Un filler de cartas que pretende ser un trading card game sin todo lo malo de un trading card game.

Con menos de cincuenta cartas encontramos un juego de enfrentamientos que nos traslada a Magic the Gathering pero sin compras, sin mazos creados, sin maná ni parafernalia… ¡y funciona!


Diseñador/a:Skaff EliasRichard GarfieldMarvin HegenChristian Kudahl
Ilustrador/a:Denis Martynets
Editorial:Nerdlab Games
Idioma:Inglés
Número de jugadores:2
Duración:15-25 min
Edad mínima recomendada:8+

¿DE QUÉ VA? 

En MindBug libraremos un combate rápido y dinámico entre criaturas. Podremos invocar nuevas bestias, atacar con ellas y, en el momento adecuado, controlar la mente de criaturas enemigas para ponerlas de nuestro lado en la batalla. Todo ello con una preparación tan sencilla que invita a ser jugado a menudo.

MindBug boardgame juego de mesa

¿CÓMO SE JUEGA?

MindBug tiene un solo mazo de 52 cartas en los que se incluyen cuatro cartas del elemento que da nombre al juego. Para empezar la partida, reparte dos MindBugs a cada jugador y diez cartas al azar, que formarán su mazo individual. De las cartas sobrantes, separa tres para cada jugador que harán de marcadores de vida. ¡Ya podemos empezar!

MindBug boardgame juego de mesa
Detalle de la preparación de cada jugador. Corta y sencilla, como se espera en un juego de quince minutos.

El objetivo en MindBug es agotar la vida al rival. Para ello deberemos bajar criaturas de nuestra mano y atacar, intentando que las criaturas rivales no puedan defender y el daño llegue a esos tres escasos puntos de vida iniciales.

Cada jugador empieza con cinco cartas en la mano, restándole otras cinco en su mazo individual. De esta manera, aquí tenemos un limitador de la duración de la partida, puesto que cuando no queden cartas, en lugar de perder de forma inmediata como en otros juegos de cartas, simplemente tendremos muy difícil aguantar las embestidas rivales.

En nuestro turno solo podremos llevar a cabo una acción: o invocar una criatura o atacar con alguna criatura ya invocada a nuestro rival.

En MindBug no hay costes ni maná, ni tampoco hechizos. Solo tenemos criaturas que podremos bajar cuando deseemos de nuestra mano a la mesa. El valor más importante de la carta es el poder que tiene en combate, que determinará el devenir de cada combate.

MindBug boardgame juego de mesa
Las criaturas tienen un máximo de potencia de combate de 10, con aparentemente equilibrios mediante habilidades.

Tras elegir bajar una carta nuestro rival debe decidir si quiere usar uno de sus MindBugs. Durante la partida, en dos únicas ocasiones podremos controlar las criaturas del rival a costa de agotar nuestros bichos de la mente. Esta decisión debemos tomarla inmediatamente después de que el rival juegue la criatura, ¡piénsalo bien!

MindBug boardgame juego de mesa

Si elegimos atacar, normalmente declaramos el ataque con una de nuestras criaturas y el rival debe decidir si quiere bloquear, con cuál de sus criaturas, o si prefiere recibir un daño, mermando sus puntos de vida.

Lo habitual, dado que solo tenemos 3 puntos de vida iniciales, es que intentemos bloquear. Cuando una criatura bloquea solo necesitamos comparar los valores de potencia de combate. El más elevado elimina a la criatura de menos potencia. Fin. En caso de empate ambas bestias perecen en combate. En otras palabras, en cada combate esperamos que se reduzca la línea de criaturas que nos impiden dañar al rival, aunque como siempre, hay algunas habilidades clave.

En MindBug, al menos en First Contact, su primera caja, encontramos cinco habilidades para las criaturas que rompen las reglas y que cualquier jugador de Magic recordará con otros nombres.

MindBug boardgame juego de mesa

Tenemos criaturas que aguantan dos golpes, criaturas que atacan dos veces en un mismo turno, otras que no pueden ser bloqueadas si la criatura enemiga no tiene la misma habilidad y otras venenosas que eliminan al enemigo sea cual sea su poder. Nada empalagoso pero suficiente para darle volumen a la experiencia y, sobre todo, para compensar cartas.

