Nos encontramos ante la cuarta entrega de los Aventureros al Tren en caja pequeña, que acortan su duración pero nos mantienen las mismas reglas que el juego original.
En Aventureros al Tren: San Francisco encontramos una experiencia que transmite todas las sensaciones de su hermano mayor, aunque solo recorramos una ciudad y coloquemos tranvías.
Diseñador/a: | Alan R. Moon |
Ilustrador/a: | Julien Delval |
Editorial: | Days of Wonder |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-4 |
Duración: | 15 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En San Francisco encontramos lo que nos ha ofrecido siempre Aventureros al Tren en una entrega más condensada que hace que la experiencia dure tan solo 15 minutos pero dejándonos ese sabor de boca tan reconocido de la creación de rutas y un set collection como elemento diferencial.
¿CÓMO SE JUEGA?
Aventureros al Tren: San Francisco es una nueva entrega de las cajas pequeñas de la conocida saga de juegos de trenes. Todos ellos toman las reglas originales como referencia, que os contaremos en breves, y le otorgan algún elemento diferencial que justifique el coleccionismo de estas entregas, que ahora se acortan en duración.
Nuestro objetivo, como muchos sabréis, es crear rutas mediante la gestión de cartas. Conectar ciudades, o distintas zonas de la ciudad en el caso de San Francisco, siempre nos otorgará puntos, pero también deberemos atrevernos a coger nuevos contratos de rutas más largas que nos otorguen puntos adicionales.
Para preparar una partida a Aventureros al Tren: San Francisco solo deberemos barajar ambos mazos de cartas y colocar las fichas de turista en las paradas marcadas en rojo del tablero.
Cada jugador empieza con dos cartas de tren y recibe dos cartas de ruta, de las cuales deberá quedarse, al menos, una de ellas. ¡Ya podemos empezar!
En el turno un jugador puede realizar una de las tres opciones siguientes:
ROBAR CARTAS DE TREN
Si decidimos robar cartas de tren podremos coger dos de ellas, indistintamente, de las cinco boca arriba del expositor o del mazo de robo. Tenemos tranvías de seis colores distintos y unos ferris que sirven como comodines.
Si decidimos robar un ferri boca arriba no podremos robar una segunda carta, algo que incentiva el riesgo de robar cartas directamente del mazo y probar suerte. Los jugadores no tienen límite de cartas en su mano, por lo que podemos acumular antes de pasar a crear rutas.
CREAR UNA CONEXIÓN
Los distintos barrios y lugares de interés de San Francisco están conectados por vías simples o dobles de tranvía. Cada ruta nos identifica qué color de tranvía necesitamos y la cantidad de dichas cartas. Para crear una ruta deberemos usar de nuestra mano tantas cartas como indique el tramo que queremos crear. Como hemos comentado anteriormente, el ferri nos sirve de comodín por lo que podremos usar uno en lugar de cualquier otra carta. Además, hay algunas rutas de mar que requieren que los jugadores inviertan, al menos, un ferri. Como no podía ser de otra manera, no faltan algunas conexiones sombreadas en gris que permiten que los jugadores usen cualquier color, siempre y cuando todas las cartas usadas sean del mismo color.
Los jugadores pueden crear conexiones allá por donde quieran. No tienen que crecer las rutas previamente establecidas, sino que contamos con libertad para conectar tramos de San Francisco distantes entre ellos. En el caso de que dos puntos tengan una vía doble, un mismo jugador solo puede reclamar una de las dos vías.
Al completar la conexión deberemos colocar tranvías de nuestro color en dicha ruta y puntuar, inmediatamente. Los puntos obtenidos dependen exclusivamente de la longitud de la ruta creada. Si tras conectar dos puntos, en alguno de los puntos encontramos una ficha de turista que aún no tengamos, podemos obtenerla para recibir puntos al final de la partida. ¡Ten en cuenta que hay siete objetos de turista distintos y no hay copias suficientes para todos los jugadores!
ROBAR CARTAS DE RUTA
Como ya hemos visto anteriormente, conectar dos barrios nos otorga puntos, pero si queremos ganar la partida deberemos también completar rutas más largas. Para ello, el jugador puede elegir esta acción y robar dos cartas de ruta. De las dos cartas recibidas debe quedarse al menos una de ellas, aunque puede quedarse con ambas.
Recordemos que las rutas deben completarse durante la partida y otorgan puntos al finalizar la misma. Si, por el contrario, no completamos una ruta de alguna carta que hayamos conservado, los puntos impresos se nos restarán a nuestra puntuación.
Cuando a un jugador le queden dos o menos tranvías deberá decirlo y se llevará a cabo un último turno por cada jugador, incluido él mismo. Tras esto la partida termina y se deberán contabilizar los puntos.
A sumar a los puntos obtenidos durante la partida al conectar distintos lugares, cada jugador sumará o restará los puntos de las rutas que haya podido completar. Además, los objetos de turista otorgan puntos de una forma exponencial, por lo que tener muchos distintos puede ser una interesante fuente de puntos de victoria.
¿QUÉ ME PARECE?
Aventureros al Tren es una de las sagas familiares que más sigo recomendando y con San Francisco tenemos una muestra de su nueva línea de juegos basados en ciudades que pretenden ofrecer un divertimento más corto pero igual de interesante que no pierde ninguna regla o característica de la propuesta original.
