Si no te cuesta hacer el indio, este juego está hecho para ti.
Con esta nueva edición de Coyote encontramos los elementos originales del juego familiar de faroleo más divertido, sin olvidarnos de las cintas en la frente y un estilo desenfadado, marca Devir.
Diseñador/a: | Spartaco Albertarelli |
Ilustrador/a: | Adilson Farias |
Editorial: | Devir |
Idioma: | Español, catalán, portugués |
Número de jugadores: | 3-6 |
Duración: | 15-25 min |
Edad mínima recomendada: | 8+ |
¿DE QUÉ VA?
En Coyote deberemos intentar adivinar cuanto suman las plumas de las cabezas de todos los jugadores. El único problema es que la nuestra nunca la podremos ver, por lo que tendremos que imaginar un poco su valor dependiendo de las cifras y miradas de los demás indios sentados alrededor de la hoguera. ¡Si crees que se han pasado solo di COYOTE!

¿CÓMO SE JUEGA?
En Coyote se jugarán tantas rondas como haga falta hasta que solo uno de los jugadores siga dentro de la partida. Para empezar a jugar solo debemos barajar las plumas boca abajo y que cada jugador se ate una cinta a la cabeza, ¡como un indio!

El objetivo en Coyote es intentar adivinar el valor total que suman las plumas de todos los jugadores. Como cada uno llevará una pluma en la frente, podremos leer los valores de nuestros rivales pero nunca conoceremos el de nuestra propia pluma. Por eso en nuestro turno tenemos que elegir una de las dos opciones:
DECIR UN VALOR
Tras un vistazo al resto de jugadores y echarle un poco de imaginación puedes decir el valor que crees que suman todas las plumas, las cuales van del valor 1 al 20, con algunas fichas especiales de las que hablaremos. También hay valores negativos, así que puede que en ocasiones empecemos hablando de valores bajo cero… ¡Tenlo en cuenta!
En turnos posteriores, los jugadores siempre deben decir un valor superior al que haya dicho el jugador de su derecha o elegir la opción de COYOTE.
COYOTE
¿Crees que el jugador de tu derecha se ha pasado de rosca? Pues solo tienes que decir COYOTE bien alto y pasaremos a mirar quien tiene razón. Cuando alguien grita COYOTE sabemos que alguien se va a poner un coyote en la frente, lo cual es una vida menos.
Para determinar quien se lleva el coyote todo el mundo revela su pluma y se pasa a puntuar. En ocasiones la suma será directa, pero hay plumas especiales que cambian las reglas del juego y lo hacen todavía menos controlable:

Si el valor que dijo el jugador anterior excede la suma de las plumas, el coyote irá para ese jugador, que se lo colocará en su velcro de la frente. Si, por el contrario, suman tanto o menos de la cifra dicha, el jugador que gritó COYOTE será el perdedor. ¡Te has arriesgado demasiado!

Si alguien recibe la tercera ficha de coyote, o incluso la cuarta si así lo deciden los jugadores, será eliminado de la partida y deberá esperar para ver el ganador. El resto de jugadores cogen nuevas plumas, ya que las usadas previamente quedarán bocarriba hasta que a alguien le toque la de valor 0. De esta manera, tras unas cuantas rondas podremos ver cuales de las plumas azules aún están por salir o si los valores altos ya han ido haciendo aparición…
¡El último en pie será el indio más grande de la tribu y vencedor en COYOTE!
¿QUÉ ME PARECE?
Devir trae una nueva edición de Coyote tras casi dos décadas, manteniendo el espíritu original y alejándose de los cambios que han introducido otras editoriales en la actualidad. Mantenemos un juego de faroleo muy sencillo, con un control escaso pero una diversión proporcional al ridículo de llevar una cinta en la cabeza con una pluma de cartón. ¡No hay más que añadir!
Seguro que muchos de los que lleváis años en el mundo de los juegos de mesa tenéis, habéis tenido o al menos habréis catado alguna partida al clásico Coyote en su edición antigua. En mi caso, es un título que he disfrutado cuando no quería pensar más allá de sumar cuatro cifras e intentar colarle un farol al jugador de mi izquierda. Eso, con la compostura justa de llevar una cinta en la frente y, en la mayoría de los casos, muchas partidas a la espalda o muchas copas, daba igual. Posiblemente lo más interesante de Coyote, lo que más se graba en la memoria, no es el hecho de contar con información parcialmente oculta, sino que la información la llevemos en la frente, haciendo que la experiencia sea más memorable que la mecánica.
El juego huele a clásico por varias razones, que deberemos aceptar antes de jugar a Coyote. Por una parte, la eliminación de jugadores es una característica muy pasada, que incluso hizo que Bang! se reformulara para evitar dejar a los jugadores como meros espectadores. Eso pasa en Coyote pero, al menos en mi caso, no me suele importar demasiado, especialmente por la razón comentada más arriba: Coyote son unas risas con un juego de complemento.
Lo que sí es de agradecer es que Devir haya optado por mantener los componentes del título original. Mientras que las nuevas ediciones en otras localizaciones pasan a usar peanas para poner las cartas al más puro estilo Hanabi, eso se aleja de hacer el indio, algo que veo intrínseco en la experiencia de juego de Coyote, especialmente por lo visual para los más pequeños de la casa y para tener fotos ridículas como la mía:

La inclusión de un modo avanzado, que tampoco es muy avanzado, se agradece para poder darle variedad a las rondas. Estas habilidades permiten a los jugadores, en el momento oportuno, esquivar algunos turnos de esos cruciales. Sin duda alguna es algo que deberemos añadir pronto a nuestras partidas, a no ser que queramos una experiencia totalmente transparente con turnos rápidos y sin premeditación.

En definitiva, me alegro enormemente de que Coyote vuelva a las tiendas, y todavía me alegro más del formato propuesto por Devir. Sin alejarse del diseño original y manteniendo componentes originales y divertidos a partes iguales, algo que os aseguro que es un plus para los más peques y para las fotos de las partidas. Esto suena ridículo, pero deja de serlo cuando Coyote es más una experiencia, un pasatiempos con risas que una mecánica bien engranada. Por todo eso, me parece que nunca sobra un Coyote en la estantería siempre que haya veladas en las que queráis algo rápido, sencillo, caótico y muy gracioso.

Pros
- Un clásico que vuelve a las estanterías, que se ganó el recuerdo aun pasando más de una década desde su lanzamiento.
- Familiar para todas las edades, ya sean niños o adultos, sobrios o no.
- Devir no ha querido alejarse de las cintas en la frente para su reedición, algo que se agradece y mantiene la esencia del título original.
- Una variante avanzada para los que quieran un tinte más de profundidad para un título que se centra más en divertir que en controlar.
Contras
- Es un juego que funciona mejor con muchos jugadores y con un ambiente distendido, donde hacer el indio esté bien visto.
Este juego ha sido cedido por Devir Iberia para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.
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Meeple sano in corpore sano.
Doctor Meeple es el alter ego de Sergi, médico de día y jugón a tiempo completo. En esta afición he encontrado un espacio en el que recrearme haciendo fotografías de detalle y evadirme moviendo cubos, algo que pretendo plasmar en cada una de las entradas que encontraréis aquí y en otras redes. ¡Nos vemos por las mesas!