Los jugadores deben robar cartas para tener, en cualquier momento, cinco en la mano. Cuando el mazo se agote se continúa con la partida hasta que alguno derrote al otro.


¿QUÉ ME PARECE?

MindBug tiene una premisa muy concreta que cumple con creces. Tenemos la experiencia de un trading card games pero sin necesidad de grandes desembolsos, ni creación de mazos, ni maná para poder bajar cartas. Todo eso queda reducido a un mazo común del que ambos jugadores recibirán cartas y una vuelta de tuerca que nos permite modular el azar y, además, introducir un elemento de faroleo muy interesante.

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MindBug boardgame juego de mesa

Si algo genera rechazo en los TCG como el inmortal Magic the Gathering es la puerta de entrada y el sacrificio para mantenerse competitivo. Si bien hay muchas modalidades de juego, habitualmente un juego de cartas coleccionables requiere la compra de varias cajas y sobres, y el conocimiento para crear un mazo competente con el que jugar. Todo ello puede abrumar al jugador, especialmente a aquellos que preferimos jugar a muchos juegos, y no centrarnos en uno que, por muy bueno que sea, puede acaparar toda tu atención.

En MindBug, proyecto en el que Richard Garfield participa, se han podido salvar todos esos problemas para ofrecer algo distinto: un juego más directo, más sencillo y de menor profundidad. Evidentemente, la estrategia detrás de Magic es insalvable, pero sí consigue que la experiencia sea parecida.

MindBug boardgame juego de mesa

Para empezar, las cartas tienen un equilibrio aparentemente correcto. Si bien la potencia de algunas cartas es menor que otras, se compensan con mejores habilidades que las hacen estar en un relativo equilibrio. Este equilibrio debería ser absoluto si no fuera por la mecánica central del juego: el bicho de la mente.

Con esas cartas de MindBug se pueden permitir no equilibrar al completo las cartas. No solo pueden, sino que deben generar una ligera diferencia entre ellas para que cada vez que nuestro rival baje una carta debamos decidir si vale la pena gastar uno de nuestros dos MindBugs. Y es que esta mecánica introduce un faroleo muy interesante, ya que junto con los mazos de escasa duración, hace que cada criatura bajada por el rival pueda ser suculenta en tus filas. Las potencias de combate medias generan una duda importante por no tener claro si en su mano nuestro rival esconde una mejor criatura y la actual es solo un gancho…

MindBug boardgame juego de mesa

Por lo demás, el juego incluye todo lo que se espera. Una pizca de azar no distinta al orden en el que te pueden salir las sesenta cartas de Magic the Gathering, y una gran importancia en el timing. Si bien puedes tener una mano mala a priori, todas las criaturas cuentan con habilidades que permiten, más a menudo de lo que cabría parecer, darle la vuelta a la partida. La otra gran pega es que First Contact parece una primera toma de contacto de más mazos que están por llegar. Si bien con esta caja tienes para varias partidas, jugarlo repetidamente hace que se queme por la variedad de cartas.

MindBug boardgame juego de mesa

En definitiva, MindBug cumple lo que prometía y ofrece un filler que huele a trading card game. Con un mazo variado y relativamente equilibrado, introduce la mecánica del MindBug que da nombre al juego para poder controlar criaturas rivales y, además, introducir el faroleo como elemento accesorio. Todo ello con un arte cuidado y un estilo gráfico sobrio, que entra por los ojos y que hace que sea difícil decir que no a una partida. ¡Esperemos que pronto llegue en nuestro idioma, ya que no le faltan candidatos!



Pros

  • Una premisa bien cubierta: un trading card sin creación de mazos, desembolso, ni maná.
  • La preparación es tan sencilla como cabría esperar.
  • La mecánica de MindBug amortigua el azar y crea un ambiente de tensión y faroleo.
  • El arte de las criaturas es colorido y encaja en el gran público.

Contras

  • Tras varias partidas querrás más cartas.

Este juego ha sido cedido por Nerdlab para poder redactar la reseña así como tomar las fotos. Gracias por el detalle.