Una producción atrevida para un juego de subastas de lo más familiar.
En Buurn encontramos un juego que auna el tiempo real con unas sencillas subastas que pretende divertir a toda la familia.
Diseñador/a: | David Simiand, Pierre Voye |
Ilustrador/a: | Gorobei |
Editorial: | Morning |
Idioma: | Inglés |
Número de jugadores: | 3-5 |
Duración: | 30-40 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Buurn nos encontramos ante la mayor competición de salsas picantes del mundo. Para ser los mejores cocineros necesitaremos variados y exquisitos, aunque a veces raros e inexplicables, ingredientes. En este juego deberemos pujar por los mejores ingredientes, obtener dinero de forma más o menos legal y hacerte con lo que necesites para ganar el concurso.
¿CÓMO SE JUEGA?
En Buurn una partida durará una serie de rondas, en cada una de las cuales se llevará a cabo una subasta para que los jugadores vayan obteniendo ingredientes y ayudantes. El objetivo al final de la partida será ser el jugador con más puntos de victoria para coronarte como el mejor cocinero de salsas picantes.
En el centro de la mesa tendremos un tapete de tela, sobre el que colocaremos los distintos totems que, durante la partida, funcionarán como elementos que los jugadores deben tomar para determinar qué acción quieren llevar a cabo, ¡siempre y cuando no lo haya cogido otro jugador antes!
En cada ronda se revelarán una serie de cartas de ingredientes, dos o tres según el número de jugadores, y una carta de organización. Mientras que las cartas de ingredientes ofrecen puntos a través de combinaciones y colecciones de sets, las cartas de organización tienen efectos variados y, a su vez, en la trasera de su pila de robo, la cuenta atrás que determina el tiempo que tenemos para pensar durante la subasta.
En la subasta, un jugador deberá ir cantando, en voz alta, una cuenta regresiva, empezando por el número determinado por el mazo de robo. Estas cuentas regresivas empiezan en 12 y ascienden hasta 18. Lo gracioso de todo esto es que el jugador no tiene un ritmo específico para contar, pudiendo marcar personalmente la velocidad que prefiera. Esta cuenta, además de delimitar cuanto tiempo queda para que las cartas reveladas sean descartadas, también determinan el precio, por lo que tenemos una subasta a la baja en tiempo real… ¡Nada mal!
El primer y único tótem que se podrá robar de la mesa es el verde, el que determina el ganador de la subasta actual, el cual se llevará los ingredientes pero no la carta de organización. Una vez robado, el jugador que lo haya tomado deberá pagar tanto como haya dejado correr la cuenta atrás, por lo que si esperamos mucho bajará de precio, pero puede que alguien se lo lleve antes de lo que esperamos. El dinero a pagar no se va a la banca, sino que se distribuye de forma equitativa entre los jugadores restantes, por lo que se genera un circuito cerrado de dinero. El excedente tras dividir entre los jugadores sí se deposita en la banca.
El resto de jugadores que no hayan cogido el tótem verde pueden robar uno de los restantes:
TASAS: En partidas a cuatro jugadores o más, si robas el tótem rojo obtendrás, antes de la repartición del dinero explicada más arriba, la mitad de lo que el ganador de la subasta haya pagado. ¡Si eres rápido te llevas la panoja!
ORGANIZACIÓN: El jugador que robe el tótem morado, coincidiendo con el fondo de las cartas de organización, obtiene la carta que haya sido revelada esta ronda. Recuerda que no obtendrás ingredientes, pero tampoco deberás pagar por la carta.
MERCADO NEGRO: El tótem azul permite al jugador que lo robe realizar una de las acciones siguientes. Por una parte puede pagar 5 monedas para robar dos ingredientes de la parte superior del mazo y quedarse únicamente con uno o, por el contrario, puede decidir robar todo el dinero que queda sobre la carta de la banca, que será el excedente de las reparticiones de las subastas hasta el momento.
MERCADO SECUNDARIO: Este tótem, exclusivo para partidas a cinco jugadores, siendo muy parecida a la acción de MERCADO NEGRO. Con este tótem podremos robar el dinero de la banca, siempre que no haya sido activado por el jugador del tótem azul, o, en su defecto, pagar 4 monedas para robar el ingrediente que haya quedado en el centro de la mesa. En partidas a cinco jugadores, a diferencia de las de menos jugadores, se subastarán tres ingredientes por ronda, pero el ganador solo obtiene dos de ellos.
