Mijnlieff [Reseña]

Dentro de una bolsa de tela y con un nombre impronunciable se esconde esta joya abstracta.

En Mijnlieff deberemos gestionar muy bien nuestras ocho fichas para crear líneas rectas de nuestro color en un apretado tablero y una duración muy contenida.

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¿DE QUÉ VA? 

Mijnlieff es un título abstracto en el que cada ficha colocada condiciona la colocación de la siguiente ficha del contrincante. Con esta apretada interacción los jugadores gestionan sus ocho losetas de cuatro acciones distintas para crear líneas rectas en el tablero con fichas de su color.

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¿CÓMO SE JUEGA?

Jugar a Mijnlieff no requiere demasiada preparación: sacamos las losetas de la bolsa, estiramos la bolsa de tela y ya podemos empezar la partida.

El objetivo en Mijnlieff es crear líneas de losetas de nuestro color. Dado que el tablero de juego es una parrilla de 4×4 podremos crear líneas de 3 o 4 casillas de longitud, las cuales otorgarán puntos al acabar la partida.

En Mijnlieff los jugadores empiezan con sus ocho losetas, que podrán ir colocando en el orden que deseen siguiendo las normas de colocación. Cada jugador posee dos copias de las cuatro losetas distintas de acción que existen en el juego.

Lo interesante de Mijnlieff es que cada loseta colocada determina y condiciona las opciones de nuestro rival, por lo que vamos a conocer las distintas opciones que tenemos:

Los jugadores alternan turnos colocando sus fichas y dictaminando las opciones del rival con cada colocación. Durante el trascurso de la partida, si un rival no puede cumplir los requisitos de colocación que dicta la loseta colocada por el otro jugador, deberá pasar. Tras pasar, el otro jugador podrá colocar cualquier loseta en cualquier lugar, ofreciendo así una gran ventaja.

Tras colocar las dieciséis fichas la partida llega a su fin. Cada línea de tres losetas, incluida la diagonal, otorga 1 punto al jugador, mientras que una línea de cuatro losetas de longitud, por su mayor dificultad, otorga 2 puntos en su lugar. El jugador con más puntos será el vencedor.

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¿QUÉ ME PARECE?

Si algo sorprende de Mijnlieff es su sencillez y su duración que, junto con su diseño en una bolsa de tela, hace que sea el aperitivo ideal para disfrutar a dos jugadores en un espacio reducido. Todo ello se quedaría en anécdota si no se acompaña de un diseño sólido e interesante en el que la planificación tiene un peso muy importante.

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Antes de entrar en materia respecto al juego en sí, debemos pararnos a hablar de los “bagstracts”, la serie de juegos abstractos publicados en bolsas de tela cuyo recipiente es también el tablero sobre el que jugaremos. Esta idea, que lleva implementando XV Games durante un tiempo, no solo funciona sino que hace que los abstractos más ligeros puedan ser transportados para tener uno encima en cualquier ocasión. La idea me parece muy interesante para juegos de corta duración, como es el caso que hoy nos ocupa, y se está extendiendo a otras editoriales de juegos abstractos como Steffen Spiele con sus nuevos juegos, y algunos ya publicados, que ahora podemos encontrar dentro de una bolsa de tela, sin caja que los sostenga y aun precio muy competitivo.

Mijnlieff es un juego que viene con premios a la espalda, ya que ganó el título a mejor abstracto de la UK Games Expo. Sin ser éste un título de especial interés, le sirvió para sacar la cabeza y dejarse ver fuera del nicho, y es que el juego es tan agradable de jugar que cualquier ayuda en su visibilidad es de lo más agradecida para llegar a un mayor público.

Lo que propone es interesante desde el primer turno y hace que sus diez minutos de duración sean un constante valorar de qué poner y dónde ponerlo. Tendremos que estar atentos no solo a las losetas que nos quedan sino a las que le quedan a nuestro rival para poder intuir la reacción de nuestro adversario.

En Mijnlieff todo va de planificar y saber que todas tus losetas acabarán en el tablero. Por desgracia, condicionar a tu enemigo no hace que, en la mayoría de ocasiones, éste se coloque donde tú quisieras. Adicionalmente, algunas veces, sobre todo en la segunda mitad de la partida, deberemos tener muy presente los bloqueos que obligan a pasar a nuestro contrincante. Recordemos que si conseguimos que el rival no puede colocarse en ninguna de las casillas que dictamina nuestra loseta, éste deberá pasar. Si pasa tendremos no solo un turno adicional, muy ventajoso en un juego tan corto, sino que también tendremos total libertad para colocarnos. Esa ventaja es tan interesante que lucharemos por conseguir algunos bloqueos

El juego viene producido con mimo en tonos otoñales y madera de suficiente calidad. La bolsa de tela es resistente y, pese a que se arrugue con facilidad, es mucho más cómodo de jugar de lo que podría parecer a priori. Las piezas con su peso se acomodan y permiten que los jugadores no deban preocuparse porque las piezas resbalen. Creo que su utilidad supera con creces el pequeño problema que pueda ocasionar una superficie menos plana que un tablero.

En definitiva, Mijnlieff es un pequeño gran juego cuya idea central se basa en planificar y empujar a nuestro rival sin llegar a acorralarlo. Es un juego corto pero lleno de decisiones en el que deberemos balancear nuestras intenciones a corto plazo con el peligro que supone quedarnos sin algún tipo de losetas de forma prematura. Un producto que se disfruta desde el primer minuto y que viene presentado de una forma muy atractiva, dentro de una serie de “bagstracts” que volverá a tener presencia en este blog.

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Este juego ha sido cedido por XV Games para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.