Hoy venimos con un juego de acertijos competitivo en el que deberemos encontrar la localización del planeta más buscado y los cuerpos celestes a sus alrededores.
En La Búsqueda del Planeta X encontramos un reto bien tematizado en el que debemos gestionar el tiempo como moneda de cambio y aceptar la necesaria aplicación.
Diseñador/a: | Matthew O’Malley, Ben Rosset |
Ilustrador/a: | James Masino, Michael Pedro |
Editorial: | Maldito Games |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 1-4 |
Duración: | 60 min |
Edad mínima recomendada: | 10+ |
¿DE QUÉ VA?
En La Búsqueda del Planeta X nos ponemos en la piel de científicos astrónomos en busca de un escurridizo y oculto planeta. Deberemos usar nuestros telescopios, revisar el cielo visible y lanzar algunas teorías que revisaremos por pares para estrechar el cerco hacia ese Planeta X.
¿CÓMO SE JUEGA?
En La búsqueda del Planeta X los jugadores intentarán investigar el cielo con intención de localizar el Planeta X. Para ello deberán sondear ordenadamente los sectores del espacio y teorizar, a la vez que pedirán consejo a investigadores para conocer reglas lógicas que permitan crear un patrón sobre el que el Planeta X pueda ser localizado.
Los jugadores deben decidir uno de los dos tableros, básico o avanzado, con un número menor o mayor de sectores y alguna regla lógica añadida respecto a la disposición de los planetas pequeños. Tras esto, encontramos distintos niveles de dificultad que se ajustan en función del nivel de información que queramos recibir inicialmente. Toda esta selección la debemos realizar en la aplicación, disponible para cualquier dispositivo móvil, pudiendo incluso compartir un dispositivo entre varios, o el código numérico de la partida entre jugadores.
El sistema de turnos en La búsqueda del Planeta X se basa en unidades de tiempo, al igual que Patchwork o Thebes: The Tomb Raiders. De esta forma los jugadores invierten una cierta cantidad de tiempo con cada acción, y el siguiente jugador será el situado más atrás en el marcador de tiempo.
En nuestro turno podremos elegir una de las siguientes acciones:
SONDEAR
Con sondear podremos elegir un elemento espacial y buscarlo en uno o varios sectores del cielo visible. Por el efecto del sol, solo una parte del tablero se considera visible, algo que irá rotando durante el avance de la partida, como veremos más adelante.
En La búsqueda del Planeta X encontramos varios elementos que cuentan con características propias. Debemos saber que en cada sector del tablero, ya sean 12 en su modo básico o 18 en su modo avanzado, solo puede haber un elemento. Desde nubes estelares hasta cometas o asteroides, todo ello se correlaciona con otros elementos bajo una serie de normas básicas. Por ejemplo, los jugadores sabrán la cantidad de cada uno de dichos elementos o que los asteroides deben estar, al menos, adyacentes a otros asteroides; por poner solo dos ejemplos. Estas normas básicas nos ayudarán a deducir y se complementarán con otras reglas cambiantes que veremos en otra acción de turno.
Para llevar a cabo dicha acción los jugadores deben elegir qué elemento buscan y sobre cuantos sectores realizan la búsqueda. Como podéis imaginar, buscar en una cantidad de sectores muy amplio nos dificultará poder concretar en cuál de ellos se encuentra el elemento localizado, por lo que el coste de la acción es de 2 a 4 unidades de tiempo, con un coste más elevado para búsquedas más estrechas.
La respuesta que nos ofrece la aplicación es de una cantidad concreta del elemento elegido. Ahora solo nos quedará colocar esa cantidad en alguno de los múltiples sectores que hayamos decidido marcar. Toda esta información deberemos recogerla en la hoja de jugador, pero siempre podremos volver a la aplicación donde en el “historial” podremos revisar qué sectores y qué elementos hemos ido sondeando.
ENFOCAR
Si en lugar de buscar por varios sectores queremos saber con total certeza lo que contiene un sector, podemos enfocarlo.
Los jugadores solo pueden enfocar dos veces por partida, por lo que deberán invertir una de sus dos monedas, además de avanzar 4 unidades de tiempo, algo más caro que el coste del sondeo medio. A cambio sabremos qué elemento se encuentra en el sector elegido.
Todo sería más sencillo si no fuera porque los sectores que parecen vacíos pueden ser verdaderamente vacíos o, por el contrario, contener el Planeta X. Nos tocará utilizar las normas lógicas para crear un patrón en el que todo encaje…
INVESTIGAR
Esta es la acción más asequible en cuanto al tiempo invertido. Con una sola unidad de tiempo los jugadores pueden obtener un poco más de información sobre alguna materia. En cada partida los jugadores reciben los títulos de las investigaciones que les permiten intuir acerca de qué elementos se va a informar en cada investigación.
