¡Pingüinos! es una reedición tras veinte años, de un juego perenne que busca con pocas reglas generar interacción, tensión creciente y algo de caos.
En ¡Pingüinos! tenemos una propuesta directa, con mecánicas abstractas y mucha interacción que mantendrá entretenido a toda la familia.
Diseñador/a: | Günter Cornett, Alvydas Jakeliunas |
Ilustrador/a: | Chris Quilliams |
Editorial: | Next Move Games |
Idioma: | Español |
Número de jugadores: | 2-4 |
Duración: | 20 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En ¡Pingüinos! nos convertiremos en los animales que dan nombre al juego para una misión muy clara: pillar pescado antes de quedarnos encerrados en una placa de hielo. Para ello deberemos aprovechar el deslizamiento sobre el hielo y, evidentemente, bloquear a nuestros contrincantes para pescar las mejores piezas.
¿CÓMO SE JUEGA?
¡Pingüinos! tiene una preparación sencilla y una partida muy corta en su duración. Deberemos colocar las losetas sobre un tablero de plástico, nuevo de esta edición. Estos tableros tienen forma y profundidad para insertar losetas de pescado aleatorias, las cuales tienen de una a tres piezas. Los jugadores irán colocando, de uno en uno, sus pingüinos, teniendo en cuenta que la cantidad de ellos depende del número de participantes.
Como ya hemos comentado, el objetivo es llevarnos la mayor cantidad de pescados del mar antes de quedarnos sin hielo por el que movernos. Para ello, en cada turno, haremos lo siguiente:
Los jugadores moverán a uno de sus pingüinos en línea recta tantas casillas como deseen hasta acabar sobre una loseta que aún tenga hielo. Hay algunas cosas a tener en cuenta:
- Como nos deslizamos, nuestro movimiento solo puede realizarse por encima de otras losetas de hielo, por lo que no podemos atravesar piezas de otros jugadores ni casillas que ya no tengan loseta.
- El jugador recibe la loseta de allí donde ha iniciado su movimiento, por lo que el tablero se irá reduciendo en tamaño a medida que la partida avance. Mantén tus losetas de pescado ocultas hasta el final de la partida. Cada loseta contiene de uno a tres pescados, así que elige bien el destino de tu próximo movimiento.
Con este formato de ronda pronto tendremos animales sin posibilidad de moverse, ya sea porque otros pingüinos les bloquean el paso o porque están rodeados de agua. Cuando esto ocurra, puedes retirar la pieza del tablero para que visualmente sea más sencillo de jugar.
Cuando todos los jugadores hayan ido perdiendo las opciones para moverse, el último jugador puede recoger esas losetas que le corresponden en la isleta que haya quedado en juego para terminar la partida. Tras esto, solo queda contar puntos para determinar el ganador, que será aquel que más pescados tenga en su posesión.
¿QUÉ ME PARECE?
En ¡Pingüinos! encontramos una nueva edición de un título que cautiva con facilidad por su ligereza de reglas y amplia interacción, haciéndolo apto para los peques de la casa pero divertido para todas las edades. Con este lavado de cara mejora el estilo artístico pero también encontramos otros cambios más discutibles.
La versión original de ¡Pingüinos! se remonta dos décadas atrás, con una edición simpática por mantenerse en una caja pequeña y ofrecer un juego directo y con unas mecánicas asumibles para todos. Desde entonces, el juego se ha mantenido con buena reputación por estas virtudes comentadas, motivo por el que se ha relanzado bajo Next Move, una rama de Plan B Games, editorial que suele sorprender por títulos con producciones vistosas.
¡Pingüinos! triunfa por su amplio rango de jugadores, haciendo que la experiencia pueda disfrutarse por todos los de la mesa. Si bien es un juego sencillo, visualmente podemos acercarnos a su propuesta desde pequeños, trazando líneas rectas y, con las partidas, asumiendo la planificación que el juego exige. Esto hace que sea muy sencillo de sacar a mesa y que aunque el rival sea de una edad distinta a la nuestra, la diversión pueda seguir presente.
Estas mecánicas que, además, se sienten lo suficientemente temáticas como para que un niño se sienta interesado y abstraído, funcionan bajo un pretexto que recuerda a los juegos abstractos, pero en este caso el azar de la colocación de losetas le añade esa capa táctica de probabilidades inasumibles. Esto acorta nuestra capacidad estratégica por ofrecernos muchas posibilidades, incrementadas por la forma geométrica de las losetas y las intenciones de nuestros rivales, haciendo que nos centremos en tomar losetas directas o, al menos, bloquear zonas de paso inminentes para nuestros contrincantes cuando el tablero se haya hecho más pequeño.
Los cambios en la edición son interesantes pero también con algún detalle amargo. Por una parte, habrá dos posturas respecto al tablero sobre el que se colocan las losetas. Muchos, entre los que me incluyo, lo agradecerán por su facilidad de colocar encima el material de juego, algo que en el título previo consumía casi tanto tiempo como la propia partida. La parte negativa, en cambio, es que nos mantendremos con un tablero cuadrado, dejando de lado los mapas creados por la comunidad con todo tipo de formas. Aun así, nadie nos impide colocar las losetas sobre la mesa si queremos probar esos mapas variables. Lo que sorprende es el inserto, que aunque de buen grosor plástico, nos incluye un separador de losetas que no tiene razón de ser. Dicho inserto nos tienta a separar losetas por su cantidad de pescados, algo que nunca querremos mantener separado pues tenemos que mezclarlo todo antes de empezar la partida. Por lo demás, el grosor de las losetas es más que bueno y los modelados de los pingüinos son simpáticos, aunque el tamaño de caja se dispara respecto a su primera edición.
De la escalabilidad podemos comentar que funciona bien a cualquiera de los números propuestos. Si bien mi experiencia ideal es a cuatro jugadores, por lo inasumible de lo que nos encontraremos el próximo turno, el juego regula la cantidad de pingüinos respecto al número de jugadores. Eso le da un toque más controlable en partidas a menos participantes, no solo por leer al rival sino por tener más piezas propias que nos dejen crear bloqueos o caminos seguros.
En definitiva, ¡Pingüinos! vuelve para recordarnos que es un juego muy divertido con la frescura suficiente que genera el hielo en el que se apoya. Es la excusa perfecta para recordar que es uno de los juegos más fáciles de disfrutar, pudiendo agrupar a gente de todas las edades alrededor de la mesa. Unas mecánicas fáciles que desprenden interacción constante, con una propuesta eminentemente táctica, algo que dinamiza las partidas. Todo ello con una caja nueva, algo más grande, y con cambios de producción que gustarán a la mayoría.
Pros
- Un clásico consagrado que se mantiene en su sitio por su sencillez, diversión y facilidad para ser jugado a todas las edades.
- Unas mecánicas muy sencillas que funcionan a la perfección para dejar a los jugadores planificar un poco, intuir mucho y jugar a corto plazo.
- Unos nuevos modelados de pingüinos y un arte más acorde a los gustos actuales, aunque a cambio de otros detalles de producción con más sombras.
Contras
- El tamaño de caja de la nueva edición aumenta de una forma poco necesesaria.
Este juego ha sido cedido por Asmodee para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!