Tras resolver todos los tótems en el orden indicado solo queda recolocarlos en el centro de la mesa y preparar la siguiente ronda. ¡Oralé!
La partida terminará cuando se revele la carta que así lo indique, llevándose a cabo una última ronda y pasando, posteriormente, a sumar los puntos mediante los ingredientes y los bonificadores que los ayudantes nos vayan generando.
¿QUÉ ME PARECE?
Buurn usa el tiempo real como elemento diferenciador del resto de juegos de subastas con una mecánica más caótica que elegante, haciendo que este título vaya muy encarado a la diversión, a las sobremesas desenfadadas y a sacarnos unas risas más que a quemar neuronas. Todo ello, como Morning suele acostumbrarnos, viene acompañado de una producción original y llamativa, algo indispensable en juegos pensados para las masas.
Sin duda, la editorial Morning está muy centrada en juegos de corte filler con un importante carácter cómico. En su título de los unicornios ya se deja claro que la editorial francesa sabe hacer bien las cosas, buscando un divertimento sencillo pero con algún giro original, que en el título que hoy nos ocupa se aprecia con claridad.
Lo que más me ha gustado de Buurn es que, pese a tener y haber probado docenas de juegos de subastas, este título ha conseguido llamar mi atención. Algo que todos los juegos de subastas tienen cierto elemento de descontrol, especialmente por el metajuego de leer las intenciones de los demás jugadores pero, en Buurn este caos cobra aún mayor importancia puesto que la cuenta regresiva y el timing para coger los distintos tótems hacen que todo el proceso sea dinámico y descacharrante.
Sin duda alguna es un juego que se presta a maltentendidos, malas decisiones y algún tirón de tótem. No es Jungle Speed, pero sin duda me recuerda al mismo en su resolución, rápida y poco ordenada, con alguna duda puntual y con decisiones poco premeditadas. Por si fuera poco, que los tótems no tengan un nombre que los identifique puede que, incluso, haga que algún jugador se equivoque en las primeras rondas.
El flujo del dinero, como en muchos otros juegos de subasta de referencia, se mantiene en un circuito cerrado. De esta manera es difícil que un jugador se descuelgue durante varias rondas, pudiendo esperar y recoger el dinero de la banca si los ingredientes que aparecen no son de su interés. Un recurso que ya hemos visto pero que encaja muy bien en un título como éste, en el que necesitamos un elemento modulador dentro de este caos tan divertido pero potencialmente frustrante.
La variabilidad entre partidas viene de la mano de las familias de ingredientes. No todos los ingredientes entran en cada partida, de modo que podremos elegir y modular distintas configuraciones para nuestras partidas. Eso se agradece, pero es casi innecesario dado que lo divertido es, esencialmente, el proceso de puja, sin ofrecer una profundidad tan franca como para que paremos mucha atención a los ingredientes elegidos. Personalmente no hemos debatido demasiado en qué ingredientes elegir y los resultados han sido siempre satisfactorios.
Finalmente, respecto a la escalabilidad, es un título que personalmente saldrá a mesa cuando, al menos, seamos cuatro. A cuatro o cinco jugadores el título brilla y divierte, mucho más que a tres. A nivel comercial entiendo que abran el abanico del rango pero, personalmente, no le veo demasiado interés a tres jugadores, perdiendo en gran medida el caos que diferencia a Buurn de otros juegos y evitando el lío de manos cruzándose en el centro de la mesa.
En definitiva, Buurn es un título familiar con buenas intenciones y que pretende dar un soplo de aire fresco a los juegos de subastas. Con una producción vistosa pero nada exagerada, sin duda nos han sabido acercar un juego que aboga por la diversión a costa de un control estricto, y aúna las subastas con el tiempo real para que pasemos momentos divertidos y errores que nos harán reír más que pensar en jugadas maestras. Esperamos que la campaña de mecenazgo sea exitosa porque, al menos personalmente, ha sabido sorprenderme tras haber jugado a muchos otros títulos de subastas.
Pros
- Algo fresco dentro de los juegos de subastas, especialmente ideado para ser divertido.
- Un estilo gráfico desenfadado y cómico, que funcionará como producto familiar.
- Pequeños ajustes para distintos números de jugadores, que denotan saber hacer en la escalabilidad.
Contras
- La sensación de caos es algo importante y no todos los jugadores la disfrutarán, pero es la esencia de Buurn.
Este juego ha sido cedido por Morning para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!