Con este Aventureros al Tren: San Francisco ya tenemos cuatro entregas del nuevo formato del icónico juego de trenes de Alan R. Moon. Este nuevo formato más pequeño, centrado en una sola ciudad, no solo aumenta el zoom del juego original, sino que también reduce considerablemente su duración. Este nuevo enfoque de juegos más cortos también lo hemos visto en la saga de Pandemic y personalmente me parece una gran idea. Reescalar la duración de juegos familiares a los 15-20 minutos no solo se acerca a los intereses y estándares actuales donde la inmediatez manda, sino que también los convierte en mucho más accesibles, si cabe. Todo esto seria un problema si perdieran la esencia que, en el caso de ambas sagas, no es así. Tanto en Pandemic como en Aventureros al Tren, los nuevos formatos conservan las reglas básicas sin cambios significativos, por lo que no se percibe pérdida alguna.
Dicho lo anterior, hablar de Aventureros al Tren: San Francisco es hablar de toda la saga como excusa y en concreto de esta entrega recién salida del horno. Es imposible valorar este nuevo título sin hablar antes, y de forma general, de una saga que sigue fresca como un referente sólido de puerta de entrada a los juegos de mesa. La fama ya sabéis que no se gana sola y es que Aventureros al Tren sabe condensar en pocas reglas muchas decisiones, con la pizca de azar que todos buscamos en un juego de mesa y la interacción justa para que no nos olvidemos que compartimos mesa y tablero. Estas virtudes son las que han hecho que no sean pocos los que siguen la saga desde sus inicios y otros tantos se han convertido en coleccionistas de todas sus entregas y expansiones, que no son pocas.
Y es que es difícil no recomendar un Aventureros al Tren a cualquiera que decida probar lo que es un juego de mesa. No tardaremos más de cinco minutos en contarles las reglas y pronto jugaremos de una forma dinámica, con turnos cortos y fluidos, pero con varios tira y afloja que hacen que decidirnos no sea tan fácil como nos gustaría. La dicotomía entre robar más cartas de tren o empezar a conectar puntos, a sabiendas que las rutas pueden ser cortadas por los rivales en cualquier momento; o la misma dicotomía entre robar más rutas o saber que alguna de ellas nos va a acabar restando puntos… Todo eso está vigente en todas las entregas desde el Aventureros al Tren original, del año 2004.
Mientras que las cajas grandes de dicho juego se expandían con distintas regiones o continentes autojugables, también encontrábamos expansiones basadas en cartas con nuevas rutas para desafiar a los jugadores. La acogida de todas las entregas ha justificado que encontremos no una, sino varias ediciones especiales, la última de las cuales rememora los 15 años de su lanzamiento, recordándonos que sigue tan fresco como el primer día. Pero Aventureros al Tren: San Francisco no es una caja pequeña, sino una de las nuevas entregas basadas en ciudades.
Desde 2018 e iniciada con la ciudad de Nueva York, las nuevas cajas pequeñas nos ofrecen la misma estructura de juego sobre un tablero mucho más pequeño. El tamaño del tablero acorta la duración de la partida y nos permite vivir una experiencia muy similar a la de cualquier hermano mayor. Si bien es cierto que la duración se acorta a un tercio de uno de los títulos originales, dado que no tenemos ninguna mecánica recortada lo único que varía es la posibilidad de crear rutas más largas, más costosas y que requieran de mayor planificación y estrategia. Eso es, en esencia, lo que más los diferencia.
En San Francisco encontramos el elemento de los objetos de turista que nos implementa un sencillo set collection que ni estorba ni complica la experiencia. Algo muy parecido a las localizaciones turísticas de Nueva York o los distritos conectados de Londres. Cada ciudad con un elemento diferente que no sorprende por su originalidad pero sí le da un aire distinto y nos pone fácil que sigamos comprando una saga que es tremendamente agradable de coleccionar.
En Aventureros al Tren: San Francisco no va a faltar tensión, que además se condensa por la escasa duración, haciendo que cada turno tenga mayor peso que si jugáramos sobre toda Europa. A esto se le une la escalabilidad agradable de toda la colección, haciendo que a cuatro pueda ser un problema tropezarte con conexiones de una sola vía reclamadas por algún rival pero que intenta solucionarlo con la eliminación de las vías dobles en partidas a dos jugadores. Esta gran virtud se mantiene en Aventureros al Tren: San Francisco, permitiendo que funcione a cualquier número de jugadores sin despeinarse.
De la producción no hay nada que sorprenda a los que conozcan los títulos de Days of Wonder. Un colorido tablero y una portada que nos acerca a los años ’70 y unos tranvías suficientemente bien moldeados que se atreven a dejar pasar la luz a través de las ventanas. Todo ello dentro de una caja con un inserto funcional que nos impide criticar su producción sin sobrepasar los 20€.
En definitiva, Aventureros al Tren: San Francisco es una nueva entrega de la saga de ciudades que pretende mantener las partidas a unos 15 minutos de duración y que en este caso se basa en tranvías, que no en trenes. Como cualquier otra ciudad, la experiencia se acorta pero respeta cada regla y sensación de sus hermanos mayores, incluyendo una mecánica nueva de colección de sets sencilla pero que permite que cada entrega tenga algo diferenciador. Sin duda alguna, una gran alternativa a cualquier otro Aventureros al Tren, que permanece como un referente en juegos familiares.
Pros
- Siguiendo la traza de su hermano mayor pero con una duración más contenida pero sin perder su esencia.
- Todo un clásico que sigue fresco y ahora nos permite jugarlo sobre ciudades y no países o continentes.
- Una producción exquisita como nos tienen acostumbrados.
Contras
- El elemento que diferencia cada caja pequeña de la nueva saga puede ser poco incentivo para coleccionarlos todos.
Este juego ha sido cedido por Asmodee para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!