En la misma aplicación al elegir uno de los temas obtendremos reglas lógicas, similares a las iniciales que nos permiten acotar la localización de cada elemento. Por ejemplo, una investigación cuyo título diga “Planetas pequeños y cometas” sabemos que nos otorgará un patrón de posicionamiento y de relación entre ambos elementos, sumado a lo que ya conocemos al inicio de la partida. Estas normas cambian en cada partida y nos ofrecen relaciones de todo tipo: un elemento adyacente a otro, opuesto a otro o en un rango concreto de distancia.
LOCALIZAR EL PLANETA X
La acción definitiva es encontrar el Planeta X. Los jugadores pueden intentarlo varias veces por partida, a un coste muy elevado. Por 5 unidades de tiempo, la acción más cara posible, podrán intentar colocar el Planeta X en un sector y decir el contenido de las secciones adyacentes a dicho sector. Si aciertan los tres requisitos obtendrán puntos por ello, pero no será una victoria absoluta.
Cuando un jugador acierta la localización, el resto de jugadores lleva a cabo una última acción, ya sea teorizar para obtener algún punto de victoria o atreverse a localizar el Planeta X, cuyos puntos obtenidos dependerán de la distancia respecto al jugador que ha resuelto el acertijo en primer lugar.
Después de cada acción, tras avanzar los marcadores de tiempo, el giro orbital del tablero irá desplazando el cielo visible en sentido horario. De esta forma los jugadores a veces deberán esperar para sondear ciertas regiones por ser inaccesibles. Además del giro, hay algunas casillas que desencadenan dos acciones que debemos remarcar:
TEORIZAR
Cuando se avance a una casilla de lanzar teorías los jugadores pueden intentar apostar en alguno de los sectores. Mientras que en el modo básico solo podremos teorizar una vez por evento, en el modo avanzado las teorías se pueden lanzar de dos en dos, premiando a los que confíen un poco en su intuición.
Lanzar una teoría es colocar un marcador con un elemento celeste concreto en un sector concreto, boca abajo. Todos los jugadores lo realizan simultáneamente, intentando no solo acertar dicho elemento sino hacerlo antes que los demás. Con cada evento futuro de teorizar las fichas colocadas avanzan un paso hacia el centro del tablero, hasta llegar a la casilla que nos permita la revisión por pares. Esta revisión se basa en mostrar los iconos revelados y preguntar a la aplicación si están en lo cierto. De ser así, el jugador que haya lanzado la teoría obtendrá puntos al final de la partida, basados en el tipo de elemento encontrado y en la rapidez del descubrimiento. Por desgracia, ese descubrimiento también permite que tus rivales tengan un pedazo de información totalmente segura.
Por último, hay otra casilla que nos permite revelar una investigación especial en la Conferencia sobre el Planeta X. Esto es un tema de investigación más, como los previamente comentados, pero que reciben todos los jugadores al unísono y que trata exclusivamente del Planeta X y su relación con otros elementos. En el modo avanzado hay dos casillas de Conferencia sobre el Planeta X por lo que recibiremos dos reglas acerca de su posición, algo indispensable dado el aumento de sectores de dicho tablero.
Al final de la partida el jugador con más puntos será el vencedor y éste no siempre será el que localice a dicho Planeta X. ¡La ciencia se basa en dar pequeños pasos y descubrir todo lo que sea posible!
¿QUÉ ME PARECE?
Cuando muchos habíamos perdido la esperanza, por fin llega a las tiendas de nuestro país el juego de deducción planetaria más interesante del panorama. En La búsqueda del Planeta X encontramos un juego que permite amoldar una experiencia deductiva a varios niveles de dificultad y que se apoya en una aplicación de la mejor forma posible.
Sin duda alguna, los juegos de deducción no son tan frecuentes como nos gustaría. Pese a joyas como Cryptid, que se basa en la inducción como el clásico Zendo, no es habitual ver productos tan sólidos en esta mecánica. Como iremos desglosando más adelante, no solo propone elementos para que los jugadores vayan graduando el riesgo, sino que a diferencia de otros títulos, en Planeta X tenemos un sistema de puntos que nos permitiría ganar sin ser los primeros en encontrar dicho planeta.
La propuesta de La búsqueda del Planeta X nos transmite un acertijo interesante y temático, en el que los jugadores deberán jugar con el tiempo como moneda de cambio para ir acotando la posición del astro.
El reto de La búsqueda del Planeta X no conlleva interacción entre jugadores de una forma directa. Si bien el título propone que mantengamos un registro de los sondeos de los rivales, en las primeras partidas, salvo alguna sutileza concreta, encontramos un título eminentemente solitario. Este tema lo abordaremos en profundidad cuando hablemos de la escalabilidad.
La primera partida al juego puede ser confusa, pero no encontramos limitaciones u obstáculos marcados en el funcionamiento. El juego se apoya en cuatro acciones, siendo dos de ellas las más recurrentes que permiten obtener información fragmentada con unos márgenes de concreción a elección del usuario. Todo ello se traduce en un coste en unidades de tiempo que permite que los turnos funcionen a lo Patchwork. Para que la toma de contacto no sea abrupta, tenemos un tablero a doble cara, con una de ellas más asequible basada en 12 sectores en lugar de 18. Para cada una de estas caras podemos graduar la cantidad de información inicial, por lo que las partidas pueden personalizarse y adecuarse a todo tipo de grupos. Cabe destacar que es interesante cambiar al tablero avanzado no solo por su mayor extensión, que podría ser razón suficiente, sino también por la mecánica de patrones asociada a los planetas pequeños, que otorga una capa más de profundidad gracias a un elemento más que tener en cuenta.
