidad.
  • Gran abanico de jugadores: tanto por edad como por número. Pasar del sexto jugador a veces es complicado, pero en POK se puede y la experiencia es satisfactoria. En cuanto a edades, el juego puede disfrutarse con los más pequeños por su simplicidad en reglas.

PUNTOS NEGATIVOS

  • Escaso control: su mecánica principal no deja de ser la intuición y las probabilidades. Debemos elegir en base a poca información, aunque pensemos que a través de los ojos podemos leer a nuestros rivales.

Este juego ha sido cedido por Steffen Spiele para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.