La escalabilidad en La búsqueda del Planeta X es la que cabría esperar conociendo sus mecánicas. Al no ser un juego especialmente interactivo, funciona de forma excelente a sus números más bajos pero, por otra parte, si somos cuatro alrededor de la mesa, podemos llegar a tener partidas ágiles que generen cierto pique por el componente de carrera. Personalmente, no veo grandes ventajas en jugarlo a cuatro, pero con un grupo experimentado no veo que sea un impedimento dado que los turnos suelen ser premeditados y sin interferencia de las decisiones de otro.
Y es que La búsqueda del Planeta X es un juego basado en una aplicación. Si eso te da dentera, lo siento pero no es tu juego. A diferencia de Cryptid, que lo permite paliar con un innecesario pero agradecido sistema de cartas, en La búsqueda del Planeta X la aplicación es indispensable. El juego nos permite compartir dispositivos pero, dicho sea de paso, lo habitual y más cómodo es que cada jugador utilice su smartphone. Pese a la desvinculación con el tablero, en el que solo colocaremos teorías y nuestra hoja donde recogeremos información, dicha app funciona estupendamente bien y nos permite rebuscar en el historial de acciones por si cometemos algún error. Se agradecen detalles como que la app te recuerde que no puedes investigar dos turnos consecutivos, aunque hay margen de mejora respecto a los recuerdos de turnos anteriores, en los que aparecen los datos introducidos pero no el resultado.
Un detalle diferencial de La búsqueda del Planeta X es que no jugamos a un resultado dicotómico, sino que la puntuación final tiene un sistema de puntos muy interesante y que no se centra exclusivamente en conseguir lo que el título nos sugiere. Con las fases de teorizar los jugadores tienen un sistema de apuestas en el que, incluso sin verdades absolutas, deberemos saber medir los tiempos para arriesgarnos. Es evidente que el riesgo se paga, con una penalización si dicha teoría es errónea y perdiendo el marcador invertido, pero permite que se den situaciones muy interesantes como que el jugador que encuentra dicho planeta en primer lugar acabe perdiendo la partida si no ha investigado adecuadamente. Esto también tiene la contrapartida que dinamiza el juego, y es que cada teoría revisada por pares otorga puntos a un jugador que la acierte, pero otorga información a todos los jugadores de la mesa. Puede parecer excepcional pero es más frecuente de lo que cabría esperar y queda en mano de los jugadores atinar alguna información como los planetas pequeños o las nubes para poder teorizar en una carrera por ser el primero en descubrir dichos elementos que dan una buena cantidad de puntos.
De esta forma, gestionar las acciones tiene su intríngulis. En muchas ocasiones querremos investigar en momentos oportunos para poder volver a jugar gracias al escaso avance de tiempo que eso conlleva, pudiendo rascar algo de información antes de que la nueva ronda de teorías tenga lugar. Ese pequeño timing en sí mismo otorga cierta interacción indirecta en la que el movimiento circular del tablero nos puede dar dolores de cabeza, puesto que el cielo visible no siempre estará a gusto de todos los jugadores.
Aunque el lanzamiento en inglés tenga años a su espalda, se agradece que haya llegado en español a nuestras tiendas, recordando que no solo las novedades merecen la pena. Además, queríamos destacar el contenido precio de la caja básica, que incrementa un poco si deseamos deluxificarlo. Dicha expansión, la cual solo lleva componentes alternativos, tienen un precio más elevado de lo que nos gustaría, algo que podían haber contenido si no viniera en una caja innecesaria y absurdamente gruesa. Aun así, si le vamos a dar tralla, siempre se agradece la bandeja para cada jugador y esos elementos que cambian el cartón por plástico duro.
Por todo esto La búsqueda del Planeta X es una recomendación muy sólida para los que busquen un título de deducción. A la premisa del acertijo que nos propone, no solo tenemos una producción agradecida sino también un sistema de puntos que permite que los jugadores no solo disfruten del final, sino también del recorrido, otorgando puntos más allá del descubrimiento que nos exige el título.
Pros
- Una propuesta diferente y bien resuelta tanto mecánicamente como con el tema.
- Una aplicación directa y funcional, imprescindible para jugar.
- Sin miedo a equivocarme, un imprescindible dentro de la categoría de deducción.
- Una gestión de tiempo y una puntuación final que se aleja de la búsqueda absoluta del planeta.
- Una producción cuidada, que mejora y asegura mayor durabilidad si nos decantamos por los elementos deluxificados.
Contras
- La experiencia tiene poca interacción, centrada en las teorías y la presión del grupo, por lo que no es tan interesante a cuatro jugadores.
Este juego ha sido cedido por Maldito Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
Artículos relacionados
Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!